Anochecia, era demasiado tarde para volver al mundo real; Tai, Matt e Izzi debían estar durmiendo y nosotros estábamos demasiado cansados como para viajar de vuelta a nuestro mundo. Decidimos acampar esa noche en el digimundo; después de todo ya no había peligro a la redonda, comimos las pocas provisiones que le restaban a Yolei y, caímos presas del sueño. Habían sido días muy agitados pero al fin todo estaba en paz.

Al cabo de unas horas, todos estaban profundamente dormidos, menos una persona; yo. No podía dejar de pensar en Ken y en Wormmon, la escena se repetía en mi mente una y otra y otra vez; el cómo había reaccionado, como gritaba desesperado que qué había hecho, y en su reacción al ver que Wormmon se iba desvaneciendo entre sus manos para convertirse en datos. Apretaba mis puños regañandome por no haberlo seguido o haberle dado una mano solidaria que lo apoyara o algo, los chicos se veían tristes, mas que nada por lo de Wormmon, pero a la vez yo se que creen que era un escarmiento para Ken. Me sentía mal, culpable...
En vista de que no puedo dormir me levanto sin despertar a nadie, ni siquiera a muffimon y salgo a caminar un poco; conforme voy avanzando, me doy cuenta de todo el daño que había hecho Ken, creyendo que el digimundo no era mas que un videojuego y que los digimon eran las piezas de este, recuerdo que intentó aprisionar a Muffimon con una espiral maligna, pero terminó lastimandome a mi; casi perdiendo mi cordura y mi vida incluso, volteo a ver la cicatriz en mi brazo, ya no duele ni molesta, solo me pica un poco a veces. Se que ya no soy la misma; la espiral logró hacerme madurar en algunos aspectos... Tuvo cierto grado de bien.
Sigo caminando y, es que veo una silueta cerca del río, alguien que está sentado en la orilla, agachado, mirando el correr del agua
- Da... Davis? Tk? Quien está... Ken... Eres tú?
- vete Anya...
- ya no puedes darme ordenes, ya no eres emperador... Y sabes que ni así obedecería...
- que haces aquí? Viniste a burlarte de mi?
- Lamento mucho lo que pasó... Ya se, dirás que yo qué se de estas cosas... Yo también se lo que es perder a quien amas de un momento a otro. Que en un parpadeo, en el simple girar de una llanta, todo puede cambiar.... Y perderlo todo...
- Ya no tengo nada... Ni a nadie...
- vuelve a casa, Ken... No sabes como te han buscado, y cuanto te han llorado, y como te hemos extrañado...
- hemos?
- yo te extrañaba. A pesar de todo, y que yo sabia que estabas bien, te extrañaba, y me preocupabas...
- Anya, yo...
- regresa y pide perdón. Eso te acercara poco a poco a recuperar un poco de lo que has perdido... Te veré en Tokio, Ken...
No dije nada mas, ni siquiera me despedí, di media vuelta y empece a caminar de vuelta al campamento. Necesitaba dormir y quizá ya podría; justo faltaban unos cuantos metros cuando me encontré frente a frente...
- Annie... Donde estabas?
- ah, hola Davis. No podía dormir y fui a caminar un poco.... Estoy bien, descuida....
- yo tampoco podía dormir. Estaba pensando... En Ichijouji y todo lo que pasó hoy. Fue demasiado para un solo día...
- pobre. Tú crees.... Que vaya a volver a casa?
- ojalá. Me siento mal por el, sabes?
- igual yo. Es como... Como si lo entendiera. Perderlo todo en un instante, creer que no le importas a nadie, que si desaparecieras... Todo seguirá igual, o quizás mejore. Y aprender por la mala que no siempre es asi, que aunque sea una persona te extraña, te espera y te necesita...
- Se que has pasado por mucho, Ann y bueno, todo eso te ha hecho mas fuerte; se que el tener una familia tan chiquita te afecta pero...
- chiquita, y rota... Muy rota.
- pero nos tienes a nosotros... A Yolei, Cody, Kari, Tk... a Muffimon... Y a mi.
Sonreí. Hace meses solo me tenia a mi misma, y ahora... Los tenía a ellos y un digimon al que quiero con el alma y que se que me quiere igual o mas. Aun así, sentía un hueco, que quizá... Era de mi ojigris.
- crees que... Que Ken se arrepienta de todo esto? Que... Aprenda la lección?
- No lo se. Tal vfz y si, Annie; después de todo, es portador del digiegg de la bondad. Wormmon dijo que el no era lo que aparentaba, que era todo lo contrario...
- Yo se que si. Te lo dije el otro día; cuando lo conoci, lo mire a los ojos y, a pesar de la frialdad, tenían esa chispa... En el fondo es bueno. Quizás tanto como tú...
- Ann, que cosas dices! Bueno, yo?
- lo eres! Decidido, valiente, solidario, y un excelente amigo...
- lo dices porque eres mi amiga. No porque lo creas en verdad...
- claro que no...
-Solo soy un... Un loco impulsivo que actúa sin pensar. Un loco, diria Jun.
- pero dime quién no está loco en este mundo? Dije con una risita... Hay varios tipos de locura. Las que se hacen sin pensar; las que haces por un bien...
- como las tuyas de enfrentar a Ichijouji tú solita, no?
- ya me vas entendiendo... Las que haces por experimentar y saber qué se siente... O, las que haces por o con alguien en especial... Todos estamos locos a nuestro modo.
- creo que yo tengo un poco de cada una... Debo ser un loco de remate, Annie.
- porqué lo dices?
- por esto... Y en un impulso de fugaz valentía, se acercó a la castaña, sostuvo su rostro entre sus manos, y le dió un dulce y breve beso en los labios.
Anya, tenía los ojos abiertos como platos y se puso roja como una manzana.
- pero... Qué...
- te advertí que era un loco de remate, Anya...
- o sea... que... kari ya no...
- sip. Todavía...
- entonces?
- se que nunca va a pasar... Soñar no cuesta nada, después de todo, o si?, además contigo es... Diferente.
- tal vez... Dijo Anya vagamente, mientras miraba en dirección al río...
- Anya... Tú lo quieres, verdad?
- si. Pero...
- pero?
- puede que pase, puede que no... Siempre es bueno ver mas allá de la nariz... Estar despierto a la realidad...
- Qué quieres decir con eso?
- Que después de que mi primer beso llegara como y cuando menos lo esperaba, entendí que lo mejor es dejar que la vida nos sorprenda.
- tu... Primer...
- será mejor que nos vayamos a dormir, tenemos un campamento y un mundo al qué regresar...
Y con eso, la castaña dio por cerrada la conversación, dió la media vuelta, y volvió al campamento antes de que notaran su ausencia.
- su primer beso...