Capítulo 5

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Mis manos se acercaron al rostro de Jimin. Traté de deslizar suavemente uno de mis dedos sobre el corte en su labio, pero se alejó de mi contacto, probablemente para evitar el dolor. Quiero pensar que fue por eso y no porque no quería que lo tocase. Me alejé un poco y volví a sentarme.

—Lo siento. No era mi intención reaccionar así, es que aún me duele un poco. —Se sentó frente a mí.

—¿No me vas a decir qué sucedió?

—Nada importante. No es algo por lo que debas preocuparte. —Sonrió—. Mejor hablemos de lo que nos compete.

Ha evadido el tema muy rápido. Me preocupa lo que podría estar ocultándome. Ya encontraré otro momento para preguntarle más tarde. Que no piense que me va a dejar sin saber.

Sentados frente a frente, en un completo silencio, nuestras miradas se encontraban por intervalos. Me era difícil mantener mi vista enfocada en él. Su mirada era apacible, sin segundas intenciones o emociones ocultas. Él solo estaba esperando por mis palabras. Yo seguía dudando. Sin embargo, para que nuestras vidas se muevan, nosotros mismos debemos dar el primer paso.

—Lo lamento. —Hice una reverencia profunda, lo suficiente como para casi golpear mi frente en la mesa—. Siento haber huido. Siento no haberte dado la explicación que merecías. Siento haber sido un cobarde. Sé que después de mi comportamiento de ayer no tienes motivo para creerme, pero...

—Levanta tu rostro, Jungkook. —Puso su mano en mi cabello y lo acarició—. Soy yo quien debe ser perdonado. Se me subió la sangre a la cabeza al verte conversar con ese hombre. Fue mi enojo quien habló por mí.

—¿Por qué te disculpas? No lo hagas. Yo soy quien tiene la culpa. Lamento ser un inmaduro.

—Permíteme devolverte tu pregunta: ¿Por qué te disculpas? ¿Por ser inmaduro? —Una expresión comprensiva se dibujó en su rostro—. Eres joven. ¿Qué tiene de malo ser inmaduro o impulsivo? Son etapas de la vida que todos tenemos que experimentar. Además, poder admitir que lo eres y saber cuándo has hecho algo incorrecto, es el primer paso a la madurez. No te apresures. Todo llegará a su tiempo. Lo importante es aprender de los errores.

—Gracias. —Sonreí. Sus palabras habían retirado un gran peso de mi alma—. Me siento como cuando mi padre me da un sermón, jeje.

—Pero, no soy tu padre, tú mismo lo dijiste. Somos amigos, ¿no? Además, no te puedo sermonear. Yo también fui inmaduro.

Me tuve que quedar pensando en sus palabras un instante para comprender su significado. Cuando até cabos y supe a qué se estaba refiriendo, no pude quedarme callado.

—¡Ah! Cierto, ¿por qué te molestaste por verme con alguien más? —Una sonrisa pícara apareció en mis labios—. ¿Estabas celoso?

La negación o el intento de desviar el tema que esperé de su parte no llegaron. Un leve sonrojo en sus mejillas y su mirada evitando la mía me hicieron desear seguir indagando. La idea de que la química que sentí en nuestro primer encuentro era real me hacía poner una cara de idiota enamorado, mezclada con algo de maldad.

Las tornas se invirtieron sin que pudiera controlarlo. Ahora era yo quien estaba sonrojado hasta las orejas. ¿Por qué mi estómago tuvo que gruñir en el momento menos indicado? Mi mente había olvidado que tenía hambre, pero mi organismo no.

—Lo siento. Te llamé a esta hora y comenzamos a conversar sin siquiera ordenar nada. Es lógico que tengas hambre. —Llamó al camarero—. ¿Qué quieres pedir?

—Pediré lo mismo que tú pidas —dije sin mirarle el rostro.

Después de que el camarero se marchase con la orden, volvimos a quedarnos en completo silencio. Uno que fue interrumpido por el rugido de mi estómago, otra vez. Mi frente dio pequeños golpes contra la mesa una y otra vez. ¿Cómo era posible que mi propio cuerpo me traicionara dos veces en menos de cinco minutos?

—Jajajaja. —La risa de Jimin me sacó de mi momento de auto recriminación. Parecía realmente divertido con mi embarazosa situación—. ¡Ah, rayos! —se quejó colocando sus dedos en su labio, al parecer se había lastimado.

—Es tu castigo por reírte de mí. —Hice un puchero y le enseñé la punta de mi lengua—. ¿Entonces? —Esta vez mi tono era serio.

—¿Qué?

—Dime qué te pasó.

—Ya te dije que... —Estoy seguro de que mi mirada lo dejó sin escapatoria—. No fue nada. Este fue el precio por poner en su lugar a un imbécil que insultó a mi nuevo amigo. Él quedó peor que yo, te lo aseguro. —Despeinó mis cabellos otra vez—. Perdón por dudar de ti.

Un nudo se hizo en mi garganta. Pensar que Jimin había llegado al extremo de irse a los golpes con alguien solo porque me insultó en su presencia, me hace increíblemente feliz. Además, tengo una imagen bastante clara de quien pudo ser el involucrado. Tuve que contener la sonrisa.

—Estuve revisando tu tarjeta. Así que trabajas en la escuela de arte. ¿A qué te dedicas ahí? ¿Eres profesor? —dije de la nada, con mi voz algo temblorosa.

Cambié de tema para ocultar mi vergüenza. Es que es vergonzoso estar en algo similar a una cita con un hombre que casi acabo de conocer y estarlo mirando como si fuese mi caballero de brillante armadura. Todavía no he vivido lo suficiente como para saber lidiar con esta clase de situaciones.

—Soy profesor de danza contemporánea. Imparto clases a los estudiantes de último curso. —Me siguió la corriente. Qué bueno que haya leído el ambiente. Me gusta que sea tan considerado conmigo.

—Me encanta bailar. —Sonreí—. Aunque también soy buen cantante. Iba a hacer los exámenes para entrar a esa academia, pero no pude hacerlo por problemas de salud.

—¿En serio? ¡Jamás lo hubiera imaginado! Aunque, es una lástima que no hayas podido examinar —Se escuchaba emocionado. Puedo asumir que le gustó tener más temas para conversar.

El mesero llegó con el pedido y comimos mientras platicamos sobre nuestros cantantes favoritos, nuestro tipo de música favorito, los coreógrafos que admirábamos así como nuestras canciones preferidas para bailar. Cada segundo de conversación era una grata sorpresa y un hallazgo de nuevas similitudes; era un rayo de esperanza.

—¿Qué te perece visitar la academia?

—¿Eh? —Me sorprendió esa propuesta.

—Sí. ¿Por qué no? Así podrás conocer el campus y, si lo deseas, puedes observar alguna que otra clase, incluso participar. Tendremos el festival cultural pronto. Serás mi invitado.

Estaba oficialmente emocionado a más no poder. No solo podré recorrer el interior de la escuela que tanto deseé conocer, sino que también podré ver a Jimin impartiendo clases. Solo imaginar cómo se verá al bailar, cómo se proyectará toda esa sensualidad en sus movimientos, me hace tragar grueso lleno de expectativas.

—Me encantaría. —Mordí ligeramente el interior de mi labio.

—Perfecto. Voy a hacer las solicitudes necesarias a los directivos y te lo haré saber. Estaremos en contacto hasta entonces.

—Lo esperaré con ansias.

Una nueva puerta a las posibilidades de pasar tiempo juntos se abría. Ver la expresión expectante de Jimin me dejaba saber que deseaba la llegada del día tanto como yo. Lo que pensé sería un encuentro caótico terminó por transformarse en un punto de partida imprescindible para nosotros.

¡Holiwis! He regresado, tal y como prometí. A partir de ahora la historia comenzará a moverse un poco más rápido. Quise hacer algo de énfasis en la parte de cómo se conocieron, por eso fue algo prolongado, mas iré avanzando a mayor velocidad desde este capítulo, o eso espero, la imaginación es loca XD.

Esta semana estaré un poco complicada. Se acerca el final de un fanfic que escribo en mi otro perfil y su trama es bastante compleja, así que necesitaré algo de tiempo para organizar bien todo, pues llevo más de 6 meses publicándolo. No sé si tendré tiempo de actualizar esta historia otra vez a mediados de semana, de no poder, lo haré el sábado o domingo.

Nos leemos pronto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro