Miércoles.

SeokJin estaba demasiado furioso el día anterior, para evitar asesinar a sus súbditos se encerró en el bosque y destruyo algunos arboles, el día había pasado y su furia disminuía, aunque aun no estaba listo para ver a nadie.

Su padre espero a por su regreso hasta la mañana del miércoles, al ver que Jin no daba señales de vida se resigno, marchándose nuevamente a Seúl para tomar un avión a Londres, claro que dejo una carta para su preciado hijo.

SeokJin regreso a la mansión a eso de las nueve de la noche, estaba mas tranquilo, Ken lo recibió volviendo al suelo pidiendo disculpas -Levántate Ken- ordeno, su plebeyo se levanto rápidamente -No tienes porque disculparte, lamento haber reaccionado así- hablo sonriendo.

Ken sintió sus lagrimas caer, mas solo asintió una y otra vez -Gracias Mi amo.

SeokJin desordeno los cabellos ajenos -Pide a los empleados que preparen mi baño, descansare esta noche.

Ken asintió rápidamente, muy contento corrió hasta la parte trasera de la mansión, donde pidió amablemente a las chicas preparar el baño y la cama del amo, la orden fue acatada en menos de dos minutos.

SeokJin ingreso en la bañera, sus músculos se relajaron en cuanto el agua hizo contacto con su piel, relajándose por completo dejo que su cabeza reposara en el borde de la tina, se sentía en paz.

Emergido en su propio mundo de relajación no noto la presencia de alguien mas, tampoco se dio cuenta cuando este ingreso a la misma bañera, cuando el inconfundible aroma de Min llego a su olfato, despertó de inmediato, sus ojos vieron como las prendas blancas del Cazador se empapaban con el agua.

-Jinnie- susurro el piel pálida, acomodándose en el pecho desnudo del vampiro.

-Y-yoongi- musito sin aliento.

Sus colmillos estando al descubierto avergonzaron al vampiro, estar cerca a ese cazador era todo un problema -¿Por que me dejaste solo?- pregunto moviendo su dedo circularmente en el pecho de Jin.

SeokJin mantenía su sonrojo, la cercanía de Min estaba causándole problemas, ¡Aléjate! Gritaba en su mente -Y-yo... Lo siento- ¿por que me disculpo? ¿Tengo la culpa de algo? ¡Mierda y mas mierda!

Yoongi sonrió siniestro, sus ojos color marrón cambiaron respectivamente a unos color verdoso, alejándose un poco de SeokJin se acomodo mejor, inclinándose levemente separo sus piernas para rodear a SeokJin -No vuelvas a dejarme solo, Jinnie- pidió acercándose a su cuello -O tendré que beber de ti- dicho esto clavo sus dientes en la curvatura que hay entre cuello y clavícula.

El dolor

Jamás en su vida sintió tan horroroso dolor, ni cuando el rayo concedió su poder divino, ni cuando su padre le golpeo por un error, jamás había sentido dolor... Ahora, gritaba en agonía pidiendo piedad, dolía, sentía que carne seria desgarrada y su vida se iría con el viento.

Yoongi bebió solo un poco de sangre, sus pequeños pero temibles colmillos dejaron una adorable marca en el vampiro, cuando se separo se sintió satisfecho de ver al vampiro tiritando en agonía.

-No me vuelvas a dejar solo- sentencio antes de salir de la tina, su ropa empapada dejo un rastro en el suelo, pero Min parecía importarle poco.

Estático y llorando, SeokJin vio como aquel demoniaco cazador salía del baño, aun temblaba y el ardor en su cuello era insoportable, Ken no tardo en llegar pues escucho los gritos de su amo, al verlo sangrando y tiritando entro en pánico.

-¡Amo!- grito.

Sus sirvientes alterados por el pánico de Ken, corrieron a socorrer a su amo, quien a duras penas entendía lo que sus súbditos decían -¡Amo! ¡Amo Jin!

Con ayuda de Ken y Choi logro salir de la tina, la servidumbre lo vistió y seco, de igual forma lograron parar el sangrado, claro que fue toda una tortura para el Kim. Así terminaron por organizar su cama y llevarle la cena a la cama.

-Amo- llamo Choi, SeokJin levanto la mirada -¿Qué ocurrió?

Me mordió, quiso responder, aun sentía esos dientes en su cuello, recordar la sensación fatigante que sintió en ese momento hizo que SeokJin sintiera su cuerpo estremecerse.

-Mi señor- Ken ingreso a la habitación sujetando un teléfono en mano -Su madre pide hablarle.

Tomando el teléfono inicio la platica con su madre, esta estando preocupada por lo dicho por Choi y Ken, no entendían que había sucedido y SeokJin no estaba dispuesto a contar lo sucedido.

-Entiendo, estaré bien... Si, tranquila... Esta bien, lo estaré esperando... Cuídate madre.

La llamada finalizo y sus dos plebeyos le miraban en curiosos -Amo Jin, ¿contestara a mi pregunta?

SeokJin negó -Quiero descansar, por favor retírense.

Ambos jóvenes asintieron, tomando el teléfono y al mismo tiempo los trastes, ambos salieron de la habitación dejando que SeokJin descansara, claro que eso no pudo hacerlo, quería aliviarse y dejar de pensar en el Cazador, mas cuando sus ojos se cerraban el ardor incesante lo perturbaba.

Una hora de completa tortura, su cuerpo tiritaba, el sudor no se hizo esperar y el terrible dolor parecía incrementar con el pasar del tiempo, los gritos y terribles lamentos resonaron por la mansión, aunque los empleados quisieran ingresar, SeokJin no les permitía el paso.

A las once y cincuenta de la noche sus gritos fueron mas tenues pues su garganta ya no liberaba la misma potencia de voz, en esos momentos Min Yoongi se levanto de su cama, tomando una almohada salió de sus aposentos, a paso lento y mirando de mala manera a los tres plebeyos que se mantenían en la puerta de SeokJin suspiro.

-Largo- ordeno severo.

Dudosos y con miedo al pálido, obedecieron a su orden, en cierta forma la fragancia de Yoongi había cambiado, o eso pensaban los tres híbridos que caminaban de regreso a la plata baja.

-Eres una molestia- se quejo Yoongi al ingresar a la habitación.

SeokJin quien estaba sentado sujetando el lado izquierdo de su cuello, lo miro asustado -Sal de aquí- pidió tratando de gritar.

Yoongi camino hasta estar frente al vampiro, quien descubrió lo agrio que resultaba ser la humillación -No puedo dormir por tus gritos de mierda- se quejo rodeando la cama y dejando su almohada en el lado vacío de esta.

-¡Es tu culpa!- grito -¡Estas loco! Los cazadores no deben beb-

-No soy como los cazadores normales, ya deberías saberlo Vampiro idiota- SeokJin le miro con odio profundo, odiaba su aroma delicioso, odiaba tenerlo cerca, odiaba que lo mirara de esa forma -Elegí a un Vampiro del rayo, ningún vampiro del rayo sintió tanto deseo por mi sangre. Te castigue como solo yo se hacerlo y ahora quiero dormir.

-Vete a la mierda, quiero que te largues de mi casa, déjame en paz, puedes jugar con otros vampiros, deja de molestarme a mi- SeokJin exploto, no soportando toda la presión que llevaba en su pecho -¡Maldición! Esto es culpa de mi padre, he perdido muchas oportunidades por estar jugando a la niñera, me han dejado dos meses atrás, además de que no soporto ese maldito aroma...

Yoongi escucho atento como el vampiro se quejaba, entendía parte de lo que este decía, al igual que él no estaba muy a gusto con ser cuidado por vampiros, siempre los odio, desde que tuvo uso de razón deseo ver correr la sangre de aquellos demonios. Por desgracia, Min Yoongi no estaba destinado a asesinar Vampiros por su cuenta.

-SeokJin- interrumpió al mayor -Cállate- ordeno, SeokJin suspiro e hizo caso -Muy bien, ahora acércate.

SeokJin trago saliva, tenia miedo, mucho miedo -No- objeto sin moverse.

Yoongi soltó un leve suspiro, subiendo a la cama y posicionándose en medio de las piernas ajenas quito la venda que cubría la marca -Eres un desastre- comento.

La sangre no dejaba de salir, tirando la venda al suelo se acerco lo suficiente para lamer delicadamente la herida, SeokJin quien temeroso mantenía sus ojos cerrados con fuerza, se sorprendió al sentir la suavidad de la pequeña lengua ajena, se siente bien... Se sentía en el cielo.

-¡Ah!~- gimió inconscientemente.

Yoongi siguió lamiendo hasta que se canso y se quedo dormido en el hombro ajeno, Jin ya no sentía dolor, ahora tenia una pequeña erección -Mierda- susurro para si mismo.

Con el cazador encima, apresándolo tanto de piernas y brazos, tuvo que soportar sus ganas de querer masturbarse, al mismo tiempo luchaba con sus terribles demonios para no beber la sangre del cazador.

Esta será una noche muy larga.