🌼Capítulo 22🌼

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Temprano en la mañana, Yoongi estaba hablando con su capataz respecto a la granja y sus animales cuando Jungkook se acercó y esperó silenciosamente a que terminara de hablar y solucionar los problemas.

—Buenos días, Jungkook —saludó cuando su capataz se retiró—. ¿Sucede algo? Es temprano y todavía no comienza tu horario de trabajo —indicó.

—Buenos días. Sí, lo sé... Es que, mi padre estaba algo insistente respecto a cuándo traeré mis cosas para mudarme ahora que hasta me quedo a dormir aquí —expresó—. Quería preguntar si aún estaba en pie esa oferta —rascó su nuca, incómodo.

—Sabes que no hay problema si quieres mudarte, no tengo una habitación disponible en la casa principal desde que Tae se está quedando también ahí, pero tengo en la de los trabajadores —respondió.

—No hay problema, puedo quedarme donde sea —aseguró más animado.

Observándole, Yoongi cruzó sus brazos y sonrió—. Ahora tienes una razón más para quedarte, ¿no?

—¿Una razón más? —repitió viéndose algo nervioso.

—Minnie ayer me dijo cómo estabas mirando constantemente a Taehyung mientras trabajabas, también como te atrapó durmiendo frente a la puerta del consultorio y por supuesto que ayer tanto tu padre como yo nos dimos cuenta como lo mirabas mientras cenábamos, así como él te miraba a ti —expresó.

—¿TaeTae me miraba? —preguntó solo un poco esperanzado.

—Es tu pareja, ¿no?

Observando al alfa oso, Jungkook pasó una mano por su cabello y soltó un profundo suspiro antes de asentir.

—Sentí la conexión inmediatamente tras verlo en esa pequeña jaula, así como su aroma me llamaba —contó—. Pensé que solo eran ideas mías, pero aún ahora sigo sintiendo lo mismo y no sé qué hacer —explicó preocupado—. Es menor que yo, está muy lastimado y traumado, no sé si sienta lo mismo que yo.

—Es tu pareja Jungkook, entienda o no lo que siente, debe de sentir una atracción por ti, una pequeña conexión que es el inicio de todo —indicó.

—¿Y cómo sé si lo siente?

—Es fácil —sonrió suave—. ¿No te has dado cuenta aún que eres el único alfa al que mira directamente y no chilla asustado cada vez que estás cerca de él?

—Yo no... ¿En serio? —preguntó frunciendo el ceño—. Pensé que era debido a que Minnie y mi padre estaban cerca de él —explicó encogiéndose de hombros.

—No, incluso con Hoseok se asusta estén o no los chicos a su lado —comentó—. Minnie era igual conmigo cuando recién llegó. Y Taehyung solo es menor que tú por tres años, no agrandes la diferencia que sabes que entre los shifter no cuenta considerando nuestra vida larga —le recordó.

—Pero... Él sigue estando lastimado —dijo preocupado.

Yoongi suspiró y asintió con la cabeza.

—Ayer habló con el psicólogo, él... El grupo que lo secuestró atacó a su manada y mató a su familia, se creyó que él había muerto también aquel día junto a los otros niños y adolescentes, no se les buscó —explicó.

—¿Cuántos años estuvo cautivo? —preguntó con dolor.

—Menos que tu padre, pero dos años siguen siendo mucho para ellos —respondió—. Ellos no... Estaban siendo educados para ser las mascotas perfectas, los sumisos y esclavos ideales, no fueron abusados sexualmente —informó—. Sé que esto no es mucho consuelo, pero sabes que habría sido mucho peor si hubiese pasado por ello también.

—Lo sé —respondió Jungkook, observando el suelo mientras por su mente recordaba los primeros días que había visto a su padre tras ser rescatado.

Jin había sido secuestrado en un ataque, escogiéndolo porque tenía aquella marca en forma de medialuna que anunciaba que podía tener el cachorro de otro cambiaformas sin importar si eran de la misma especie o no...

Y ellos realmente intentaron de todo para ello, pero su padre era un hombre inteligente y aún en sus precarias circunstancias logró no quedar en cinta, hasta que un día finalmente lo lograron y perdió al bebé.

Eso había destrozado a su padre, en especial cuando anunciaron que ya no podía tener a más.

—Todo estará bien —aseguró Yoongi colocando su mano sobre el hombro del menor—. Ya he hablado con el Consejo, considerando que su pareja está aquí y la amistad que ha desarrollado con Jin y Jimin, le darán la oportunidad de quedarse, pero tendrá visitas para comprobar que todo está bien —explicó.

—¿Por qué? —cuestionó con el ceño fruncido—. Este es el mejor santuario para los omegas, tienen un médico, un psicólogo, es amplio y tienen algo en que distraerse al ayudar en la granja —expresó.

—Sí, pero según ellos para los niños se necesita de más cuidados —bufó—. Les dije que Taehyung no era exactamente un niño, solo un adolescente pequeño debido a la mala alimentación según Hoseok.

—¿Entonces Minnie también es pequeño por eso? —preguntó alzando una ceja.

—Golpe bajo, niño —se rió—. No, Minnie es pequeño y así me gusta —sonrió—. Vamos, te llevaré a buscar tus cosas en la camioneta ahora que has decidido.

—No es necesario, puedo ir yo solo —aseguró siguiendo al alfa oso.

—Terminaremos más pronto si vamos los dos, además a Minnie se le acabaron los libros para pintar —explicó.

—Uh... Los autos no están en esa dirección —indicó Jungkook cuando se dirigieron a la casa.

—Minnie ya debe de estar despierto, debo de avisarle que saldré o podría pensar que lo he dejado —explicó—. Una vez salí sin decirle nada, pensó que lo dejé al igual que su madre, para cuando llegué estaba encerrado llorando —le observó sobre su hombro—. Deberías de informarle también a Taehyung, no sabes si reaccionará de la misma forma al no verte por ahí.

Entrando en la casa principal, Yoongi observó a los chicos desayunando en el comedor, faltando una adorable cabeza entre ellos.

—No logré levantar a Minnie —explicó SeokJin la ausencia del menor.

—Desde aquí se escuchaban sus quejas —sonrió EunHa.

—Y sus promesas de levantarse en cinco minutos más —añadió Hoseok.

Sentado al lado de Jin, Taehyung sonrió suave mientras asentía levemente con su cabeza, apoyando las palabras de los demás. Cuando su mirada se encontró con la de Jungkook, se sonrojó y observó su desayuno, alternando la mirada.

—Pasó una mala noche y despertó temprano el día anterior —defendió con una sonrisa—. Iré por él, saldré con Jungkook y no quiero que se asuste al no verme —explicó alejándose, dejando al joven alfa con el grupo.

Subiendo las escaleras, encontró a su pequeña cosita saliendo de la habitación, arrastrando los pies mientras bostezaba bien grande.

—Cuidado bebé, o me comerás —bromeó Yoongi.

—Oso —pronunció con una sonrisa somnolienta, restregando uno de sus ojos.

—Buenos días, bebé —le sonrió y rodeó con sus brazos una vez Jimin se detuvo chocando contra su cuerpo.

Con su carita enterrada en el pecho de su pareja, el dulce híbrido respondió con sus palabras perdiéndose por el cuerpo del alfa.

Inclinando la cabeza hacia atrás, apoyó su mentón en el pecho de su alfa y estiró sus labios en un piquito.

Siguiendo fácilmente el deseo de su pareja, Yoongi se inclinó besando sus labios, internando su lengua cuando su pequeña cosita entreabrió sus labios.

Y a diferencia de las últimas veces, Jimin movió su lengua siguiendo los movimientos del alfa con una confianza torpe y dulce que cautivo a Yoongi, llevándolo a un beso más duradero, hasta el punto en que otros deseos comenzaron a llenar a Min y sus manos simplemente actuaron por su cuenta.

Cuando su trasero fue apresado por las manos de su oso, Minnie gimió con sorpresa y abrió sus ojitos observando a su pareja.

—Lo siento —murmuró Yoongi sobre sus labios, juntando sus frentes y deslizando sus manos hacia su cinturita.

—Minnie bien —prometió—. Gustar, mucho —sonrió dulce—. ¿Más?

Yoongi gimió y cerró sus ojos, aunque las palabras de su dulce chico sonaban encantadoras, debía de salir con Jungkook y todavía no era momento para dar ese paso, aunque podía sentir a su oso removerse en su interior anunciando que el momento no estaba muy lejos.

—Tal vez después, bebé, debo de salir con Jungkook al pueblo —explicó alejándose, obligando a sus manos soltar el cuerpo de su pequeña pareja.

—¿Minnie puede ir? —pidió interesado.

—Solo vamos a buscar las cosas de Jungkook y volvemos, cariño —explicó.

—Minnie quiere salir —pidió con un puchero.

—Te vas a aburrir, bebé —acarició su cabello—. Además, no puedes dejar solo a tu amigo TaeTae, ¿no?

—¿Llevarlo? —preguntó con ojitos.

—No creo que esté listo para salir de aquí, puede asustarse —explicó.

Juntando levemente sus cejas, Jimin llenó de aire sus mofletes mientras pensaba.

—¿Y si prometo sacarte otro día? —propuso el alfa, llamando la atención del dulce chico.

—¿Otro día? —preguntó interesado.

—Sí, te llevaré a la ciudad y te compraremos más ropa.

—¿Lápices?

—Y lápices —asintió.

—¿Dulces para Minnie?

—Y dulces.

—¿Mañana? —preguntó con emoción.

—Ya veremos —sonrió—. Vamos cariño, los demás ya están desayunando —anuncio tomando su mano.

Aprovechando de su tiempo libre luego de terminar sus deberes, Minnie le mostraba toda la granja a su nuevo amigo Taehyung, señalando sus lugares favoritos y donde había tenido una cita de picnic con su alfa.

—¿Qué es eso? —preguntó Taehyung señalando una casa de dos pisos que estaban pintando.

—Oh, Minnie no sabe —se rió suave—. Pero preguntar a Jin —anunció tomando la mano del menor, comenzando a correr con él mientras gritaba su nombre.

—¿Qué sucede? —preguntó el omega mayor, deteniéndose un momento.

—¿Por qué pintar casa nueva? —preguntó Minnie.

—Oh, aquí será el nuevo consultorio de Hobi y el psicólogo —respondió volviendo a pintar—. Parece que al ya ser muchas personas viviendo aquí, se necesitaba un lugar más grande para mejor atención y esto salió como resultado —explicó.

—Si hay muchas personas aquí, ¿significa que me tengo que ir pronto? —se atrevió a preguntar el pequeño hámster, asustado.

—¿TaeTae ir lejos? —preguntó Jimin con su bonita sonrisa borrándose al instante.

—No, no —exclamó Jin observando como a ambos pequeños shifters se les volvía acuosos sus ojos—. El alfa Yoongi dijo que TaeTae se podía quedar —aseguró—. Hoy tiene que venir alguien del Consejo a comprobar eso para así no llevárselo.

—¿Alguien me llevará lejos? —jadeó Taehyung.

—Por Dios, no —exclamó Jin, pero ya era demasiado tarde, el pequeño hámster ya había echado a correr.

—¿TaeTae irse? —preguntó Minnie con un tembloroso puchero, tirando de la camiseta del omega.

—No, Minnie, nadie se llevará a TaeTae —prometió—. Tu alfa sabe que es tu amigo, ¿no? ¿En verdad crees que lo dejaría irse tan fácil?

Sorbiendo su nariz, el dulce chico negó suavemente.

—Exacto —le sonrió—. Si TaeTae es feliz aquí y quiere quedarse, el alfa Yoongi seguramente hará hasta lo imposible para que eso suceda, ¿bien?

Minnie asintió restregando sus ojos.

—Minnie explicar a TaeTae —prometió volviendo a sonreír hasta perder sus ojitos.

—Si no lo puedes encontrar, avísame para que pueda ayudarte a buscarlo —pidió el mayor, preocupado.

Asintiendo con la cabeza, el pequeño híbrido se dio media vuelta y comenzó a correr por la misma dirección en la que se había ido su amigo.

Deteniéndose un momento cerca del granero cuando lo visualizó, la boquita de Minnie formó una perfecta y pequeña o al contemplar a su amigo siendo abrazado por Kookie.

—Kookie y TaeTae —rio bajito y alzó sus dos manos tapando su boca.

No queriendo interrumpir a ambos chicos, Jimin lentamente comenzó a retroceder y cuando hubo suficiente distancia se echó a correr nuevamente en dirección opuesta, soltando una alegre risita mientras se dirigía a su casa para contarle a su pareja lo que había visto.

Se detuvo abruptamente cuando se encontró con un automóvil desconocido estacionado frente a esta, y su naricita se arrugó al recordar la última vez que había estado uno.

—¿Minnie? —llamó EunHa bajando las tres escaleras del porche delantero—. ¿Sucede algo?

—Auto —contestó señalándolo.

—Oh, un representante del Consejo vino para comprobar cómo están los omegas, no te preocupes que es una rutina que sucede una vez al mes —respondió y sonrió cuando el pequeño hombrecito observo con desconfianza la camioneta que se acercaba—. Solo son cosas que nos entregan para ellos, desde insumos a cosas de sus familiares —explicó.

—¿Yoongi?

—Está con el representante en este momento —contestó—. Tengo un biberón de leche esperando por mí en la cocina, ¿quieres ir a alimentar a la pequeña Betty? —propuso logrando llamar la atención del pequeño híbrido—. La iba a alimentar yo, pero tengo que encargarme de esto ante la ausencia de los demás —explicó.

—Minnie puede —aceptó automáticamente, casi rebotando de entusiasmo.

—Genial, el biberón está en la cocina y Betty espera dentro del establo —indicó.

—Gracias —chillo Minnie antes de prácticamente correr al interior de la casa, yendo directamente a la cocina donde se encontraba Ji-Seok preparando la cena.

—No tengo galletas —anunció el hombre sin mirarlo.

—Galletas no, biberón —pidió.

Deteniéndose, el alfa lo observó sobre su hombro con una ceja alzada.

—¿Quieres un biberón? —preguntó.

Jimin asintió—. Para Betty, Minnie alimentar hoy —explicó.

—Por supuesto —pronunció volviendo a cocinar—. Está ahí —señaló el mueble a su izquierda al lado de la puerta trasera.

—Gracias —pronunció el pequeño hombrecito, tomando la botella grande con el pezón de hule antes de salir con entusiasmo, esta vez sin los saltos claro, ya que podría caerse y en el peor de los casos arruinar la leche.

Dirigiéndose a los establos, Minnie observó los espacios vacíos hasta llegar al final, donde estaba la pequeña oveja que había quedado sola ante la muerte de su madre tras darle a luz, eso había sido muy triste.

—Hola pequeña Betty, Minnie tiene tu comida —exclamó entrando en el pequeño corral en el que estaba la oveja.

El pequeño animal inmediatamente intentó acercarse a Jimin con pasos un poco tambaleantes, sin dejar de decir "beee, beee" Continuamente.

Riendo, el dulce chico estrelló sus rodillas en el suelo y con sus dos manos alzó la botella, alimentando a la pequeña oveja mientras le decía lo linda que era.

Cuando esta terminó, se echó sobre su regazo y Minnie aprovechó para acariciarla con cuidado.

—Lindo, ¿significa esto que estás abierto a la idea de tener hijos con mi hermano? Porque si soy sincera no quiero tener hijos, pero estoy abierta sobre la idea de sobrinos —expresó Solar observando a Minnie desde la puerta del corral.

—Mala —gruñó el pequeño híbrido contemplando a la mujer.

—No soy mala, solo no sabía que eras realmente la pareja de mi hermanito —se excusó y soltó un suspiro—. Mira, sé que mi personalidad puede no ser de las mejores, pero en verdad me preocupo por Yoongi —expresó.

Minnie le observó manteniendo su ceño fruncido.

—Yoongi odia —anunció.

—Auch —pronunció tocando su pecho—. Gracias por decirme algo que ya sabía —resopló.

Jimin se encogió de hombros y observó como la pequeña Betty se levantaba y se alejaba de él, como si estuviera molesta de que Minnie dejara de prestarle toda su atención.

—Si eres la pareja de mi hermano, ¿por qué aún no te ha marcado? —preguntó—. ¿Es porque aún no sabes el proceso? ¿Del sexo? Puedo enseñarte si quieres.

—Minnie sabe que es —anunció levantándose—. Jin enseñar a Minnie.

—¿En serio? —alzó una ceja.

—Yoongi morder en cuello a Minnie en medio de intimidad para poder reclamarlo, entrando en Minnie —gruñó.

—¿Y sabes qué clase de intimidad? —preguntó—. ¿La forma en que tiene que entrar en ti?

El pequeño hombrecito abrió su boca y luego la cerró, parpadeando sin saber qué significaba en realidad.

—Eso pensé —asintió sacando su teléfono celular del bolsillo de su pantalón—. Ven, te mostraré lo que es tener sexo y lo que debe de ocurrir para que Yoongi te reclame —anunció—. Creo que me odiara más por esto, pero es por el bien de ambos. Descuida, empezaremos con algo suave —aseguró llamándole con un gesto de mano.

No muy seguro, Minnie se quedó en su posición simplemente observándola, pero cuando el cuadrado en su mano comenzó a mostrar cómo dos hombres se besaban y luego se desnudaban...

Jimin sintió curiosidad.

—Eso, pequeño, ven al lado oscuro —sonrió Solar bajándole un poco el volumen al vídeo para que no los atraparan tan pronto.

Y por la forma en que los ojitos verdes del dulce chico de su hermano se agrandaban mientras se acercaba, la alfa sabia que Yoongi la iba a querer matar, pero era por el bien de ambos...

Y para remediar la idiotez que había hecho antes.

—¿Por qué su cosita entrar ahí? —preguntó Minnie parpadeando con curiosidad, su colita balanceándose de lado a lado mientras bajaba la mirada para contemplar su entrepierna.

Sí, Yoongi definitivamente la iba a odiar y amar más que nunca.

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