—¡¡Shadow!! ¡¿Shadow!? —era hora de salida para todos, la jornada matutina terminó, ahora venían los estudiantes de la hora vespertina; su amiga murciélago llamaba al nombrado para irse a casa, sin respuesta alguna.

—¡¡Sonic!! ¿¡Sonic?! —parecían tener una extraña conexión, la pelirosa llamaba a viva voz a su amigo, estaba preocupada por oír su tono.

—Oye...ahm..hola... —saludó la vampiresa, acercándose a la oji-jade.

—Oh..hola... —se volteó algo desanimada para ver a la contraria.

—¿De casualidad no has visto a un erizo negro de ojos rojos, em..vetas y franjas del mismo color por aquí?

—No lo siento... ¿Y tu has visto a un erizo azulado de ojos verdes?

—No tampoco...Hey, pero si quieres puedo ayudarte a buscarlo, y de paso buscaré al mío también —sonrió en forma de apoyo.

—Claro...gracias por tu intención —sonrió haciendo sonrojar a la albina.

—Claro...ven vayamos.

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—Tantos años... ¡Fueron diez por Chaos! —caminaba enojado por la segunda planta del edificio aún buscando al cobalto.

Había agradecido a su insoportable aburrimiento por haber ido al baño y haber detenido a esos malechores antes de que le hubieran hecho algo más, no estaba bien, seguramente estaría en la enfermería pero no fue así; cansado subió a la terraza para descansar de tanto buscar, encontrándose con quien tanto ansiaba.

—¡¡Sonic!! —llamó su atención de inmediato, haciendo que éste girará y lo viera inexpresivo.

—¿No deberías haber salido ya? —definitivamente algo no andaba bien en él, siempre de niños era demasiado meloso con todos, su carisma y gentileza eran incomparables, pero ahora...no había rastro de ello.

—Quería hablarte... ¿Puedo sentarme?

—Por supuesto... —estaban sentados en un banco, mirando el cielo con degradado azul.

—¿No te acuerdas de mi...verdad?

—¿A qué viene eso?

—¿No recuerdas nada de hace diez años? —sentía el semblante de su amigo, estaba triste.

—...Lamentablemente no, son sólo destellos que rondan por mi cabeza.

—Supongo que tampoco me recuerdas a mi...eso es triste... —Lo caracterizaban las bromas, se hizo el ofendido y luego lo miró con dulzura, como no lo había hecho hace cinco años.

—Shadow... —sorpresivamente, como si hubiera visto a un fantasma, reaccionó levantándose y mirándolo con melancolía.

—¿Qué pasa, te sientes mal? —lo imitó para acercarse y revisarlo.

—....Yo...yo... —en su mirada había miedo, estaba recordando algo, pero no precisamente su relación.

—Oye Sonic...tranquilo, si no recuerdas nada está bien, no me voy a enojar por eso, de hecho te ayudaré a recordar la memoria si quieres —empezó a preocuparse, tomó delicadamente los hombros del menor para hacerlo reaccionar.

—N..no...no... ¡¡¡No no no no no no quiero!!! ¡¡¡Noooo quiero!!! —de sus ojos brotaban lágrimas abundantes, se sostuvo la cabeza mientras gritaba de dolor y caía de rodillas.

—¡¡Sonic!! ¡¡Cálmate!! —estaba impactado también por el repentino cambio, trataba de tranquilizarlo pero nada parecía hacer efecto.

—¡¡¡¡DILE QUE PARE, DILE QUE PARE!!!!

—¡¡Tranquilo!! —por instinto lo apego a él, buscaba su control por un abrazo, uno el cuál ambos necesitaban tanto.

—'Snif' no dejes... 'Snif' que lo haga de nuevo... 'Snif' ya no quiero.... —sollozaba por lo bajo, pero audible para el moreno.

—Tranquilo, yo te protegere....como cuando éramos niños y le tenias miedo al agua...yo estuve ahí cuando empezaste a nadar...estuvimos los dos juntos apoyándonos...como hermanos... —acariciaba sus púas con cariño, sus palabras eran dulces y sinceras; cualquiera que lo hubiera visto nunca lo hubiera reconocido, defectos de las fachadas.

—'Snif' Gra...gracias... 'Snif' —musitó cerrando poco a poco los ojos, no había olvidado sus heridas, pero su cansancio y dolor ya le habían ganado.

—¿Son? ¿Sonic? —despegó un poco el rostro del otro para verlo dormido, suspiró de alivio—. Te llevaré a casa...tal vez no estuve tanto tiempo aquí pero conozco el lugar muy bien, no puedo dejarte solo otra vez.

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—¡¡Shadow!!

—¡¡Sonic!! —gritaban ambas chicas al unísono acercándose presurosas al mayor.

—Hola Rouge —sonrió de medio lado.

—¡¡Por Chaos dónde te metiste!! ¡¿Me tenías preocupada sabes!?

—Perdona, no medí el tiempo.

—So...Sonic... ¡¿Q-qué le sucedió!? —gritaba la oji-jade alterada mientras veía a su amigo siendo cargado por el otro.

—Está dormido, oye...tu eres una de mis compañeras de clase de matemáticas, ¿no?

—Eh...así es... —Al oír lo otro del azabache se tranquilizó inmediatamente.

—Querido se ve muy mal... ¿Qué sucedió?

—Les explicaré en el camino, debo llevarlo a su casa para que pueda descansar.

—S..si...Entiendo..yo vivo con él ahora..puedo guiarte...

—Te lo agradeceré mucho.