El cuento de pinocho

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Dos meses después - Casa Valdés Carvajal

Juliana estaba en la sala de su casa acostada en el sillón, con su nieta sentada en su estómago y apoyada en las piernas alzadas de la morena. Mientras Valentina, las miraba desde la entrada de la sala sin hacer ruido para no interrumpir ese momento.

- ¿De quién es esta naricita? – Juliana alzaba su mano y con su dedo dibujaba la nariz de Leni - ¿Y estos ojitos? – ahora recorría el párpado de la bebé - ¿Y estos cachetitos? – Con ambas manos agarraba el rostro de la pequeña - ¿Son todos de la abuela cierto? – jugó Juliana

- Bla fffffurrrffffff bla pruuuff – Leni balbuceaba cosas sin parar

- Tienes razón – dijo Juliana – le podríamos dejar algo a tu otra abuela, después de todo ella es la dueña de la belleza que heredaron ustedes... deberíamos darle una orejita aunque sea – poco generosa con su mujer. Leni se dejó caer en el pecho de su abuela y mientras le babeaba la remera, jugaba con las partes del rostro de la deportista.

- Definitivamente este pequeño traserito – Juliana la tenía agarrada de la cola – Es mio... y no lo comparto con nadie ¿Cierto ovejita? – la pequeña ahora pasaba a morder la pera de su abuela.

- Soy tan irresistible que me quieres comer a besos – le dijo a la bebe – Lo mismo que le pasa a tu abuela Valentina, no puede dejar de tocarme ni de darme besos... hay veces que me tengo que venir a este sillón para que deje de acosarme... - mentía

Valentina no aguanto y tuvo que intervenir - ¿Acaso le estás mintiendo a nuestra nieta? – la rubia caminó hasta el sillón y se sentó en la otra punta entrecruzando sus piernas con las de su esposa. Apenas Elena vio a su otra abuela trató de gatear por el cuerpo de la morena para llegar a la rubia, Juliana la tuvo que ayudar con su manos.

- Ratita traicionera junior, me cambias por un buen par de te...

- ¡Juliana! – Valentina pensaba que Elena era muy pequeña para escuchar las guarradas de su esposa

- Un buen par de ojos – terminó la frase incorporándose en el sillón para llegar a la boca de su mujer – y los labios más ricos del mundo – la besó. Elena sentada en las piernas de la rubia no quería que se distrajeran entre ellas asique se colgó del cuello de su abuela.

- ¿Hablaste con Kara? – Le preguntó la morena logrando que su esposa asintiera - ¿Ya están instaladas en el hotel? – Kara y Lena habían decidido hacer un viaje romántico por Europa.

- Si... aunque extraña mucho a Leni – contestó besando la cabecita de su nieta – Lena dice que apenas recibió la foto que le mandamos de Elena durmiendo entre nosotras se largó a llorar y empezó a decir que era una mala madre por no llevarla con ellas – contó riendo.

Juliana rió con ellas – Ya vamos a ver si sigue pensando lo mismo después del sexo europeo. ¿Recuerdas nuestro viaje a Europa? Al segundo día ni nos acordábamos que teníamos hijas... Tu hasta quisiste abandonarlas y quedarnos a vivir en Italia – le refrescó la memoria a su esposa.

- No es cierto – Juliana la miró

- Leni dile a tu abuela Valentina, que si miente le va a crecer la nariz como a Pinocho – Juliana apretó la nariz de su nieta.

- Por lo menos esta vez usaste el cuento infantil – Juliana le solía contar a Valentina, la historia de una pinocha, que cuando mentía en vez de crecerle una nariz, le crecía un miembro entre sus piernas. De más está decir que en la cama Juliana actuaba de pinocha y Valentina era la esposa que la hacía mentir.

- Con Elena si, pero si quieres esta noche te cuento "pinocha" a ti – la ovejita estaba hecha un sándwich entre sus abuelas. Pero no se crean que la bebe se quedaba atrás, parada entre media de ambas las imitaba y empezaba darles besos sopapa a las dos.

- Quiero ir a despertar a las chicas – confesó Valentina nerviosa

- Tu lo que quieres es saber porque Anne entró de esa forma anoche en casa – Después de dejar a Bella en su departamento, Anne había vuelto a su casa y había entrado enfurecida. Se fue a su cuarto, no sin antes pasar por el de sus madres y tirarle un zapatazo a Juliana al grito de "todo esto es tú culpa"

- ¿Crees que se peleó con Bella? – compartió sus miedos

- Cariño, llevan de novias un mes nada más...

- ¿Y que tiene? Tal vez se dieron cuenta que no tienen nada en común, son diez años de diferencia Juls – Valentina estaba preocupada por su hija

- Val...- Juliana era la que recibía los besos de su nieta ahora – Esperemos a que Anne se despierte y nos cuente ¿Si? Después de todo yo fui la que recibí el zapatazo – dijo

Valentina asintió apretándose los labios – Déjame adivinar – le dijo Juliana – Quieres ir a despertarlas ahora – Valentina asintió - ¿Te haces responsable del humor de las cuatro cuando las levantes? – asintió nuevamente.

- ¿Viste Leni? Nos abandona por cuatro rubias más – Juliana agarró su nieta para ella y la fotógrafa se levantó del sillón riendo por lo que decía la morena – Esta noche no le va a tocar escuchar el cuento de "pinocha" si no más bien el de "pinochon" – esto último lo dijo bien fuerte para que la rubia lo escuchara mientras subía las escaleras.

- Ese juguete enorme que se te ocurrió comprar está encerrado bajo cuatro llaves, antes muerta que escuchar el cuento de "pinochon" – contestó en el mismo tono.

- ¡Maldición! Lauren me va a ganar la apuesta – se reprochó mirando a su nieta que ahora la miraba fijamente – Como me sigas mirando así ovejita, no voy a poder evitarlo – la pequeña seguía con la mirada fija en su abuela y ahora le agregaba risitas – Tu te lo buscaste ovejita – puso a la bebe sobre el sillón y se inclinó hacia ella – Me voy a comer toda tu pancita... ¡ñam! ¡ñam! ¡ñam! – la risa de Elena inundaba la sala

Una carraspera frenó el juego - ¿Qué estás haciendo? – Jules se paró al lado de su madre y sobrina con los brazos cruzado - ¿Me parece a mi o le estás comiendo la pancita a otra que no soy yo? – le reprochó

Juliana rió ante los celos del lobito - ¿Acaso estás celosa? – le preguntó

- ¿Celosa yo? No... para nada – dijo Jules

Juliana aguantó la risa – Ven aquí lobito celoso – La morena alzó a su hija y la acostó en el sillón al lado de su nieta – Ahora me voy a comer dos pancitas ¡ÑAM! ¡ÑAM! ¡AUCH!... – algo la había golpeado - ¡PERO QUE DEM... ANNE! – vio el otro zapato de Anne cerca del sillón

- Es todo tu culpa... - Anne llegaba a la sala señalando a su madre – Dile cosas lindas... ten gestos pequeños pero significantes... mírala a los ojos todo el tiempo... aprovecha cada oportunidad para acariciarla – todo esto dicho con la imitación de la voz de Juliana - ¡Tu y tus consejos me llevaron al peor momento de mi vida! – Anne se dejó caer en el sillón individual y se tapó la cara con las manos.

Juliana giró los ojos – Julie, porque no llevas a la ovejita a desayunar – dijo – Necesitamos hablar con tu hermana – Valentina venía entrando

El lobito asintió y se fue a la cocina con su sobrina - ¿Te peleaste con Bella? – Fue lo primero que la tétrica de Valentina preguntó.

- No – fue la contestación rotunda sin sacarse las manos de la cabeza.

- ¿Salió mal la cita? – Habían ido a festejar el mes de noviazgo

- No – de vuelta contestó – Salió todo perfecto, como lo planeamos – Sus madres habían ayudado

- ¿Entonces porque tu madre se sigue sobando la cabeza cariño? – Valentina se sentó al lado de su esposa para acariciarla donde le había pegado el zapato

- No puedo...

- ¿Qué no puedes? – volvió a preguntar Valentina

- Contarles – dijo – me da mucha vergüenza – seguía con su cara tapada.

- Cariño – Valentina se paró para ponerse de rodillas enfrente de su hija – Somos tus madres... y además a nadie le han pasado más cosas vergonzosas que a mi al lado de tu madre – dijo muy segura

- Eso cierto – Juliana aceptó su culpa

- Ann... antes de conocer a tu madre, jamás sabía lo que era una cárcel. Desde que apareció en mi vida, por lo menos visito una celda una vez al año – contó

- Casi todo el mundo conoce nuestro traseros desnudos – Dijo Juliana, eso era porque casi todo el mundo las había pescado teniendo sexo en algún lugar.

Anne dejó libre su rostro y Valentina volvió a sentarse al lado de su mujer para darle espacio – De acuerdo – la joven estaba dispuesta a contar lo sucedido.

- Iba todo perfecto, el lugar que me recomendaste fue genial, la comida era exquisita, el ambiente era el adecuado y todo eso. Hice lo que me aconsejaste – miró a Juliana y la morena por las dudas se cubrió detrás de su mujer – Le dije cosas lindas sin inhibirme, la acaricie sin miedo, la miré a los ojos todo el tiempo... pero sin darme cuenta... todo eso estaba... estaba...

- Calentándote – terminó Juliana por ella

- ¡JULIANA! ¡MAMI! – la retaron

- ¿Qué? Las cosas como son ¿No? ¿Era eso o no? – le preguntó a su hija esquivando las miradas malévolas.

- Si – las caras de las rubias competían haber cual se ponía más colorada – pero no me había dado cuenta de que me estaba afectando tanto hasta que al final de la noche, estábamos en la puerta del departamento, en el auto... besándonos... y... y ....

- Tocándose – otra vez Juliana

- ¡JULIANA! ¡MAMI! – la retaron de vuelta

- ¿Qué? ¿Pueden dejar de escandalizarse por cosas que son perfectamente normales? Valentina tengo que recordarte las cosas que tu haces con esas manos...

- ¡JULIANA! ¡MAMI! – no había caso.

- Bueno... bueno... sigue Ann – indicó

- Bueno si – confesó – Besándonos y tocándonos – suspiró tratando de relajarse – En un momento... - miraba cualquier cosa de la sala menos a sus madres – Yo estaba en el asiento del conductor ¿cierto? – Informó lo obvio – y... porque yo había ido manejando el auto de Scarlet y mio – sus madres asintieron ante lo obvio – y... además a Bella no le gusta manejar porque dice que es un desastre, de hecho me contó una anec...

- ¡ANNE! – gritaron ambas a la vez

- Y ella se me subió arriba – dijo rápidamente volviendo a envolver su cara en sus manos

Valentina y Juliana se miraron – Anne, cariño...

- Bella fue porrista ¿cierto? Eso ustedes lo sabían – empezó a hablar de vuelta aun tapada – y... y las porristas suelen tener un hermoso trasero...

- Eso no lo voy a discutir – Juliana le guiño un ojo a su mujer y bajó la mano hasta su trasero para apretar rápidamente un poquito, Valentina giró los ojos pero sonrió.

- Entonces puse mis manos allí...

- ¿A dónde? – Valentina no entendía aun

- En el trasero cariño... ¿no estás escuchando? – contestó Juliana

- Tal vez si dejaras de acariciarme mi trasero podría prestar mayor atención – la retó Valentina

- Ni pienses que eso me va a detener – le advirtió Juliana apretando aun más

- Entonces...

- ¿ME VAN A AYUDAR O NO? – Anne no quería escuchar trasero y apretar en la boca de sus madres

- Por supuesto cariño – la calmó Juliana – sigue, sigue – alentó – le agarraste el trasero y ¿qué pasó? – insistió

- Y... – Anne tragó saliva – Y... - suspiró – ella me tocó mis... - la joven señaló sus pechos

- Quiere decir que Bella le tocó sus pechos – explicó Juliana a su mujer

Valentina giró sus ojos ante la explicación de su mujer

- El beso se intensificó y... y... ella... ella... ¡qué difícil que es esto! – Volvía a tomarse la cabeza – Bella se empezó a mover arriba mío y yo no aguanté más - finalizó.

Valentina esperaba algo más – No aguantaste más y ¿Qué? ¿Tuvieron relaciones? – preguntó. Anne agitó la cabeza negándolo.

- No... quiero decir que... que...

- Acabaste – Sentenció Juliana

- ¡JULIANA! ¡MAMI! – Esto iba de reto en reto

- ¡NO VAN A PODER CREERLO! – Maca irrumpía en la sala - ¡MIREN QUE TENGO! – Alzando su cuello les mostraba a sus madres y hermana – la pequeña marca que tenía en el cuello

- ¿Te picó un mosquito? – le preguntó Juliana

- Eso más bien parece una mordedura de araña – opinó Valentina mirando desde cerca el cuello de su hija

- ¿Qué? ¡NO! ¡ES MI PRIMER CHUPON! BARB LO HIZO ¿VEN? – alzó aun más el cuello

Juliana resopló – Lo sabía, si te llamas Barbara, no puedes hacer ni un chupón como la gente – dijo, Valentina seguía examinando la marca

Maca la miró con su mejor mirada asesina junior – Esto es un chupón verdadero – defendió su marca

- ¡CRACCKKK! – la morena se había cansado de discutir con su hija y agarrando del cuello de la remera de su esposa la rajó en dos.

- ¡JULIANA! ¡MAMI! – Valentina había quedado solo con su corpiño negro y con dos pedazos de remera en cada costado

- Esto es un chupón Maca ¿Ves? – Apretaba una de las inmensas marcas que tenía Valentina en su pecho - ¡Esto! – otra más abajo - ¡Esto! – Otra en un costado - ¡Esto! – Otra - ¿ Valentina puedes sacarte el pantalón? – pidió amablemente

- Creo que Maca ya entendió cariño – la rubia agarró un almohadón y se lo puso encima

Maca se dio vuelta y salió rápido a su cuarto

- Ningún novio o novia de mis hijas va a venir a enseñarme a mí como hacer un chupón... por favor – la morena tenía un diploma honorario en chupones. De hecho la tesis de Juliana había sido "Como hacer un chupón en diez segundos"

- ¿Era necesario que le rompieras la remera a mamá? – preguntó Anne desde su lugar

- Era eso o mostrarle el que tienes tu en el cuello – le dijo – Y quise evitar comparaciones entre novios o novias en este caso – explicó – Además el de Bella deja bastante que desear también – opinó

- ¡No es cierto! – Anne no iba a aceptar que calumniaran a su novia

- ¿Tengo que arrancarle el pantalón a tu madre para mostrarte? – Valentina se alejó de su esposa

- No es necesario – Anne frenó - ¿Me van a ayudar o no? – volviendo al tema

- Por supuesto cariño – contestó Valentina mirando de reojo a su esposa que aun seguía midiendo la fuerza que tendría que emplear para arrancarle el pantalón a Valentina.

- ¡MAMI! – Anne llamó la atención de la morena - ¿Puedes prestarme atención? – quería que su madre rubia se tranquilizara

- La tienes perezosito, la tienes – se despabiló.

- ¿Qué hago? ¿Cómo hago para evitar que eso me pase? – Eran las dudas – ¡O DIOS! – Anne volvía a agarrarse la cabeza – Acabo de darme cuenta de que no se qué hacer con una mujer – decía sin parar.

- Anne, tranquila – pedía Valentina – no es así – la tranquilizó – A todas nos llegaron las mismas dudas – le dijo – Cuando llega el momento y estás lista, sabes lo que tienes que hacer. Además estoy segura de que Bella te va a ayudar ¿cierto cariño? – Juliana seguía mirando a su hija

- Cierto amor – acompañó a su esposa no tan segura

- ¡MAMA! – Macarena llamaba a Valentina

- ¿Qué pasa Mac...?

- ¡CLIK! – foto a los chupones en el pecho de la rubia madre.

- ¿QUE HACES MACAREA? – Valentina se volvió a cubrir

- Quiero que Barbie vea tus chupones para la próxima – era cuestión de aprender – Necesitaba un ejemplo porque en internet no salen tan bien hechos... - Juliana se erguía orgullosa

- Maca – Valentina no iba a aceptar que sus pechos anduvieran en la cámara de su hija – Dame ese celular ya mismo – ordenó

- ¡Pero mamá! – Macarena se quejó

- Pero nada... ¡Dámelo! - El lechucín le pasó su teléfono y Valentina borró su foto

Sin decir nada más la joven Carvajal subió por las escaleras en forma silenciosa

Juliana se inclinó hacia su esposa – Sabes que ese celular también guarda las fotos en la memoria interna ¿cierto? – le dijo

- ¡DEMONIOS!... ¡MACA! ¡VUELVE AQUÍ! – Valentina salió a perseguir a su hija

Juliana giró hacia Anne rápidamente – Bien. No tenemos mucho tiempo, asique vas a tener que prestar mucha atención – le dijo

- ¿Qué pasa? – Ane estaba perdida

- SHHHH ¡escuchame! – pidió su madre – Vas a ir a la casa de Lauren y apenas la veas vas a decir lo siguiente "Necesito el oso de peluche para arreglarlo" ¿Escuchaste? – preguntó

- ¿Qué oso de peluche? ¿De que hablas mami? – Anne pensó que su madre estaba loca

- ¿Quieres hacer sentir bien a Bella si o no? – ahora si prestaba atención. Asintió rápidamente - ¡Repite lo que te dije! – ordenó

Anne giró los ojos – Voy a la casa de la tía Lolo y dijo "Necesito el oso de peluche... - no se acordaba

- Para arreglarlo – agregó Juliana – Anne tienes que concentrarte – exigió – Lo más probable es que tu tía se sorprenda, pero cuando se recupere te va a preguntar "¿El marrón o el blanco?" – dijo – y tu tienes que contestar "el marrón" – explicó – Después la tía Lolo te va a poner el tercer candado al preguntarte "¿En cuánto tiempo crees que esté listo?" y tu vas a contestar... escucha bien ... tu respondes... "En tres semanas y medias" – Le dijo - ¿Entendiste todo? – preguntó mirando a la escalera por si venía su mujer

- Primero digo "Necesito el oso de peluche para arreglarlo" – repitió Anne – Después digo marrón – agregó – Y por ultimo en tres semanas y medias – finalizó

- Perfecto – la felicitó Juliana – Ahora – volvió a mirar la escalera – Una vez que tengas lo que Lauren te va a dar, te vienes a casa y te encierras en tu pieza para abrirlo. ¡Escucha bien! Bajo ningún punto de vista ni Valentina ni Camila pueden ver lo que Lauren te dé ¿De acuerdo? Bajo ningún punto de vista - insistió.

- ¿Lo que sea que Lauren me de, me va a ayudar? – preguntó Dubitativa

- Lo que Lauren te va a dar me enseñó a mi a hacer esos chupones Anne – le dijo justo cuando Valentina volvía a entrar a la sala – Yyyyy como te decía Anne... cuando dos personas se aman, el resto sale solo – inventó algo en el momento

- JULIANA – Valentina volvía quejándose a los brazos de su mujer y con una remera nueva – Maca le mandó la foto a Barbara – se acurrucó en su esposa

- Oooo lo siento cariño – Juliana la abrazó – Pero deberías estar orgullosa, esos pechos son dignos de mostrar...

- Y este es el momento de mi salida – Anne ya había pasado demasiado tiempo hablando de sexo con sus madres – Voy hasta la casa de las tías – anunció, no había tiempo que perder. Menos mal que su mami Juls estaba distrayendo a su otra mamá.

Casa Jauregui Cabello

- GABRIELA JAUREGUI CABELLO ¿PUEDES BAJAR ESA MUSICA POR FAVOR? – pedía Lauren mientras Camila iba a abrir la puerta.

- ¡Anne! – su sobrina estaba parada enfrente de ella - ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue en tu cita mes aniversario? – sus tías también habían contribuido al plan.

- Me fue bien tía Camz, gracias por ayudar – no iba a pasar el martirio que pasó contándoles a sus madres

- Pasa... pasa... Gabriela está castigada por faltar al colegio y Andy se está bañando...

- En realidad vine a pedirle algo a la tía Lolo – contestó repasando lo que tenía que hacer

- ¡Anne! – Lauren cansada del ruido de su casa abrazó a su sobrina más silenciosa

- Lolo... Anne quiere pedirte algo – Camila pensó que su sobrina se iba a asfixiar

- Lo sabía. Los consejos del bomboncito apestan, te mandaron con la genia de la seducción ¿Estás lista para empezar? Camz ve trayendo mis apuntes...

- Tía Lolo – Anne no quería más consejos, necesitaba ir al grano - Necesito el oso de peluche para arreglarlo – la cara de Lauren fue inolvidable. Inmediatamente miro a su esposa y tragó saliva

- Eeeee – nerviosa habló – ¿El marrón o el blanco? – preguntó titubeando

- El marrón – contestó Anne segura y preparada para seguir

- ¿Otra vez ese oso? – interrumpió Camila – Pensé que ya lo habías arreglado Lol. Sabes que lo detesto – Camila odiaba ese peluche porque pensaba que los osos tenía que estar libres por el bosque y no encerrados en un placard como lo tenía su esposa

- Camzi Camz sabes que ese oso es muy import...

- Si si, ya se. Te lo regalo tu abuela – miró a su sobrina - ¿para qué lo quieres Anne? Tu mami Juls se lo ha llevado un montón de veces para arreglarlo y nunca queda bien – le dijo

- Eeee... - Esto no se lo habían dicho – Hice un curso de médica en peluches en el colegio y pensé que quizás podía arreglar este – vio como Lauren se relajaba y se relajó

- ¿En cuánto tiempo crees que lo tendrás listo? – Esta pregunta si la reconoció

- En tres semanas y media – contestó

- Juls siempre dice lo mismo pero siempre lo trae antes – dijo Camz – A veces es Lolo que lo extraña mucho y lo va a buscar para traérselo esté como esté – contó – Se encierra en el cuarto horas con el – agregó.

- Sígueme Anne, te voy a dar el oso – Lauren caminó por el pasillo seguida por Anne hasta que entraron a el cuarto de invitados

- Ya sabes lo que tienes que evitar ¿Cierto? – preguntó Lauren abriendo un placar con una llave que salió de una baldosa suelta en el piso.

- NI mi mamá ni mi tía Camz pueden saber lo que me diste – dijo segura

- Exacto – la latina sacó un oso de peluche enorme de una de las puertas – Toma – se lo dio a la jovencita – Adiós Porni – Lauren le dejó un beso en la cabeza del peluche - Te voy a extrañar mucho mucho – abrazó al oso - ¡Cuídalo! – fue la última advertencia que le dio a su sobrina.

Anne giró los ojos, no entendía el amor por el peluche. Ambas volvieron a donde estaba Camila – Adios tia Camz – para saludar a su tía puso el oso en el piso

- ¿QUE HACES? – Lauren levantó el oso del piso – NUNCA VUELVAS A HACER ESO. NO LE GUSTA SENTARSE EN EL PISO – Lo puso en el sillón

- No le hagas caso – le dijo Camila –No se porque quiere tanto ese peluche... debería estar libre por el parque – sollozó.

De vuelta en casa Valdés Carvajal

Anne volvía a su casa después de haber comprobado que sus madres y sus tías competían para ser la pareja más loca de la faz de la tierra – Juro que si mi madre quiere que practique con este condenado oso, más que un zapato le va a volar por la cabeza – dijo a si misma mientras entraba por la puerta cargando el enorme peluche.

Por suerte la costa estaba despejaba. Sus hermanas no se veían y sus madre... bueno sus madres si se veían, en el sillón, pero no quiso averiguar que estaban haciendo. Asi que decidió subir con el molesto peluche a su habitación.

- ¿Qué se supone que tengo que hacer contigo? – miró al enorme oso sentado en su cama

...

- ¡ANNE! ¿Qué estás haciendo? – después de un rato Juliana subió a la habitación de su hija y la encontró reviviendo la posición que había vivido en el auto, pero en vez de Bella, encima de ella estaba el gigante peluche

- Practicando – le dijo la jovencita con sus manos en el trasero del peluche – Pensé que para estas cosas se usaban muñecas inflables – le dijo a su madre

Juliana giró los ojos – Ven aquí – le sacó el oso de encima – Lo importante de este oso es esto – lo puso de espalda dejando ver un enorme cierre que había entre tanta piel falsa – Ábrelo – indicó

Su hija hizo lo pedido y después de que tiró del cierre metió la mano para empezar a sacar revistas playboy, Dvd con títulos como "Jessica Larsson en: las rubias sabemos lo que hacemos", "La profesora Jessica da la lección oral" entre otros.

Anne miró inmediatamente a su madre – Anne... te presento a porni – señaló el oso – Nuestro traficante negro de revistas y películas porno – le dijo – Parece que Lauren a agregado cosas nuevas...

- ¡JULIANA! – la voz de Valentina se sintió

- ¡VOY CARIÑO! – Anunció – Diviértete perezocito... y no acoses más a porni que demasiado tiene con tu tía – como si ella no hiciera nada

.....

- ¿Tanta tarea tenía Anne? – Le preguntó Valentina a Juliana cuando entraba en la habitación – Lleva todo el día encerrada en la habitación y aun seguía haciendo cosas cuando pasé a darle las buenas noches - dijo

Juliana aguantó la risa como pudo – Ya sabes cómo es cariño – contestó desde la cama. La morena estaba esperando a su esposa para acurrucarse.

- Recuerda que mañana las buscas tu del colegio y que los Jauregui Cabello vienen a cenar – le dijo Valentina mirando sospechosa a su mujer - ¿Qué pasa? – le preguntó alzando su ceja

- Nada...

- Juliana... saca las manos de tu ingle – una vez tapada, la morena había adoptado esa posición.

La morena agitó la cabeza – Juliana... - Valentina insistió - ¿Acaso me vas a leer un cuento? – preguntó pícaramente

Juliana movio su cabeza asintiendo. Valentina se hizo la que pensaba mientras subida ya en la cama gateaba hacia su esposa. Cuando llegó puso una rodilla en cada lado de las piernas de su mujer. Juliana agarró su cintura impidiendo que aun se sentara en ella

- Pinocha... - dijo Valentina - ¿Me amas? – preguntó. Empezaba el juego de hacer mentir a pinocha.

Juliana volvió a negar con su cabeza. – No te amo – dijo soltando a Valentina para que la rubia se sentara sobre su falso miembro

- ¡JULIANA! – Valentina se levantó escandalizada - ¡TE DIJE QUE PINOCHON NO! ¿COMO DEMONIOS CONSEGUISTE LAS LLAVES? – se quejó.

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Todo inicio tiene su final, por más que me duela anunciar esto, a esta historia le quedan 10 capítulos para su final 💔 Y también quiero decir que no habrá más maratones de esta historia, faltan muy pocos caps y si hacemos maratón pues quedara menos tiempo con ella 🤧

PROXIMO CAP

¿Y acaso la tarea requería que murmuras cada dos por tres a una tal Jésica Larsson? – Maca no lo preguntaba a propósito, solo por saber

- ¿Y esa quien es? – Andy estaba escuchando la pregunta de Maca

- Eeeee... - Anne había llegado a soñar con Jesica Larsson – Es una... es... – se aclaró la garganta tomó agua, necesitaba tiempo - Es una famosa pintora de la antigüedad, no se me quedaba el nombre y tenía que repetirlo varias veces - explicó

- Nosotras tenemos historia del arte y nunca nos han nombrado a Jesica Larsson ¿cierto Andy? – las mañas no pasaban con los años. Andy le siguió la corriente a su mejor amiga.

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