3.2) El despertar de las campanas de Sangre

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Día 8


En la cabeza del futuro rey ese repicar de campanas solo pudo llevarle a un oscuro recuerdo que le perseguía y revivía cada dos años, en su mente solo estaba la sangre negra goteando, el resonar de las campanas y el aroma de la esencia que solo el podía captar, maldita mano blanca pensó justo antes de que el dolor le hiciera perder la conciencia y una nube azul lo atrapara.


Eraknor sentía la necesidad de notar los brazos de su abuelo en un día como hoy, pero hacia tanto que no sabia de él, llegaba tanto a echarlo de menos. Su abuelo si que era especial, con eso ojos amarillos y con ese don de gentes que hacia que todos cayeran rendidos a sus encantos de anciano adorable, sin duda su nombre le iba como anillo al dedo, Abu-Abel, penso Eraknor con una sonrisa.
Abu tenia un habilidad única, nadie sabia como pero era capaz de saber cuando un objeto era mágico o no solo con verlo. El decía siempre que todos los objetos mágicos dejaban una nube amarilla como un rastro comparados con las huellas que dejamos al andar, nunca se había echo buscador y eso que tenia un don innato para esas cosas, que era muy necesario para todos los magnul.los recuperar y conservar dicho objetos para el tan esperado regreso de los magos o el despertar de algun latente.

Ha Eraknor con tan solo siete años esta idea del regreso de los magos le parecía absurda, no eran capaces de ver que obsesionarse con la magia solo les haría estar mas presentes en la decadencia como comarca. Odiaba a los magos y a todo lo mágico, los magnul.los no eran capaces de ver la esclavitud que se estaban auto-acondicionando, no eran capaces de ver que no necesitaban la magia para nada, que eran los mejores creadores de todo Zeehïro, que podrían hacer algo mas que comerciar o que proteger una comarca muerta que necesitaba renacer de sus cenizas y por ende, no mantenerla intacta.
Eraknor siempre pensaba que si fuera capaz de crear tan solo un invento, haría algo digno de la grandeza de los magnul.los y que demuestre que no necesitan la magia teniendo la inteligencia y el ingenio. Pero al parecer era el único que lo pensaba, pues muchos preferían insistir en revivir lo inexistente o abandonar la comarca que luchar por una Alähba renovada.

Tal era el abandono de la comarca que al año, su familia decidió marcharse de Alähba para tener un nuevo comienzo, Eraknor recuerda ese dia como si fuera ayer. Una mañana les despertaron los gritos de sus padres.

—¡La casa esta vendida no podemos dejarlo aquí!, ¡como crees que pagaremos los gastos hasta que nos instalemos!, ademas deben de estar por venir, y no debemos tener problemas con esta familia— decía su padre furioso a su madre.

—¿Que ocurre mamá?— dijo Eraknor preocupado y pudo ver como la cara de su madre se descomponia poco a poco.

—Nada cariño mio, vuelvete a dormir— dijo su madre, cosa que le pareció extraño pues hacia mucho que no le llamaba así.

—¡Dile la verdad de una vez!, ¡no ves que no lo puedes engañar!, ¡que es mas listo que las Xarabeas!— dijo su padre furioso —dile que nos largamos de este lugar para empezar de zero y que él no esta en tus planes.

La cara de su madre se mostró indignada como cuando padre le decia una verdad en la cara irrefutable, un momento una verdad, eso quería decir... Eraknor vio como su madre cogía a su querída hermana y se marchaba hacia el carromato.

—Nuestra querida e única hija ya esta lista, a que si preciosa— dijo su madre haciéndole carantoñas a Iraide, que parecía consciente de la situación y levantaba los brazos a su hermano para que la cogiera justo antes de hacer pucheros al ver que la madre daba la espalda a Eraknor.

El noto una mano en su hombro era Abu-Adel que miraba a Eraknor con ternura.

—Verás Eraknor, yo quería crear nuestra propia tribu, te imaginas un dueto de lo mas divertido— de golpe abu se entristeció —pero no me dejan, además me necesitan, siempre seras mi nieto especial Eraknor, no me olvides nunca me oyes cerebelo, nunca.

Después de estas palabras vio por ultima vez a su abuelo marcharse por la puerta, detràs de las mujeres de su familia con la cabeza baja. Su padre le dijo antes de marcharse.

—¡Largate de aquí Eraknor me oyes!, ¡esta yo no es tu casa!, ahora es de la señora Gutmeller y sus sobrinas. ¡Largate ahora o ella misma te echara a patadas!— y asi fue diez minutos después.

Eraknor con tan solo ocho años estaba en la calle con solo lo puesto, sin un techo donde dormir o refugiarse ni nada que comer. Había sido abandonado por su propia familia, asi que el hurto era su única opción para sobrevivir y el odio hacia los magos iba creciendo a medida que él también lo hacia.


Nuestro futuro rey abrió los ojos, había caído en redondo, estaba dormido desde no sabia cuanto tiempo había pasado seguramente menos de una hora pero ya le estaban golpeando la puerta.

—¡Señor!, ¡alteza! en cuanto este listo el pueblo le espera para la coronación, tenemos a toda la población ahí fuera— oyó como decía una voz detrás de la puerta miro como aun estaba semidesnudo y avergonzado dijo.

—Espere no entre dame un momento y ahora salgo.

Se preparo para la ocasión, alguien le había dejado la ropa preparada para el gran día seguramente mientras estaba inconsciente, se vistió a toda prisa salio al encuentro del sirviente que le esperaba. Mientras ambos caminaban por los pasillos no tenia mas remedio que ignorar esos hilos de humo azul que solo el veía por todas partes, pero aun así era imposible ignorar los hechos de esa primera vez, de la presentación del ejecutor, cuando el tenia tan solo 14 años.

Hace unos años

Cuando era adolescente no tenia muchas posesiones pero se las apañaba en las calles de Alähba, tenia algunos conocidos pero vivía solo. Con 14 años era un gran explorador, pues la vida le había obligado a ello entre otras muchas cosas.

El nunca olvidara aquella noche que a la espera de encontrar pequeños animalillos salvajes para la cena, encontró algo que le marcaría de por vida. Un hilo de humo azul que rodeaba las grietas de los geisers de las afueras, no solo sentía curiosidad sino que era com si ese azul lo llamara, como si fuera parte de él, como si de otro miembro de su cuerpo se tratase tiraba de él, y así fue como iba avanzando, cada vez sentía en aumento la necesidad de encontrar el foco de ese humo azul, cada vez la atmósfera se inundaba mas de ese azul. Se adentro en un pequeño jardín de una de las casa de las afueras, dentro de ese jardín encontró un pequeño bosque repleto de árboles y plantas altas y de grandes hojas. Y ahí lo vio un remolino azul yacía en el centro.

Se adentro sin preámbulos en el remolino y lo único que encontró fue azul, azul, mas azul «gota, si una gota» quizá sea lluvia pensó, la nube desaparece, se oyen el crujir de ramas y hojas, algo cae sobre su cuerpo, algo caliente y frio al mismo tiempo, un cuerpo hominido,o lo que quedaba de él.
Al instante el chico de 14 años cae al suelo gritando horrorizado e apretando sus manos, nota el crujir de huesos en su dedos y el gorgoteo de la sangre negra del diminuto cuerpo que se parte sobre sus brazos.
Le falta el oxigeno busca a tientas una rama, roca o algo para levantarse, apenas puede mantenerse en pie así que continua sujeto a la rama de un árbol, nota un cosquilleo en su mano.

Ese cosquilleo es nada mas y nada menos que la cabeza de una niña magnul.lo de unos tres años. Seguramente sea la parte restante del cuerpo, un cuerpo traslucido vació de entrañas como si de un capullo se tratase, tiene ganas de vomitar pero se aguanta, si empieza no sabría como pararlo.
Le caen las lagrimas delante de lo que una vez fue una dulce niña, la conoce, demasiado bien la conoce, es la nieta de la señora ciega que siempre le da un mendrugo de pan todas las mañanas. Ainara un niña risueña de ojos verdes y cabello negro, ahora estaba muerta y mutilada, cuando intenta darse la vuelta para marcharse observa un nota clavada en la otra rama del árbol, la lee.

"No hay redencion para la oscuridad que habita en su interior, ellos o todos no hay otro destino. El ejecutor, La mano blanca"

Las campanas de alarma suenan, alguien le ha visto con el cuerpo y ha decidió dar el aviso, oye voces de la multitud acercándose, y alguien gritando

-¡Es él!, ¡es él!, ¡es ese maldito niño!, ¡he visto como la mataba en mi jardín!, ¡maldito vagabundo!

El niño que una vez fue el futuro coronado salió corriendo, como pudo con la nota en las manos, aún con el cuerpo cubierto de sangre y sabiendo que esa noche no podría volver a lo que llamaba hogar. La sangre, las campanas y el cuerpo de Ainara quedaron en su mente para siempre. Cuando dos años después la mano blanca volvió se prometió capturarlo.

*

Al futuro rey de Alähba le duele la cabeza, tan solo pensar en esa noche y en la serie de asesinatos que se cometieron a lo largo de su vida y siempre esa misma nota y ese humo que le conduce, desgraciadamente es parte de su don. Pero ahora no es momento para ello ahora todo el pueblo espera para conocerlo.


La multitud espera impaciente a su nuevo rey mientras grita al unísono el himno de Alähba, pero la presencia de un Anciano en la Clariana celestial, un panteón que se levantaba en el centro del gran lago como si de un géiser enorme se tratase.
Dicho anciano era el Portavoz real, que sujetaba en su mano un invento que usaban los magnul.los para subir el volumen de su voz:

—Hoy estamos aquí todos en festividad y comunidad para dar la bienvenida a nuestro nuevo rey, procedente de la noble familia Cameron de Bowie, pues hoy tal y como habíamos prometido,¡coronamos al Sagrädo Eraknor Cameron de Bowie Rey de la comarca Alähba!

Los gritos y aplausos se hacen notables y el himno es sustituido por unos nuevos cantares:

—Eraknor rey de Alähba devuelvenos la magia que nos fue robada y con ella nuestro futuro, el futuro de todo zeehïro.

A lo que el portavoz real respondía:

—¡que a si sea!

Eraknor estaba lleno de gozo contemplando su pueblo mientras en el trono acariciaba sus calcetines aterciopelados anarajados con esmero, pues ello le ayudaba a relajarse.

Aqui teneis a Eraknor el nuevo rey de la Comarca de Alähba. Ya sabés que siempre era el mismo personajes os reto a leeros los dos últimos capítulos teniendo en cuenta que es la misma persona y comprobarás que sigue la línea cronológica.

Nuevos recortes del
ATLAS DE LAS CRIATURAS ÉTEREAS DE NUESTROS MUNDOS

»Las Xarabeas«

*Quetzalcoalt*

(Recomiendo siempre leer estos capítulos del Altas antes de proseguir con la historia)

CRÓNICAS DE ZEEHÏRO

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