Capítulo 27:

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Capítulo 27: La amenaza de lluvia estaba cerca y bajo un día de calor y humedad, donde las cigarras indicaban la proximidad de una tormenta, eran más que evidentes que indicaban que en poco tiempo comenzaría a llover sobre la región de Gensokyo.


A su vez, Mordecai junto con sus amigos habían comenzado recorriendo la Aldea Humana, donde se podía ver cómo se iban preparando para un nuevo festival que tomaría lugar en unos pocos días.


- Vaya, que rápido que ordenan todo. Dijo Rigby, sorprendido de ver semejante rapidez en la limpieza.


- Tienes razón y se ve que lo hacen rápido por el tema de la tormenta. Les señaló Eileen hacia los Cielos que se estaban poniendo negros.


- Me pregunto cómo serán las tormentas aquí. Quiso saber Papaleta y vieron llegar a Cirno con Letty Whiterock. 


- Las tormentas en Gensokyo son tranquilas, pero les recomiendo que tengan cuidado, hoy ha habido humedad y eso significa que se formen algunas tormentas medio intensas, así que mucho cuidado. Les aconsejó la chica, mientras que en los Cielos iba avanzando la línea de tormenta.


- ¿No creen que deberíamos volver a la Mansión Scarlet, todos? Sugirió Benson.


- Creo que sería una buena idea. Lo apoyó Skips y se pusieron en marcha, cuando en ese momento, empezaba a levantarse viento.


A su vez, dentro de la Casa Yakumo:


- Mierda, mira esa tormenta, papa. Dijo Leopoldo, quien le temía a aquellos fenómenos meteorológicos.


- Tranquilo, Corazón, mientras que esté contigo, no te va a pasar nada. Le prometió Yukari Yakumo, quien lo abrazó.


Por su parte, en la Mansión de los Campos de Girasoles:


Montana se encontraba caminando por las oscuras habitaciones y los pasillos, parecía una película de terror al ver que todo el lugar estaba bajo una completa oscuridad, buscaba a Yuuka por todas partes pero no aparecía en ningún lado.


- ¿Yuuka? Preguntaba él por su novia de cabellos verdes, sin que se diera cuenta de que ella se encontraba arriba del techo, acechando al joven argentino como una fiera a su presa.


Fue bajando las escaleras, buscando a la peli verde, sin saber que ella iba detrás de él, ya que con cada rayo que caía, iluminaba todo a su paso, ella avanzaba, bajo un fuerte color rojo de sus ojos y sus cabellos finos caían sobre los hombros de Montana.


- ¿Qué será esto? Se preguntó el joven, quien buscaba a la fuente responsable de todo ese suceso, pero sin hallarlo.


Se dirigió ahora hacia la puerta de entrada a la Mansión, donde se topó con que  la tormenta estaba azotando a la región, poco viento pero el agua era como si fuera el Diluvio Universal.


- Será mejor volver adentro. Se dijo así mismo y cerró la puerta, pero no sin antes sentir que una respiración profunda se podía escuchar en todo el lugar.


Volvió a girarse, pero no encontró a nadie, simplemente podía sentir una extraña presencia pero Yuuka no estaba por ninguna parte, fue entonces que empezó a asegurar todas las partes de la Mansión por si acaso, era mejor prevenir que curar.

Y así fue, pero sin darse cuenta de que Yuuka lo estaba acechando, mientras que la lluvia continuaba cayendo junto con los rayos y truenos allí afuera.


- ¿Yuuka? Se volvió a preguntar Montana, mientras que subía las escaleras y podía ver como aumentaban las lluvias al caer sobre Gensokyo, detrás suyo no la vio llegar.


- ¡TE COGÍ! Gritó Yuuka, dando un clásico grito al estilo de "Las Plagas" del Resident Evil 4, lanzándose sobre su novio, para luego llevárselo a su habitación.


Mientras tanto, con Sergi en la Mansión Scarlet, se encontraba jugando al Call of Duty con Flandre, Thomas y Koakuma, cuando, de golpe, sintieron aquel terremoto en el Norte.


- Yuuka otra vez violándose a su novio Montana, pobre de él, ya Eirin se va hacer millonaria con las operaciones que le hace a los huesos de Montana. Se lamentó el español.


- ¡Jajaja, te gané, Koakuma! Festejó Flandre.


- ¡AGH, no puede ser! Gritó la Sucubo, frustrada por haber perdido en su campaña contra Sergi y Flandre.


- Bueno, ya, Señor Koakuma, no hay por qué llorar, le podemos ganar en el FIFA 2017. Le aconsejó Thomas.


- ¡No! ¡Tengo algo mejor para vencerlos! ¡Partido de fútbol en los Jardines ahora! Sentenció la pelirroja.


- ¿Segura, Koakuma? A mi hermana le va a caer mal si entramos todos empapados y con barro en los zapatos. Preguntó Flandre, al ver que no era una buena idea ir a jugar con la lluvia que caía.


- Está bien,tiene razón en eso, Señor Flandre, mañana o cuando se pueda. Ahora, ¡¿Qué tal una partida online del GTA? Propuso la Sucubo.


- ¡Me apunto! Dijo Sergi y empezaron con aquel juego, mientras que la lluvia seguía cayendo.


Volviendo con Mordecai y Nube, ellos volvieron hacia Eientei, donde los estaba esperando Reisen, ya que por la lluvia, Kaguya e Israel continuaban durmiendo hasta que les diera ganas.


- Oigan, ¿no creen que esta lluvia es demasiado? No sé, tal vez ocurrió algún incidente. Quiso saber Reisen.


- No lo creo, tal vez lo sepa la Sacerdotisa Hakurei Reimu, por ahí o tal vez es una lluvia normal. Alegó Tewi.


Justo en ese momento, desde la Mansión del Bosque del Bambú Perdido, se vieron una serie de explosiones de fuego, ya que Mokou estaba, junto con Eddy, de evitar que el agua subiera desde los arroyos.


- No, ahí tenemos la prueba. Le respondió Mordecai.










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