Carta #4.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Aún tengo tan viva esa imagen de cuando entré a tu habitación y te vi tan herida, tan pálida y fría en ese cuarto del hospital, con gasas sobre tus heridas, pomada y tantas cosas. Estabas muy mal, tanto que maldije el no haberte alejado de ese tipo antes de que todo terminara tan mal.
Me miraste y sonreíste haciendo una mueca dolorosa, tu sonrisa traía tanto dolor.
Y al lado de tu cama, en una pequeña cuna de cristal estaba tu niña, tu hermosa niña que amé desde el primer momento en que la vi reposando completamente dormida y serena.
Me senté en una silla al lado de tu cama y rompí en llanto, tomé tu mano y la besé. Me acerqué con cuidado y deposité un pequeño beso en tus labios, temía dañarte o asustarte, y como si leyeras mi mente, me dijiste: "Siempre fuiste la cura más efectiva de todos mis dolores".
No lo entendí y pareciste notarlo, así que comenzaste a contarme que tus padres te obligaron a casarte y vivir años miserables junto con ese tipo. No sabes cómo ardía mi sangre corriendo por mis venas, tenía tanta rabia en mi corazón, pero tú estabas tan mal que sólo me centré en ti.
Aún tus palabras rebotan haciendo eco en mi cabeza: "Voy a morir, lo sé, Allison, no me mientas". Yo sabía que sí, que los médicos lo habían confirmado, pero no podía decirte eso si ni siquiera lo podía aceptar yo misma.
También cuando voy a los recovecos más oscuros de mi memoria, puedo sentirme dentro de esa escena angustiante: yo, llorando; tú pidiendo que cuide de tu niña, que me amaste y me amarás por siempre toda una vida y otras más, y que él te violaba y golpeaba porque tú te resistías, porque querías regresar conmigo, pero él te decía que eras una puta, una lesbiana de mierda, que él te iba a enseñar lo que era el sexo de verdad.
Los médicos dijeron que tenías tus zonas íntimas destrozadas.
Y cuando faltaba una hora para tu muerte, yo podía ver cómo tu rostro se tornaba aún más pálido y cómo ibas muriendo lenta y dolorosamente, dolió tanto, dolió. Pero prometí quedarme hasta que dieras tu último suspiro, mi amor, y lo hice.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro