Dipper lo primero que vio al entrar a la oficina de sus tíos fue a ellos tirados en una esquina llenos de sangre y con sus piernas suponía quebradas pues están estaban en una posición para nada normal, corrió hacia ellos y tiro su mochila al suelo buscando en ella vendas y alcohol que siempre llevaba con el, no sabia a quien atender primero y estaba apunto de entrar en pánico cuando sintió que su brazo fue halado bruscamente levantándolo de donde estaba encontrándose con una mirada entre amarilla y dorada que lo dejo hipnotizado por un momento, pero su ensueño se fue cuando noto como esa mirada se posaba en todo se ser, Dipper vestía una camisa naranja manga corta  que llegaba poco arriba de su ombligo donde lucia un piercing con un dije de un libro, un chaleco sin mangas, unos shorts cortos (que se había puesto de camino pues al ser tocado por la pelirroja prefirió llevar algo mas cerrado) y unas medias que llegaban a sus muslos, 

-Valla, valla pero que tenemos aquí- dijo el rubio tomando la barbilla del castaño

-Déjalo Bill, el no tiene nada que ver en esto- dijo Stanford intentando arrastrarse aun con el gran dolor en su cuerpo y sus manos atadas 

-Por que lo haría, pensé que no te importaba nada ni siquiera te importo cuando le quebré las piernas y brazos a tu hermano, que tiene de especial este niño que te importe tanto?- y no es que a Ford no le hubiese importado que lastimaran a su hermano pero ellos ya eran viejos y ya no importaba lo que les pasara pero otra cosa era su sobrino pues el aun tenia una gran vida por delante -Llévenselos a una celda a cualquiera no importa- dijo diciéndoles a los reos presentes y cuando el castaño quiso avanzar el rubio lo tomo mas fuerte del brazo tirándolo hacia el -Tu cariño te quedas con migo- 

-No Bill detente- ambos gemelos Stan intentaba forcejear para poder salvar a Dipper, al igual que este intentaba correr hacia ellos no por el si no por el miedo que se lastimaran mas o que los golpearan mas por resistirse, una vez la puerta fue cerrada el rubio se paro frente al castaño quien tenia su cabeza gacha observando el suelo, 

-Que quieres de mi- dijo aun sin verlo

-Solo quiero saber por que eres tan importante para seis dedos nada mas, el tiene algo que yo quiero y si te ama tanto como parece me lo dará a cambio de tu seguridad- 

-Por favor déjame tratar sus heridas-

-Y que ganaría yo a cambio de eso- 

-Te daré cualquier cosa que me pidas y que yo sin ningún tercero pueda darte- 

-Interesante- dijo el rubio meditando la propuesta viéndole de nuevo podía apreciar lo lindo y apetecible que se veía el chico y una sonrisa siniestra surco su rostro -Abre tus piernas para mi cariño- dijo acariciando la blanca mejilla del chico que en un momento se torno rosa