Capítulo XVII

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Capítulo XVII:

[Nota: Esto es algo que siempre debo acordarme y es el tema del tiempo en una historia, de cuánto ha pasado desde los eventos del primer historia. Este fic es un mitad-mitad, tanto post eventos de "WatchDogs" como también toma lugar unos meses después de los eventos de "City of the living Dead". Debí haber sido más despierto en esto, Dios. Lo lamento mucho si los confundí, en especial por la edad de Nicky Pearce. Lo siento mucho, amigos.].

Ahora sí, vamos a la historia.].

La entrada a la Ciudad de Chicago parecía una postal sacada de algún libro de Howard Phillips Lovecraft por el estado en el que se encontraba la misma: Una extensa fila de vehículos abandonados, calcinados, saqueados, cuerpos por doquier de aquellos que no tuvieron la suerte para poder escapar de allí y fueron presa fácil de los zombies. El olor a gasolina y carne quemada era muy fuerte, nauseabundo, casi vomitivo, una sensación que provocaba unas terribles ganas de que el estómago se revolviera ante tan dantesco "espectáculo". Los edificios presentaban un cuadro mucho más lamentable por los incendios, el humo que salía desde los pisos más altos, en especial los que eran de oficinas y departamentos. Un par de coches patrulla de la Policía que habían sido abandonados por sus agentes ante el fracaso de contener a las criaturas reanimadas, desconociéndose de su paradero, además de que las sirenas estaban encendidas junto a las luces.

La sangre "adornaba" el pavimento, podían verse unos cestos de basura y cilindros de metal en los que habían sido incendiados para que la gente tuviera algún punto de referencia para escapar pero eso se convirtió en una trampa letal al atraer a los muertos vivientes. Cruzaron hacia uno de los puentes, el cual se hallaba casi desértico, salvo por algún que otro zombie que rondaba por allí y tenía la "mala suerte" de toparse con el coche de Aiden, el cual lo mandaba a volar por los aires hasta caer sin vida contra el piso. Era noche cerrada y en muchas partes de la Ciudad habían fallas en la energía eléctrica, ya que seguía fallando y titilaban varias veces, en algunos casos se iba y solo Dios sabía qué pasaría con aquellos que estaban en sus casas, protegiéndose como podían.

- Esto tiene que ser un sueño.- Oyeron la voz de Jackson Pearce, quien miraba por una de las ventanas.- Nunca creí que volvería a Chicago...solo para verla arder y quedar reducida a nada.- Se lamentó, mientras que unas lágrimas caían por sus ojos, en silencio y su madre lo abrazaba con fuerza.

- Lo sé, hijo, lo sé, pero tranquilo: Lo importante es que estamos bien, no tienes por qué temer.- Le animó ella, mirándolo a la cara.- Yo estoy aquí, lo mismo tu Tío Aiden y la Señorita Bu...Saeko también.-

- Tu madre tiene razón, Jacks, no temas, que mientras estés con nosotros, todo estará bien. Tranquilo.- Añadió la peli lila, la cual era observada por Aiden, quien comenzó con una llamada por celular hacia "El Búnker".

Dentro de aquel sitio, algunos de sus integrantes yacían dormidos, con excepción Takashi, Saya y Jordi, quien montaba guardia afuera y armado con su rifle de francotirador, acompañado por "T-Bone", el cual revisaba que la red eléctrica que disponían no tuviera ningún inconveniente. Mientras que el castaño yacía enfocado en su labor, éste notó que su celular comenzaba a vibrar, así que lo tomó y se puso a hablar con la persona que estaba del otro lado de la línea.

- ¿Diga?.- Preguntó con tono tranquilo pero serio.

- "Soy yo, estoy volviendo con Saeko, mi hermana y mi sobrino. La ciudad en la que estaban ha caído".- Le contó Aiden desde el coche.

- Mierda, no te lo puedo creer, espera.- Pidió Takashi y comenzó a teclear hasta que dio con los resultados que buscaba.- ¿Se llamaba "Beaver City"?.- Preguntó el joven y Aiden asintió con la cabeza.

- "Resistió cuanto pudo, pero los zombies siguen multiplicándose".- Sostuvo el Nor-Irlandés.

- Por desgracia, ya hay más reportes de esos podridos hasta en Alaska. Las únicas zonas seguras de EEUU son Puerto Rico, Hawai y las Islas Marshall.- Señaló en un mapa, ya que había hackeado uno de los satélites que poseía "Blume".- Aiden, escucha, hemos estado siguiendo el rastro de "Defalt" y...- En aquel momento, un sonido de estática, interferencias, comenzó a hacerse presente en la comunicación.- ¿Aiden? ¿Hola?.

- ¿Takashi?. Hola, dime, ¿qué ocurre? ¿Takashi?.- Preguntó y colgó.- Mierda, algo no me gusta de todo esto.- Sostuvo y aceleró, dirigiéndose hacia "El Búnker".

- ¿Qué sucede?.- Preguntó Saya, quien veía que las comunicaciones tenían un ícono de interferencia.-

- No lo sé, sucedió de golpe. Tampoco puedo establecer la posición de Aiden y los otros. Hay algo que no me está gustando.- Advirtió Takashi y de ahí notaron que la pantalla central comenzó a brillar y titilar bajo un intenso color rojo.

- Hablando del Rey de Roma, por la puerta asoma.- Dijo la peli rosa con un tono serio.- Ten cuidado, no sabemos si un truco de "Defalt" o algo por el estilo.- Advirtió, ya que una extraña "descarga" comenzó a aparecer, una carpeta se abría y con ello empezaba a abrirse una pantalla negra, la cual sintonizó a la persona que se encontraba detrás de todo esto.

- "Hola de nuevo, chicos".- Oyeron aquella voz tan repugnante y burlona.

- Con que al fin nos vemos cara a cara, "Defalt".- Dijo Takashi, quien tenía el ceño fruncido.

- "Oh, vamos, que ni que fuera la última vez, jejejeje, pero ya, en serio. Awww, ustedes sí que han sido un verdadero dolor de cabeza para mis planes".- Señaló con jolgorio y alzó sus manos, revelando las burlas que poseía.

- Sí, claro, causar una nueva "Pandemia Z" para vengarte, vaya que eres alguien muy bajo y cobarde, encima de todo.- Le espetó el castaño, cruzado de brazos, mientras que los demás se iban despertando.

- "Tengan cuidado con lo que deseas, mocoso. Es una lástima que todos ustedes hayan visto morir a tantos amigos. ¿Te debo mencionar a Hisashi?".- Advirtió "Defalt", mientras que hacía referencia a aquel chico que Takashi conoció.

- "Suficiente, "Defalt", no te metas con ellos".- Escucharon la voz de Aiden.

- "Pero miren a quién nos ha traído el destino: Pero si es el "Justiciero de Chicago", su familia y su futura esposa. Bueno, me parece que alguien va a quedarse soltera cuando éste muera".- Aquel tono de voz que tenía dicha persona era de pura saña y desprecio hacia la vida e integridad de los demás. Solo pensaba en sí mismo, no estaba en sus cabales.

- ¿Y cómo piensas derrotarnos?. Tú te has escondido como la rata que eres. Con esa arrogancia tuya, eres igual a Shido Koichi y que espero que esté ardiendo en lo más profundo del Infierno.- Intervino Saeko ante las amenazas de aquel hacker.

- "Veo que tenemos a una valiente que tiene los ovarios como para enfrentarme. Muy bien, veamos si pueden sobrevivir a este "Nuevo Mundo"...al "Mundo de "Defalt". Es simple, si los atacan los zombies, solo deben apretar el gatillo y todo habrá terminado...A menos de que ellos se adelanten. Pero no quisiera estar dando detalles absurdos, así que bueno, nos estaremos viendo, si es que logran sobrevivir. Adiós".- Les dejó aquel mensaje y de ahí se terminó la llamada, además de que los sistemas que habían quedado bajo la interferencia, ahora volvían a funcionar sin ningún problema.

Se miraron entre ellos, no conocían ninguna respuesta a sus preguntas, pero Saeko tenía una extraña corazonada, algo que la inquieta y mucho.

- ¿A cuánto estamos del "Búnker"?.- Preguntó la Capitana peli lila.

- No falta mucho, solo unos 15 minutos.- Respondió Aiden.- ¿Presientes algo malo de este tipo?. Yo también.

- Por desgracia y ya con escuchar lo que dice, te deja más que sorprendido de lo soberbio que es.- Añadió la joven más información con respecto a la personalidad de "Defalt".

No se dijo más, Aiden pisó el acelerador y el auto se internó hacia el Sur, para "El Búnker".

- Todos los sistemas están funcionando a la perfección, sin embargo, por algún motivo, me cuesta creer lo que nos dijo ese tipo. ¿Acaso está loco?.- Les informó Saya a los presentes, aquellos que se habían despertado, siendo éstos Saya, Hirano y Tobías.

- Dios, me cuesta creer que ese lunático siga vivo, ya deben saber lo del secuestro que orquestó contra mí y de que casi mata a "T-Bone".- Se lamentó Frewer de aquellos hechos del Pasado.

- Sí y nos ha dejado una especie de "mensaje". No sé qué quiere llegar o por qué nos lo dice, pero hay algo oculto y lo puedo sentir.- Oyeron a Takashi lanzar esa advertencia.

- Puedo localizarlo. Se cree que es un hacker experto pero solo es un bocón que ha dejado un "rastro", si puedo seguirlo, entonces le daremos su merecido.- Dijo Saya, quien comenzó con su trabajo.

Jordi permanecía vigilando, tenía su arma lista para disparar cualquier enemigo que intentara cruzar hacia aquel sitio seguro. Hasta el momento, solo había derribado a algún que otro zombie que había cruzado el río para llegar hasta las inmediaciones del "Búnker" pero éstos no llegarían muy lejos, ya que un disparo tras otro, en intervalos de siete minutos, los derribaron hasta dejar sus cuerpos inertes sobre la arena, la cual se pintaba de rojo con su sangre y materia gris. El humo del cañón de su rifle de francotirador y el calor del metal seguían presentes. Pronto, volvió a colgarse aquello en su espalda siguió con su tarea.

- No durante mi turno, "amigos".- Dijo con ese tono serio en su voz hasta que divisó unas luces en la lontananza junto al puente del Oeste encenderse, girar y dar la bienvenida a un coche que venía hacia las rejas de la vieja Central de "Blume". Se mantuvo en su posición, la iluminación era poca, apenas unos faroles y otras luces que recorrían el interior pero no el exterior, por lo que dificultaba saber qué clase de peligros podía hallarse ante sus ojos.

Fue entonces que se tiró cuerpo a tierra, posicionado y listo para disparar, su arma apuntaba hacia el vehículo que no parecía detener su marcha. El dedo sobre el gatillo, unas gotas de sudor perlaban su frente, sin embargo, cuando aquel medio de transporte frenó su marcha, llevando a que el Oriental alzara una ceja y desde su interior descendieron los ocupantes.

- No hace falta que dispares, Jordi.- Habló aquel castaño Nor-Irlandés.

- Aiden, ufff, menos mal que llegaste.- Les dio la bienvenida, dejando su posición y de ahí se dirigía hacia ellos.- Y veo que trajiste a tu hermana y sobrino.- Señaló hacia Nicky y Jackson. Un gusto en conocerlos, pero no tenemos tiempo para una charla con café. Estamos en una situación muy jodida.

- ¿Qué pasó?.- Se acercó Saeko.

- "Defalt"; ese hijo de puta, nos mandó un mensaje de que "debemos estar preparados". Los chicos están intentando localizar su posición pero...- De golpe, Jordi no pudo completar su frase, ya que una serie de luces aparecieron desde el puente del Este y Oeste, tomando por sorpresa a los presentes.

- "Es una verdadera lástima lo que ha ocurrido, pero así tienen que ser las cosas. No puedo permitir que ustedes, ratas de mierda, vengan a meterse en mi camino".- Se oyó la voz de aquel enemigo, la cual provenía desde los celulares y computadoras que habían en el interior del "Búnker".

- "Uno siempre dice que la guerra la gana quien posee más armas y tecnología, pero también es cuando eres más listo que tu adversario y le causas severos golpes. Por eso mismo les he enviado unos "amigos" para que les animen sus miserables vidas".- Continuaba aquella transmisión vía Web, dando a conocer lo que tenía oculto, preparado y listo para ser lanzado cual misil.- "Aprendí de que, no importa las veces las que uno caiga al piso, debes ser un hijo de puta con aquellos que te han estropeado la vida. A mí, me quitaron a mi hermano, arruinaron todo un proyecto que tenía en mente, pero, descuiden, hay una "forma" de solucionarlo y es con sus muertes. Así que espero que disfruten de su "velada" con la "Milicia de Pawnee".- Dijo y de ahí se vio como aquellos sujetos armados iban preparando sus armas.-

- "Capitán Ross, que inicien con el asalto".- Dio "Defalt" la orden para atacarlos.

- Recibido.- Confirmó aquel hombre de un solo ojo.- ¡Muévanse, ahora!.- Ordenó y fueron sacando el seguro a sus armas.

- ¡Maldita sea, la "Milicia de Pawnee"!.- Exclamó "T-Bone" con furia ante esos acontecimientos.- ¡Rápido, cierren las puertas, que no pasen!.- Ordenó y Takashi junto a Saya, Hirano y Rei comenzaron con su deber.

- ¡Aiden, Jordi, chicos, entren, de prisa!.- Pidió Saya, mientras que se oía una explosión que tiró abajo las rejas de acero, enfocando la cámara de afuera, en donde un grupo de milicianos habían colocado una serie de cargas C-4 para tirarlas abajo.- Vayan por las armas, tenemos que defender este sitio.

No había tiempo que perder, el peligro que crecía en esos momentos era sumamente crítico, podía sentirse, en el exterior, el movimiento de los coches que conformaban la caravana, la cual iba entrando en los terrenos de la ex-Central de "Blume". Un primer grupo se dirigió hacia donde estaban Aiden y los otros, pero cuando llegaron hasta el coche, uno de sus hombres fue decapitado por Saeko, la cual fue la responsable de dicho ataque. Acto seguido, dos más cayeron por los disparos que Jordi efectuó, posicionado como un francotirador, mientras que Aiden llevaba a Nicky y Jackson hacia el ascensor que los llevaría hasta el interior del "Búnker".

- ¡Pearce, maldito. Sal y pelea, hijo de puta!.- Bramó uno de los milicianos, cuando un disparo le dio contra la cabeza, acabando con su vida.

No se dijo más y Aiden sacó su M-16, la cual quitó el seguro, comenzando con un enfrentamiento contra aquellas fuerzas enemigas.

Unos pocos minutos después, el caos se desató con todo su "esplendor". El ascensor abrió sus puertas y allí aparecieron Takashi, Saya, Rei, Hirano y "T-Bone", disparando contra los oponentes que intentaban alcanzar las posiciones de los demás. Las explosiones se quedaban atrás, algunos puntos estaban en llamas, podía verse como su resplandor alcanzaba los Cielos, alzando las lenguas de fuego y las columnas de humo.

- ¡Por allí, de prisa!.- Señaló Aiden, parapetado contra unos conteiner junto a Saeko y los demás. En un momento dado, otro miliciano se lanzó al ataque contra ellos, por sorpresa, siendo la Capitana del "Club de Kendo" quien lo decapitó con su katana, rodando su cabeza contra el piso y el cuerpo aún de pie, hasta que cayó, dejando todo un tendal de sangre.

El Nor-Irlandés abrió fuego contra una camioneta, de la cual descendieron cuatro sujetos armados hasta los dientes. Uno estaba listo para tirar una granada pero fue Takashi quien lo abatió, provocando que el explosivo rodara por el piso, sin el seguro y que estallara junto a sus compañeros y el vehículo.

Rei, por su parte, iba acompañada por su novio, protegida de los disparos de aquellos milicianos. Uno de ellos estaba por disparar una bazuca, por lo se alejó y la posición en la que estaban terminó explotando por los aires, cayendo sus restos contra el agua.

En "El Búnker", Nicky y Jackson se hallaban acompañados por Tobías Frewer, el cual se encontraba armado con una escopeta cromada que le dio "T-Bone", a pesar de que se había prometido no volver a tocar un arma por toda su vida, éste supo que tenía que cumplir con su papel de defender a la familia de Aiden. Sus dedos se hallaba puestos en el gatillo y apuntaba hacia los ascensores.

- ¿Pueden entrar?.- Preguntó Nicky al ex-informático de "Blume".

- Las entradas se acceden, únicamente, por el ascensor, hacia que no hay peligro; sin embargo, estamos hablando de la "Milicia de Pawnee". Esta gente no se va con tapujos.- Señaló Frewer con seriedad, dando su respuesta a la rubia.

Jackson se encontraba al lado de su madre, sentados en uno de los colchones que habían por allí para que pudieran descansar, pero las explosiones y disparos que provenían desde la superficie, ponían los pelos de punta y los nervios a cualquiera que se hallara allí.

- Si no expulsan a esos infelices, los disparos atraerán a los zombies.- Advirtió Frewer, quien fue hasta las pantallas para ver la situación. Utilizando el "Ctos" con las cámaras de seguridad, mantuvo bajo vigilancia la zona.

Nicky se acercó hacia el vagabundo, quien miraba las pantallas y trabajaba contra el reloj.

- Los puntos más complicados son las zonas de "The Wards" y el Centro.- Informó Tobías a ella.- Pero estos tipos no paraban de venir, es como si no les importara los que están haciendo, van y ponen sus vidas en riesgo pero nada más.- Advirtió, temiendo de que algo mucho más siniestro se estuviera tejiendo allí.

El Capitán Ross miraba la batalla que se seguía desarrollando, las explosiones y disparos aumentaban pero no veía avance alguno, de parte de sus milicianos, para tomar el lugar y asesinar a los que se hallaba allí. Todo eso le parecía demasiado extraño hasta que, desde su camioneta, uno de sus combatientes miró la notebook que llevaba y notó una extraña "mancha". Al principio creyó que podía tratarse de algún derrame de café o de un condimento que tenían las hamburguesas, pero al querer limpiarlo, éste no se fue, sino de que crecía sin detenerse.

Con curiosidad fue a ver qué pasaba y revisó que todo estuviera en orden. Pero cuando dicen que la dura realidad golpea y te hace doler, fue allí en donde aquel informático se quedó paralizado del terror al ver una inmensa marea de zombies que venía en dirección hacia ellos. Sus ojos casi se salían de sus cuencas, abrió la puerta y corrió hacia su Jefe.

- ¡Capitán, Capitán!.- Gritó el muchacho.

- ¿Qué sucede, Roger? ¿Por qué gritas?.- Preguntó Ross, volteándose para ver lo que quería.

- Señor, mire.- Pidió el chico, cosa que llevó a que el otro lanzara un suspiro.

- Si es porque se dañó la comunicación, ya sabes qué hacer.- Sostuvo con seriedad.

- No es eso, mire.- Volvió a pedirle y cuando lo condujo hacia la camioneta, éste le mostró lo que la notebook estaba mostrando. Al principio le devolvió la mirada pero no parecía creerle, pensaba de que estaba jugándole una broma hasta que notó esa mancha que no parecía detenerse, igual que un derrame de petróleo, ésta seguía su curso y cuando pidió silencio, en la lontananza pudo escuchar los gruñidos de los zombies, los cuales venían de a montones hacia ellos.

- ¡Carajo, los disparos los atrajeron!.- Gritó, preso de la furia y tomó su radio.- ¡Oigan, idiotas, retirada, repito, retirada, ahora!.- Les dio aquella orden.

Los enfrentamientos cesaron, aquellos milicianos se retiraron de allí, llevándose a sus muertos y heridos, mientras que partían con rumbo hacia los coches, desapareciendo de aquel sitio. Podía significar de que la batalla la habían ganado ellos, el grupo de Aiden pero el Nor-Irlandés sintió que algo no estaba yendo del todo bien en ese momento.

- ¿Por qué lo hicieron?. Creí que pelearían hasta el final.- Indagó Rei hasta que el castaño dio un paso hacia adelante, justo para donde estaban las rejas que habían caído por las cargas de C-4.

Desde su posición, Aiden pudo divisar aquella "mancha" que iba hacia ellos, sin detenerse, sus ojos se volvieron grandes y corrió hasta donde estaban ellos.

- ¡Ayúdenme con levantar las rejas, de prisa, tenemos que impedirles el paso!.- Pidió el castaño.

Habían pasado de la sartén a las brasas en aquel momento. Un nuevo "round" estaba por empezar.

[Nuevo capítulo y doy este pequeño anuncio: Voy a darle un descanso a este fic desde este día, Viernes hasta el Lunes que viene, para que pueda pensar en el desarrollo de los últimos capítulos, los cuales, vuelvo a decir, serán 25 en total.

No se preocupen, el Lunes vuelvo a escribir. Mando saludos y agradecimientos para daniele853, Linterna Verde Franco, Tarma Jones y los demás.

Cuídense, amigos y nos veremos el Lunes.

Buen inicio de día Viernes y de fin de semana para todos ustedes.].

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