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"El Caballo"

Desconocido…

Espero pacientemente en la cama mientras escucho el agua de la ducha caer en el baño. Miro la habitación y me río, todo aquí es tan patético, tan simple.

Siempre he pensado que soy alguien superior a toda la gente que comúnmente encuentras en este lugar. Más astuto, más inteligente que cualquiera de ellos. Me gusta mirarlos y ver cuan difícil se le hace todo, ver como se estresan por pequeñas cosas o como se emocionan por otras.

El agua deja de caer y la puerta del baño se abre. Él sale secando su cabello y me mira sin expresión alguna, no puedo evitar reírme.

—Tú siempre tan cálido —le digo y me ignora.

—¿Qué haces aquí? —me pregunta.

—Tenemos un problema —le informo—. Él vió las cámaras de seguridad.

Su actitud de "todo me vale un pepino" se borra y al instante sus manos me agarran del cuello y me empuja contra la pared, suelto un quejido de dolor cuando el impacto me golpea, sus ojos me miran con furia y odio.

—Te dije que nada podía salir mal —me dice con rabia.

—Tranquilo, nada va a salir mal —le digo con dificultad mientras su agarre en mi cuello se aprieta—. Ya he solucionado eso.

Suelta un bufido de frustación y me suelta alejándose. Recupero mi postura y tomo fuertes respiraciones para recuperarme.

—Ella no debe saberlo aún, no estamos listos —dice mirándose en el espejo—. No vamos a perder el maldito juego.

—Claro que no lo vamos a perder —le digo y se gira bruscamente mirándome con odio.

—No hablaba contigo.

—¡Ah! Claro —me río.

Me da una mirada de advertencia y levanto las manos en señal de rendición, molestarlo no es un buen plan. Aunque soy peligroso, no he conocido a alguien que lo sea más que él.

—¿Tienes todo listo? —me pregunta y asiento—. Si algo sale mal, lo pagarás con tu sangre y ganas de matarte no me faltan después de lo que pasó.

—Eso fue un imprevisto, no volverá a pasar.

—Él no puede tocarla —me advierte.

—Te dejé tu juguete debajo del colchón, ten cuidado —le informo y camino hacia la puerta.

—No me decepciones caballo —cierro la puerta y se asoma por la ventanilla—. Mi victoria depende de ti.

Paso mi credencial para cerrar la puerta y camino hacia la salida de esta ala.

Transformo mi rostro en esa imagen angelical que les muestro a todos. Y como decía mi madre: Vuelvo a convertirme en el diablo disfrazado de ángel.

Olive me observa desde su habitación con miedo como siempre, abro la puerta y entro sonriendo.

—¿Qué quieres? —me pregunta entre lágrimas.

No respondo simplemente la tomo del brazo y la hago caminar junto a mi.

—Hay un viejo amigo que quiere saludarte —camino con ella y él me observa riendo desde su habitación.

Ese amigo la saludará de una forma muy sangrienta.

♟♟♟♟♟

Oh oh

¿Quién es esta persona al que llaman caballo?

¿Qué pasará con  Olive?

Capítulo corto pero importante

Los quiero♥