Please stay with me, baby

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Mi corazón duele, todo mi pecho duele y respirar se hace doloroso también, mis brazos, mis hombros, mi cuello están acalambre de tanto dolor, mí cabeza está por explotar.

Voy a morir.

Jennie llora y me llama por mi nombre, no me siento capaz de hablar, así que muevo mi mano hacia ella esperando que me ayude a calmar un poco la tortura que siento en mi interior.

Me abraza cerca de su pecho, escucho su corazón acelerado, toma su teléfono y llama a emergencias, pasando la dirección de mi casa y rogando que vengan rápido.

—Lisa, Lisa, quédate conmigo...

Mi mano busca la suya y entrelaza nuestros dedos.

Su otra mano va a mí mejilla y alza mi rostro, sus ojos lloran, los míos también, intenta sonreírme aunque no me lo creo.

—Estoy aquí, Lisa, la ambulancia ya viene —dice—. Aguanta, aguanta un momento.

Me habla y me mira, me da caricias en mis manos, en mi cabello, me da pequeños besos, en ningún momento deja de llorar, hasta que tocan la puerta y se separa de mí para abrir.

Entran tres o cuatro personas, no lo sé bien, me suben a una camilla y me sacan de mi casa, me asusto cuando no veo a Jennie y mi corazón me da otra punzada de dolor, pero rápidamente noto su despeinado cabello castaña a mi lado y toma mi mano.

—Aquí estoy, Lisa, ya casi, bebé...

—Bebé... —murmuro, y sonrío con ganas de llorar.

Qué lindo apodo, que linda chica, que lindo beso, lindo, lindo, lindo.

—Quédate conmigo y serás mi bebé —dice, y besa mi mano.

Como si me fuera a ir después de semejante oferta.

En el hospital no sé qué me hacen, no sé cómo calman el dolor, cómo me hacen respirar de nuevo y esucho el pitido a ritmo de mi pulso junto a mi oreja cuando abro los ojos.

Allí esta Jennie, y el doctor.

—Tuviste un pre-infato —dice, sin anestesia ni nada—. ¿Sabes lo que significa?

—Que tuve mi ultimátum —murmuro, mi voz suena dolorosa—. No voy a poder escapar la próxima vez...

Veo a Jennie frotar su rostro con molestia, el doctor asiente, porque sabe que no tiene nada para decirme, nada para mejorar la realidad, aún así tiene el descaro de hablar: —Sólo pasó una semana de los primeros síntomas, no dejes que esto te agobie, puedes remontar de nuevo, Lisa.

—Váyase, por favor —digo, y el hombre se rinde luego de unos minutos.

Jennie se acerca a mí de nuevo y quiere abrazarme, pero detengo su rostro y la beso por segunda vez en mí vida, ella me sigue el beso sin dudar, aunque me sabe triste, no es como un el primero.

—L-Lisa...

—Dijiste que me dirás "bebé", Jennie unnie —la miró con súplica—. Por favor...

—Bebé... —murmura, vuelve a llorar y acaricia mis mejillas—. ¿Puedo estar contigo todo lo que te quede?

—Jennie Kim... ¿Es una forma de pedirme salir contigo?

—Si quieres ponerlo así —se encoge de hombros—. Sí.

Sonrió, asiento y no puedo evitar reír de felicidad, y ella vuelve a besarme.

Sé que después de aquel primer beso no dejará de hacerlo y eso me encanta.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro