Taehyung está de mal humor. 

Mientras el se ahoga en su propia amargura, el amor está en el aire, Hoseok sonrió al chico de cabello color menta.

—Aquí está su orden— deje lo necesario para que se cocinara la orden y le sonreí a Hoseok guiñandole el ojo mientras alzaba mi pulgar en aceptación.

—Gracias señor Nam— dijo sonrojado y apenado.

Taehyung seguía en recepción con la mirada helada y asesina mientras veía al chico de pelo menta.

—No quiero decir te lo dije pero... Te lo dije.

—Gracias padre, tú siempre subiéndome el humor— rodó los ojos y tomó sus cosas, lo vi subir a nuestro departamento azotando la puerta.

—Estos celos me hacen daño me encoloqueceeeeennnnnn— cante y baile haciendo reír a Seokjin que después se unió a mí, tomé su cintura entre mis manos y bailamos juntos hasta que un nuevo cliente llegó —¿te he dicho que te amo?— le pregunte antes de ir a atender a la pareja que había llegado.

—Todos los días sin falta.