"¿Prefieres culo o teta?" "¿Y si me llevas a hechar un ojo al baño de chicas?" "¡Uy! Tal vez no te gustan las mujeres, ¿te gusta el pico? Podemos ir al de hombres"

Lo quería matar, sin duda, ya tenía hasta cuchillo en mano, lamentable que sea de plástico, no podía hacer mucho. Era un hormonal de mierda y tonto además, pareciera que el choque le mató las últimas neuronas que le quedaban, porque tampoco tenía pinta de ser tan inteligente antes.

Ahora maldecia su actitud, tal vez era mejor ir con los abuelitos, capaz le tocaba alguno cariñoso, pero aquí estaba, con un hormonal de dudosa sexualidad, hablaba y hablaba de tetas pero tiraba unos comentarios que le hacían dudar hasta del género de el tipejo.

Ahora estaba aquí, en su hora libre, en un café viendo miles de papeles mientras su grupito hablaba, ya todos tenían las cosas bien claras, todos tenían claro que querían ser, tenían todo claro menos lo que tenían que estudiar, no sabía porque no estaban estudiando. Sólo suspiró y los miró, estaban muy relajados, tenía unas ganas inmensas de golpearlos y ponerlos a estudiar.

—Hey, ya deja eso y toma algo. —Hablo Sero, Bakugo lo hubiera matado si no fuera porque Kirishima saltó a preguntarle algo antes de algún accidente.

—¿Y el hospital?

—Me tocó cuidar a un imbécil... Un hormonal que ni siquiera tiene un poquito de inteligencia.

—Pobrecito... ¿Es retrasado? —Preguntó Ashido, Sero le miró sorprendido y le dió un golpe no tan fuerte en el hombro.

—No lo digas así...

—¡Claro que no! Está bien el idiota, solo es tonto, probablemente no se sabe ni la tabla del uno, me frustra, me voy en dos semanas de esa mierda de lugar.

—¿Tan mal? Dale tiempo, ¿No te dijo la doctora que no había estado con nadie de su edad en meses? Y que todos lo ignoraban además, Midoriya contó todo. —Kirshima cómo siempre calmandolo, trataba de ser comprensivo con el chico, terminar en un hospital por un accidente y no recordar nada debe ser muy difícil. Necesitaba alguien que jugara con él y lo cuidara a la vez, Bakugo era perfecto y a la vez no. Sabía que podía escucharlo todo el día hablar si quería, pero sólo necesitaba acercarse y eso era lo difícil, tal vez tendría que soportar algunos gritos y golpes como él cuando lo conoció.

—Oye, Eijiro. —Habló Sero al ver que el ceniza no respondió, tal vez sea hora de cambiar de tema, Bakugo tenía que ir a su tiempo, probablemente ahora no le gusta pero después no se quiere ir, cómo un niño cuando lo meten a bañar. Hará tremendo escándalo y después no querrá salirse— ¿Cuándo te vas?

Kirishima Eijiro estaba con unos pequeños problemas en todos sus papeles, se cambiaría a la ciudad de al lado por un tiempo por su universidad, siempre les mantenía al tanto de todo pero por todo los que estaba pasando dejo de hablar.

—Ah, está todo bien, ya me iré. ¡El único que puede usar mi casa es Blasty! Aclaro a los "Ay, bebé".

—¿Y sólo te vas? ¿Cuando vuelves? —Mina abrazó a Eijiro con pena, solo se iría un tiempo pero nunca se han separado desde que se conocieron, siempre estuvieron juntos en U.A. Ésto de la universidad estaba siendo más horrible de lo que pensaban.

—¡Vendré si tengo tiempo, además los llamaré todos los días!

Sí, de eso Katsuki no dudaba, lamentablemente lo llamaría todos los días para hablarle. Todo era mejor cuando estaba de pareja, estaba igual de mamón que Midoriya y Ochako cuando estaban en U.A. "Ay, amorcito", le parecía tonto que ahora se burlara de los otros dos. Duró harto con con la persona, pero por todo lo de sus universidades se tuvieron que tomar un tiempo. Y ese tiempo fueron meses y meses de llanterio que se tuvo que aguantar él, pareciera que le da risa su situación y que se entretiene porque por todo lo que le estaba pasando distrajo su mente. Ahora se ríe, está mejor, se ríe de él. De Bakugo, porque tampoco volvió a agarrar el tema de su ex, de repente dejo todo atrás.

Y es que superó todo, se está entreteniendo con sus problemas o encontró a alguien más. Tenía mucha más pinta de que se estaba agarrando a alguien.

—Veré cuando irme a tú casa. —Bakugo sólo le agradeció con la mirada y se paró para irse, ya tenía mensajes de la rata rubia.

Una llamada ahora, suspiró cansando pensando en si contestar o no, capaz y le pide alguna tontera.

—Dijiste que te avisara si recordaba algo... ¡Me gusta el chocolate, tráeme chocolate! Capaz y así recuerdo más cosas, ¿No creés?

—¡Solo emergencias! ¡Mejor termina tu flan!

—¡Es que está asquero-! —Cortó, mejor se tenía que dejar de preocupar por Kirishima y ver lo suyo. Más encima ahora tenía que andar de repartidor, tendría que ir a comprar chocolate e ir a dejárselo. Igual le quedaba toda la tarde de cuidado, pero ni en su hora libre podrá estar tranquilo.