🌼Capítulo 23🌼

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Cuando Jimin despertó, abrió sus ojitos y bostezó lentamente con repetidos parpadeos mientras intentaba recordar por qué había despertado.

Su oso seguía en la cama con él, abrazándolo desde atrás con un brazo y una pierna rodeando su pequeño cuerpo para así evitar que se alejara durante la noche.

La habitación estaba a oscuras y no había luz colándose a través de las cortinas de la ventana, lo que indicaba que todavía estaba de noche afuera.

¿Entonces por qué?

Tampoco tenía ganas de ir al baño hacer pipí por lo que... Oh.

Levantando un poco las mantas que cubrían su cuerpo, Minnie observó hacia abajo y deslizó su mano por su cuerpo hasta llegar abajo del brazo que rodeaba su cintura, donde su cosita estaba dura, algo pegajosa y se apoyaba contra su vientre bajo.

Luego, por su mente apareció la razón por la que había despertado.

Había tenido un sueño... Raro. Uno donde sintió cosas extrañas en su cuerpo al recordar todos los videos que le había mostrado Solar antes de que se tuviera que ir.

La diferencia, es que no había soñado exactamente con las mismas personas de los videos, sino que se había tratado de su alfa y él haciendo lo que ocurría en ellos.

Y el solo pensar en ello otra vez, sentía el calor recorriendo el interior de su cuerpo junto a una cosita rara en su vientre bajo.

Con curiosidad, se movió saliendo un poco del agarre de su oso y encendió la luz de la lámpara que estaba en la pequeña mesa de noche a su lado.

Entonces, volvió a subir las mantas y contempló la dureza de su cosita alzada en sus pantalones cortos de pijama, así como una ligera mancha de humedad en este.

Lamiendo sus labios, bajó su mano y la tocó con su dedo. Un escalofrío recorrió desde la punta de sus pies hasta su nuca cuando se tocó.

Un pequeño gemidito de sorpresa escapó entre sus rellenos labios y a Jimin... Le gustó.

Con la curiosidad despertándolo completamente, jugó un poco tocándose con la punta de sus dedos y alejando su mano rápidamente. Pero pronto comenzó a agarrar más confianza, y su mano permaneció más tiempo hasta que rodeó su miembro.

Otro sonidito raro escapó de su garganta cuando apretó ligeramente su erección, y la mancha en su pijama creció.

Oh, eso se sentía realmente bien.

—¿Bebé? —bostezó Yoongi—. ¿Qué haces cariño? —preguntó esforzándose por levantar sus parpados.

Observando a su pareja, Minnie sonrió y otra curiosidad picó en él, quien sin pensarlo estiró su mano hacia la cintura de su oso y buscó.

—Oso no duro como Minnie —anunció frunciendo el ceño ligeramente, confundido—. ¿Por qué?

La mente de Yoongi se quedó en blanco varios segundos antes de reaccionar soltando un sonoro gemido cuando su pequeña pareja apretó su miembro.

—Oh, Yoongi crece —exclamó Jimin felizmente, totalmente inocente.

—Bebé —jadeó el alfa oso rápidamente sosteniendo la mano de su dulce chico para detenerlo—. ¿Por qué? —preguntó simplemente sin saber qué pensar.

Jimin le sonrió y movió sus manos juntas para llevarlas hacia su propio cuerpo, dejándolas descansar en su propia erección.

—Minnie duro —anunció y gimió tímido cuando la presión de ambas manos provocó algo extraño dentro de él.

Yoongi contempló a su hermoso chico gemir y luego su mirada viajó hacia la erección de Minnie, sin poder evitarlo, movió sus manos juntas mientras ejercía un poco de presión y su omega volvió a soltar un sonidito dulce de sorpresa.

—Yoongi... ¿Por qué a Minnie duele su cosita? —preguntó solo un poco asustado, mirándole con grandes ojitos llenos de curiosidad e inocencia—. ¿Minnie herido?

—No bebé —pronunció rápidamente soltando su mano y dándole vuelta para que le enfrentara, apresando un costado de su rostro—. No es nada malo, solo tienes una erección —explicó.

—¿Erección? —repitió recargándose más en su mano.

—Así es, y... —Yoongi se desconcentró cuando su pareja comenzó a tocar su cuerpo nuevamente.

—¿Yoongi erección? —musitó sosteniendo su miembro nuevamente—. Grande.

Muy bien, Yoongi realmente no podía pensar en una explicación en ese momento y su pequeña cosita en realidad no parecía para nada interesada más que en explorar, por lo que el alfa lo dejaría más que encantado.

A veces era más fácil sentirlo que explicarlo de todas formas.

Alejándose de su pareja, el oso alfa encendió la luz de su lámpara de noche y se sentó en la cama apoyando su espalda en el respaldar de esta. Pateando las mantas hacia atrás, palmeó ligeramente sus muslos.

—Ven aquí, bebé —llamó, a lo que su pareja obedeció con entusiasmo, sentándose a horcajadas sobre su regazo.

Minnie jadeó con sorpresa cuando sintió la dureza de su alfa chocar contra su trasero. Fue extraño, nunca antes había tenido algo presionando con su trasero así, pero era bueno.

—Te sentaste muy adelante, bebé —sonrió Yoongi, colocando sus manos en su cintura para moverlo un poco más abajo.

—Pero... A Minnie gustó —pronunció lamiendo sus gorditos labios rellenos.

—Oh bebé —gimió el alfa mordiendo su labio inferior—. Vamos paso a paso, ¿si? —pidió.

No muy seguro de lo que su pareja se refería, Jimin asintió y observó expectante a su alfa.

Sus ojitos verdes siguieron la mano de su oso cuando una se deslizó para adelante y fue hacia su cosita dura, la cual acarició con sus dedos.

El pequeño híbrido se estremeció y arqueó ligeramente su espalda. La otra mano de Yoongi se deslizó hacia su trasero y atrapó su glúteo cubriéndolo con toda su mano, apretándolo suavemente.

Otro sonidito raro y agudo escapó de los labios del omega, quien colocó sus manos en los brazos de su pareja, sosteniéndose mientras sus ojos se cerraban e inclinaba ligeramente su cabeza.

—Dios, eres tan dulce y sexy —exclamó Yoongi dejando de acariciarlo un momento para besarlo a lo cual por supuesto que su dulce chico correspondió, y cuando esa mano volvió a acariciar su cosita, Jimin gimió entre el beso.

Besándole con pasión y dulzura, el alfa comenzó a mover lentamente su mano, deslizando la ropa de su pareja para liberar su erección.

—Yoongi —gimió su pequeña cosita, alejándose un poco con su respiración agitada para observar su miembro expuesto—. ¿Tuyo? —pidió tocándolo tímidamente ansioso.

—Vamos bebé, sácalo —gruñó Yoongi y Jimin obedeció con cuidado debido a sus largas uñas.

—Grande —balbuceo maravillado, rodeándolo con su pequeña mano admiraba las diferencias y similitudes entre ambos.

El alfa sonrió y apretó ligeramente el redondeado glúteo del cual se había apoderado su mano, sacándole un jadeo a su dulce chico.

—Vamos a aliviar esto, bebé —prometió juntando con su otra mano ambas erecciones antes de mover suavemente sus caderas.

Jimin chilló y gimió, desesperado por las sensaciones desconocidas que abordaban su cuerpo y sin saber qué hacer, chocó su boca con la de su alfa en un beso torpe que Yoongi inmediatamente le correspondió.

—Minnie raro, oso —gimió sintiendo un cosquilleo en su vientre bajo.

—Mueve también tus caderas, bebé —ordenó jadeante—. Y no te contengas, solo suéltalo.

Asintiendo no muy seguro respecto a lo que su oso hablaba, Jimin comenzó a mover sus caderas imitando a su alfa, logrando deslizar su duro miembro entre la mano de Yoongi y el de este.

Observando embobado el movimiento de ambos penes restregándose, Minnie dejó uno de los brazos de Yoongi y con sus dedos tocó la punta de ambos que expulsaba un extraño líquido.

Cuando tocó la piel sensible, su alfa gruñó poderoso y el extraño cosquilleo en su interior explotó logrando que de su miembro blanca crema saliera.

Jadeando sorprendido, Minnie gimió y cerró sus ojos mientras su pareja lo atrapaba en otro beso arrasador en lo que buscaba su propia liberación.

Con su respiración exaltada, Minnie abrió sus ojitos y contempló a su pareja.

—¿Te gustó? —preguntó Yoongi con cuidado.

Y su dulce cosita sonrió antes de besarlo castamente.

—A Minnie gustar —exclamó feliz—. ¿Otra vez? —pidió y un pequeño bostezo escapó de sus labios.

—¿Qué tal una siesta antes de intentarlo otra vez? —propuso a lo que su dulce cosita asintió cerrando sus ojitos mientras se apoyaba en él, totalmente ajeno al semen entre sus cuerpos.

Esperando a que su pareja se durmiera bien, Yoongi lo recostó con cuidado en la cama y le quitó el pijama, limpiándole y colocándole uno nuevo antes de volver a acomodarse con él.

Cuando su dulce chico despertara, hablaría con el explicándole lo que había experimentado.

—Minnie —llamó Hoseok cuando el dulce híbrido salió de la casa principal.

—Hobi —le observó bajando los escalones del porche delantero.

—¿Estás solo? ¿Y Taehyung? —preguntó curioso por el joven omega, después de todo el par nunca estaba separado.

—Minnie despertar tarde, todos trabajando —explicó.

—¿Yoongi está en casa o salió? —preguntó entonces.

—En casa —le sonrió—. Oso un poco gruñón —susurró como si fuera un secreto y luego soltó una pequeña y dulce risita.

—¿Oh? —exclamó curioso—. ¿Y por qué?

—Nooo, Yoongi dijo no contar a nadie —negó agitando su cabeza—. Hobi tramposo —acusó.

El beta soltó una risa divertida.

—Está bien, no preguntaré más —prometió.

Minnie asintió conforme y se retiró primero. Observando al dulce hombre alejarse con pequeños saltos a su andar, Hoseok negó y entró en la casa, dirigiéndose al despacho de su amigo.

Y pensar que antes ese mismo chico no se alejaba de Yoongi por miedo, o que su mismo amigo dejara de lado el trabajo de toda su vida por temor a dejarlo solo...

Muchas cosas habían cambiado para bien.

—Soy yo —anunció golpeando la puerta y abriéndola sin esperar más señal—. Te vengo a avisar que los chicos ya han terminado de pintar el nuevo consultorio y... ¿Por qué esa cara de oso gruñón? —preguntó confundido.

—¿Por qué nadie me dijo que Solar estuvo aquí con el representante del Consejo hace dos días? —cuestionó con visible mal humor.

—¿Solar estuvo aquí? —preguntó con sorpresa—. No lo sabía, no la había visto —prometió.

El alfa oso volvió a gruñir antes de recargarse en el respaldar de su silla.

—Hablaré con el Consejo, no la quiero cerca de Minnie nunca más —refunfuño con molestia.

—¿Qué hizo ahora? —preguntó con un suspiro.

Realmente había pensado que la alfa no intentaría nada más luego de la última vez.

—Ella pervirtió a mi pareja —espetó irritado.

Hoseok parpadeó—. ¿Ella qué?

—Lo que escuchaste —bufó—. Vino a aquí y atrapó a mi pareja solo para llenarle la cabeza con cosas tontas respecto al apareamiento y le mostró ¡porno! —gruñó.

—¿Porno?

—Al parecer le mostró diversos videos porno de dos hombres para ayudarlo cuando llegue el momento —chaqueó su lengua.

Y Hoseok simplemente no lo pudo evitar, él estalló en carcajadas que solo irritaron más a Yoongi.

—Hey, no me lances cosas —pidió calmando su risa.

—Te estás riendo de un asunto importante —le gruñó.

—Vamos, la situación si da un poco de risa —sonrió, pero el alfa oso prosiguió con su expresión seria y agria—. Está bien —suspiro—. ¿Qué tiene de malo que Solar le mostrara porno a Minnie?

—Lo pervirtió —acusó con seriedad.

—Error, Minnie es un joven de veinte años que ahora ha encontrado a su pareja y se encuentra en un ambiente seguro y reconfortante, su despertar e interés sexual ocurriría tarde o temprano —indicó.

—Pero Solar...

—Sí, ella tal vez no debió de haberle mostrado esos videos sin preguntarte primero, pero conociendo a tu hermana ella solo quería reparar la matadura de pata que hizo antes ayudándote a acelerar un poco las cosas con tu pareja —expresó—. Además, creí que Jin le había explicado esto mismo a Jimin —observó.

—Explicarlo con palabras es muy diferente a mostrarle porno —gruñó un poco más tranquilo—. Cuando Jin le habló al respecto no tuvo sueños húmedos ni despertó con una erección.

—Tal vez, pero como te digo, Jimin es un joven de veinte años, no tiene cinco ni diez, por lo que no lo veas por menos —le recordó—. Y no te enojes cada vez que esto ocurra o Minnie se lo comenzara a tomar como algo malo, solo ayúdale y guíalo como una pareja con experiencia.

—¿Estás seguro de que si Solar no le hubiese mostrado esos videos de igual forma habría sentido deseo sexual? —indagó un poco más tranquilo.

—Claro —asintió sin duda—. Si Jimin no sintió nada de interés en explorar ese lado como todo adolescente no se debe a su leve problema mental por así decirlo, era debido a la situación en la que estaba, sobreviviendo el día a día con una abusiva familia, ahora, aquí, Minnie es libre y se siente querido, amado y protegido —le explicó—. Sin contar por supuesto, que así como tú sientes el llamado del apareamiento él también lo hace —sonrió.

Y sí, eso finalmente le colocó una leve sonrisa en su rostro.

—De acuerdo, tendré más cuidado ahora respecto a no dejarlo a solas con Solar —asintió con firmeza y luego observó la hora—. Llevaré a Minnie a almorzar afuera —anunció.

—¿No será un problema si se encuentra con su tío? —le recordó.

—Cuando salí con Jungkook por los alrededores nos fijamos si su familia seguía recorriendo el pueblo en su búsqueda, pero no parecen estarlo buscando —indicó—. Además, ¿seriamente crees que intentarían algo conmigo a su lado? —se señaló a sí mismo.

—Tienes razón, das miedo —resopló—.
Ya que vas al pueblo, te pediré algunas cosas —sonrió aprovechando.

—Bien, pero no exageres que planeo tener una verdadera cita con mi chico —anunció y se giró para observar sobre la ventana, contemplando a su pareja dirigirse al gallinero con una canasta de mimbre.

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