Capítulo XI

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Capítulo XI:

Tic, tac, tic, tac, ese sonido tan meticuloso y tranquilo puede convertirse en lo último que una persona del Mundo llegará a oír mientras que presentaba una profunda dentellada en su piel, una repugnante mancha de sangre negra y una infección bacteriana que lo conducía, lentamente, hacia el shock tóxico y la muerte...seguida de la reanimación de su cuerpo, levantándose para atacar a los otros que no eran como él. Y aquello se estaba convirtiendo una auténtica "postal" sobre cualquier zona urbana, sin importar su tamaño. La llegada de aquellos grupos puso en vilo a la población, la cual observó cómo uno de esos camiones con el símbolo de la "CEDA" avanzaba, transmitiendo su mensaje a través de los parlantes que tenía y sus primeros agentes, protegidos con equipos anti-contaminación biológica iban, acompañados por la Policía, ingresando en los primeros domicilios de los barrios, llamando a las puertas y pidiendo a la gente que respondiera a sus preguntas.

- "Se ha producido un nuevo surgimiento de la "Pandemia Z" que azotó al Mundo tiempo atrás. Por favor, que no cunda el pánico, obedezcan las instrucciones y órdenes que el personal les proporcionará, así como también en responder a sus preguntas y someterse a una prueba de detección del "Síndrome Sangriento".- Hablaba uno de los científicos desde los altoparlantes ubicados en la parte superior de los camiones.- "Repito: Se ha producido un nuevo surgimiento de la "Pandemia Z" que azotó al Mundo tiempo atrás..."

Aquello fue tomado, al principio, como una burla, sin embargo, los grupos más violentos de los barrios marginales, aprovecharon la situación para cometer actos vandálicos como el saqueo y destrucción de la propiedad pública y privada, entre estos casos se podían señalar los incendios en edificios y ataques contra la Policía, la cual comenzó a desplegar a los "SWAT" como los "Escuadrones Anti-Motines", los cuales iban acorazados hasta el cuello, protegidos con cascos, escudos y que portaban armas con las que disparaban balas de goma, gases lacrimógenos y de que contaban con camiones hidrantes y perros junto a las porras para detener a todo aquel que se negara en acatar las órdenes. Lo cierto fue que eso no sirvió de mucho como para detener la creciente oleada de disturbios y ésta empeoraría con el paso de las horas.

Aquella mañana, la primera en abrir los ojos fue la Dra. Marikawa, quien se refregó los mismos con sus manos, bostezó y fue hasta el baño para lavarse la cara, pero, justo cuando se puso de pie, ésta oyó un sonido cercano, acercó la mirada y notó un grupo de cinco camiones de Bomberos que se dirigían hacia el Norte de la Ciudad de Chicago, desde donde se alzaba una inmensa columna de humo negro, proveniente de un edificio en llamas. Y no solo eso, sino que también se podían ver ambulancias y patrullas de la Policía ir y venir por todas partes.

- "¿Qué raro? ¿Habrá habido un atentado?".- Pensó y aquello no era tan descabellado, ya que EEUU tenía uno de los índices más desalentadores en tiroteos escolares y establecimientos públicos, así que no podía estar errada en su teoría.

No le dio mayor importancia y caminó hasta el baño, en donde se fue a lavar los dientes y la cara. Una vez que terminó eso, la rubia comenzó a cambiarse, tomando una camisa blanca, corbata roja, una falda negra con sus zapatos del mismo color y un abrigo por el día. Acto seguido, justo cuando fue hasta el comedor, allí se encontró con Takashi y Rei. El novio de ella preparaba el desayuno y la chica leía el periódico que había comprado afuera.

- Buenos días, Dra. Marikawa.- Saludaron ambos a la joven rubia con respeto.

- Jeje, buen día, chicos, ¿cómo amanecieron los tórtolos?.- Devolvió el saludo con una pregunta inocente, llevando a que los dos se miraran con rubor en sus mejillas, teniendo que mantener su secreto bajo llave.- Oh, no se preocupen, escuché todo pero no voy a decir nada.- Prometió e hizo el gesto de que sus labios quedaban "sellados".-

Justo cuando Shizuka tomaba asiento, Saeko y Aiden fueron los primeros en entrar, saludando a sus amigos y sentándose.

- Veo que han descansado muy bien, chicos.- Les miró el Nor-Irlandés, mientras que servía café para todos ellos.

- Sí, nos ha venido bien esto.- Dijo Takashi, sirviendo la comida y esperaban a que vinieran Saya y Hirano, los cuales arribaron unos segundos después, dando por comenzado el desayuno.

Todo iba tranquilo, sin muchas novedades, pero, en uno de los departamentos que tenían al lado, comenzaron a oírse extraños sonidos: Gruñidos, objetos como sillas y mesas que caían por doquier, siendo lanzadas como proyectiles contra algo que iba hacia los ocupantes de dicho lugar.

- ¡Jason, tranquilo, ¿qué te pasa, amigo?!.- Oyeron el grito de uno de los inquilinos, mientras que llegaba hacia el departamento del grupo de Takashi.-

- ¿Qué estará pasando?.- Se preguntó el castaño y fue a ver.

Salió afuera, caminó unos metros hasta dar con la puerta del departamento, podía notarse un extraño silencio en aquella planta, no se oía mucho movimiento, sin embargo, un par de vecinos habían salido para ver lo que ocurría.

- Oiga.- Le llamó un hombre de mediana edad.- ¿Usted lo escuchó?.- Preguntó y el japonés asintió con la cabeza.

- Iré a ver, por favor, hagan espacio y métanse en sus departamentos.- Ordenó y obedecieron al pie de la letra.

El chico cerró el puño y golpeó la puerta pero ésta cayó, estrepitosamente, contra el piso, siendo recibido por un inmueble totalmente revuelto. Ni más bien puso un pie dentro, la madera crujió, en el suelo podían verse rastros de sangre que conformaban una línea que iba hasta una de las habitaciones. El living parecía una zona de guerra, se podían apreciar libros y papeles por doquier, incluso una enorme biblioteca había sido usada como barricada pero no sirvió de mucho. La mesa también estaba hecha a un lado junto a las sillas pero cuando Takashi avanzó, cuidadosamente, un sonido tan familiar le llevó a que abriera sus ojos como platos.

En el Centro de dicha sala podía verse a alguien arriba de un cuerpo, masticando algo y cuando la persona que hacía eso se volteó, ésta lo miró como si fuera algo más para hincar el diente. Se levantó con torpeza, tenía restos de carne humana entre los dientes junto a la boca empapada de sangre y ahora iba a por más, sin embargo, el chico fue más rápido y agarró la pata de una de las sillas que había allí, cargando contra el oponente y golpeándolo repetidas veces en la cabeza hasta que se desplomó contra el piso, dejando toda una estela de sangre y materia gris. Soltó aquel objeto contundente y respiró varias veces, intentando recuperar el aliento de lo que había visto, no solo con sus propios ojos, sino también de aquel Pasado tan aterrador y que creían haber dejado atrás.

Fue entonces que salió de allí, los vecinos se aproximaron pero el chico los miró a todos con seriedad.

- Busquen al encargado del edificio, que los evacúe inmediatamente y llamen a la Policía.- Pidió y cuando aquel hombre de mediana edad iba a preguntar, un grito provino de otro departamento, seguido de varios más que helaron la sangre, provocando el caos dentro de aquel lugar, en especial cuando una mujer salió de allí junto a su marido e hijos, llevando maletas y corriendo hasta el coche que tenían en el estacionamiento subterráneo.

- Hm, clásico de estos malditos hippies. ¡Vuelvan a Connecticut!.- Les insultó aquel vecino, cosa que Takashi se le acercó.-

- Si yo usted, haría lo mismo.- Aconsejó con seriedad.

- Pero ¿qué ocurre?.- Preguntó un hombre de piel morena.

- ¡Harry, escucha esto!.- Le llamó su novia al afro-americano, cosa que los demás vecinos ingresaron en el otro departamento, donde una chica de cabello oscuro tenía la radio encendida.

- "Atención a todos los habitantes de la Ciudad de Chicago: Se ha detectado un peligroso brote del "Síndrome Sangriento", aquel que trajo a la vida a los muertos vivientes. Esta zona va a ser evacuada inmediatamente, mientras que habrán varios barrios que se convertirán en territorios puestos en cuarentena hasta que se calmen las cosas. Por favor, mantengan la calma, no cedan al pánico y obedezcan las órdenes que la Policía y el Ejército les entregarán".- Hablaba uno de los Directores de la "CEDA" desde el Ayuntamiento.

- Esto es una broma, ¿no?.- Quiso saber aquel inquilino.

- Si piensa que estoy jodiendo, entonces vaya al departamento al que entré, verá que no estoy equivocado.- Respondió Takashi, mientras que se iba de allí y volvía al suyo, mientras que muchos de los inquilinos iban saliendo de allí y ponían rumbo hacia sus coches para escapar cuanto antes.

Él mismo sabía que era cuestión de tiempo antes de que el caos estallara en Chicago.

Saeko se encontraba con Aiden en el balcón, mirando hacia las calles de la Ciudad, cosa que le llamaba la atención que más columnas de humo negro estuvieran alzándose hacia los Cielos. Tanto la Capitana del "Club de Kendo", así como también el Nor-Irlandés tenían una extraña sensación, sobre todo en la primera, ya que no podía dejar de mirar hacia aquella zona. De golpe, una explosión hizo estallar los cristales de la planta de un edificio que tenían a pocos metros, por lo que se tuvieron que proteger, en especial cuando volaron los restos de las ventanas como metralla.

- ¿Qué mierda?.- Se preguntó Aiden y notó, con horror, como unas figuras, unas personas pero que caminaban de forma torpe y envueltas en llamas, se lanzaban hacia el vacío.- ¡Dios!.- Exclamó con asombro y fue hasta Saeko.- ¿Estás bien? ¿Te lastimaste?.- Le preguntó a su novia, la cual solo había quedado con el pitido de la explosión en sus oídos, algo que duraba unos pocos minutos y luego volví a la normalidad.

- Descuida.- Le tranquilizó ella y se fue levantando.- Fue como si hubieran tirado un petardo pero nada más.- Respondió con tranquilidad.- Sin embargo, tengo la sensación de que algo grave está ocurriendo.- Sostuvo y él la apoyó.

- Takashi.- Oyeron la voz de Rei, quien estaba el living cuando se produjo la explosión y fue hasta su novio.

- No tenemos tiempo, hay que irnos de aquí.- Pidió y fue hasta el armario donde guardaban las armas y municiones.

- ¿Qué? ¿Por qué?.- Quiso saber Hirano y de ahí notaron que Saya había prendido la televisión, en donde se podía ver, en varios canales de noticias que transmitían sobre la situación en las calles.

- "Hasta el momento, la "CEDA" y el "CDC" informan de casos de zombies en otros Estados y que pasaremos a citar: La Florida, Mississippi, Tennessee, Kentucky, Idaho, Wyoming, Montana, Dakota del Sur, Dakota del Norte, Filadelfia y Luisiana. Sin embargo y debido a la demora en los datos, puede que todo el territorio nacional esté con la presencia de dichas criaturas. Y sumado a ello, vamos en vivo con Frank Serpo, Director del "CDC", quien está dando una conferencia al respecto".- Mostraba, desde un mapa holográfico, un periodista de aquellos lugares que eran peligrosos y pasaron a otra parte.

Allí, de pie y hablando desde una tarima, aquel hombre se encontraba rodeado de una masa de periodistas, muchos camarógrafos no paraban de tomar fotos y otros grababan lo que podían en medio de las incesantes preguntas.

- "Con respecto a la Ciudad de Chicago, los barrios de Fuller Park, Englewood, Riverdale, West Garfield Park, Lake View, South Loop, Gold Coast y Bucktown quedarán cerrados y puestos en cuarentena hasta que se normalice la situación. Los civiles de ese lugar serán abastecidos por miembros del Ejército y la "Guardia Nacional", contarán con vigilancia aérea para evitar cualquier tipo de altercados y si alguien quiere evacuar, hágalo ahora pero se le hará un examen para ver si no fue atacado. Por otra parte, las "Áreas en Rojo" que ven aquí corresponden a Sacramento, Los Ángeles, Phoenix, Albuquerque, Dallas, Ciudad de Kansas y las Carolinas del Norte y Sur y que, con el paso del tiempo, se irán volviendo más complicadas por la presencia, no solo de zombies, sino también de disturbios".- Relataba aquel hombre de traje y corbata.- "Por otra parte, el "Sistema de Transmisión de Emergencias" va ir repasando los "Refugios Militares", tanto en televisión como la radio. Otra cosa más, las líneas telefónicas están destinadas, únicamente, para situaciones de rescate, no las saturen".- Hablaba aquel tipo con una voz tranquila, pero Aiden lo miraba y analizaba en sus movimientos.

- Me parece que sabe algo que otros no.- Teorizó, llevándose una mano al mentón.-

- ¿Cree que esto tenga que ver con "Defalt"?.- Preguntó Hirano y el Nor-Irlandés asintió con la cabeza.

- Puede ser, sin embargo, será mejor que nos vayamos de aquí...- No tuvo tiempo para completar el resto de su oración, ya que una repentina sacudida tomó por sorpresa a los presentes, además de sentir como un inmenso calor abrasaba todo el lugar.

- ¡¿Qué ha sido eso?!.- Corrió Saya a ver, llegando al balcón y notó que un departamento se estaba incendiando.- ¡Dios, vámonos de aquí antes de que explote!.- Pidió la chica y fueron preparándose para tomar sus pertenencias.

Takashi y Aiden fueron hasta aquel armario donde tenían las armas, las cuales se repartieron entre los presentes, sin embargo, tras el enfrentamiento contra los "Viceroys" y "Fixers" en los callejones hace unos días atrás, las municiones estaban limitadas.

- Mierda, deberíamos buscar una armería o estaremos en el horno.- Señaló Rei.- Nos alcanzarán para unos tres días.- Advirtió, por si llegaban a tener un enfrentamiento contra los muertos vivientes.

De golpe, el olor a humo comenzó a invadir el sitio, esa fuerte "fragancia" impregnaba las fosas nasales, intoxicando sus pulmones lentamente, así que iniciaron la retirada del departamento y poniendo rumbo hacia las calles.

Comenzaron a bajar las escaleras, el pasillo quedó atrás, el humo comenzaba a volverse más espeso, el fuego se intensificaba y afectaría a los otros departamentos, llevando a que se produjeran explosiones por el contacto con el gas, mientras que el caos se desataba en el exterior. En un momento dado, Aiden hizo una seña cuando escuchó que se acercaban pasos por uno de los pasillos de las escaleras, así que pidió silencio y que le siguieran el paso.

No había tiempo que perder. Desde los otros comenzaban a oírse gruñidos, pasos apresurados, gritos que se perdían en la lontananza, algún que otro disparo. La Policía estaba ingresando con los equipos "SWAT" para destruir cualquier indicio de zombies y les acompañaba unas personas, los cuales estaban protegidos con unos trajes anti-contaminación y que, al llegar a los pisos mencionados, registraban a los que no habían sido atacados y a los que sí, llevándoselos, además de sellar los departamentos con unas cintas amarillas y unas palabras negras que decían "No pasar. Riesgo Biológico".

Pronto, el grupo de Takashi y Aiden lograron salir al exterior, en donde un grupo de científicos les revisó de que no tuvieran ninguna mordida, dándoles la vía libre para dirigirse a las calles y toparse con el escenario en el que se encontraban ese preciso momento: Un verdadero cataclismo ante la vista simple. Incendios, disturbios, autos volcados, en llamas, chocados contra las luminarias y postes eléctricos que estallaban cuando los cables que chispeaban hacían contacto con el combustible derramado contra el pavimento. Los "Servicios de Emergencia" no daban abasto y aquellos miembros con trajes anti-contaminación se movían con prisa, sacando a las personas que no habían sido atacadas, mientras que encerraban a las que sí lo fueron, en unos camiones y éstos partían de allí con un rumbo "desconocido", excepto para ellos.

Nunca los volverían a ver.

- Vamos, Nicki, atiende, vamos.- Pedía Aiden, quien estaba intentando con llamar a su hermana, sin embargo, no había forma de establecer conexión.

- Cayeron las líneas, ¿no?.- Preguntó Rei y el Nor-Irlandés asintió con la cabeza.- Mierda, tendremos que movernos y averiguar qué pasó.- Sostuvo la chica.

- Sí, pero...- Aiden señaló hacia los miembros con trajes especiales.- La "CEDA" y el "CDC" deambulan por la Ciudad, vamos a que tener cuidado. No vaya a ser que nos quieran interrogar y esta es una valiosa lección en sus entrenamientos: El sigilo. No levanten sospechas.- Pidió Pearce y comenzaron a moverse de allí, alejándose del edificio de apartamentos.

[Y con este capítulo hemos llegado a la "Parte Central", pero ojo, no piensen que el final se acerca, no, aún no y falta todavía.

Aiden y sus amigos han dejado el edificio y se internan por las peligrosas calles de Chicago en busca de respuestas, ¿qué clase de peligros, además de los zombies, encontrarán? ¿Cuál será el próximo movimiento de "Defalt"?. Eso lo veremos en el capítulo que viene.

Cuídense, amigos. Mando saludos y agradecimientos para daniele583, Linterna Verde Franco junto a los demás seguidores.

Les deseo un buen excelente comienzo de semana, Camaradas y nos estamos viendo en el capítulo que viene.].

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro