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HELAENA TARGARYEN

—¡Majestad!—Calia corrió por el pasillo tratando de alcanzar a su señora—¡Acaban de ver tres dragones volando sobre la ciudad!

Aemma detuvo sus pasos para mirar a su doncella principal, a su lado Aegon dejó salir una exclamación mirando a su mamá con ojos brillantes.

—¡Papá!—gritó el niño tirando del vestido de su madre—¡Papá!

—Otto, que todos vayan a la sala del trono y que alguien le informe a mi hija—le ordenó al hombre que asintió sin decir nada—. Calia, por favor, arregla a Helaena y llevala a la sala del trono.

—Como desee, Majestad.

Después de recibir las órdenes los dos desaparecieron en direcciones diferentes para cumplir las palabras de la Reina. Aemma miró a su hijo que saltaba en su lugar y se agachó para cargarlo, por suerte lo había vestido con ropa que podía pasar por algo formal. Madre e hijo cambiaron la dirección de su caminata y fueron a la sala del trono donde ya habían varios miembros de la corte esperando a que les dejaran pasar. Dentro de la sala estaba el maester Gerardys, los capa blanca, y la Princesa Rhaenys que se veía ansiosa por ver a su esposo e hijo.

—Prima—Rhaenys la saludo con un sentimiento.

—Prima—Aemma avanzó hasta los escalones que llevaban al trono y los subió quedando detrás de los capa blanca.

—Majestad—Otto apareció seguido de Rhaenyra y sus damas de compañía, Alicent y Laena—, todo está listo.

Ella asintió y ordenó que dejarán pasar a los miembros de la corte. Aegon fue dejado en el suelo y enseguida se aferró al vestido de su madre, intimidado por la presencia de los capa blanca. Calia apareció con Helaena cuando las personas terminaron de acomodarse y pasó la niña a brazos de su madre que la recibió con una sonrisa, Rhaenyra mordió el interior de su mejilla jugando con sus manos, pero al ver a su hermana se relajó un poco.

Todos en la sala estaban murmurando, pero guardaron silencio apenas escucharon pasos acercándose. Por las puertas abiertas apareció un grupo de cinco personas, Viserys, Daemon y Corlys iban al frente y detrás de ellos iban Laenor y Vaemond Velaryon. En la cabeza de Daemon y Viserys se podían ver coronas a juego hechas de huesos, el hermano del Rey tenía una especie de martillo en la mano. Los cinco caminaron hasta llegar frente al trono donde se detuvieron mirando a la Reina.

—¡Papá!—Aegon soltó el vestido de su madre y corrió hacia su padre.

—Mi pequeño dragón—Viserys se agachó cargando a su hijo con una sonrisa.

Daemon puso los ojos en blanco y lanzó el martillo a los pies de Aemma con una sonrisa de suficiencia.

—Una adición para la silla, Majestad, puede tomarlo como un regalo por el nacimiento de mi sobrina.

—Esas son nuevas coronas—señaló mirando sus cabezas.

—Cuando la guerra terminó nos nombraron Reyes del Mar Estrecho—explicó Viserys—, aunque Daemon merece más el título.

—Solo hay un Rey, Majestad—Daemon quitó la corona de su cabeza—. Además, creo que Príncipe del Mar Estrecho suena mejor.

Aegon miró a su tío y una sonrisa apareció en su rostro cuando la corona de huesos fue dejada en su cabeza, casi resbalando por lo grande que le quedaba. Aemma miró a su hija y ella asintió moviéndose para tomar a Aegon de los brazos de su padre, dejando que su madre se acercará a su padre con Helaena. Todos miraron con atención como el Rey recibía a su hija, viéndola por primera vez desde su nacimiento hace una semana.

—Una hermosa princesa—comentó el Rey con lágrimas brillando en sus ojos—, mi dragona.

Con el aplauso de la gente Aemma cambió la corona en la cabeza de su esposo por su corona de oro, los dos se miraron y asintieron.

—Tenemos que celebrar esta victoria—los ojos de Aemma fueron a los Velaryon—, y a nuestro más fiel aliado.

"Estimado Señor de Winterfell,

Es un placer para mí anunciar que mi esposo, el Rey, ha regresado de los Peldaños de Piedra y espera con ansias su visita. Creo que está de más decir que nos entusiasma mantener una relación estrecha con la casa Stark, sería un verdadero honor para nosotros que este compromiso se concretará.

Le deseo la mejor de las fortunas en su viaje y buena salud para toda su familia.

Firma,

Aemma Arryn, Reina Consorte del Rey Viserys I Targaryen, Señora de los siete reinos."

El mensaje a Winterfell fue envíado un día después de la llegada del Rey y se esperaba la llegada de los Stark en los próximos dos meses. Los rumores del compromiso entre las dos casas se esparcieron por los siete reinos y muchos especularon que el compromiso era para la heredera, Rhaenyra solo se reía cuando escuchaba esos rumores. En cuanto al resto de la familia, los Velaryon regresaron a Driftmark una semana después del final de la guerra y como regalo a su hermano Viserys ordenó la anulación de su matrimonio con Rhea Royce, está de más decir que el Príncipe celebró durante dos días enteros. Pero con la anulación de su matrimonio comenzaron otros rumores, esta vez involucrando tanto a Rhaenyra como a Laena.

—Rhaenys quiere concretar un compromiso para Laena—avisó Viserys meciendo a Helaena en sus brazos—, los rumores de su hija involucrándose con Daemon llegaron hasta Driftmark.

—La gente nunca tiene algo bueno para decir—Aemma suspiró con cansancio—, pero creo que sería bueno que acabemos con los rumores de una vez por todas—ella estuvo de acuerdo—. Quizás también debamos considerar el compromiso de Rhaenyra.

—¿Tienes algo pensado?

—Comprometer a Helaena con el hijo de Rickon Stark es un movimiento inteligente, estoy segura que ella tendrá una buena vida en el Norte—ambos miraron a la niña que miraba a su padre con los ojos bien abiertos—. Sin embargo, sería algo extraño que vayamos a comprometer a Helaena cuando no hemos comprometido a Rhaenyra.

Viserys estuvo de acuerdo. Rhaenyra era su heredera, necesitaba encontrar un buen esposo, alguien que fuera lo suficientemente fuerte como para apoyar su reclamo al trono. Pensó en Laenor Velaryon, quizás unir aún más a las dos familias sería la mejor opción, pero al ver el rostro pensativo de su esposa supo que ella ya había decidido quién se casaría con su niña adorada. Claro, Aemma siempre iba un paso más adelante que todos.

—Laena escogió a su prometido ella misma—comenzó ella—, fue ella quién sugirió la unión a su madre.

—¿Rhaenyra escogió a alguien?—cuestionó, pero no quería saber.

—Escogí por ella porque tenía miedo a tu respuesta—Aemma le quitó a Helaena—...decidí que Rhaenyra y Daemon deben casarse.

Viserys miró a su esposa esperando a que le dijera que era una broma, pero ella lo miró con el rostro neutro, esperando su reacción. ¿Qué podía decir? ¿Qué no? Si Rhaenyra quería casarse con Daemon entonces lo odiaría por negarse y Daemon...no quería pensar en lo que podría hacer su hermano si llegaba a negarse.

"Querida prima,

Escuché que Lyonel Strong pidió permiso a Viserys para ir a Driftmark y pedir la mano de Laena para sir Harwin. ¿Intimidaste al pobre muchacho? Seguramente Corlys lo hizo, sé que quizás un matrimonio con los Strong no era lo que buscaba, pero Laena se nota feliz cada vez que la veo hablando con Harwin.

Viserys piensa que quizás sea bueno nombrarlo Comandante de la Guardia de la Ciudad, ya sabes, como Daemon ahora pasa más tiempo en la corte y se nombró a sí mismo la sombra de Viserys. Temo que Viserys llegue a exiliar a Daemon por su insistencia en seguirlo a todos lados, no sabes cuantas veces tuve que detener una pelea entre ellos porque él no se aguanta la lengua cuando está cerca de Otto.

Sobre eso, aún no logramos encontrar algo que lo conecte con el atentado a nuestras vidas, es como si él no tuviera nada que ver, pero todos sabemos que no es así.

Por favor, saluda a Corlys y Laenor de mi parte.

Con cariño,

Aemma Arryn, tu prima favorita."

—Es un gran honor para mi anunciar que mi hija y heredera, la Princesa Rhaenyra, seguirá las tradiciones de nuestra casa y contraerá matrimonio con mi hermano, el Príncipe Daemon—Viserys anunció con una sonrisa, Daemon sonrió con burla desde donde estaba sentado sabiendo que su hermano luchaba por no matarlo—. También es mi honor anunciar el compromiso de mi segunda hija, la Princesa Helaena, y el heredero de Winterfell, Cregan Stark.

Todos aplaudieron, algunos tratando de procesar lo que se acababa de anunciar. Muchos esperaban que el matrimonio con el Norte fuera para la heredera porque sería una buena estrategía, pero atar a los Stark y mantener su casa fuerte con el matrimonio de la heredera y su tío era mucho mejor.

—Esta noche también celebramos a los Velaryon—Viserys señaló al otro lado de la mesa—y el compromiso de mi sobrina, Lady Laena, con sir Harwin Strong.

Otra ronda de aplausos para otro compromiso que nadie había visto venir, muchos envidiando como la casa Strong pasaba a ser una de las mejores casa de los siete reinos ahora que tendrían jinetes de dragón entre ellos.

—¡Disfrutemos!—el Rey levantó su copa y la música comenzó a sonar dando inició a la cena.

Aemma sonrió mirando a las personas que se unían a la pista de baile, entre ellos Laena y Harwin que tenían sonrisas en el rostro, junto a ellos Rhaenyra y Alicent bailaban riendo. La Reina no pudo evitar buscar a los Hightower con la mirada encontrando a Otto que miraba a su hija con una mirada de reproche, pero Alicent parecía no darse cuenta y continuaba bailando con Rhaenyra. Daemon aprovechó que la silla junto a su prima-cuñada estaba vacía y se sentó junto a ella bebiendo de su copa de vino, sus ojos moviéndose por toda la habitación tratando de marcar la ubicación de sus enemigos.

—¿Me dejarás acabar con la rata ahora?—preguntó agarrando la empuñadura de su espada con una mano.

—No hagas una escena—ella lo miró por la esquina de su ojo—, me costó hacer que Viserys aceptará tu compromiso con Rhaenyra.

—¿Qué hablan de mí?—Viserys se inclinó hacia ellos.

—Solo decíamos que eres un Rey increíble—Aemma le sonrió agarrando su mano sobre la mesa.

Daemon dejó salir una carcajada y se giró hacia ellos con una sonrisa de burla.

—Sobre todo hablábamos de tu increíble resistencia, hermano.

—Resistencia que tu deberías copiar—Rhaenys apareció sentándose junto a Viserys—, sobre todo cuando se trata de tus deseos de asesinar a alguien.

Los ojos de Rhaenys fueron a un punto de la habitación y los tres siguieron su mirada encontrándose con los Hightower.

—¿Ese tema otra vez?—Viserys miró a su hermano.

—Eres el único ciego...

—Por los dioses...

—Otto es un buen hombre, Daemon.

—¿En la cama o en otras cosas?

Aemma y Rhaenys se ahogaron con sus vinos y comenzaron a toser al escuchar a Daemon. Viserys se puso rojo y le lanzó una mirada de muerte a su hermano que comenzó a reírse como un hombre loco llamando la atención de todos. Desde donde estaba Corlys puso los ojos en blanco, ya imaginando qué clase de cosas habría dicho Daemon como para que su esposa se sorprendiera de esa forma.

—¡Debería exiliarte!—Viserys se levantó.

—Vamos, Viserys, sólo era un juego—se defendió el menor sin dejar de reírse.

—¿Seguro que no se arrepentirá de unir su casa con ellos?—Corlys preguntó a Rickon Stark que estaba sentado a su lado.

—¿Usted se arrepiente?—le preguntó de regreso.

—No hay un día aburrido con ellos, eso le aseguro.

En el centro de la mesa Rhaenys y Aemma regañaban a Daemon mientras él seguía tratando de provocar a su hermano.

"Su majestad,

Debería saber que tiene razón sobre la Mano del Rey.

Otto Hightower es la mano que mueve todos los hilos detrás de la conspiración contra la corona."

Aemma bajó la carta y la arrugó en sus manos, sus ojos yendo hasta sus hijos que jugaban en paz en el jardín. Rhaenyra estaba sentada en el suelo con Helaena en brazos y Aegon frente a ella, había dragones y barcos de madera esparcidos por todos lados mientras ellos jugaban a la Guerra de los Peldaños de Piedra. La corona que Daemon le había regalado a Aegon estaba sobre la cabeza del niño que la usaba cuando quería jugar a la guerra con su hermana. Pensar en el contenido de la carta le hizo sentirse enferma, sus niños estaban en peligro y ella no podía encontrar la forma de eliminar al culpable.

En ese momento dejar que Daemon acabará con Otto no era mala idea, pero eso no evitaría que sus aliados dejarán de atacar. No, ella necesitaba pruebas para exponer a Otto y hacer un ejemplo de él. Con Mellos la Ciudadela y los maesters habían comprendido lo que significaba meterse con ellos, pero tal parecía que el resto de los traidores no habían aprendido. Y eso estaba bien, ella los haría entender.

—Anjali, lleva este mensaje a Mysaria—estiró su mano a la mujer que lo aceptó de inmediato—, que trate de averiguar quién lo envió.

—Si, mi señora.

La mujer desapareció y Aemma se levantó para ir con sus hijos, apenas la vieron acercarse Aegon estiró una figura de dragón en su dirección invitandola a jugar con ellos. Esa tarde jugaron hasta que Aegon se cansó y decidió que quería comer, antes de ir a dormir Mysaria abandonó la fortaleza con permiso de Aemma y no regresó hasta una semana después con una lista de nombres que la Reina entregó a su cuñado. La semana siguiente los nombres fueron tachados de la lista, algunos de ellos gracias a muertes repentinas o ejecuciones públicas por traición.

Todo en medio de la planeación de dos bodas importantes, pero estaba bien porque Aemma podía hacer más de una cosa a la vez y Silverwing amaba quemar a todos lo que se atrevían a ir en contra de su jinete.

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NOTA:

¿Vieron lo poderosa que será la familia Strong-Velaryon? Siete dragones y encima tienen a Vhagar de su lado, serán la segunda mejor familia que pude haber creado.

En el que sigue ya se nos casan Rhaenyra y Laena, ¡Y van a nacer Aemond y Jacaerys!

En esta historia Laena tiene la misma edad que Nyra así que para este tiempo ya tienen 18. Cambiaré las fechas de nacimiento de los niños también, Jacaerys se supone que nace en 114 aquí nacerá en 110 con Aemond, Baela y Rhaena van a nacer en 112, Lucerys, Daeron y Aegon el menor en 114, Joffrey y Viserys II en 115, Corlys II y Visenya en 120.

Disculpen la tardanza, pero mi computadora esta dando problemas y estuvo dos días sin encender.

Espero les haya gustado, gracias por leer, lu.