Capítulo 11

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Estar en un lugar completamente desconocido no era lo mismo que estar perdido y Taehyung lo sabía. Perderse podía considerarse peor porque por largo tiempo se vivía con la falsa esperanza de ser encontrado o rescatado. Vagar en silencio buscando una señal que indicara el camino correcto cuando ni siquiera entendía las letras o el recorrido trazado.

Fue solitario en muchos momentos de su vida, tuvo tiempo suficiente para pensarlo mientras cada día de su vida seguía la misma rutina mientras estuvo recluido. Sin embargo, si se detenía a reflexionar, hubo muchos momentos en donde la soledad también lo embargó a pesar de estar rodeado de personas, acompañado de seres queridos, ya fuera su familia, sus fanáticos o el propio Bogum.

Las emociones dejaron de sentirse, no recordaba con exactitud la última vez que lo embargó el deseo de realizar un acto tan banal como el coito. No obstante, ahí estaba, si bien su objetivo no era tener sexo, mientras intercambiaba besos precipitados con Jungkook ese pensamiento se instaló en su cerebro por breves segundos.

— Taehyung... — Esos pensamientos volvieron a interrumpirse cuando sus labios se sintieron desolados y aquello voz los regresó a la realidad. — Deberías descansar y también pensar en lo que hablamos.

— ¿Qué hablamos? — Preguntó vagamente porque por un instante todo lo que deseaba hacer era volver atraer a Jungkook.

— Comprendo que no quieras hablar, pero recuerda cuántas vidas se han perdido y cuántas se perderán en el futuro si decides seguir guardando silencio.

— Tienes una manera espléndida de cortar el momento. — Suspiró Taehyung aceptando finalmente el final de sus besos. — Lo siento, pero tampoco soy un héroe que se sacrificará para salvar a un mundo podrido que cada vez se muere más deprisa por infinitas razones. Solamente me interesa alargar mis días un poco más y no sufrir mientras los vivo, por lo demás, no me preocuparé. ¿Cuántos se han sacrificado por mí? Prefiero ser egoísta.

— Dijiste que hablarías.

— Tú dijiste que me darías tiempo para pensarlo. Supongo que los dos somos egoístas a nuestra manera, Jungkook. — El mencionado guardó silencio observando al castaño ponerse de pie. — Hace un momento dijiste que te harías cargo de mi revancha y de mí, no es necesario, únicamente dame las herramientas necesarias para poderme ocupar de ello yo mismo.

— Descansa por hoy. — Fue lo único que volvió a decir antes de levantarse y dirigirse hacia la puerta. — Buenas noches.

¿Por qué eran tan volubles y repentinos sus cambios? En un instante discutían, al siguiente se ponían de acuerdo, luego lloraban o se ponían susceptibles para al final volver a endurecer sus semblantes como si toda la montaña rusa de sucesos anteriores no hubiesen tenido lugar. Mentalmente, Taehyung se llamó a sí mismo la atención y para Jungkook no fue diferente. Ambos debían concentrarse porque lo más importante eran sus vidas y obligaciones, tener la cabeza ocupada con otras cosas no sería beneficioso para ninguno.

Volviendo a quedar sumido en el pulcro silencio que la soledad le brindaba, Taehyung buscó una tela que colocó alrededor de su cabeza para cubrir sus ojos y así avanzar por toda la casa para hacer sus pocas tareas pendientes e irse a la cama. Al día siguiente no vería a Jungkook porque este tenía que ir al hospital, así que le tocaría entrenarse por su cuenta.

Fue una sorpresa para Jungkook llegar a su apartamento y no ver a Seokjin a esa hora, le envió un mensaje para asegurarse que estuviera bien para después tomar en silencio una ducha. Era difícil no recordar todas las palabras dichas por Taehyung o borrar la sensación dejada por sus labios, su olor...

— Concentración. — Murmuró haciendo cesar el agua de la ducha para envolverse en una toalla y salir con su piel húmeda.

Controló la hora, era demasiado tarde y todavía no había recibido ningún mensaje de respuesta por parte de su pareja, así que procedió a llamarlo. La primera llamada luego de un rato terminó yendo al buzón y esto le hizo preocupar porque Seokjin siempre le respondía las llamadas, pero hizo un nuevo intento.

Para su sorpresa, lo primero que escuchó fue la algarabía típica que caracteriza a los clubes nocturnos o bares, seguido de una voz desconocida que lo alertó. Se trataba del camarero de un bar en donde Seokjin había pasado la noche bebiendo y, al estar próximos al cierre, el sujeto se tomó el atrevimiento de contestar e indicarle la dirección para que fuera a recogerlo.

Imposible ahuyentar esa momentánea culpabilidad que llegaba a Jungkook mientras conducía a recoger a Seokjin. Menos cuando lo vio completamente borracho, acostado en los asientos de un reservado. Ya no quedaba más que el personal del local, por ende, para agradecer su ayuda y paciencia, Jungkook les entregó unos cuantos billetes modo de agradecimiento. Estos fueron acompañados por asentimientos de cabeza y escuetas palabras. Cargó a su compañero y con cuidado lo llevó hasta su automóvil.

El trayecto a la casa fue silencioso. Desvestirlo y meterlo a la cama no fue la tarea más sencilla, mas la hizo en poco tiempo y luego se acostó a su lado para finalmente dar por terminado ese día.

+++

— Buenos días. — Bostezando y con su voz algo gastada, Seokjin saludó a Jungkook esa mañana. La alarma y el olor de una sopa bien cargada que lo ayudaría con su resaca fueron los causantes de su despertar. — Dios, la cabeza se me quiere partir.

— No es para menos después de emborracharte de la manera en que lo hiciste anoche. Es peligroso beber de esa manera y más si estás solo. Tienes suerte de que no te encontraras con personas malintencionadas que se aprovecharan de ti para robarte o cualquier otra cosa. — Le llamaba la atención de un modo sereno que hizo reír al mayor. — Deberías beber esto también. — Le entregó un suplemento para luego servir la mesa.

— Es gracioso verte hacer lo que normalmente hago yo. — Sonrió Seokjin viéndolo colocar frente a él la comida. — Gracias. — Jungkook le regaló una sonrisa tranquila y luego se sentó junto a él.

La ausencia de palabras esa mañana creaba una tensión peculiar entre ellos, de algún modo, el aire se sentía diferente. Jungkook notaba la necesidad del contrario por decirle algo, lo conocía lo suficiente como para darse cuenta de ello, mas no quería presionarlo para que le dijera. Así que terminaron de comer en silencio, pero antes de poder retirar los platos, Seokjin sostuvo su mano para acariciarla.

— Sabes, he estado pensando... — Murmuró buscando la valentía para expresar aquella conclusión a la que había llegado. — La vida se trata de tener coraje, encontrarlo en algún punto del camino para con este convertirnos en una persona completa que puede disfrutarla mientras se siente vivo. — Esos eran pensamientos demasiado profundos para esa hora de la mañana, mas Jungkook no lo interrumpió. — Puedo entender que desees seguir ciertos intereses fuera de tu vida ordinaria. Puedes encontrarte con otras personas aunque esos encuentros involucren ciertos riesgos.

— No estoy seguro de saber lo que estás hablando.

— Te amo, Jungie.

— Hyung...

— Te amo y estoy abierto a aceptar cualquier cosa siempre que seas sincero conmigo. Si quieres abrir esta relación o...

— Espera. — Interrumpió el menor negando. — Ya sé por donde vas, pero no entiendo el motivo detrás de estas palabras. ¿Por qué querría abrir nuestra relación?

— ¿No estás viendo a alguien más? — Preguntó Seokjin y Jungkook no pudo evitar recordar los besos compartidos con Taehyung, mismos que alejó prontamente de su mente. No es que ellos se estuvieran viendo, Taehyung era su trabajo, una obligación confidencial que no podía discutir con su pareja. — Tu silencio me dice que sí lo haces.

— Mi silencio solamente está buscando una respuesta para estos repentinos pensamientos tuyos, hyung. No estoy viendo a alguien más, no estoy interesado en alguien más, así que me parece bastante absurdo todo esto. Si quieres abrir la relación puedo estar de acuerdo, pero no te excuses en situaciones inexistentes de mi parte.

— Yo tampoco estoy interesado, pero... — Guardó silencio y asintió dándole una sonrisa al pelinegro frente a él. — De acuerdo, olvidémoslo entonces y comencemos a prepararnos porque de lo contrario llegaremos tarde al trabajo.

Jungkook pudo ver a través de sus palabras, podía sentir las inseguridades, el miedo y la aceptación. Estaba dispuesto a abrir su relación únicamente para no perderlo, pero ni siquiera estando realmente interesado en una relación abierta Jungkook hubiese accedido a algo así con él. Ese tipo de aproximaciones no era la más saludable sugerencia para plantear el deseo de una relación abierta, consensual y no monógama porque ahí no había interés, solo resignación.

Además, inició esa relación porque necesitaba una fachada a largo plazo, no estaba interesado en involucrarse con más personas de las necesarias porque no quería poner a nadie más en peligro y tampoco deseaba cargar con el lastre de las preocupaciones. Una única persona para posiblemente llorar su muerte si es que se enteraba de la misma y no creía que un día simplemente desapareció abandonándolo, era más que suficiente.

En el mismo silencio lo observó, se acercó a él para besarlo castamente y comenzar a prepararse para su trabajo.

+++

El aburrimiento estaba consumiendo a Jung Hoseok dentro de aquel infierno en donde muy poco ocurría. Bueno, poco era una pequeña exageración. Lo cierto era que se podía ver la tensión cada día desde la desaparición de la paloma. Hubo raros movimientos de búsquedas, algunos interrogatorios encubiertos por parte del personal y la seguridad se reforzó también. Sin embargo, más allá del seguimiento regular, no había mucho para hacer, no es que con Taehyung ahí hiciera mucho más, pero al menos se sentía con un verdadero propósito.

Estaba agradeciendo que lo sacaran al patio para tomar el sol y sentir el aire fresco agitar su cabello mientras yacía acostado en el césped cuando una diminuta piedra lo golpeó. Con pereza abrió un ojo, pero al ver todo tranquilo volvió a cerrarlo. Algunos segundos después, algo volvió a golpearlo, así que se incorporó sacudiendo la hierba pegada a su ropa mientras miraba a sus alrededores.

No tardó mucho en divisar al sujeto que parecía estar encargado de recoger las hojas secas del suelo. Tomando algunas entre sus manos para fingir jugar con ella y sentarse más cerca del individuo mientras miraba en dirección a los custodios y enfermeras, Hoseok sonrió.

— Al fin hace contacto, señor. — Comentó sin mover demasiado sus labios para evitar que notasen que estaba hablando, a pesar de que el otro sujeto seguía recogiendo las hojas con su mascarilla y sombrero puesto.

— ¿Lograste saber la ubicación de la paloma?

— Conoces al conejo diabólico que es Jeon, es demasiado escurridizo y siempre sigue los protocolos de seguridad. Al menos por eso no debemos preocuparnos. Sin embargo, se nos está acabando el tiempo.

— Pronto te sacaré de aquí, esta parte de la misión está casi culminada. Mantente alerta.— Hoseok una vez más asintió viendo como el sujeto comenzaba a alejarse.

— Suga... — Llamó en el tono perfecto para que pudiera escucharlo sin necesidad de gritar. El nombrado se detuvo en su lugar y Hoseok prosiguió. — Cuídate.

La cabeza gacha se levantó su suficiente para hacer por un breve momento contacto visual con el paciente que se ponía de pie.

— Lo mismo digo. — Respondió Min desviando su mirada para comenzar a alejarse definitivamente de allí.

+++

Park Jimin se encontraba en su oficina, pero no estaba trabajando, al menos no en lo que su superior le había ordenado. Por algún motivo ya no se sentía cómodo o tranquilo analizando toda esa información en su casa, así que seguía sus investigaciones intercalándolas con sus obligaciones dentro de su horario laboral.

Su hermano le había contado años atrás que había comenzado a salir con alguien que él jamás conoció, por un motivo u otro sus encuentros siempre se vieron frustrados. Supo que esta persona estaba involucrada en la política y por esta razón su hermano tampoco le contaba demasiadas cosas, motivo por el cual apenas tenía información sobre su persona.

El día que Taehyung tuvo aquel fatídico accidente, él lo había llamado en la mañana avisándole que posiblemente se pasarían unos días juntos. Según lo que también le comentó estaba con su pareja, quería pasarse sus días de descansos con él por lo que aquella llamada con un cambio de planes tan repentino lo había confundido un poco. Sin embargo, en el pasado no le dio mucha importancia porque no había nada de malo en cambiar de parecer y realmente había extrañado pasar tiempo junto a su hermano.

Jimin no sabía el porqué, ni siquiera estaba seguro a dónde se dirigía con esa investigación cuando había fracasado en tantas a través de los años, mas tenía un pálpito diferente esta vez. Algo le decía que tal vez el novio de su hermano podía ayudarlo a resolver todo esto, él podría tener los conceptos suficientes para ayudarlo.

— Pero si tú tienes conceptos, ¿por qué no has hecho nada todavía? No puedes, no te importa o... — Calló volviendo a mirar sus notas. — ¿Tienes algo que ver en todo esto? ¿Por qué?

— Jimin. — El nombrado saltó en su puesto tras escuchar su nombre. Cerrando a gran velocidad su agenda elevó la mirada para encontrarse con Koo Junhoe, su colega.— El jefe te quiere en su oficina.

— ¿Sabes para qué? — Frente a una negación, Jimin suspiró. — De acuerdo, ya voy, gracias por avisarme.

Cuando su compañero se retiró, Park pasó a retirar la memoria conectada a su ordenador, así como guardar todos los recortes de periódico y su agenda en uno de los cajones de su escritorio asegurado por una llave que siempre llevaba consigo. No sabía si realmente había algo importante, pero prefería mantener todo protegido. Dándole una última revisión a su mesa arregló su traje y se alejó.

Esa tarde, al terminar su jornada y abandonar su oficina, se quedó un poco sorprendido al ver a su pareja allí. Por un momento no pudo evitar fruncir el ceño porque Namjoon casi nunca tenía tanto tiempo libre, pero en las últimas semanas había estado más cerca que en los años que llevaba de relación. No es que le incomodara poder ver más a su novio, pero era un poco extraño, todavía no se acostumbraba. No obstante, cuando frente a él una rosa fue colocada y unos fuertes brazos lo envolvieron, pudo relajarse completamente y por un instante, olvidar todo aquello que le preocupaba.

— Gracias por estar siempre aquí para mí, Nam. — Mencionó alejando un poco su rostro para poder besarlo.

— No tienes que agradecerme porque para mí no hay nada mejor o importante que estar siempre junto a ti. — Respondió acariciando sus mejillas y uniendo una vez más sus labios. — Te amo.

— Yo te amo a ti.

+++

Había pasado toda una semana desde la última vez que Jungkook había visto a Taehyung. Ese tal vez era el motivo por el cual permaneció tanto tiempo observándolo dormir esa madrugada antes de despertarlo. Contempló su espalda y sus piernas desnudas, ese brazo que mantenía atrapada a la almohada mientras el otro hacia el trabajo del objeto. Era en ese brazo que la cabeza de Taehyung descansaba con sus labios y ojos entreabiertos. Jungkook no pudo evitar elevar una comisura, pero la hora lo trajo de regreso a la realidad.

Avanzó con cautela hasta la cama en donde atrapó entre sus manos los rizos castaños para tirar con fuerza. No tuvo éxito esta vez. El sueño de Taehyung se había vuelto mucho más ligero, lo había sentido desde que abrió la puerta principal de la casa, pero fingió permanecer dormido hasta el momento en que sintió que el pelinegro estaba lo suficientemente cerca. Agarró su muñeca y la torció mientras se giraba y utilizando el balance del cuerpo contrario junto a sus propias piernas, lo elevó del suelo y lo tiró en la cama. Rápidamente, se posicionó sobre él y lo inmovilizó, señalándolo con un cuchillo escondido en la funda de su almohada.

— Te atrapé. — Habló Taehyung victorioso notando la sorpresa y también diversión del contrario que permaneció observándolo.

Ya podía ver ciertos cambios y avances gracias a su entrenamiento continuo, por lo que haber sido capaz de derribar a Jungkook se sentía como una gran hazaña que disfrutó hasta percatarse de sus posiciones.

Él estaba prácticamente sentado a horcajadas sobre su cuerpo mientras una de sus manos presionaba las muñecas de Jungkook contra el cuello del mismo. Sus miradas se encontraron y el recuerdo de los besos compartidos lo sacudió. Como si esa cercanía quemara, Taehyung se precipitó para salir de la cama mientras Jungkook se sentaba en la misma con mayor lentitud.

— Tienes cinco minutos para vestirte.

— ¿Vestirme? Para qué si de todas formas siempre me entrenas como quiera que me encuentres. — Rebatió Taehyung bordeando la cama.

— De acuerdo, entonces así nos iremos. — Los pasos de Taehyung se detuvieron para mirarlo algo confundido.

— ¿Irnos? ¿Acabas de decir que nos iremos? ¿Irnos a dónde?

— ¿No me dijiste que estabas cansado de estar aquí y que deseabas aire fresco? — El mayor asintió débilmente. — Iremos para que respires aire fresco. Te quedan tres minutos para vestirte y como estés cuando se acabe ese tiempo, nos iremos.

Jungkook abandonó la habitación mientras escuchaba al castaño correr. Lo cierto era que no tenía muchas opciones para escoger o que llevar, por lo que prepararse fue algo rápido. Tomó una botella de agua con su cepillo de dientes cubierto de pasta y se ubicó detrás de Jungkook.

— Supongo que no debo advertirte que no intentes hacer una locura, ¿cierto? — Inquirió el pelinegro viendo la amplia sonrisa que de Taehyung emanaba. — Sabes que lo único que necesitamos de ti es información, así que si intentas jugármela, te dejaré de forma tal que solamente servirás para eso.

— Ya deja de amenazarme, sé a lo que me debo atener, además de que eres mi mejor opción en estos momentos, así que apresúrate. — Taehyung rodó los ojos con cierto fastidio, mas permaneció frisado en su sitio cuando el contrario le colocó una gorra negra en la cabeza y le entregó una mascarilla.

— Póntelas, debemos ser precavidos.

— Sostén aquí... — Taehyung le entregó la botella de agua y el cepillo de dientes para colocarse la mascarilla y aceptar también la chaqueta que le habían estado entregando. Una vez listo, recuperó sus pertenencias de las manos del menor que lo observaba con detenimiento. — Ya está.

— Vamos.

A Taehyung le parecía mentira poder estar caminando por una calle con cierta naturalidad después de lo que le pareció una eternidad. Ni siquiera durante de sus últimos años en libertad fue así porque dado que era una celebridad y su pareja, estaba un poco paranoico con su propia seguridad, así que evitaba caminar por las calles, también por temor a ser reconocido.

No estaba corriendo, tampoco con sigilo, a pesar de saber que estaba corriendo peligro, tal vez porque tenía una extraña seguridad que provenía de ese hombre que caminaba a su lado. Como si en una parte de su cerebro realmente confiara en que junto a él, se encontraba seguro.

Avanzaron juntos algunas cuadras hasta subirse en un auto gris bastante discreto y común por las calles de Corea del Sur. Una vez que se pusieron en marcha, Taehyung comenzó a lavarse lo dientes, con la botella de agua que llevaba enjuagó su boca y lo lanzó todo por la ventanilla, logrando que Jungkook riera frente a esto.

Fueron casi cuatro horas de viaje, pero para Taehyung que veía todo como si fuera un extraterrestre acabado de llegar a este planeta, se sintió como cortos minutos. En ningún momento se aburrió o durmió, no se lo podía permitir. Jungkook también observaba cada detalle de su comportamiento, cada gesto, cada expresión, todo era interesante y a la vez importante.

— ¿Dónde estamos? — Preguntó el castaño cuando se estacionaron en lo que parecía ser un diminuto pueblo fantasma. Observaba a Jungkook sacar del baúl del automóvil dos mochilas, una que se colocó en su propia espalda y otra que le lanzó. — Maldición, qué hay aquí adentro, un muerto.

— Posiblemente. — Respondió Jungkook logrando que por un segundo todo el cuerpo del mayor se paralizara.

— Muy gracioso.

— Camina, no podemos darnos el lujo de llamar demasiado la atención y todavía nos queda un buen tramo para caminar.

— ¿Caminar? ¿Entonces por qué dejamos el carro aquí?

— Habrá zonas por las que no se podrá transitar en él, además así podríamos despistar en caso de que alguien nos siga la pista. Ahora deja de hacer preguntas, porque te quedarás sin energías.

¡Veinte jodidos kilómetros!

A Taehyung le pareció eterna la caminata. Era divertida en el comienzo, seguía estando emocionado después de todo. Sin embargo, la mochila que parecía tirarlo hacia atrás mientras subían las montañas y el no saber el lugar de destino hicieron que esos veinte kilómetros se sintieran eternos para ellos.

— Si supieran que estamos a pie debido al sitio en donde dejamos el vehículo, harán un rastreo que abarquen entre cinco y diez kilómetros a la redonda, algunos incluso recorrerían quince utilizando una bicicleta. Es por eso que veinte kilómetros es la distancia perfecta. — Le informó Jungkook mientras se perdían en medio de un monte.

— Tengo sed.

— Ya casi llegamos, cinco minutos más. — Respondió el pelinegro al ver que a Taehyung se le había acabado su segunda botella de agua. — Llegamos... — Mencionó justamente cinco minutos después como le había avisado.

Los ojos de Taehyung se elevaron con cierto desinterés porque estaba agotado, mas cuando vio el lugar, todo el cansancio simplemente se desvaneció. Estaba frente a una pequeña casa bastante rústica y abandonada o al menos eso parecía. Lucía como una de esas casa antes de la ocupación japonesa a principios del siglo XX que habitaban las familias menos favorecidas. Estaba rodeada de arbustos, hierba alta y descuidada, un árbol con caquis y en la parte posterior, a unos cuantos metros, un río.

— Bienvenido a tu sitio de entrenamiento durante toda una semana.

💜💜💜

¡Hola nuevamente por aquí! ¿Cómo han estado? Ha pasado un siglo desde que actualicé esta historia, tal vez porque pocos la leen y yo me enredo con todas mis obligaciones u otras historias, a veces la olvido. Varios me escribieron pidiéndome una actualización así que aquí estoy, espero que haya sido de su agrado. Nos leeremos pronto 🥰😘

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro