A Taetae le gusta dormir en medio de nosotros y no es que a mi me moleste pero...

Noche 1: su pie término en mi cara.

Noche 2: sus puños jodieron mis costillas.

Noche 3: me ha dado una patada en los huevos.

Noche 4: amaneció encima de mi.

Noche 5: su trasero terminó justo en mi nariz.

Noche 6: terminé durmiendo en la pequeña cama de Taetae.

—Es como un luchador cuando duerme— aseguró Seokjin mientras se reía con ganas y se burlaba de nuestra situación actual —necesita tiempo, él aún tiene miedo de que pueda abandonarlo, piensa que cuando despierte ya no me encontrará.

—¿No crees que debamos llevarlo a terapia?— seguri bastante confiado en que Seokjin aceptaría. Pero me equivoque.

Seokjin palideció —TaeTae no esta loco Nam, está perfectamente bien.

—No— corregí —no quise decir eso, no digo que está loco o algo por el estilo pero... si entiendes que las terapias no sólo son para los locos Seokseok, también lo son para las personas con algunos traumas.

—Namjoon voy a enojarme contigo si sigues diciendo cosas como esas y no quiero hacerlo, ¿es qué sólo piensas en sexo?

Entonces fue mi turno para sentirme ofendido —no me gusta que digas eso de mi, no se trata de sexo, sino de la salud de Taehyung.

Ese día Seokjin y yo levantamos una pared entre nosotros y pusimos la ley del hielo.