Día uno

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Chaewon entró al departamento de su novia a eso de las diez de la mañana con una pequeña maleta con ropa, mañana ya sería su celo por lo tanto se quedaría en su casa como Yunjin hizo con ella. La omega no era tan loca como su alfa para despertarse un sábado a las seis de la mañana.

Dejó su maleta en la cocina y caminó hasta la habitación de la pelinaranja, abrió la puerta y la vio tranquilamente durmiendo, ladeó la cama y se acostó a su lado corriendo algunos mechones de su cabello. Con sus dedos acarició suavemente su mejilla y luego sus pomposos labios.

No quería despertarla, se veía tan tranquila y tierna. Yunjin era alguien muy guapa y buena persona. Tenía suerte de tener a alguien como ella.

—Jin...— la llamó moviéndola, pero esta no hizo caso—. Yunjin —nada.

La omega frunció el ceño, pero a los segundos ese ceño fruncido fue remplazado por una sonrisa traviesa, se acercó más y empezó a soplar en el rostro de la alfa. Esta frunció el entrecejo entre sueños y movió levemente la cabeza, estaba soñando con su omega y por alguna razón una fresa gigante la secuestró. Chaewon desayunó un batido de fresas antes de ir.

Chaewon siguió con su pequeña travesura hasta que la alarma de la alfa sonó estruendosamente despertándola de golpe, ocasionando que ambas se golpearan en la frente.

—¡Joder! —se queja Huh poniendo una mano sobre su frente por el dolor—. Mierda, ¡¿qué estás haciendo, Chaewon?!

—¡Quería despertarte y terminaste golpeándome! —lloriquea la castaña—. Eres una abusiva.

—¡Pero si tú...! Okey —suspira apagando la molesta alarma—. ¿No ibas a venir más tarde?

—Sí... pero mmh ya quería estar contigo...

Yunjin sonríe y toma del brazo a la chica para acercarla y recostarla en su pecho.

—Yo también ya quería estar contigo.

Contacto: Eunchae

Eunchae
Unnie.

¿Estás segura de que vas a poder cuidarla?


Pues sí.

No debe ser tan difícil, ¿no?

Eunchae
Mmh...

Mira, fui al departamento de Yunjin antes de irme con Garam.

En el mostrador te dejé una nota en la cocina, donde está la pizarra, tiene una tachuela para que no se caiga

Si tienes problemas me llamas.

Ten en cuenta que Yunjin no se va a comportar de la misma forma que conmigo o con Hanni, tú eres su omega oficial y lo más seguro es que sea algo, muy, posesiva.

Si entiendo, Manchae.

Eunchae
Bien.

Suerte, unnie.

Chaewon guardó su celular en el bolsillo de su pantalón, se dio media vuelta y vio una pequeña pizarra blanca, en un lado podías escribir con marcador y del otro podías enganchar con tachuelas recibos, tarjetas de restaurantes, etc. Chaewon tomo una tachuela roja y la separó de la pizarra tomando un papel blanco doblado a la mitad, lo estaba por desdoblar, pero una ráfaga de viento hizo acto de presencia y la nota salió volando por la ventana.

—¡No, mierda! —maldice tratando de forma inútil agarrar la hoja. Con desespero tomó su celular y llamó a Eunchae, pero ¡oh, sorpresa! parecía que no había señal en donde estaba. ¡¿Por qué me dices que te llame sino vas a tener señal?!

Antes de tener una crisis respiró hondo y trató de calmarse pero... ¡¿por qué carajo Eunchae no hizo un PDF o Word como Kazuha?! ¡Hay que ser precavida como Kazuha!

Soltó un largo suspiro y tomó entre sus manos la bandeja con la merienda para ella y su alfa. Fue a la sala de estar y la vio tirada en el sofá con una toallita húmeda sobre la frente debido a la fiebre.

—¿Cómo te sientes?

—Bien, solo con un poco de dolor de cabeza y estómago —murmura—. La fiebre está bajando.

—Eso es bueno. ¿Cómo te comportas en tus celos? Ya sabes... por lo sexual —dice entregándole la taza de chocolatada.

—Mmh, cuando Eunchae me cuidaba decía que me comportaba muy posesiva y algo cariñosa. Hanni me dijo exactamente lo mismo... Nunca intenté nada sexual con ninguna de las dos porque mi alfa las rechazaba, no eran mis predestinadas... —jugó con sus dedos algo avergonzada antes de seguir hablando—. Mmh, obviamente tenía ganas de tener sexo y tenía erecciones involuntarias por los calores, pero mi alfa no quería intimidar con ellas, entonces... Joder, ¿de verdad tengo que decírtelo?

Chaewon sonrió.

—Ya tiraste la piedra, amor. Vamos, no te voy a juzgar.

—Entonces me encerraba en mi habitación y me... masturbaba pensando en ti —confiesa sonrojada, y no precisamente por la fiebre.

Chaewon alzó las cejas y sonrió.

—¿Pensabas en mí?

Yunjin se cubrió la cara y soltó un lloriqueo.

—¡No te burles!

—No me burlo —susurra acostándose sobre la alfa, pasando las piernas a cada lado—. Me parece... interesante.

Yunjin soltó un suspiro al sentir el aroma de Chaewon más cerca de ella, quitó las manos de su rostro y las llevó a sus mejillas dando pequeñas caricias. Chaewon sonrió y dejó un pequeño beso en sus labios.

***

Chaewon se movía por la cocina libremente, se había despertado hace unos pocos minutos tratando de no hacer mucho ruido ya que Yunjin seguía durmiendo.

La mayor le había explicado que su alfa no tenía problema en tomar supresores y que los tomaba tres veces al día, pero como ahora estaba con su omega sabía que se negaría a hacerlo, así que le dijo que los triture como hizo ella al cuidarla. Echó el polvo que quedó de la pastilla y con una cuchara empezó a revolver el jugo de naranja, estaba tan concentrada que no se dio cuenta de la presencia de la alfa hasta que esta la abrazó por la cintura y enterró su nariz en su cuello. Chaewon dio un pequeño saltó y se dio la vuelta sin separarse de los fuertes brazos ajenos.

—Vaya, ya despertaste —murmura pasando su mano por su cabello naranjo.

Yunjin no respondió, solo la observó atentamente.

Sus ojos estaban más oscuros y algo dilatados, se agachó y enterró su perfecta nariz en el cuello de su novia justo donde estaba su marca, embriagándose de su delicioso aroma. Chaewon se estremeció por el acto.

Mía.

Joder, Chaewon había escuchado la voz de mando de Yunjin antes, pero la voz que tenía por su celo era algo... diferente de escuchar, más posesiva y territorial, más ronca incluso.

—Sí, soy tuya, alfa —responde con las mejillas algo rojas—. Vamos a desayunar, ¿si?

Chaewon dejó sobre la mesa el jugo de naranja para Yunjin, un té y unas tostadas, la extranjera observaba todos sus movimientos sentada desde la mesa, la observaba fijamente como si estuviese verificando que nada le pase. Chaewon tenía intenciones de sentarse en la silla de al lado, pero Huh tironeó de su muñeca y cayó en su regazo siento tomada posesivamente de la cadera.

Vaya.

Chae pasó el resto del día con Yunjin pegada a ella, no lo dejaba salir de su regazo y tenía que convencerla para que la deje ir al baño, prácticamente era "normal" que un alfa se comporte así en celo con la persona que lo cuida y más si era su omega.

También se dio cuenta que Yunjin prácticamente no hablaba, solo decía palabras sueltas o pequeños gruñidos, algo parecido con los omegas, pero estos tornaban a ser más infantiles y eran como bebés.

A la hora de dormir, Yunjin se colocó solo unos pantalones de dormir y se acostó en la cama esperando a Chaewon. Una vez la castaña apagó las luces la alfa la pegó a su cuerpo apretando sus caderas y recostando su cabeza en su pecho. La menor suspiró enamorada pasando su brazo por el torso de la más alta.

Si así era el primer día, ¿cómo sería en los próximos?

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