Día 8

Eran nada mas y nada menos que las cinco de la mañana. Por toda la comarca el sol daba la bienvenida sirviendo abiertamente sus rayos, que cruzaban la cúpula y llegaban por todos los rincones de Alähba.

Incluido el ventanal de la torre donde Eraknor, dormía o intentaba hacerlo refugiándose entre las sábanas, pero ya no podía retrasar mas el momento. Había pasado una semana ya del incidente y del descubrimiento de esa esencia mágica que sin querer provoco dicho incidente, al menos sabe que están vivos, y muchas cosas han cambiado desde entonces. Hoy no podía perderse en el pasado por mucho que le apetezca deambular en el, pues hoy era la coronación del nuevo Rey de la comarca de Alähba y el debía estar listo para tal evento así que debía madrugar para hacer sus tareas. Si le hubieran dicho a él cuando era joven que viviría un día así en su comarca, un día de celebración y tal vez de resurrección , se hubiera partido de risa sin dudarlo.

Vemos las vetas de madera donde también se refleja la luz de sol y siguiéndolas encontramos unas sábanas de lino importado de la comarca de Balzeria, de dichas sábanas salen unos pies de quien de aquí de unas horas será nada mas y nada menos que el Rey de Alähba. Los pies desnudos rozan las vetas de la madera y se estremecen al tacto de la madera, entonces su portador decide vestir-los, viste sus pies de unos calcetines aterciopelados que llegan a las alturas de las rodillas, son de un color anaranjado y sinceramente de lo mas horrendo, seguramente su nuevo consejero que debe estar a punto de llegar no le dejara que los lleve a su coronación pero son sus favoritos y ara lo posible por llevarlos y que sean bien visibles, nada de cubrirlo ni con túnicas ni con prendas que le lleguen a la altura de los tobillos, pero bueno esa batalla esta seguro que ya llegara.

Se levanta lentamente estira sus brazos y con solo sus calzones reales que tanto le habían agradado, sus calcetines aterciopelados va hacia la pica para lavarse la cara. Pero antes se pone su bata de lana de angora y su collar de tela a juego.

A través del espejo podemos ver unos ojos negros azabache, su piel veis anaranjada tan característica por el moteado que crean sus infinidad de pecas marrones, su corta pero llamativa cabellera pelirroja, sus labios rosados y carnosos, sus pectorales marcados que asoman a través de su bata y su doble aro plateado que cuelga de su nariz tan típico en la cultura de Alähba.
El memoriza esa imagen, cada uno de los detalles de su reflejo, seguramente sera la ultima vez que lo vea a solas, y como si lo hubieran escuchado suena la puerta de sus aposentos, seguramente ha llegado el momento de la batalla así que acaricia sus calcetines aterciopelados anaranjados como si fuera la ultima vez que fuera ha hacerlo.

Eraknor sabe que lo están esperando, sabe que su papel para la coronación es importante sabe que todo esta muy cronometrado, sabe que nadie hoy puede esperar, pero el quiere hacerlos esperar.
Quiere disfrutar sus increíbles ojos azules reflejados en el agua donde se ha lavado la cara, quiere perderse en ese azul intenso, quiere jugar con su habilidad, ponerse una barriga de topo, una nariz humana cubierta de pelo, un brazo de cada, pero sobre todo quiere recordar, pensar y recordar.

Cuando volvió a su hogar después de su última incursión hace tan solo una semana lo nombraron Guardia Real, tubo que explicar muchas cosas y demostrar otras pero por suerte el pueblo de Alähba lo veía con otros ojos desde que los dioses lo eligieron como Sagrädo.

Cuando Eraknor nació sus padres estaban muy orgullosos de su primogénito, pues este tenia unos ojos azules eléctricos, una cabellera rojiza y una piel de lo mas destacada.
Para una pareja de magnul.los que su descendencia naciera con características tan únicas no solo era buen augurio para los años venideros de la familia sino que también era señal de que había nacido un perfecto candidato para el Gremio de los Creadores. Natos destinados ha hacer grandes proezas en su vida, y dichos natos después de El sacrificio (sucesos que finalizo la era Astral, leer el Atlas para más información) eran muy buscados y valorados.

Y fue esa creencia de sus padres la que hizo que lo ingresaran con tan solo cinco años en el Gremio de los Creadores, tras pagar una gran suma de rupias ahorradas del negocio familiar, la mercancía de inventos cotidianos por todas las comarcas de Zeehïro.

Pero tal fue el disgusto de su padres cuando los maestros se presentaron en su casa con su retoño antes de finalizar el primer curso para decirles que su hijo carecía de imaginación y creatividad, que nadie discutía que fuera inteligente de echo el que mas, pues había estado ocultando durante meses sus carencias.
Eraknor era un niño magnul.lo que podría reparar cualquier invento por muy complejo que fuese, pero incapaz de crear e imaginar ni siquiera los inventos típicos que todo magnul.lo creaba para mejorar la vida cotidiana, era sin duda un absoluto negado como inventor, y una deshonra para su familia.
A su padre le dio un ataque de ira hasta que vio que sus esposa embarazada caía en redondo al suelo.

Los meses que siguieron a Eraknor le prohibieron ver a su madre, su padre en cuanto no estaba por las atenciones de su esposa le presionaba para que creara de una vez por todas su primer invento.
Eraknor se pasaba casi todo el día leyendo libros muy avanzados para su edad con Abu Abel su abuelo de ojos profundos e amarillos, él siempre le apoyaba y le decía siempre que nunca se rindiera que el era especial y que no necesitaba ser un creador, pero Eraknor sabia que solo intentaba animarlo.

Una tarde nublada los Cameron de Bowie tenían a su segundo retoño una niña de nariz aguileña, piel azabache, ojos almíbar y cabellos rosados. Al verla sus padres dijeron al unísono:

-Ahora si cariño ella nos dará orgullo y felicidad- llenos de orgullo.

Decidieron llamarla Iraide que significa "la Deseada", Iraide Cameron de Bowie, eso si que les sonaba bien a los dos.

La puerta volvió a sonar, el futuro rey de Alähba les hizo pasar y para su sorpresa eran una sirvientas jóvenes y sonrojadas (por el atractivo exótico del futuro rey, que para mas inri continuaba en bermudas) que le traían su primer desayuno real.
Cogió el exuberante desayuno se situó junto los sillones del ventanal y empezó a disfrutar de la comida a la par del paisaje de la comarca que desde ahí se podía contemplar.

Un espectacular vista panorámica se contemplaba en ese ventanal. A la derecha los edificios gremiales imponentes e magistrales, a la izquierda la plaza central delante y en el centro un espectacular lago de géisers, muy comunes en Alähba, pero este además de ser el mas extenso de todos sorprendía por su increíble paleta de colores desde el verde hasta el bronce pasando por diferentes gamas de azul y violeta. las columnas de humo saltaban al tuntun aunque en cierta manera parecían estar cronometrados creaban un interesante baile digno de admirar.
Por toda partes en las orillas del lago ya había los globos aerostáticos creados con ejes y movido por el vapor, de algunas casas ya partían los primeros farolillos que coronarían todo el cielo al anochecer, muchos niños aldeanos creaban sus coronas echas de ramas y flores para que flotaran en las orillas del lago, algunas de dichas coronas tenían norias o otros inventos hechos por ellos mismos para llenar el lago de ingenio y belleza.
Las calles estaban llenas de inciensos de diferentes aromas, las señales de que hoy era un gran día estaban por todas partes la comarca sin duda no se había escatimado en gastos pues la ocasión lo merecía, sin duda no eran una coronación cualquiera la de hoy.

La plaza central estaba llena de tenderetes con figuras talladas en madera o en minerales con la forma del incal del nuevo rey. También había paradas de carne adobada, sops y otros alimentos, tiendas de molinillos de viento y velas, tabernas de hidromiel, sake y perada; paradas de materiales para crear tu propio farolillo; zonas telas de todo tipo de colores y grosores para tumbarse mientras tomas tu combinación perfecta de te.

Sin duda Alähba estaba mas hermosa y viva que nunca después de la negrura que habían vivido durante centenares de décadas, estaban dándole el mayor esplendor sin necesidad de magia ni magos, siendo solo ellos mismos y sus creaciones, eso al futuro rey le llenaba de gozo.

Las campanas daban la bienvenida a todos los habitantes de la comarca y el aviso de que ya había llegado el tan esperado día.
Pero en la cabeza del futuro coronado ese repicar de campanas solo pudo llevarle a un oscuro recuerdo que le perseguía y revivía cada dos años o menos desde hace mas de 10 años, en su mente solo estaba la sangre negruzca goteando, el resonar de las campanas, la mirada vacía y el aroma de la esencia que solo el podía captar, maldita mano blanca pensó justo antes de que el dolor le hiciera perder la conciencia.

Continuará...

CRÓNICAS DE ZEEHÏRO