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- Misión confirmada y completada, el producto regresa a la base de operaciones.

Diablos, le dolía la cabeza.

- Daños registrados en al menos un 68% del producto, puede continuar a la siguiente misión.

Es como si le estuviera palpitando, entre cada uno parecía que iba a explotarle la cabeza, quería llevar las manos a la zona afectada para al menos tratar de mitigar el dolor, al menos dar un intento de hacerlo, pero sus brazos estaban pegados a esa cama de hospital, sabía que era de hospital, pero no estaba seguro de que estas tuvieran correas que lo mantuvieran pegado a esta, haciendo imposible moverse.

Para cuando lo hicieron abrir los ojos lo primero que percibió fue la dolorosa luz, creyó que le generó más dolor de cabeza, sus ojos ardían a la par que un par de guantes de látex lo obligaban a abrir uno y le ponían aún más cerca una pequeña linterna.

- Hay respuesta de la pupila, pasa el producto a su zona de descanso.

Por un momento sintió alivio al oír las últimas palabras, dejando caer su tensado cuerpo por fin en la camilla, sintiendo el frío del metal por completo, tratando de bajar la inflamación del golpe que sabía que tenía a la altura de la cintura.

Malditos fueran todos esos bastardos.

- Entrega del producto -no escuchó mucho más mientras sentía que por fin era liberado de las correas, sintiendo las manos que lo ayudaban a incorporarse, escuchando sus propias quejas por lo bajo ante el dolor de ser movido de su posición.

Justo cuando ya se sentía a gusto en la superficie fría por más que odiarse su sensación daba cierta calma.

Daba alivio no solo al ardor de la inflamación, también para esa sensación que quemaba su interior, esa cosa por la cual le pusieron ese guante rojo.

El ardor contínuo le molestaba y empezaba a terminar con su paciencia.

Quizás sería correcto decir que empezaba a desquitarse con sus objetivos, ya fueran robots de práctica o sacos de carne para golpear.

Empezaba a hacerse mucho más común, más familiar, mientras sus nudillos parecían casi explotar cada vez que entraban en contacto con cada superficie, escuchaba el romper de los huesos, en ocasiones el cómo parecían estar por estallaban, la sangre burbujeante, la ira incontenible.

Y luego regresaba allí, donde, si no se contenía... ya no lo recordaba, pero le hacían algo.

No podía recordarlo porque ya no se revelaba contra ellos.

- ¿68%? -le escuchó decir casi con enojo, algo anormal en su voz- yo les enseñaré lo que es un daño de 68%.

Lo tomó por él brazo, haciendo de soporte para él, que sentía adormecida la pierna derecha, dirigió su mirada hacia su rostro un momento, pensando con qué bajaría la hinchazón del ojo derecho, esperando que no tuviera secuelas como la ceguera.

Algo como eso lo dejaría como "descartado".

- Tienes que golpear más duro -susurró, con su mano jalando el brazo contrario para que no resbale, había crecido tanto en tan poco tiempo que le era mucho más difícil a ella el llevarlo de un lado a otro- debes cumplir la misión lo más rápido posible.

Palabras que pasarían como comunes en ese lugar, mientras ese sensación de martilleo seguía en su cabeza, pudo encontrarle un significado más amable.

Uno que por poco y olvidaba.

Sintio la superficie de vidrio a su espalda cuando fue prácticamente lanzado dentro del tubo, el frío y el impacto causados por la superficie no fueron bien recibidos, pero no podía pedir más cuando escuchaba su respiración agitada, viendo con su ojo aún sano como estaba tenía apoyadas ambas manos en sus rodillas, le sorprendía que pudiese ponerlo ahí en un primer lugar y se preguntaba cuando fue que se hizo más pequeña.

La sensación de adormecimiento hizo más pasajera la sensación de ardor en su garganta cuando colocó el tubo que le ayudaba a respirar antes de llenar todo con ese líquido extraño.

Dejándolo ahí por lo menos un día sería mejor, aunque lo seguiría haciendo olvidar quien era, también ayudaba en el factor regenerativo propio de sus células, su mirada perdida dejó de mostrarse en cuanto cerró su ojo y pareció dormir, podría descansar aunque sea ahí.

Ya le habían dicho que se estaba haciendo "eficiente", no tanto como Krizalid, les faltaba poco para decir: "nunca será Krizalid", y eso era algo que ella ya tenía más que claro, recordando la manera en que la tomó del brazo el otro día.

K' nunca le había hecho eso.

Tomó los papeles, unos para el sector de investigación y el otro para el sector de armas, alegando la baja temporal del Proyecto K' Prime en las próximas 24 horas mínimas, tratando de ordenarlas en su camino a la oficina de Makishima, tocó un par de veces, no queriendo hacer notar mucho su presencia porque ese hombre podría estar ahí junto al doctor.

- Adelante -la voz baja del doctor Makishima le dieron paso, mientras se intentaba en silencio dejó las primeras copias para él, queriendo no llamar su atención hacia ella de nuevo.

Todo fue en silencio, pero su curiosidad se fijó en el hombre sentado en frente del escritorio de Makishima.

Pero estaba segura que lo que tenía en el pecho y lo que reemplazaba su brazo no eran prótesis comunes.

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