Cap. 6

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Pov: Lucía

-Amor ¿qué pasa? Estas pálida.- escucho decir a Tom, pero yo no se que responder, no sé como abrir los labios. Verlos a ellos dos ahí parados en la puerta de la casa que en ocasiones comparto con mi amiga aterra, da escalofríos. Es imposible que justamente unas horas después de Moni dar a luz aparezca él, es imposible.

Por qué diablos aparece ahora ¿por qué no apareció antes? No sé , dos meses después de Moni y yo saber del embarazo o cuatro tal vez, que se yo, pero no ahora, por qué diablos decide aparecer ahora.

  ¿Qué haremos? ¿Qué hará Moni? Quizás él le quiera quitar al bebé o tal vez no, quizás se haga el cabrón y no quiera hacerse cargo de Lucas, todo puede pasar; quién quita que sea de esos malditos que sólo disfrutan y los problemas se los dejan a las chicas.

     Total, el hijo de su gran madre no dió señal después del jaleo, comió, se limpió y adiós. Ni siquiera en las esporádicas conversaciones con Math salió a relucir el tema. Él nunca me preguntó si entre ellos pasó algo, así que eso quiere decir que no le importancia el desgraciado.

De un momento a otro tido es lejano a mi alrededor, empiezo a escuchar susurros y pasos acercarse, el bebé se mueve en mis brazos y ahí es cuando la razón vuelve a mi y decido darme la vuelta pero ya es tarde, él ya lo ha visto.

-Déjame verlo.- le escucho exigir.

Mis acciones se paralizan, ya no hay vuelta atrás, todo se ha ido a la mierda.

Lucas se retuerce en mis brazos al instante de escuchar la voz de Frank, es como si supiera quién es, como si supiera que es su padre.

-Amor ¿de dónde salió ese bebé?

-Yo...- los nervios me acorralan, el miedo despierta en mi y solo lágrimas brotan de mis ojos. Niego con la cabeza y corro a la habitación de Monica.

-¡Lucía detente!.- escucho que grita, pero yo no me detengo. Trato de llegar dónde está Moní con un Lucas moviéndose más que una culebra y el pisandome los talones.

   Intento caminar lo más rápido que el bebé con sus fuertes movimientos me permiten pero no puedo, es como si las escaleras se hubiera movido de lugar...

-¡Que te detengas he dicho!- siento como un fuerte y frío brazo me hala hacía atrás y una voz bastante enojada grita en mi oído.

-Frank suéltala, por favor-  exige  Max no muy lejos de mi. Miro a Max en busca de ayuda, creo que es el único ya que es su amigo le puede controlar, pero siento aún la presión de Frank en mi y el miedo crece cada vez más. Aprieta demasiado fuerte, tanto que siente el crujir de sus dedos al rededor de mi carne.

Unos pasos se escuchan bajar las escaleras de forma apresurada y se que aquí va arder troya en cuestióneme segundos.

-¿Qué coño son esos gritos Lucí? ¿Qué pas...?- la voz de mi amiga se apaga al notar a dos personas más en la casa, una de ellas bien enojada. La voz de mi pobre amiga se detiene al darse cuenta que en medio del pasillo está el mismísimo Frank, el hombre que le dejó una tremenda navidad en su panza, el hombre que hizo que su vida diera un maldito pero hermoso cambio.

Todo se vuelve silencioso, frío, nadie hace un solo movimiento, hasta el gruñón de Lucas se queda quieto. No se cuantos segundos o minutos pasan, sólo se que el silencio me agota y decido romperlo.

-Hola amor- es lo único que me logra salir en forma de murmullo. Max me mira y sonríe negando a pesar de lo incómodo que se siente todo- No vayas a pensar mal, no es nuestro hijo- termino diciendo rápidamente y él sin más suerte una carcajada.

-Eso lo sé bebé, es más que evidente que ese caballerito firma Francisco Liechtle por todas partes.- afirma el cómo si supiera todo con sólo mirar a mi Lukis.

   Mis ojos buscan los de Monica y en los de ella veo sufrimiento, angustia, desesperación. Es un licuado de emociones que sé podrá aguantar por poco tiempo, así que decido intervenir.

-Creo que no es bueno especular cariño.

-Y ¿entonces de quién es?- gruñe Frank- No ves que es idéntico a mi, no hace falta que me lo dibujes y demás para saberlo, él me pertenece.- afirma

-¡Y una mierda!- grita Moni desesperada arrebatándome al bebé.- Ve a mear para otro lado perro que aquí no tienes terreno.

-Creo que todos debemos calmarnos, vamos a sentarnos y a hablar de forma civilizada. No es necesario alterarnos.- Tom trata de mediar y, es el primero en dirigirse a la sala y sentarse, mientras que yo hago lo mismo.

   Ambos nos quedamos esperando por Moni y Frank, mismo que después de unos dos minutos más o menos copian nuestra acción .

   Cada uno de nosotros nos miramos, hasta el gruñonsito nos mira, todos a la espera de que alguien explique lo que está pasando y es mi querida amiga la que lo hace y en realidad es a ella a quién le corresponde hacerlo por más difícil que sea la situación.

- Lucas es mi hijo..-

-Y mío- gruñe Frank interrumpiéndola.-

-¡Es sólo mío-! vocifera Mónica enojada.- Lo llevé nueve jodidos meses en mi vientre, le di justamente ayer a luz, es mío.

.-Aquella vez que estuvimos juntos resulta que las pastillas fallaron y quedé embarazada, yo no sabía nada de ti, ni siquiera tu apellido, Lucí tampoco, sólo sabíamos que eras amigo de la persona que mi amiga conoció también esa noche. Imaginé que para ti fue un acostón  y ya, así que al no saber nada de ti, ni siquiera a través de las esporádicas conversaciones de tu amigo con mi amiga, eche cara y saqué la barriga a camino. Lo mismo pienso hacer con Lucas, no te necesito.

-Te equivocas, mi hijo crecerá conmigo, bajo mi techo. Yo le daré todo y tú no me lo prohibirás. Serás su madre y tienes razón, fuiste un acostón de una noche, pero ese revolcón dió fruto al próximo heredero de mi linaje y estará conmigo quieras o no.- termina diciendo Frank.

-¡Ya te dije que no estarás en su vida! Me importa una mierda quién seas, no permitiré que me apartes mi hijo.- grita mi amiga desesperada.

    Francisco se levanta del mueble, sus ojos, mismo que antes eran del mismo color de su hijo, se tornan rojos, es como si le hubiese caído sangre en ellos. El rojo es tan intenso que todo en él se torna oscuro y asusta, asusta por que es imposible que un ser humano lleve sus ojos a esa tonalidad de color. Gruñe, un gruñido fuerte, cual animal enjaulado, encabronado, demasiado enojado, capaz de descuartizar con sus filosas garras a quién se atreva acercarse. Aprieta los puños con mucha fuerza, tanta que temo se rompa los dedos y afirma con una voz escalofriante y pausada.

-Dije que crecerá conmigo, no me importa lo que digas o hagas y de ti depende lo que pase en lo adelante.-

    Una vez dicho esto da la vuelta y se marcha. Siento un beso en la mejilla de Tom para luego salir detrás de su amigo, imagino que a calmarlo,  mientras que escucho como mi amiga suelta un pequeño gemido de angustia, como Lucas grita tal vez por la partida de su padre y como se escucha el palpitar de mi propio corazón...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro