21: Vuelta a la "normalidad"

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Lilith se escondía del mundo en su antigua habitación en casa de su madre. Solo abandonaba esas cuatro paredes cuando Grace la obligaba. Se sentía de nuevo como una adolescente con el corazón roto, solo que esta vez no tenía a Kendall para abrazarla y prometerle que le partirían las piernas al cabrón que le había hecho daño, ahora solo le quedaban fotos de mejores momentos que la miraban desde la pared de su cuarto. Y tampoco podía culpar a nadie de haberle roto el corazón, ella sola se había metido en algo que desde el primer momento supo que no podía acabar bien.

Bajaba las escaleras arrastrando los pies. Su madre la había obligado a ver la selección con ella y con Conrad en el salón. El peor plan que se le podía haber ocurrido, pero Grace no lo sabía. No le habían contado por qué habían vuelto ni el motivo de su pelea con Kendall.

-Tarde o temprano se va a enterar, es mejor que lo sepa por nosotros -Escuchó la voz de su hermano. Lilith se quedó parada en las escaleras.

-Está triste, no quiero que se ponga peor -dijo su madre. Estaban hablando de ella.

-Se va a poner peor, pero mejor ahora que después.

Lilith se secó las manos sudorosas en los pantalones de su pijama de franela.

Bajó los últimos escalones y entró al salón. Su madre se escondió detrás de la espalda una revista que tenía en la mano y le lanzó a Conrad una significativa mirada. No iban a contarle nada a su hija en ese momento.

-Mamá -dijo Lilith -. Creo que quiero saberlo.

-¿Saber qué, cariño? -Grace se hizo la tonta -. He hecho limonada, Conni, ayúdame a traer la bandeja, que pesa mucho.

-Mamá -Lilith se acercó a ella, posando las manos en sus hombros para evitar que huyera -. Os he escuchado, y te he visto esconderte algo detrás. Quiero saber lo que sea, no puede ser tan malo.

Su madre hizo un gesto ahogado con la garganta. Lilith necesitó secarse las manos de nuevo.

-Vamos a sentarnos los tres y hablamos tranquilamente -dijo Conrad señalando el sofá.

Las dos mujeres obedecieron. Grace a regañadientes, negándose aún a sacar la revista de detrás de su espalda.

El silencio se instaló en la casa. Con aquellos que tenían que dar la noticia indecisos sobre cómo contar aquello que callaban y quien tenía que recibirla temerosa de escuchar aquello que ocultaban.

-Mamá -Fue Lilith la que rompió el silencio -. Dame lo que tienes escondido.

Grace, negando, dejó delante de ella The Sun, el peor tabloide del país y para el que Laila escribía. La portada mostraba una foto que Lilith conocía muy bien. La había mirado y remirado muchas veces, antes y después de publicarla. Fue el título lo que le puso los pelos de punta.

«Desvelamos quién es la misteriosa chica de Jack Grealish»

Pasó las hojas sin cuidado, buscando el número que aparecía en portada, donde estaba el artículo completo.

La vista de Lilith se nubló, las palabras se le juntaban. Junto a las fotos de Grecia o los besos, en las que no se le podía ver la cara, había fotos de ella, en las que se la veía perfectamente. De Kendall y ella en las gradas del King Power Stadium. Su nombre completo aparecía en numerosas ocasiones, los nombres de sus familiares, Datos y detalles de toda su vida, desde su infancia hasta sus últimos movimientos. Rezó porque no aparecieran Alison o su trabajo. El artículo finalizaba con una imagen que no había visto nunca. Se les veía a ella y Jack sentados donde comieron en aquel mercadillo. Ella se reía enseñando los dientes, de frente a la cámara, pero sin darse cuenta de que la estaban fotografiando. Su mirada estaba centrada en Jack que le decía algo.

Ni siquiera recordaba ese momento, haberse reído así con él. Haberlo mirado como se mira a alguien que no odias.

Los párrafos que seguían a esa última foto especulaban sobre cuánto tiempo llevaban juntos, haciendo una especie de orden cronológico de las fotos de ellos dos.

Grace le quitó la revista de sus temblorosas manos.

-Cariño ¿Estás bien?

Lilith miró a su madre, con los ojos aún ausentes. No sabía qué contestar. No estaba bien, pero podría haber sido peor, podrían haber desvelado secretos que quería mantener guardados.

Al menos el de Alison, el de Laila cada vez tenía menos sentido. Lo sabía Jack. Lo sabían sus amigos del City, seguramente lo sabía toda la plantilla de Inglaterra. Y pronto lo sabrían los compañeros de ellos, repartidos por la mayoría de equipos de la Premier League.

-Yo tengo la culpa de esto -dijo Lilith.

-No, cariño, lo que has hecho no está bien, pero no tienes la culpa de lo que hagan estos carroñeros -sacudió la revista con ira.

-Sí.

Salió corriendo del salón. Escaleras arriba. Conrad le puso una mano en las piernas a su madre, evitando que la siguiera. Lilith volvió unos minutos después con un móvil en la mano. El del trabajo. Lo encendió y buscó la columna de Laila. M.

-Yo lo publiqué -Le enseñó la pantalla a su madre, desde su acceso de escritora.

-¿Por qué? -Musitó Grace.

-Es mi trabajo.

Grace se puso de pie, fue a la cocina y volvió con un vaso de limonada que dejó sobre la mesa de café, antes de volver a hablar.

-Creía que querías ayudar a la gente. No hacerles daño.

-Yo no hago daño a inocentes, intento ayudar a las novias de esos cabrones. Abrirles los ojos.

-Esa boca -la regañó su madre -. ¿Y las otras chicas? ¿Piensas en el daño que les hace esto a ellas?

-Nunca saco sus caras. -Se defendió Lilith.

-Tampoco sacaste la tuya y mira -Grace volvió a agitar la revista cerrada.

-Yo no quería hacer daño a nadie -Los ojos de Lilith se llenaron de lágrimas. A casi nadie, quería hacer daño a Jack, pero no quería explicárselo a su madre.

-Lo sé, cariño, lo sé -Su madre se sentó de nuevo a su lado y la abrazó.

-¿No vas a preguntarme nada sobre lo que has leído en el artículo? - Lilith no dejó de rodear a su madre con los brazos.

-Eres una adulta, sabes lo que haces y si no me has contado nada es por algo, no te voy a obligar. Pero estaré aquí cuando quieras hacerlo. -Besó la cabeza de su hija.

Lilith derramó algunas lágrimas más sobre el pecho de su madre. No sabía explicar por qué lloraba, si era por la vergüenza y la pena o la liberación de haberle contado su secreto a Grace.

Se separó de su madre y se frotó los ojos para secarse las últimas lágrimas.

-Con, deberías poner ya el partido que nos vamos a perder el himno.

❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿

Al acabar el partido, Lilith subió a su habitación. Quería escribirle a Kalvin, animarlo por haberse vuelto a quedar en el banquillo, pero sabía que no podía hacerlo, ya no sería bien recibida y no podía culparlo.

Aun así, encendió su móvil, que llevaba apagado desde que subieron al avión en Qatar.

El sonido que indicaba las notificaciones sonó varias veces. Tenía mensajes de Kendall, antes de la pelea, y algunas llamadas perdidas de ella y John. Aquellos que no había querido leer en ese momento, se limitó a contestar la llamada de su hermano e ignorar a todos los demás. Así como de Kalvin. Y del grupo de WhatsApp del club de los abandonados. Le sorprendió ver que esos mensajes eran de esos dos días, después del altercado. Tenía uno de Kalvin de esa misma mañana, donde le preguntaba si estaba bien y le mandaba una captura de la portada del digital de The Sun.

Lilith contestó.

Lilith: Estoy bien. ¿Has hablado con Jack?

La respuesta tardó en llegar. Seguramente los futbolistas estarían todavía despidiéndose de sus familiares y duchándose. Lilith aprovechó para abrir el resto de mensajes, aunque los pasó por alto, no iba a contestar a ninguno de ellos todavía.

Kalvin🤗: Por fin contestas. Me tenías preocupado

Kalvin🤗: ¿Del artículo?

Lilith: De mí.

Kalvin🤗: No mucho.

Lilith: ¿No te ha contado nada sobre mí?

Necesitaba asegurarse, los mensajes de Kalvin acababan de romper todos sus esquemas. Estaba convencida de que Jack le habría contado a todo el mundo lo de Laila y habría perdido a sus amigos. Ahora, la esperanza de que eso no fuera así volvía a crecer en su pecho, podría mantener en su vida la alegría de Kalvin.

Kalvin🤗: No. Tampoco le habría dejado.

Lilith envió un mensaje a otra persona, a un contacto con el que solo tenía una conversación, de dos mensajes.

Lilith: ¿Por qué no le has contado la verdad a Kalvin?

La respuesta llegó casi al instante.

Jack: No era necesario.

Jack: No te quiero cerca de mí, ni de mis amigos, Kalvin incluido.

Lilith: Tú no puedes decirme a quién me acerco o no.

Jack: Si no quieres que lo cuente más te vale hacerme caso.

La ilusión de Lilith volvió a morir. Si no quería que sus amigos la odiaran, tendría que dejar de hablarles, lo que provocaría que al final la acabasen odiando igual.

Lilith: Eres un cabrón.

Su mensaje ni siquiera recibió respuesta. Encender el móvil había sido un error, solo le había servido para empeorar su estado de ánimo. Jack le había dado esperanzas solo para poder pisotearlas después.

❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿

Nota: Tengo una cuestión que me genera curiosidad ¿Hay algún número de capítulos que digáis como ya, esto es demasiado largo? En plan 30, 40 etc.
Es que yo estoy tan contenta escribiendo sobre esta gente que me lío y no acabo nunca jaja
Muchas gracias por seguir aquí. 🥰
Se vienen ahora unos cuantos capítulos más instrospectivos de Lilith, sin mucho Jack, como este, pero volverá.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro