Capítulo XII

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Capítulo XII:

Desde el aire, un helicóptero de las noticias captaba lo que parecía ser una inmensa "marea" de coches que iban saliendo, a paso de caracol, por los principales accesos, puentes, autopistas, rutas y arterias que la Ciudad de Chicago poseía, mientras que, desde abajo, podían verse las columnas de humo en los edificios y calles junto a las luces de los patrulleros de la Policía, las ambulancias y camiones de Bomberos que acudían para apagar los incendios desatados por vándalos, pandilleros y gente de mala semilla y que cometían robos y disturbios para su propio beneficio.

- "Soy Phil Hudson reportando, en vivo, desde el Cuartel General para el manejo de emergencias del "Jared Smith Center". Tenemos informes de los incendios en el Sector Oeste de Chicago, la gente de esas zonas debe ser muy cuidadosa. Si el fuego se acerca, evacúe a su familia y diríjase al refugio militar más cercano. Una vez más repasaré la lista de los sitios establecidos por el Ejército: "Regional Police Precint 22" en el 239 de la Avenida Ellington, "Old City Hall" en el 55 de la Calle Mill y el "Jared Smith Center for the Performing Arts" en el 26 de la Calle King. Amigos, traigan todos los suministros que puedan. Estamos necesitados de comida, agua, ropas, baterías, bengalas, armas y munición. Este ha sido Phil Hudson informándoles todo lo que ha estado ocurriendo durante cada hora mientras se pueda".- Hablaba aquel periodista desde aquel "Punto Seguro".

Aquello había sido oído por el grupo de Pearce, quienes habían dejado aquel edificio de apartamentos y se encontraban en las calles, con sus armas y poniendo rumbo hacia la búsqueda de respuestas ante tanto misterio desatado. Hirano se encontraba revisando las cajas con munición y cuando Takashi se acercó, éste notó que su amigo de lentes negaba con la cabeza, dando una noticia muy lamentable.

- Tal y como vimos en el departamento: Nos alcanzarán hasta la próxima semana, si es que no tenemos una emboscada del tamaño de un Ejército por parte de los zombies.- Advirtió el muchacho peli negro.

- Entonces usaremos los objetos contundentes que encontremos hasta que hallemos una armería.- Dijo Takashi, dando ánimos a los presentes.-

- Estoy con él, lo primero será abastecernos con todo lo que tengamos, luego buscaremos un modo de hallar respuestas.- Le respaldó Rei y se quedó pensativa.- Oigan, tengo una idea.

- Dinos, adelante.- Pidió Aiden, el cual estaba comprobando un auto pero éste no quería arrancar.

- Ese tal "Defalt" debe estar detrás de todo esto. Propongo que encontremos su casa, podríamos averiguar en dónde se encuentra.- Propuso esa idea.

- No es mala, el tema es que la señal para rastrearlo es muy baja debido a las interferencias.- Señaló Saya y se les presentó aquel problema en cuestión.

- Tal vez no todos los lugares tengan interferencias.- Habló Aiden, dejando el vehículo que había probado.- Puedo llevarlos a "El Búnker" y que lo usemos como refugio.- Propuso el Nor-Irlandés.

Nadie dijo nada al respecto, habían oído hablar de ese sitio por parte del "Justiciero de Chicago" cuando se produjo el primer desastre zombie, sin embargo, una cosa era escucharla de boca de esa persona, pero de experimentarlo, de vivir una cosa era distinta.

- ¡Eso es perfecto!.- Exclamó Rei.- No debe estar lejos, usted decía que se hallaba cerca de aquí.- Recordó y cuando Aiden asintió con la cabeza, le hizo una seña con la mano para que bajara la voz.- Oh, cierto, sí, perdón, me olvidé, es que...jejeje.- Río pero eso no importó, ya que, por el momento, no parecía haber peligro a la vista.

- Sin embargo, lo que dijiste sobre el domicilio de "Defalt", si no me falla la memoria, aún recuerdo dónde era su hogar, ya que, cuando tuvimos que recuperar los archivos de los servidores de "Iraq", "T-Bone" se había metido dentro de su hogar, así que no es lejos de aquí.- Señaló y le siguieron el paso.

("Desolate Streets", OST de "Silent Hill")

https://youtu.be/RrjgsYCMZQs

Aquello parecía haber sido sacado de una película de terror, pero era real. Por donde alcanzaba la vista, solo podían ver coches chocados, en llamas, sus cristales regados por todo el pavimento, el olor a combustible y cables de los postes que cayeron por los accidentes de tránsito, misma situación le había ocurrido a los semáforos; así como también estaban los cuerpos de los que no tuvieron tanta suerte y sucumbieron ante el hambre de aquellas horrendas criaturas. Los negocios por los que pasaban, casi todos estaban con barricadas y tapiados con tablones de madera gruesa para evitar saqueos, de los otros no se podía decir mucho, ya que no quedaba nada dentro, incluso podía ver algún que otro patrullero abandonado y con sus luces encendidas, habiendo intentado detener, sin éxito, los desmanes provocados por el terror.

- Esto supera a lo que se vivió en Tokonosu.- Comparó Saeko aquella situación.

- No estás equivocada en lo absoluto.- Dijo Shizuka con pena en su voz, ya que había visto un coche en el que toda una familia había muerto accidentada.- Pobres niños, un Futuro por delante que tenían y se los arrebata un demente.-

Para Aiden, oír esas palabras del Pasado eran dolorosas, esos recuerdos de cuando habían sido emboscados por Maurice Vega y su acompañante en aquel túnel con dirección hacia Pawnee junto a sus sobrinos, Lena y Jackson, el momento en el que el tirador sacaba un sub-fusil con silenciador, el disparo contra uno de los neumáticos, el aire que se escapaba, cuando perdió el control, a pesar de todos sus esfuerzos por estabilizar el coche y de ahí...silencio absoluto. Mientras que iban caminando con cautela, cuidándose las espaldas de cualquier enemigo que saliera desde las sombras, el Nor-Irlandés volvió en sí cuando una mano se apoyó en su espalda y notó que Saeko era la responsable.

- Te quedaste pensativo un rato, ¿estás bien?.- Preguntó la Capitana del "Club de Kendo".

- Tranquila, no pasó nada.- Respondió el castaño y de ahí prosiguieron con el avance hasta que, de golpe, ella paró a los presentes, señalando hacia el fondo de la calle, en donde unas escaleras daban acceso hacia una vivienda que se encontraba allí y que conformaba un grupo de apartamentos.- Es aquí.- Dijo Aiden y Takashi con Rei tomaron posiciones de defensa, además de revisar que el área fuera segura.

- No hay moros en la costa.- Informó el chico de cabello castaño.

- Desde mi posición tampoco veo enemigos, pero esto parece ser temporal.- Advirtió Rei, ya que, desde la lejanía, podían oírse los gruñidos de los zombies, además del gorgoteo y los fluidos como saliva y sangre que caían al piso, haciendo su eco.

Una vez que el perímetro fuera seguro, Aiden se reunió con ellos.

- Escuchen, esto es lo que haremos: Saeko y yo vamos a entrar en el departamento de "Defalt", ustedes se mantendrán en alerta por si ven algo y en el caso de que ocurra lo mencionado, ya saben qué hacer.- Les dejó sus instrucciones.

- Pan comido, no te preocupes.- Respondió Saya, tomando su arma.

- Lo mismo digo, será fácil.- Alegó Hirano y quedaron con Takashi, Rei y Shizuka.

Las chicas tomaron posiciones en las escaleras de piedra y los dos chicos se ocuparon de los alrededores. Aquel castaño podía sentir que, tarde o temprano, un ataque de zombies podría producirse, aunque no se sabía, con exactitud, el tiempo, solo podían aguardar y prepararse para ese momento. A lo lejos, Hirano divisó un camión que había chocado contra la fachada de una casa de dos planas, regando el piso y la calle con los escombros, además de haberse incendiado por el contacto entre la gasolina y los cables, los cuales despedían un olor a quemado impresionante. Por los Cielos, Takashi alzó la vista y miró a los helicópteros que pasaban, no podía distinguir, debido al humo, si se trataban de la Policía o el Ejército, pero se los notaba por toda la Ciudad.

El interior de aquel edificio estaba vacío, si podía tratarse de algún signo de vida, lo único que habían eran cadáveres de personas que habían sido atacadas, pero también estaban aquellas que tenían una bala en la cabeza, por lo que Saeko se arrodilló y comprobó el estado de los fallecidos, tanteando por el piso y encontrando casquillos de armas de asalto pesadas.

- Aquí estuvieron los militares. Parece ser que "Defalt" tuvo la "suerte de no estar aquí".- Señaló la novia del "Justiciero de Japón".-

- Me cuesta creer que hayan hecho esto.- Se lamentó Pearce.- Revisé a la mayoría de estas personas, esas no tienen ninguna herida infligida, los ejecutaron de forma extrajudicial.- Señaló con bronca en la voz.

- Se nota que, cuando les das mucho poder, terminan corrompidos y no distinguen de su misión.- Sostuvo Saeko, meando la cabeza y de ahí escucharon un sonido que provenía desde las escaleras. Azuzaron los sentidos, la vista de ambos quedó clavada en un zombie que bajaba, torpemente, las mismas, tambaleándose y parecía que su cuerpo sufría espasmos por cómo se movía. La peli lila no demoró ni un segundo, por lo que su novio atacó al oponente, distrayéndolo y ella decapitó al muerto viviente con su katana, regando el piso con su sangre y la cabeza que tuvo sus últimos movimientos antes de perderlos.

- Muy bien, andando, revisemos el departamento de ese hijo de puta.- Ordenó y ambos corrieron hacia arriba.

Encontraron la puerta de aquel inmueble, la cual hallaron, sospechosamente, sin llave.

- Muy raro todo esto; pero tengo una idea.- Dijo Pearce y sacó uno de sus objetos para llamar la atención del enemigo, el cual consistía en un pequeño aparato para reproducir sonidos y así atrapar a los oponentes. Arrojó aquello al interior del departamento pero no se detectó nada, ni un solo movimiento o el disparo de una alarma que alertara de intrusos. No era buena señal, sin embargo, al ver que el tiempo estaba en su contra, procedieron a meterse dentro y encontraron que el interior se hallaba vacío.

Con un rápido movimiento, Aiden y Saeko fueron hasta el dormitorio que tenía "Defalt" y de ahí notaron que su notebook se hallaba conectada y encendida. El hacker murmuró para sus adentros y se sentó en la silla, comenzando con su labor para hallar respuestas. Misteriosamente, lo que había allí era sumamente confidencial, ¿por qué lo había dejado todo intacto y no lo destruyó?.

- Mira esto.- Señaló Aiden a Saeko.- Este es un sistema de seguridad de última generación, de los más severos que hay para proteger sitios como museos, archivos e instituciones científicas.- Mostró aquello en la pantalla.-

- He oído hablar de ello, en Japón colocaron una gran cantidad de éstos, en especial en los aeropuertos y centrales nucleares, sobre todo después del "Accidente de Tokaimura" de 1999 y el "Terremoto del 2011".- Hizo mención de aquellos dos incidentes tan lamentables en la Historia de Japón.

- Recordar el primero es lo más repugnante que haya visto y oído. Hay que tener un estómago fuerte para no vomitar.- Mencionó Aiden y con una serie de rápidos movimientos, logró meterse dentro de aquel sistema y notó algo que lo dejó pasmado.- ¡Qué hijo de puta! ¡Mira!.- Señaló hacia la pantalla y Saeko quedó con la boca abierta.

- Pero si es aquel edificio de investigaciones que mencionó tu amigo, Raymond.- Recordó la Capitana peli violeta.- Esa persona no está en sus cabales, desató una nueva plaga sobre la Tierra.

- No solo eso, tal vez haya llegado hasta allí y esté buscando lo que quería: Logró desatar esta calamidad, pero, ¿y si todavía quedan frascos con material biológico?. Imagina la fortuna que amasaría con eso en sus manos.- Teorizó Aiden, mostrando las posibles consecuencias de ello.

- Lo peor es que se lo vendería a cualquier grupo terrorista a un precio sumamente extravagante. Hoy en día, cualquier facción radical puede conseguir hasta armas químicas para emplearlas contra sus enemigos. Si en Sierra Leona se empleaban diamantes para que los "Señores de la Guerra" pudieran continuar con la "Guerra Civil" y financiarse, es obvio que "Defalt" utilizará lo que encuentre allí para su propio bien, sin importar el dolor de los otros.- Añadió Saeko y era cierto.

- Tienes toda la razón. Ven, será mejor que nos vayamos para allá y lo detengamos.- Pidió Aiden y juntos partieron de allí, con rumbo hacia donde les estaban esperando sus amigos.

Pero cuando se pusieron de pie, éstos oyeron algo que provenía desde una puerta que daba a una habitación, ambos se prepararon para abrirla y ver qué o quién se encontraba en su interior. Con cuidado, Aiden y Saeko se fueron metiendo dentro, armados con la porra y la katana, ambos notaron una figura que se levantaba del suelo, dando la impresión de que se había tropezado con algo cuando entró por la ventana, cuyos cristales yacían desparramados por doquier. Sin embargo, la figura de las sombras se puso de pie rápidamente, notando el peligro y sacó una escopeta que portaba consigo.

- Wow, amigo, ¿qué pasó?.- Preguntó, de forma amenazante, a los dos.- ¿Acaso no saben tocar a la puerta?.-

- Un momento, esa voz..."T-Bone".- Reconoció Aiden y salió de las sombras.

- ¿Aiden? ¡Gracias a Dios, hijo de puta, el susto que me pegaste!.- Río Raymond Kenney y ambos se dieron un fuerte abrazo de reencuentro.

- Me alegra muchísimo saber de que estás bien, amigo. Creí que te había pasado algo.- Dijo Pearce, cosa que el otro lanzó una risilla.

- Tranquilo, "Defalt" tendrá que mandarme hasta el Ejército para querer tumbarme. Sin embargo, he estado siguiendo el rastro de esa rata desde hace horas y como se escapó, vine para buscar alguna evidencia pero parece que se me adelantaron.- En ese momento, Raymond miró a la acompañante de su amigo.- Oh, por cierto, usted debe ser la Capitana Saeko Busujima, mucho gusto y disculpe la falta de modales míos. Raymond "T-Bone" Kenney, un placer en conocer a la futura esposa de mi amigo.- Alegó el hacker, mostrando sus respetos y de ahí, eso último, provocó un sonrojo en las mejillas de la joven ante esa "visión" del amigo de Pearce.


De vuelta en las calles, Takashi y sus amigos continuaban con la vigilancia, no parecía haber movimiento alguno y eso era lo más preocupante de todo. Los zombies no aparecían por ninguna parte y por donde él mirara, era como una zona de guerra que aumentaba más por donde avanzaran más adelante. Hirano dejó su posición y caminó hasta unos metros detrás de ellos, estirándose y haciéndose sonar la espalda.

- Esto es raro, ninguno de esos podridos anda por aquí.- Observó Saya.- Algo no debe de estar yendo bien en todo esto.- Advirtió y justo en aquel momento, desde la lontananza, un par de calles cuesta abajo, una serie de gruñidos y rugidos ahogados se hizo presente. Con horror, notaron que un enorme Ejército de Muertos Vivientes iba en dirección hacia ellos, por lo fue preparando las armas.

- ¡Takashi!.- Le alertó Rei y disparó a la cabeza de una mujer zombie que venía hacia su novio, habiendo aparecido de la nada misma. El chico reaccionó rápido y en un segundo, la cabeza de aquella rival estalló por el impacto de la bala de escopeta que le dejó, haciendo volar restos del cráneo, masa encefálica y sangre que empaparon el piso hasta desplomarse contra el mismo.

- ¿Y eso?.- Quiso saber "T-Bone", quien se aproximó hasta una de las ventanas y notó lo que estaba ocurriendo en las afueras del edificio.- ¡Mierda!.- Exclamó.

- Ya han llegado, ¡estén preparados!.- Pidió Saeko, desenfundando su katana.

- Esperen, descargaré esto. Es evidencia pura.- Les detuvo el amigo de Aiden, quien comenzaba a hackear los servidores de "Defalt" y llevándose consigo toda esa información valiosa.

- Yo iré a ayudar a los chicos junto a Saeko. Nos veremos afuera, amigo.- Dijo el Nor-Irlandés, mientras que éste asentía con la cabeza y se encargaba de su tarea.

En la explanada, había comenzado un infernal enfrentamiento entre el grupo de Takashi contra los zombies. El chico cargó y disparó repetidas veces contra aquellas criaturas, las cuales caían con impactos de bala en la cabeza. Rei daba cobertura para evitar que intentaran ocupar aquella zona, así como Saya y Hirano se encargaban de abrir un "Corredor de Seguridad" para que pudieran escapar de allí.

- Tal y como temía: Igual que en el paso a nivel del "Puente Obetsu".- Recordó el castaño aquel desagradable encuentro con el enemigo.- Misma "técnica" para emboscar a las personas.

No se dijo nada más, justo habían llegado Saeko y Aiden para darles un poco de más de apoyo, así que el castaño le sacó el seguro a su M-16 y disparó una ráfaga que diezmó a varias líneas enemigas.

- ¿Encontraron a "Defalt"?.- Preguntó Saya, quien recargaba.

- No, pero sí nos topamos con "T-Bone", está adentro, ocupándose de los servidores de ese desgraciado.- Respondió a su pregunta, el "Justiciero de Chicago", mientras que le hacía una seña a Shizuka para que se acercara.

- ¿Qué necesitas, Aiden?.- Preguntó la muchacha.

- Escucha, vamos a provocar una "Línea de Fuego". ¿Ves ese camión cisterna?.- Señaló hacia el fondo, en donde podía verse dicho vehículo abandonado. Ella asintió y de ahí vio que el castaño tomaba unas granadas.- Lanza esta granada junto a Saya y Hirano, así diezmaremos a esos podridos.-

Al captar el mensaje, tanto la médica rubia como la peli rosa y el estudiante de lentes esperaron a la orden de Aiden para que lanzaran aquellos proyectiles explosivos contra el objetivo cercano. El "Núcleo" de zombies iba avanzando por aquella calle, necesitaban unos segundos más y así llevaría a cabo su plan con éxito.

- Muy bien, perfecto, ¡así me gusta!.- Exclamó, triunfante, "T-Bone", quien tenía la información descargada al 100%.- Je, ¿ahora quién ríe mejor, pedazo de mierda?.- Se burló de aquel DJ hacker, disfrutando de ese dulce momento. Recogió lo que había obtenido y de ahí se preparó para salir cuando, de repente, una feroz explosión hizo temblar todo el lugar. La deflagración y el temblor causados, provocaron que el ex-empleado de "Blume" cayera al piso y de ahí mirara hacia el exterior.

El camión cisterna había estallado por los aires, una inmensa bola de fuego, seguida de un intenso calor cayó, abrasadoramente, sobre los Muertos Vivientes, los cuales terminaron engullidos y un repugnante olor a carne quemado se alzó e impregnó las fosas nasales de los presentes. Incluso Aiden tuvo que cubrirse la nariz con aquel pañuelo negro que usaba, ya que aquello era sumamente fuerte. Habían volado restos de carne humana por los aires, regando las calles y envueltas en llamas, además de que los podridos dejaron de avanzar hasta donde estaban ellos, sin embargo, eso era una mera distracción.

- Logramos detener su avance, pero si nos cae otro grupo así, estaremos perdidos.- Advirtió Saya, mientras que recogía su arma y se la colgaba en la espalda.- Será mejor irnos, de prisa.

No se dijo más, "T-Bone" salió del edificio y reanudaron la marcha, alejándose de allí. Ya habría tiempo para poder hablar sobre aquel amigo que tenía Aiden, ahora era mejor huir antes de que las cosas se complicaran.

Unos minutos después, el grupo se alejó de la zona de la explosión, pasando por unas calles donde no había mucha presencia de zombies que deambulaban por allí, sin embargo, esa calma podía parecer duradera, pero tenía sus horas contadas. Fue entonces que Takashi se acercó hacia aquel hombre de cabello y barba negra para conversar con él.

- No nos hemos presentado por las prisas: Soy Komuro Takashi y ellos son...- Dijo el chico, mostrando sus respetos.

- No te preocupes por ser formal, chico, los conozco a todos ustedes: Aiden me contó todo sobre ustedes. Tú eres el líder del grupo, ella es tu novia, Miyamoto Rei, hija del Jefe de la Policía de Tokonosu, la Dra. Marikawa Shizuka, Saya Takagi, proveniente de una de las familias más ricas y poderosas de Japón, la Capitana Saeko Busujima del "Club de Kendo" y novia de mi amigo y por último, Kohta Hirano, todo un cerebrito y experto en armas.- Señaló a cada uno de los presentes, cosa que los dejó sorprendidos.-

No se pudo decir algo al respecto, ya que se detuvieron ante un edificio cuya entrada estaba abierta, los cristales regados por toda la escalerilla que conducía hacia su interior, así como también podía notarse que habían sido violentadas de una forma tan aterradora, además de verse unas manchas de sangre que conducían hacia el interior.

- Aquí es la "Zona Cero" donde todo comenzó.- Observó Rei, además de que podía verse que la planta se encontraba en llamas, algo que fue un punto negativo para la investigación.- Qué raro, hasta recién no estaba incendiada.

- Están buscando eliminar pruebas. Mira a tu alrededor.- Señaló Takashi y mostró un tendal de cuerpos que habían fusilados. Se acercó a uno de ellos, lo volteó y señaló lo que tanto se temía.- Estos no son zombies, eran personas sanas, sin ninguna herida.-

- ¿Por qué harían eso?.- Quiso saber Shizuka.-

- Fácil: Estas personas trabajaban para ese laboratorio central y, obviamente, sabían demasiado de lo ocurrido y era mejor silenciarlos para que no cunda más el pánico, cosa que totalmente en vano. Intentan acallar a aquellas voces que pueden plantarles cara, sumado de que, siempre, hay beneficios que están en juego para ellos y que los ponen en primer lugar, antes que las vidas de los civiles.- Recalcó el castaño con seriedad, volviéndose a poner de pie.

- Y no solo eso, miren los edificios de allí: Todos están tapiados con maderas y cintas de contención biológica. Es obvio que lo hicieron por eso, por lo que Aiden dijo, sin embargo...- "T-Bone" respiró profundamente y miró hacia el fondo.- Debemos atrapar a esa rata de mierda, "Defalt" debe caer, ¿quién sabe lo que hará si sale con las suyas?.- Preguntó y aquello era una incógnita, ya que su paradero era todo un misterio.

- Y aún no tengo noticias de Lena, Jackson y Jordi. Sin embargo, tal vez, en "El Búnker", tengamos suerte.- Dijo Pearce.

- Puede ser, pero deberemos buscar algún vehículo para todos nosotros o dos.- Señaló su amigo de cabello y barba negra.

- Lo mejor será ir caminando, antes que nada, debemos conseguir municiones, estamos muy escasos de ellas.- Fue Aiden por el primer paso y reanudaron la marcha.

Las contenciones en los barrios señalados habían terminado, los civiles recibían aprovisionamiento por vía aérea, sin embargo, en otras zonas, la situación era totalmente distinta, en especial en "The Wards", donde los militares, la "CEDA" y el "CDC" se hallaban en serios problemas por la fuerte presencia de pandilleros y civiles armados que se negaban a permitir el cierre de sus territorios, respondiendo con armas de fuego, lo cual atraía a los muertos vivientes un potencial festín.

Desde el "Centro de Crisis" instalado en el complejo gubernamental de Chicago, Frank Serpo había llegado, en helicóptero y acompañado por varios asesores militares y científicos, hallándose el Coronel Ryder White, quien veía la situación desde la enorme pantalla holográfica, en donde aparecían muchos puntos rojos, los cuales no eran indicadores de nada bueno.

- "Equipo Delta", informen.- Pidió una de las operadoras de comunicaciones.

- "Mando, informamos de una importante presencia de civiles y policías en el Centro de la Ciudad".- Habló un Comandante de aquel grupo, pero, en otro lugar, llegaban noticias más funestas.

- "¡Equipo 5 reportando: Disparos cerca del "Hospital Universitario!".- Alertó uno de los Soldados, mientras que se oían aquellos enfrentamientos y se veía como los muertos vivientes salían desde aquel edificio para atacar a los militares.

- "¡Soy el Teniente Jameson, nos están masacrando frente a la Estación Central. Envíen refuerzos, rápido!".- Gritaba un segundo y de ahí las imágenes quedaban a oscuras.

- "¡Por todas partes, están por todas partes! ¡Necesitamos extracción!".- Añadía uno más y luego venía el silencio.

Ni Serpo ni White podían dar crédito a lo frágil que se hallaba aquella Ciudad. El primero se quedó pensativo, cruzado de brazos y mirando a la nada, sin embargo, el militar de cabello negro no pensaba lo mismo, así que se acercó y encaró a aquel joven, quedando cerca de su rostro, a pocos centímetros y listo para soltar aquella "bomba" que tenía reservada para éste.

- Todo un equipo caído en cuestión de segundos en la "Estación Central". Dijiste que ese sitio era seguro.- Le apuntó con su mano derecha hacia la pantalla.

- Y lo era, tan solo fue un pequeño error de margen. Subestimamos al enemigo.- Respondió Serpo.

- A mí me suena de que es una excusa "infantil" lo tuyo. Muchos seguirán muriendo por tu ineptitud.- Le espetó Ryder, cosa que llevó a que el peli negro de lentes y traje se levantara.

- Para tu información, esto es una guerra y muchos murieron enfrentando a esas criaturas en el Pasado; así que no me vengas con tus tonterías. Esa gente cayó para que otros pudieran sobrevivir.- Dijo y el Coronel debió guardar silencio.- Además, en estos momentos, se recolectarán todas las pruebas necesarias para ver si esto no llega a mutar.- Añadió más información.

- Más te vale, porque todavía hay zonas del Mundo con radiación, una más y acabaremos peor que Chernobyl.- Le advirtió Ryder, mientras que se retiraba del lugar.- Y en cuanto al posible causante de todo esto, espero que encontrarlo con vida y llevarlo ante la Justicia.- Concluyó y salió de la Oficina con rumbo hacia las calles para ver a sus tropas.

Aquello parecía haber sido una caminata infinita, pero, para alivio de los presentes, delante de ellos, ubicado en una especie de "isla" protegida por tres puentes; de los cuales Aiden hackeó uno de ellos y pudieron cruzar hasta alcanzar aquella zona, la cual tenía pinta de haber sido una zona de los Puertos de Chicago hasta que dejó de funcionar, debido a la presencia de grúas y conteiner.

- Hemos llegado.- Anunció el Nor-Irlandés, sin embargo, éste notó que la reja eléctrica yacía abierta y un coche estaba estacionado afuera.- Hmmm, qué raro, nadie más sabe de este sitio.-

- Vayamos con cuidado, no sabemos si son los "Fixers" o los "Viceroys".- Sugirió Saeko, quien desenfundó su katana y fueron avanzando con sigilo, evitando hacer algún ruido que pudiera alertar a los posibles "intrusos".

Justo cuando pasaron la reja, un disparo dio contra el piso, llamando su atención de que apuntaran sus armas hasta la posición del objetivo.

- Quien quiera que seas, sal ya mismo, estás en desventaja.- Le ordenó Takashi y de ahí vieron como un sujeto de rasgos asiáticos, cabello y barba candado negra, además de lucir un saco gris, camisa roja con corbata, zapatos y pantalones del mismo color primario, además de portar un rifle de francotirador M107 entre sus manos, se acercó con calma hacia ellos.

- Wow, wow, pero ¿qué están haciendo un grupo de niños con armas de grueso calibre?.- Preguntó con aquel humor ácido hacia ellos.- Hey, Aiden, amigo, ¿no me presentas a la pandilla?.-

- ¿Quién es usted? ¿Cómo conoce al Señor Pearce?.- Quiso saber Hirano, sin dejar de apuntarle.

- Tranquilo, amigo, era solo una broma.- Dijo el Oriental y suspiró profundamente. Luego de ello, miró a su amigo, quien se acercó.

- No sabía de que estabas vivo todavía, Jordi.- Dio a conocer aquel nombre.

- ¿Jordi Chin?.- Preguntó Rei.- Usted es un "Fixer".- Recordó ella y le apuntó con arma.

- Eh, más despacio, niña, que te puedes volar los dedos. ¿Nunca te enseñaron tus padres a no manipular armas sin instrucción?.- Bromeó el peli negro, cosa que a Rei no le cayó para nada bien eso.- Bueno, si me preguntan qué hago aquí, fácil: Iba a irme de Chicago pero no podía irme sin saludarlos. Ja, es broma. Bueno, ya, me estaba por ir cuando esos podridos comenzaron a tomar las calles. Las rutas estaban atascadas y me vine aquí con Tobías Frewer. "Bedbug" logró mantener asegurado el barrio donde viven él y su gente, incluso "Rabbit" le está ayudando, pero con nosotros dos, bueno, no podíamos quedarnos fuera, así que logré encontrar "El Búnker".- Contó Jordi su historia, calmando, aunque fuera un poco, la tensión reinante.

- ¿Tobías está aquí también?.- Le interrogó Aiden y el Oriental asintió con la cabeza, señalando hacia el coche, en donde se encontraba aquel ex-empleado y vagabundo hacker, quien permanecía oculto hasta que salió.

Se acercó hacia ellos, un poco desconfiado, por parte de los amigos de Aiden, sin embargo, al ver al Nor-Irlandés y a "T-Bone", sus miedos desaparecieron un poco.

- Tobías, cuánto me alegra de volverte a ver.- Dijo Aiden a éste.

- Lo mismo digo, amigo y también para Raymond.- Respondió el ex-informático.- Jordi me rescató de unos zombies cuando atacaron la casa donde estaba jugando al poker con unos amigos. Fue toda una masacre.- Les contó parte de su historia.

- Tranquilo, estás a salvo. Ahora ven, tenemos que ir adentro y conocerás a mis amigos, quienes vienen de Japón.- Alegó Pearce.

- ¿De Japón?. Un momento...¡wow, ustedes son los que oí, los que estuvieron con Aiden!.- Exclamó Tobías con emoción.

- Así es, un gusto en conocerlo, Señor Frewer. Mi nombre es Komuro Takashi. Ella es mi novia, Miyamoto Rei, mis amigos, Takagi Saya, Kohta Hirano, la Capitana del "Club de Kendo", Busujima Saeko y la Dra. Shizuka Marikawa.- Presentó el castaño a sus acompañantes y luego a él mismo. La respuesta de aquel ex-informático fue una reverencia Oriental.

- Muy bien, ya nos hemos conocido, ahora ingresemos.- Pidió Rei y de ahí llamaron al ascensor, el cual apareció, ingresaron en su interior.

("The Bunker", OST versión extendida del "WatchDogs")

https://youtu.be/FGtXuNbOgcY

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, delante de ellos podía verse una serie de enormes pantallas que funcionaban junto a las computadoras y ordenadores allí encendidos por los generadores que alimentaban dicho lugar. La boca de los presentes casi se caía al piso, excepto para Aiden, Raymond y Tobías, quienes ya habían estado allí. Misma situación había ocurrido con Clara Liale en el Pasado.

- Amigos, bienvenidos a "El Búnker".- Hizo el Nor-Irlandés aquella entrada a sus acompañantes, los cuales no podían dar crédito de aquel lugar que parecía ser una especie de "fortaleza" inexpugnable en medio del peor desastre de la Historia de aquel país del Norte.

[Caras nuevas, viejos amigos que se reencuentran y en especial "El Búnker". Ahora que están allí, ¿qué pasará con la búsqueda de "Defalt"?. Eso lo veremos en el capítulo que viene.

Mando saludos y agradecimientos para daniele583, Linterna Verde Franco y los demás.

Cuídense, amigos y buen inicio de día Miércoles de mi parte, Camaradas.

Hasta la próxima.].

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