Toma mi mano.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Llevo una semana viniendo a verlo cada tarde noche después de la escuela, una semana en la que pasó por lo menos 3 días dormido, él cuarto y quinto día; solo sabia que estaba despierto, y aunque hablaba con él a través de la puerta, él no me contestaba, pero sabia que estaba allí, escuchandome. Ayer, su madre me llamó desesperada, diciéndome que Ken había salido a la calle sin decir a donde iba ni nada, que de hecho; parecía tener amnesia pues decía no recordar a sus padres, que solo sabia que se llamaba Ken Ichijouji y que vivía ahí. Por la tarde, me dispuse a buscarlo, sin éxito; no fue hasta la noche que me volvieron a llamar, diciéndome que había vuelto a casa por su propio pie y que parecía haber recuperado la memoria, pues había platicado con ello y se había disculpado por todo lo que había hecho, huir de casa, desaparecer sin dejar rastro por 3 meses, recriminarles todo él daño que le habían hecho... Por todo.

Ahora, solo una duda inundaba mi mente; se acordará de mi? Recordara lo que paso en l digimundo? Todo lo que pasó cuando tuve ese espiral maligno alrededor de mi brazo, del cual ahora solo me ha quedado una marca como si de un tatuaje se tratara...
Inconscientemente he caminado aparentemente sin rumbo pero, cual es mi sorpresa cuando me doy cuenta que estoy justo afuera de su casa, a quien quería engañar? Quería verlo. Hablar con él. Decirle que no quería que nada cambiara a pesar de todo lo que había pasado... Respiro hondo y, justo tengo la mano levantada para tocar el timbre cuando, abren la puerta y... Era él. Ahora que hago?
- Ken... Dije, apenitas en un murmullo
- Anya! Qué haces... Aqui!?
- te acuerdas de mi...
- creo que nunca mas podría olvidarte....
Sentí la sangre correr a mis mejillas y la temperatura subir, a la vez que mis ojos brillaban...
- estas... Mejor?
- a que te refieres?
- bueno, con todo lo que ha pasado, y después de lo de wor... No terminé aquella frase; sabia que la herida de que wormmon se sacrificar para salvar a Ken del desastre que él mismo había causado aun estaba fresca, y que podía hacerlo retroceder en su mejoría si tocaba él tema.
- Extraño mucho a Wormmon, Anya.
- lo se. Por eso no quería que...
- no querías tocar el tema, cierto?
Solo asentí. - quieres.... Que hablemos? O si no, te veré en la escuela...
- si... Claro. Ven conmigo. Quiero decirte algo...
Tomó mi mano y caminamos al final del pasillo, llegamos a las escaleras de emergencia y nos sentamos allí, con la hermosa e imponente vista de la ciudad frente a nosotros, empezaba a oscurecer, todo iba iluminándose poco a poco.
- yo... Quería disculparme.
- disculparte? De qué?
- por todo lo que pasó. Todo el daño que les hice, especialmente a ti. Y sobretodo por... Volteó a ver mi brazo derecho, casi a la altura de mi hombro; donde tenia la marca de la espiral maligna; esa por la que yo fui alcanzada por salvar a muffimon y de la que me había quedado una marca que parecía un tatuaje. Eso y el oscuro recuerdo.
- aaah por esto? Dije, restándole importancia l asunto. No puedo...
- debí suponerlo, y lo merezco, solo que
- no puedo porque, no hay nada que perdonar... Todos nos equivocamos en esta vida Ken. Algunos mas que otros pero; errores al fin.
-pero de qué...
- yo. Sé que el hecho de que te convirtieras en el emperador de los digimon no fue porque si y ya. Siempre me ha gustado leer y ver películas, y debo admitir que siempre he tenido cierta inclinación por los villanos, y ver... Mas allá. Pocas veces los malos son malos porque si y ya, siempre hay un trasfondo. Y sé que es tu caso; casi siempre es porque buscan reconocimiento, fama...
-- aceptación. Dijimos al unísono
solo nos mirabamos con los ojos abiertos como platos y sin decir una sola palabra. Había acertado.
- Aceptación... Osamu...
- Osamu?
- mi hermano. Era 4 años mayor que yo, y era un genio.... El sabía y podía hacer todo...
- e- era? No te entiendo...
- él murió. Hace 3 años y dos meses, una camioneta... Creo que todavía no estoy listo para hablar de eso... Todo fue mi culpa
- Entiendo que no quieras hablar de ello, pero... Tu culpa? Eso si no lo creo.
- estaba celoso. Era realmente brillante, un verdadero prodigio, y todos lo querían y admiraban por eso, y yo... Simplemente era "el hermanito" un chico común y corriente.
- no entiendo.... Qué tiene que ver eso con que...
- llegó el momento en el que me harté. Y, en un vago deseo infantil que, de haber sabido que se haría real, no habría deseado nunca...
- qué deseaste?
- que se fuera. Que desapareciera... Poco después, lo atropellaron y...
- no fue tu culpa, Ken. Solo fue... Mala suerte. Una desgracia.
- poco después descubrí que el digivice que había llegado a nosotros era mio, y no de Osamu; lo tomé y...
- y fue como llegaste a emperador. No es así?
- y sólo fui a cometer mas y mas errores. Y a perder a mi único amigo.... A Wormmon.
- Único amigo? Yo soy tu amiga, Ken. Y si no me consideras así, quiero ser tu amiga.
- Anya... Yo... Creo que no lo merezco... No. No lo merezco, tú eres buena, noble, inteligente... No como yo. Solo sé acarrear problemas.
- y yo solo sé ser una carga
- una carga?
La morena respiró hondo, dio un suspiro y en un solo hilo de voz dijo: - yo soy huérfana, Ken.
- que?
- tenia 6 años. Solo se que fue un accidente en la carretera, desde entonces mi tío me cuida, pero... Su esposa me detesta y ... De milagro no soy la nueva cenicienta o estoy en un feo internado en Rusia o algún lugar dejado de Dios...
- ay, Anne... No sabia, yo.... Lo siento mucho.
- por eso entiendo lo que sientes, Ken. Mientras mas pasa el tiempo mas me doy cuenta de qub tampoco soy suficiente; no soy muy inteligente, no soy buena atleta, no soy nada popular y ni siquiera soy bonita. No tengo nada de genial. Quería probarle a todos y , a mi nmisma que era capaz, y por ello si me vi tentada con lo de ser emperatriz, pero...
- no, Annie... No digas eso. Eres lista, muy lista; me lo demostraste demasiadas veces en el digimundo, eres valiente, y eso vale mucho mas que la popularidad o el ser un buen atleta... Y, si algo dije de cierto cuando... Bueh, cuando era emperador de los digimon era que... Que eres muy bonita.
- estabas como poseído, no sabias lo que decías. Tu realidad era bastante distorsionada, era obvio que veías cosas donde no las había.
- tal vez... Pero en esto no. Tan solo mirate, cabello lacio y castaño; algo rebelde quizá pero, aun así muy lindo; tienes una sonrisa dulce, y una risa contagiosa, y tus ojos... Almendrados y brillantes, tan...
- eres muy dulce, Ken Ichijouji.
- Dulce... Hacia tanto que nadie se refería así de mi.
- los extrañas, no? A Wormmon y Osamu...
-A veces me pregunto porqué ellos y no yo. Que he hecho de mal todo este tiempo para pagarlo perdiendo a los que mas quería...
- ya te dije que no es tu culpa. A vecs solo es... Mala suerte. O pruebas... Para volverte mas fuerte.
Volteó a verme, sus ojos brillaban como el acero, quería llorar pero se contenía, creo que había ido demasiado lejos tocando el tema de Wormmon...
- llora Ken. Sé que quieres llorar, y no tiene nada de malo, al contrario...
- los extraño mucho Anya!! Dijo, a la vez que las lágrimas surcaban su rostro; me abrazó, hundiéndose en mi hombro y mi cabello, no dije nada mas. A veces uno no necesita tanto consejos como solamente ser escuchado y un hombro donde llorar. En el edificio se escuchaba "safe and sound" de Taylor Swift, el anochecer y la brisa me hicieron recordar a mis papás; el llanto de Ken logró mover mis ya gélidas emociones, logrando hacerme llorar. Eso nos hacia falta; desahogarnos, llorar y ya.

Cuando me sentí mas tranquila, di un suspiro, me seque las ultimas lágrimas y
- Es tarde. Creo que deberíamos irnos, antes de que se preocupen por nosotros...
- Si, eso creo. Dijo el azabache, mientras se limpiaba las lágrimas.
- estas mejor?
- porqué, Anya?
- dame tu mano... El ojigris la miró con duda; - confías en mi?
- eehh...
- quiero ser tu amiga, Ken. Tu solo confía
Nos tomamos de la mano, estábamos de pie en la escalerita, solo acompañados por la luz de la luna, y el ruido de la ciudad...
- prometeme que vamos a salir de esto juntos. Que lo vamos a superar... Los dos.
- vamos a poder, Annie?
- vamos a poder. Te lo prometo... Ahora vámonos. Quiero que vuelvas a ser el de antes. Dulce y amable, el Ken Ichijouji que tanto me gu....
- Ken? Hijo? Eres tu? La voz de su madre nos interrumpió, por suerte antes de que yo metiera la pata.
- si mamá. Ya voy... Creo que tengo que irme.
- yo... Si, claro. Te veré en clase, o cuando tenga que verte...
- cuidate, Anya. No te metas en problemas, si?
- lo haré.
- y.... Annie...
- si?
- te lo prometo. Lo vamos a lograr... Dijo, con una media sonrisa y acomodando un mechoncillo de cabello detrás de mi oreja para después, plantarme un beso en la mejilla, yo me quedé de una pieza, cambiando de color como camaleón a la vez que el se sonrojaba y daba la vuelta para bajar la escalera y volver a su casa. Sabia que a partir de ahí, por él solo hecho den tomarnos de la mano, íbamos a ser los mejores amigos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro