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Capitulo 28
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🥀Fuerte y débil: ambas personas🥀

⟨Sutil y frágil desequilibrio, él, te sostiene, quiere equilibrar tu vida, quiere enmendar ese trozo de alma que perdiste... Solo debes aceptarlo para que estés en equilibrio⟩⟩

Angeles Carrasquero 💜✍🏻📖

Montserrat White 💋♥️

Mire como todos llegaban y lo apuntaban a él, todos iban en su contra me sentía más asustada que antes, no quería que le hicieran daño a esa persona que tanto me gustaría poder abrazar en este momento.

A nosotros también nos apuntaron unas personas que estaban encapuchados no los reconocíamos. Yo me aferre a mi hermano para protegerlo en dado caso.

—¡Las manos arriba! —nos ordenó.

Mi hermano y yo nos vimos los rostros y luego cedimos, alzamos las manos ya que no podíamos negarnos o nos mataban, de igual forma me sentía muy débil, sin casi fuerza.

Tenía un breve mareo, estaba viendo un poco doble pero logré ver que dos Max le dieron una patada a una de las armas, seguido  unos disparos le cayeron, luego él se levantó y creó un extraño humo con electricidad que mató a algunos y después comenzó la masacre Max.

Ahí mi visión regreso y la persona que nos estaba apuntando estaba mirando hacia la zona donde Max estaba, de inmediato Barth no perdió tiempo y le proporciono una patada al hombre, Barth se le fue encima y clavo sus colmillos en su cuello.

El veneno fue rápido en ese cuerpo, quedó tendido con los ojos abiertos, aún puedo decir que he quedado tiesa,  mi hermano tomó el arma y disparo a donde unos tipos estaban batallando con Max.

A mi lado se escucho otro golpe, Jhose había golpeado a un tipo, le quitó su arma, lo apunto con ella y sin perder tiempo jalo del gatillo, este lo mato más rápido.

Jhose se giró a mi y se llegó a donde yo estaba.

—Toma, puedes necesitarla en algún momento —me entrego una pistola.

Yo asentí tomando la pistola con las manos temblando, mire que estaba cargada así que me guarde por si alguien se acercaba ya tenía con que defenderme.

Perdí de vista a Jhose y me enfoque en buscar a Max, lo mire que estaba haciendo un desastre, estaban matando a todos ellos, todos caían en el suelo fritos, olía a cable quemado, a agua, a sangre, también a orina.

Los disparos se escuchaban, personas caían electrocutadas y empezó una pequeña gota de agua, luego dos y tres y más... Empezó a llover para mí mayor trauma, con estruendos, relámpagos y rayos por todas partes, todo fue como si se tratase de una pelea de algún dios olímpico, ya estaba más calmada y busque acercarme a Max, mi pierna me dolía pero di pasos.

—¡Bu!.

Me asusté que casi caigo hacia atrás, uno de los tipos que le faltaba un ojo o en realidad tenía uno de vidrio, me interceptó justo cuando iba en camino a donde estaba Max, este no llevaba un rifle sino algo mucho más doloroso, un cuchillo.

Retrocedí con mis pocos pasos pero este hombre camino a velocidad, parecía el Chucky viniendo hacia su presa, yo intenté alejarme pero mis piernas quedaron como concreto ahí sin moverse.


El hombre llegó a donde estaba, los nervios ya estaban más que cerca, una ráfaga de viento paso cerca de nosotros, había mucho humo por todos lados.

—De mi no te escapas guapa —me soltó el tipo.

El cuchillo lo alzó y justo antes de clavarlo una mano lo detuvo, no sé cómo saque fuerza para detenerlo. Él apoyo más con su fuerza se estaba acercando el cuchillo a mi corazón, busque apoyo pero todos estaban ocupado peleando excepto...

—¡Max ayúdame rápido! —le grite a la bestia que estaba haciendo masacre.

En un impulso Max corrió de una manera casi sobrenatural, tomo al hombre y de un golpe en la frente que hizo que el único ojo que le quedaba saliera de su cuenca, todo eso no lo soportaría alguien que tuviera el estómago débil, por suerte soy de estómago duro.

La bestia se giró y ante mi no lo vi como Max sino como alguien más, otra persona, pude ver que sus ojos eran azules y el iris una fuente de electricidad.
Sentí un poco de miedo pero de curiosidad, solo retrocedí por qué me estaba ya dando cuenta que no era un humano del todo. Ese no era Max, sino otra persona.

Él extendió su mano para calmarme pero yo la rechacé, no quería nada ya, solo tenía miedo de que fuera a lastimarme.

—Pequeña... Soy yo, Max —hablo, si, su voz era la misma, pero su forma y aspecto no, visto que no hice nada se acercó a mí sin ninguna intención —Montse no voy a lastimarte, jamás lo haría, sé que debes de estar pensando otra cosa pero créeme que no es lo que piensas, te contaré todo lo prometo.

Tenía la cabeza dándome vueltas, todo este tiempo me estaba mintiendo, nunca me dijo lo que era y por eso me siento como una idiota al no darme cuenta de lo que es.  Su insomnio era porque es  un monstruo, su cambio de humor era porque  compartía con un monstruo, su actitud era porque es de dos personas. Max es alguien como yo... Lo entiendo, perfectamente, ahora sé que tengo alguien con quien me puedo desahogar.

—¿Por qué nunca me lo confesaste? —no evite esa pregunta, en mi había un caos, muchas respuestas estaban ya pero... Ahora no me gustaba saber la realidad, Max bajo la mirada en un acto de culpa —¿Tanta desconfianza me tienes  que nunca me dijiste que eras como yo? Que tenías un monstruo dentro de ti que también en algún momento tenía que salir a la luz, que compartías la mente con otra persona, que cambiabas de humor por ella ¿¡Por qué nunca lo dijiste!? ¿¡Pensabas que yo me iba a molestar por eso!? ¿Eh? ¡Si hubieras confiado en mí yo te hubiese ayudado, Max!

—No es lo que dices, no es fácil... Yo no...

—¿¡Fácil!? ¡Fácil fue creerte, fue conocerte, fue caer en tus mentiras, fue creer que eras alguien más diferente, fácil fue nunca fijarme en el monstruo que tenía a mi lado... Facil fue estar ciega como una tonta ante un monstruo igual a mi! —brame, Max estaba ahora mirándome, no estaba enfadado, solo confundido de mi actitud —Facil fue, fue... Pedirte que vinieras, difícil será... Dejarte Max, aún con todo eso no me quejo de tus demás defectos, eres un monstruo como yo y eso...

Una pequeña lágrima corrió de mis ojos, estaba enfadada pero a la vez feliz, mis emociones me estaban atacando de la peor manera, mis espíritus estaban peleando también pero mi ser estaba feliz de encontrar a la persona correcta.

Max no entendía nada si estaba molesta o no, solo me miraba mientras yo me eliminé  la lágrima, apreté mis labios con fuerza y luego solté aire, ya todo estaba pasando, ya no habían disparados, los chicos venían por nosotros, los sentía cerca, seguro estaban preocupados que Max reaccionara de alguna forma por como yo le estaba exclamando, solo se mantuvo callado.

—Con todas y tus mentiras —di un paso hacia donde él estaba —Sigo creyendo que eres humano, fuerte, débil, tranquilo y siempre lo fuiste: diferente. No puedo negarme a nada porque tú eres único.

Avance y lo abrace, me aferre a su pecho con fuerza, no me importaba si estaba sangrando o no, solo sentía que esos líquidos que salían de su heridas eran muy fríos, como alguien anormal una persona diferente, la sangre humana es caliente, la de los animales también y la de este chico es completamente lo diferente, por eso sus ojos también lo son. Sus manos me dieron todo su pequeño calor, mi corazón se estaba tranquilizando, la persona que yo me estaba enamorado me estaba dando de su calor y de su apoyo.

—Gracias por las tonterías que dijiste —me susurro al oído —Eres una intrusa linda, por eso amo como eres.

Solté una risa.

—Te odio Max —Bromee sería —Eres de lo peor.

De su parte también soltó una risa, depósito un beso en mi cabello, mi desorden de cabello. Detrás de mí escuché las voces de mi hermano, Emily y jhose que murmuraban por lo bajo.

—Jure que ella le estaba gritando a Max de todo lo peor y pensé también que se iría o lo mataría —ironizo la voz de Jhose —Se ven tiernos, dos monstruos, dos mismas almas y todo lo que falta...

Me separé de Max sin mirarle el rostro, sentía una pequeña vergüenza por haberle dicho cosas en su estado ya normal, si, no en el estado de un monstruo.

Vimos todos los cuerpos de los tendidos y de la masacre de Max, ninguno era conocible para los chicos ni para mí, solo dijeron que alguien más pudo haber querido de mi no solo mi secreto sino mis poderes para vencer a Max o a dark magic.

Una vez sin más recorrimos la sala donde yo había estado secuestrada, afuera la lluvia era un poco fuerte pero así mismo nos fuimos del lugar sin encontrar alguna pista o alguna señal que nos llevará a la persona que me quería con vida.

Ya en el jet les comenté a todos lo que me había dicho el tipo que se transformó en hombre lobo, así que cada uno opinó y describiremos mucho más en esa pequeña discusión. Llegamos al hotel y todos nos dirigimos a mi habitación para debatir todo.

—El infiltrado... ¿Desde cuándo hay un infiltrado? —pregunta Jhose mirándome a mi —¿Eh?

—Desde que llegue a este mundo, delmon me lo confirmó e hizo que yo lo averiguara—conté —no les comenté a ninguno de ustedes por dicha razón que no quería... Tenía miedo de que el infiltrado sea uno de ustedes pero ya me doy cuenta que no. Él siempre ha estado muy cerca, está tan cerca que él sabía bien que yo... Lo estaba buscando.

—Por esa razón mi hermana me lo dijo a mi, en caso de que a ella le pasara algo ya yo sabía eso-opinó Barth-Y creo que exactamente sé quién es.

Nos quedamos en silencio en la habitación, Emily estaba curando el brazo de mi hermano que tenía una pequeña herida, Max estaba acostado en la cama mirando sus manos y pensando seguro, estaba también pendiente de nuestra conversación. Jhose estaba frente de mi en el suelo.

—¿Creen que sea uno de los chicos? —interactuó Emily, termino con la herida y la envolvió en una venda —Ya está.

Nos quedamos otro minuto en silencio hasta que...un estruendo cayó y todos decidieron irse a sus habitaciones para descansar a fin y a cabos estábamos exhaustos, mi pierna también me dolía pero ya habían extraído la bala, solo tenía una venda puesta.

Cerré la puerta cuando todos ya se había ido, fui directo al baño para orinar, mientras estaba sentada en el retrete recordé el día en que Max me había contado sobre su vida, esa noche que ambos estábamos solos... Eso era antes cuando no tenía tanta confianza conmigo ahora es diferente.

Salí del baño con la cara lavada, me bañé también con cuidado y limpie la sangre de mi pierna.

Fui donde estaba un botiquín de primeros auxilios en la mesa, lo tome y me senté cerca de la cama, tome todo lo necesario para limpiar yo misma mi herida, no obstante moví algo y un frasco me cayó justo en la herida, no evite soltar una pequeña queja por lo bajo, no quería que Max me escuchara.

Limpie mi herida, la desinfecté con alcohol, no era necesario coser porque mi piel a las horas se cerraba otra vez, gracias a que soy un monstruo igual los dolores me los tengo que calar porque, joder sigo siendo humana.

Luego de ponerme una venda nueva tome las cosas y las lleve para la mesa, Max estaba ya dormido así que apague la luz y me acosté a su lado, unos segundos lo detalle, su nariz perfecta, sus labios, sus pestañas, sus cejas y ese cabello que solo quería pasarle la mano quería sentirlo.

—Buenas noches Max —murmure en voz baja para no despertarlo —Descansa.

Me gire dándole la espalda, veía la habitación con mas confianza, sentir la respiración de Max cerca también me estremeció un poco.

Sentí que deslizó su dedo índice desde mi nuca hasta la zona de mi cintura, luego volvió a subir, eso era por la zona donde se encontraba mi columna vertebral. Esa corriente se reprodució rápido por mi, solté aire y me gire con brusquedad, Max quedó con el dedo índice levantado para seguir jugando con mi espalda. Lo mire por unos segundos hasta que él acabo con el silencio.

—¿Que rayos fue lo que te...? —no lo deje terminar la frase.

—Mira Max no era yo y estaba alterada en ese momento, antes de decir algo más que te ofenda cómo lo hice cuando estábamos allá déjame decirte que lo siento en serio-le interrumpi, él me miró —Y... No era yo en ese momento, no sé cómo hice más nada, disculpa, disculpa, disculpa... Soy la cruel lo sé y si querés puedo no sé hacer lo que tú ...

Entonces está vez el fue quien me interrumpió:

—No me refería a lo de temprano —corrigió —sino a lo de tu espalda, ¿Por qué tienes esa zona así tan... Áspera?

Tonta.
Soy.
Yo.

Nunca dejo terminar a los demás y luego me toca pasar la vergüenza por si sola.

—Una vez fui atropellada en la autopista con mi padre, veníamos de compras y yo no me fijé en que venía una moto y bueno lo demás fue producto de algo mágico diría yo...

—Solo preguntaba eso.

Nos quedamos en silencio así un rato, sin mirarnos, yo me quedé fue mirándole su cuello, la habitación se veía de un color oscuro un morado, sentí un poco de frío, en si, no llevaba puesta una cobija o algo que me tape completa. Trata de mostrarme lo más calmado.

—Nunca te dije que era un monstruo por muchas razones —comenzó a decir Max, yo iba a abrir la boca para decirle que no tenía porqué explicarme —No Montse, tienes que saberlo.

Se levantó de la cama con cuidado y me observa, yo por mi parte fui a encender la luz. Luego me devolví para sentarme frente de él, eso hice para saber cómo lo dice, para saber si en sus ojos le afecta.

—Hace mucho tiempo, antes de que yo naciera, mi padre descubrió una nueva raza de monstruos gigantes, él quiso ser uno de ellos para enamorar a una reina monstruo, él, se inyecto sangre de ese monstruo que había encontrado muerto, ese pedazo que aún le quedaba con sangre... La extrajo toda en lo que pudo y luego se hizo cargo de desaparecer el cadáver de ese monstruo —contó Max —mi padre se la inyectó pero no hubo efecto en él, solo siguió siendo el mismo, lo botaron de la empresa donde trabajaba así que se dedicó a estudiar otra carrera básica, psicología pero  en si era un científico que estaba adicto a todo lo nuevo, mi padre había descubierto este mundo, aquí fue donde extrajo esa sangre y la llevo a donde vivía.

»luego de eso, mi padre se enamoró y olvidó todo sobre los monstruos, mi madre... Él cuando mi madre salió embarazada se hizo cargo de ella porque sus padres se la entregaron con maletas, papá ya era maduro y dependía de él mismo. Se la llevó a casa y la cuido durante los meses de embarazo pero... En el feto había algo extraño, no era un niño sino un monstruo, por supuesto papá tuvo que esconder a mamá de muchos monstruos que llegaron a casa en busca del niño.

»cuando dio a luz mi padre me llevo una noche escondida de mi madre hacia su laboratorio, me estudio y dio que yo tenía un cerebro avanzado capaz de saber casi todo, también que tenía un ser más dentro de mi, como alguien que sería mi otra alma. Papá emocionado me llevo a una máquina para hacerme más poderoso y entonces... Hubo una explosión en la máquina donde yo absorbí todo la energía que se encontraba por el lugar, yo... En si soy alguien con poderes obligados gracias a mi padre. Luego mamá al tener a Emily desapareció sin dejar rastros.

Si su padre quería un mejor hijo lo tuvo, pero si quería un monstruo también lo tuvo, por motivos de eso él es diferente muy importante también, es un monstruo... Su sangre es gracias a la que su padre se inyecto y esos monstruos lo buscaban a Max para llevárselo a donde pertenece. ¡A este mundo! Max pertenece es a este mundo ¡Joder por está razón!

—Lamento que hayas sido  rata de laboratorio-me límite a decir —No veo que seas tan mal monstruo.

Eso me salió así de la nada, sin planearlo, el sonrió sin mirarme.

—No soy un monstruo cualquiera —me dice con una sonrisa retorcida —Soy un titán, un gigante monstruo, eso que viste hoy no es nada comparado con mi verdadera transformación, yo con solo transformarme mataría a cien personas, soy de un gran tamaño. Y no quiero eso.

Ladeó la cabeza, saber que es gigante no me afecta en nada.

—Yo soy un vampiro pequeño, dentro de mi hay un demonio —Confieso —Si ese demonio se llega a transformar yo me convierto en una persona con dos cuernos y alas oscuras. ¿Me entiendes? ¡Somos iguales!

Max negó con la cabeza y me miró, se acercó a mí, quedamos más cerca, me sostuvo las mejillas.

—si, lo sé y eso no es todo —le mantuve la mirada —me importas y no es por la promesa es por esa maldita sensación de que me estoy empezando a dar cuenta que tú... Ay, joder como explicarlo —se detuvo a mirarme —No soy bueno admitiendo las cosas para nada pero tú me llamas la atención de una manera salvaje, tan... Excitante.

—¿Y que es lo que afecta? —pregunte-Ambos nos queremos Max, yo no sé cómo pudiste fijarte en la persona más estúpida y torpe del mundo pero tu me gustas...

Ni sé que bebida tomé en esa gala para estar confesando todo esto. Por Drácula parezco historial cliché.

—Y tú me estás enamorado a mi, ya no quiero seguir con esta farsa... Quiero que nos dejemos llevar quiero hacerlo ver lindo y haría lo que sea...

Sin Max corto la distancia y me besó, ese beso de él fue lento, fue ya nuestro beso que ambos si estábamos más que de acuerdo, sus labios son tan expertos que empezaron con movimientos seductores, salvajes pero deliciosos. Nuestras respiraciones estaban aceleradas de una manera normal. Me lleve mi mano a su nuca, le tome también su cabello, Max compartió su lengua con la mía, ya todo estaba más fuerte, más picante, más... Ya solo deseaba más y más... No me importaba lo demás, tenía hambre de él, ganas y más pero...

—Pero no podemos pasar nada más del beso —se separó de mi mientras me veía-Soy un titán, una raza griega de monstruos gigantes diferentes a las de las historias, y por ley tengo mi sangre azul si la riego en ti... Habrá alguien más afectado.

—¿Se puede regar rápido? —me di cuenta del error así que lo decidí corregir —Digo, lo sé pero... ¿Y si no?

—No puedo arriesgarme a dañarte, eres linda, libre, sana, y me gustaría que me pertenecieras, pero la última vez que estuve con alguien... Mi monstruo tenía sed de ella pero de matarla, la odiaba y... Esa noche al yo despertar estaba ella en mis brazos cubierta de sangre.

—¿Tú la lastimaste?

—Evidentemente sí y científicamente no. —max sonríe de lado lo que me hace sentir algo extraño y sin verme lo dice —soy un monstruo y si mi naturaleza así lo quiere... Tengo que permitirle el acceso.

💜——🔮——💜

Han pasado las horas de la madrugada y aún no he podido dormir bien, algo está mal, algo ocurre en mis pensamientos que nada me deja pensar exactamente.

Tuve sueños con el infiltrado, sueños donde me mostraba el rostro de una persona sonriente y luego torturado. Ese sueño me desperté y Max también lo hizo, me abrazó unos segundos para luego volver a besarme y quedarnos dormidos. Pero... Todo llegó tan rápido, de momento, y sobre todo... La pista que tanto buscaba.

Me levanté tan rápido como pude sin ver si mis acciones despertaban a Max o no. Solo tenía que hacer lo siguiente y eso hice, me levanté corriendo a rebuscar entre mis cosas algo que había.

Una chispa, algo me iluminó tanto por lo que me hizo buscar entre mis cosas el libro. En el libro estaban cosas, pistas, y tenía la seguridad que había leído algo.

Abrí la primera hoja de él luego avance a las últimas páginas, ahí, como si por arte de magia alguien me hubiese dicho que estaba la pregunta correcta. Ese libro era uno de los que mi padrino Filadelfio me lo había obsequiado y nunca lo leí hasta ahora. Y me arrepiento de no haberlo hecho antes.

"Dentro de un mar con olas está una persona extraña, alguien cuyo cabello de Rapunzel es, cuyo ojos nublados son, cuyos datos sabe y se cree inteligente, una fachada bajo su traje se esconde, sabe manejar jet, es atento, está en los problemas y él... Siempre aparece para llegar al rescate, es una mentira nunca le creas, cuidado puede ser la segunda persona "

Si, había una segunda persona, conocí a Max pero antes de Max conocí a Jasper, luego a Max y después a... Claro, es la segunda persona en todo:

Entonces ahí los recuerdos de Max se me hicieron visibles:

El día en que Max salió herido del barco:

De un momento a otro alguien estaba detrás de mi, había una persona. La sentía incluso su respiración en mi cuello... Esa persona luego se dejó ver y pude comprobar quien era el responsable:

Max que fue lo que...

Dam toma al niño, llevarlo a la señora y da tu la orden de despegar las jet-le pidió Max a dam-Hazlo rápido...

Ya sabía quién era.
Y los demás tenían también que saberlo.

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