Capítulo 10

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Jungkook caminaba de un lado a otro sin saber qué hacer con la confesión recibida por el hombre que ahora lo observaba como si por su boca no hubiese salido palabra alguna. Con una ceja enarcada, Taehyung arrancaba varias uvas verdes de su racimo, observando de soslayo como el pelinegro peinadla su cabello. Solo le había dicho que le atraía, pero tal parecía que le había dado la peor de las noticias, comuna sentencia de muerte.

— Podrías infartarte, ¿nadie te ha dicho alguna vez que le gustas? — Indagó viendo al pelinegro sonrojarse. — Espera, en serio una te han dicho que les interesas o atraes.

— No es eso... ¿No entiendes el significado de tus palabras?

— ¿Cuál significado? Más explícito imposible, además, ya te dije que lo olvidaras, no es para tanto. No te estoy obligando a estar conmigo, no es un sacrificio, por todos los ángeles.

— Siéntate, necesitamos hablar. — Pidió el menor logrando que el contrario rodara los ojos porque aunque las palabras y el atuendo difería de aquel utilizado en el hospital, el tono empleado, su mirada era la del doctor que lo atendía y no le gustaba.

Taehyung estaba tratando de enterrar un pasado, ingenuo, una parte de él sabía que si todavía lo mantenían custodiado por un agente, con todo lo que Jungkook le había contado, tendría que volver futuro sus historias pasadas y no quería. Solo deseaba poder tomar un avión y desaparecer, ¿pero cómo desaparecía cuando el presidente de un país con infinitos aliados lo tenían como objetivo prioritario?

— Ahora que ya sabemos que su cerebro o memoria no han sufrido daño alguno. Sabes que de todos, yo tengo el mayor conocimiento de tu cerebro y todo lo que funciona en esa cabecita por detrás de ti. Pocos meses después de su accidente no contaba con lesión, contusión, laceración o cualquier otra herida física. El cerebro es la mayor caja de Pandora que existe, ni tú ni yo lo entenderemos del todo alguna vez porque están complejo como mágico, si se me permite decir. Él libra sus propias batallas continuamente y eso lo comprendo a la perfección, pero tú y yo tenemos claro que hay mucha más información guardada que no sale únicamente porque tú lo impides. Sufriste un evento traumático y estresante que realmente derribaría a cualquiera, pero estás aquí, con todos tus recuerdos intactos.

— Si han enviado a un agente por mí, deben tener claro la envergadura de la información almacenada en mi cerebro, lo peligrosa que es. — Musitó negándose rotundamente a hablar.

— Habíamos quedado en algo.

— Lo siento, no quiero hablar, yo no...

— Cuéntame de ti. — Interrumpió Jungkook para calmarlo.

— Ya saben todo de mí, esto es absurdo.

— No, es imposible saber absolutamente todo de una persona, hay muchos detalles que se pasan por alto u ocultan a simple vista porque jamás se hicieron con intensión de ser ocultados. Dime algo, ¿qué recuerdas de tu vida? Hablemos de tu niñez, desde tus primeros recuerdos. — Por un momento, Taehyung tuvo la estúpida idea de hacer un trato, él revelaba información y el contrario haría lo mismo, pero siendo un agente, lo más probable era que mintiese desde su fecha de nacimiento hasta la ropa interior que llevaba, dejándolo fuera de combate antes de que él pudiera tirar de su pantalón para confirmarlo. — ¿Cuál es tu recuerdo más feliz?

¿Su recuerdo más feliz?

Jungkook tenía razón, él no sufría de amnesia o lagunas mentales, recordaba cada detalle de su vida a la perfección o bueno, casi todo. Su recuerdo más feliz era su infancia, dejando de lado los problemas en casa, amaba estar con su hermano mayor, jugar con él, asistir juntos a las mismas escuelas y poder olvidarse de todo. Sin embargo, había muchos recuerdos de esa infancia que él se empeñó tanto por dejar atrás, que ya casi no recordaba.

— Quieres decir que los recuerdos de tus años en la escuela primaria y secundaria están difusos. No creaste ningún lazo de amistad, no tienes conocidos de esa época y solo recuerdas el tiempo que pasabas con Jimin. — Taehyung asintió tranquilo, desviando la mirada del contrario. — Cuando piensas en esa etapa de tu vida, en tu escuela, ¿cómo te sientes? ¿Te agitas, sientes que no debes recordar, te duele hacerlo, hay incomodidad? — Esta vez, el castaño negó.

— No recuerdo cosas puntuales o personas, pero no tengo algún trauma causado por situaciones escolares. Repito, fueron mis mejores años. Fui muy feliz cuando comencé a trabajar en lo que me gusta, cuando la actuación se volvió mi todo y veía el fruto de mi trabajo en la sonrisa de las personas, en el orgullo de mi familia, en mi cuenta bancaria, en las pantallas. Fue duro, pero no odié tampoco todo, de hecho, vivía en una nube a la que se le abrió un agujero enorme aquella noche.

— ¿Cómo era tu relación con el actual presidente de este país?

— Sigues intentando desempolvar mis memorias, estas me pertenecen y no estoy obligado a revelárselas a nadie. — Una negación, los ojos de Jungkook oscureciéndose a cada segundo que pasaba mientras lo observaba con detenimiento. Un choque de miradas que causaba en Taehyung inquietud, tanto, que simplemente tuvo que desviar la suya.

— Están almacenadas en tu cerebro, pero no son tuyas. Tus memorias y recuerdos le pertenecen e involucran a muchos que harán lo que sea para llegar al fondo de ellas con prácticas inimaginables solo para obtener esa información. Cuando terminen contigo, solo serás un traje en pésimas condiciones de piel, músculos y algunos huesos rotos, tu interior no servirá de nada. Todo lo que guardas será revelado, tú desechado con toda tu masa cerebral frita, un simple desaparecido más de este mundo sin nadie para reclamar.

— Mi hermano...

— Sin nadie para reclamar. — Lo interrumpió dejándole muy claro a Taehyung lo que quería decir con eso. — Dudo que dejen cabos sueltos atrás, eso es en lo que convertirá Park Jimin. Los muertos no tienen posibilidad de reclamar nada. Tu hermano sigue respirando, pero estoy seguro de que es cuestión de tiempo, lo usarán para llegar a ti y luego los eliminarán a ambos. Ahora mismo debe tener prácticamente debajo de su piel a los enemigos, porque ellos lo tendrán vigilado a cada segundo de su día.

— ¿Sabes que mi hermano podría estar en peligro y no haces nada? ¿Por qué no lo traes? Podrías protegernos y... — Jungkook negó serio.

— Esto no es un programa de protección a testigos y Jimin es descartable, sinceramente, no nos interesa. La única persona que podría mantenerlo a salvo eres tú, pero cada segundo que pases callando, cada segundo en que tu hermano está más cerca de la muerte. — Se expresaba sin vestigio de mentiras.
Taehyung se puso en pie, confirmando una vez más que significaba una mierda para todos. Por eso no habló con la policía años atrás, por eso todas las veces que fueron a él se hizo el loco, no había visto u oído nada, no hablaría. Solamente él podía mantenerse a salvo, solo él se preocupaba realmente por su seguridad, pero no sabía cuánto más duraría de ese modo, en cualquier momento iba a ser silenciado por completo porque no convenía que él recordara y hablara.

Por eso terminó por confiar muy ínfimamente en el pelinegro frente a él, lo vio como su salida y escape al descubrir aquella noche de su fuga que este no era un simple doctor. En verdad creyó que podía ser su salvación, pero ahora, veía una vez más que solo era un caso para resolver, alguien a quien quebrar mentalmente para obtener información y eso no tenía que molestarle o dolerle, pero lo hacía. Porque en el fondo estuvo creyendo en él casi desde que ingresó a ese "sanatorio mental".

Su compañía era agradable, su sonrisa le pareció cálida y es que acompañada de su bonito rostro era muy difícil no caer en la trampa. La forma en que lo cuidaba, se aseguraba que comiera, como lo protegió... Jungkook se convirtió en esa luz al final del túnel para él y lentamente se permitió ser un poco dependiente de ese cuidado. De los diagnósticos del doctor dependía su medicación, la libertad que le dieran para desplazarse en el hospital.

Una vez que escaparon, continuaba dependiendo de él para alimentarse, vestir, para vivir. Solo su fuerte mentalidad desgastada impidió que esa dependencia no embargara por completo su lado emocional, su mente, porque hubiese sido mucho más doloroso y difícil alejarse de alguien del que se depende sentimentalmente. Apego emocional, como una vez le escuchó decir.

— Tenía claro que yo no era más que un simple trabajo para ti, pero es...

— Soy quien temporalmente te mantiene con vida, quien podría dar la suya si se viera en la obligación de protegerte. Lo que yo no puedo ser, es un hombre para ti, Taehyung, por eso no puedes gustar de mí, porque eres justamente lo que acabas de decir, un trabajo en el que no quiero fallar. No esperes más que eso. — Una suave risa emergió del mayor, subiendo de volumen a cada segundo al percatarse de algo.

— Eres bueno para mezclar las cosas, debo darte un punto por ello. — Una ceja de Jungkook se enarcó ante esto, mirándolo con cierta fascinación escondida. — Utilizar toda mi situación para impedir que guste de ti no era necesario, agente, doctor o como prefieras que te llame. Sé que no puedo confiar en ti...

— En mí únicamente no, no puedes confiar en absolutamente nadie, ni siquiera en ti mismo porque tu mente está comprometida. Un poco de pentotal sódico en tu sistema, una cantidad de dolor que quebraría hasta la más firme cordillera, tu hermano como la palanca perfecta, cualquiera de esas cosas y estarás hablando hasta lo que no recuerdas recordar. — Los labios de Taehyung temblaron levemente, la saliva en su boca pareció secarse y aun así intentó bajarla con dificultad por su garganta. — Si quedas por tu cuenta te será difícil sobrevivir cuando ni siquiera has podido golpearme correctamente una vez, ni siquiera deseo imaginarme cuán vulnerable quedarás si eres rodeado por un mayor número de personas. Todavía te puedo ayudar a entrenarte, puedo continuar protegiéndote, pero debes darme algo a cambio Taehyung. Todo lo que tienes, lo único que es valioso para mí en este momento es la información guardada en tu cerebro, así que tienes tres opciones. Hablas conmigo y te sigo protegiendo, te ayudo incluso a prepararte para cuando yo no esté a tu lado. Regresas al hospital del que te he sacado y continúas haciéndote el loco o simplemente te dejo en libertad. Puedes ahora mismo abandonar este apartamento y comenzar a valerte por tu cuenta, ir a buscar a tu hermano incluso. Cualquier cosa que decidas, yo lo respetaré.

Sin más que decir, Jungkook se puso de pie para continuar el trayecto interrumpido horas atrás cuando el contrario le pidió que se quedase con él esa noche. No le dio ni siquiera una mirada, dejó al mayor solo con sus pensamientos y abrió una puerta que se cerró cuando la mano de Taehyung pasó por un costado de su cabeza con rapidez. Justo como le había sido enseñado, golpeó fuertemente a Jungkook aunque claro, no pudo derribarlo. No obstante, eso era todo lo que necesitaba para llamar su atención y canalizar la molestia que lo estaba corroyendo.

— ¿Qué haces? — Indagó Jungkook mientras lo miraba, su antebrazo fuertemente presionado contra el cuello del castaño inmovilizado en el suelo.

— ¿Poniendo en práctica lo aprendido? — Entrecerrando los ojos, el menor exigió una mejor respuesta. — Detuve tu partida, hablaré contigo. Ambos sabemos que regresar a ese hospital es convertirlo en mi tumba, por mi cuenta ahora mismo no duraría ni siquiera veinticuatro horas cuando la guardia nacional y posiblemente medio país esté buscándome a pedido del presidente. Eres mi mejor opción en estos momentos, Jungkook.

El nombrado estudió su mirada, su pulso, Taehyung podría no ser alguien entrenado, pero podría ser un buen espía porque tenía la característica más importante y es que era un increíble mentiroso. No confiaba del todo en ese atractivo hombre, pero en esos momentos, también era la mejor vía para llegar al presidente de la República de Corea del Sur. Estudiando su rostro una última vez, se levantó dejándolo respirar correctamente.

Taehyung tardó en recomponerse, de hecho, se quedó tirado en el suelo durante varios minutos simplemente para organizar sus pensamientos hasta que decidió levantarse y tomar asiento frente a un pelinegro que lo aguardaba con su móvil encendido. Lo tomó en sus manos y lo miró, viendo la imagen que Jungkook le estaba mostrando con detenimiento. La bandera de Corea del Sur en el medio de un círculo rojo en llamas. Ese era el dibujo que él mismo hizo en el hospital.

— ¿Quieres hablarme de esto? — Con un suspiro, Taehyung negó devolviéndole el teléfono. — Dijiste que hablarías.

— Lo haré, pero necesito tiempo, preparándome mentalmente para ello, así que iré respondiendo el resto de tus preguntas. — Inhaló profundamente y se acomodó. — Hace un rato preguntaste cómo era mi relación con el actual presidente. — Jungkook asintió. — Inició como un bonito drama o más bien comedia romántica. Bogumie me cortejó torpe y hermosamente cuando a mi parecer aún no estaba tan consumido por la política. Sin embargo, no sé qué tanto fue real y qué tanto una mentira.

+++

— ¿Estás seguro? ¿Podrían darme sus vidas a cambio de esta verificación? — Desde la silla presidencial en la que estaba sentado, Park Bogum observaba a las personas frente a él. — ¿Están seguros de que los recuerdos de esos dos años han desaparecido de la memoria de Taehyung? — Inquirió una vez más mirando a Namjoon y a la doctora Lee, ocultando la ansiedad que le estaba molestando.

— Sí, señor presidente. — Espetó rápidamente la doctora Lee que estuvo pendiente al caso de Taehyung desde que este entró en el hospital que ella trabajaba. Si bien la llegada del doctor Jeon dificultó sus tareas, ella buscó la forma de hacerse con sus escritos y en estos Jungkook no pareció tener sospecha alguna del estado mental de Taehyung.

— ¿Realmente crees que Kim Taehyung perdió su memoria? — Todo parecía afirmar este hecho, pero por alguna razón Bogum continuaba teniendo sus dudas y, si él no estaba satisfecho con este hecho, simplemente no podía quedarse tranquilo. Que Taehyung desapareciera de ese modo reafirmaba su desconfianza. — Un hombre que aparentemente regresó de la muerte incluso tiene la oportunidad de olvidar todas las cosas malas... No lo sé, pero para mí hay demasiados milagros juntos. Confiaría más si alguien me dijera que su memoria fue borrada clínicamente, pero si sucedió naturalmente, las probabilidades de recuperación son más altas. No es seguro, pero sí es posible que recupere sus recuerdos tras un tiempo prudente y han pasado años.

— Señor presidente... — La doctora Lee intentó hablar, pero el presidente se levantó de su silla para caminar hacia ella y acariciar su rostro, luego el cuello que muy ligeramente apretó haciéndole guardar absoluto silencio.

— ¿Crees que los trabajos de un presidente son meramente blanco y negro? No creo en dos únicas verdades, lados o versiones, siempre hay más. Si se busca, si se escarba y va al fondo siempre encontraremos más y eso es lo que yo quiero. Mucho más. Kim Taehyung no pudo haber salido de aquel sitio solo, alguien lo está ayudando y su hermano está descartado, ¿no es así Kim? — Con los brazos tras su espalda, Namjoon separó sus piernas y asintió.

— Sí, señor. Yo tengo al hermano de Kim Taehyung vigilado a cada momento, no tiene ni idea de dónde podría estar su hermano. No es una actuación.

— ¿Dónde está? Hay un enemigo de la nación ayudándolo y necesito saber quién o quiénes son los que están detrás de todo esto. Kim Taehyung es una amenaza para esta república y aquel que lo ayude, será considerado traidor de la patria. — Mencionó dándole una última mirada a Namjoon antes de regresar a su asiento. — No importa si él personalmente no recuerda nada, todo está sumergido dentro de su cerebro y habrá personas que si tienen una mínima sospecha, intentarán llegar a él. No podemos simplemente sentarnos y esperar a que su memoria salga o la saquen a la superficie. Quiero que redoblen los esfuerzos para encontrarlo inmediatamente.

Las dos personas en su oficina asintieron y se marcharon permitiendo así que otros ingresaran al lugar para recibir las mismas órdenes. En su cabeza, el presidente imaginaba los muchos escenarios en los que se reencontraría con su suave y tersa paloma. En todos aquellos en donde la paloma regresaba a su nido viva, él le decía las mismas palabras. "No tienes idea de lo mucho que te he buscado, ¿cierto?"

— Pronto vendrás a mí o yo te encontraré, Kim Taehyung. — Mencionó ciñendo los dedos a su propia corbata para luego tirar con firmeza del nudo y respirar. — Eres mía, palomita.

+++

Jungkook abrió sus ojos por el impacto del agua contra su rostro mientras dormía en aquel sofá. Por reflejo sacó la pistola que descansaba en la parte trasera de su cuerpo y le apuntó a un castaño que estaba listo para entrenar.

— No solo quiero saber defenderme y quedarme a un lado mientras van por Park Bogum.— Mencionó Taehyung dejando de lado el recipiente utilizado para darle al pelinegro un despertar como los que acostumbraba a darle. — He perdido y seguro perderé más de mi vida por ese hombre, pero no me iré de este mundo sin devolverle el golpe. — Mencionó mirando fijamente Jungkook. — Prometo serte de ayuda, darte hasta la más mínima información que sepa, si no es suficiente, buscaré más. Hagamos un trato.

— ¿Un trato?

— Negociemos, a ti o a ustedes les hace falta tumbar al presidente de su podio y yo, no solo quiero verlo caer, sino despedazarlo cuando ya esté en el suelo. Quiero vengarme y te quiero a mi lado.

— ¿Qué?

— Todos estamos detrás del mismo enemigo de todos modos, podríamos ayudarnos mutuamente. — Comentaba el castaño controlando sin lograrlo unas lágrimas que humedecían sus mejillas. — Por favor, solo pido que...

— No llores. — Fue todo lo que dijo Jungkook guardando su arma, frunciendo su ceño mientras se acercaba al mayor para sostener su cabeza y llevarla hasta su hombro, permitiendo que terminara de desahogarse. — Esta es la última vez que te permitiré llorar por él, así que saca todo lo que tienes guardado de una vez. — Escuchando esas palabras, el contrario no pudo hacer más que llorar como no lo había hecho ni siquiera la noche en que salió huyendo y tuvo aquel accidente en donde trataron de matarlo. — Yo me haré cargo de tu venganza a partir de ahora, como bien dices, tenemos un enemigo en común. A cambio, solo te pediré una cosa...

— Información. — Musitó entre llanto Taehyung, separándose para ver al pelinegro que tranquilamente negó.

— Otra cosa.

— ¿Qué cosa sería esa?

— No desaparezcas de mi vista, mantente en mi campo de visión, en mi rango de acción. — Frente a este, Kim arrugó su ceño confundido. — Necesito verte, mientras yo pueda verte, tú estarás a salvo. — Por alguna razón, el corazón de Taehyung latió con fuerza ante estas palabras, mirando fijamente a su doctor.

— ¿Son solo palabras?

— Mis palabras no son dichas sin más, es una promesa. Hasta que terminemos esto y decidamos tomar nuestros caminos, yo te defenderé de todo y todos, solo te pido que te mantengas cerca de mi alcance.

— Me verás...

— Mis ojos siempre estarán en ti. — Asintió viendo al castaño que se relamía sus labios mirando los suyos. Su mirada estaba en ellos y sabía perfectamente lo que harían, pero no los detuvo. Jungkook permitió que los tersos labios ajenos se posaran sobre los suyos por cortos segundos. — Taehyung... — Fue todo lo que dijo entre besos, sintiendo como el nombrado buscaba alejarse, algo que él no permitió. Enredando con firmeza sus dedos en el cabello castaño, lo atrajo nuevamente hacia él, sintiendo como quien comenzó siendo su paciente también se aferraba a sus hebras negras para sostenerse. Sus bocas se saludaron efusivamente, solo labios intrépidos provocando a otros hasta que llegaron dos lenguas para desplazarlos, comenzando a marcar ellas la intensidad y profundidad de aquel beso. — Me haré cargo de tu revancha, pero también me haré cargo de ti.

💜💜💜
¡Hola por aquí! ¿Cómo han estado? Espero que estén bien y que hayan disfrutado de este capítulo...

LORED

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro