5: Noche complicada

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Lilith pasó el resto del día encerrada en la habitación, a modo de penitencia, cuidando de una Kendall que solo quería echar a su amiga y que la dejase descansar tranquila.

Lilith había vuelto de la playa toda nerviosa y no la dejaba ni un segundo. Había comido en la terraza de la habitación unas barritas energéticas porque se negaba a salir de esas cuatro paredes.

━Li, te juro que como no te vayas a cenar y no tardes en volver por lo menos dos horas, te vomito en la cara ━dijo Kendall viendo que Lilith rebuscaba en la mochila de mano en busca de más barritas energéticas.

━Pero tengo que cuidarte ━insistió Lilith desesperada. No podía obligarla a salir de la seguridad de la habitación.

━No ━Kendall se tapó la cara con las manos ━. Yo solo quiero dormir, y no me dejas con tus intentos de cuidarme. Y tu estrés.

Lilith la miró dolida, quizá había estado un poco nerviosa, pero tenía sus motivos, y eran culpa de la persona que la estaba echando de esa habitación. Y encima no podía reprochárselo porque estaba enferma y se echaría a llorar en cuanto las palabras empezasen a salir de la boca de Lilith. Acabaría siendo ella el monstruo y sintiéndose culpable por hacerla sentir peor de lo que ya estaba.

Lilith mudó sus atenciones de la mochila a su maleta en busca de algo de ropa apropiada para bajar a cenar. Sola.

Salió de la habitación con el pelo aún húmedo de la ducha, no había querido molestar a Kendall usando el secador. Y un ligero vestido de verano atado al cuello que dejaba su espalda al aire. Le encantaba comprar ese tipo de ropa para las vacaciones, ya que en casa casi nunca podía utilizarla.

Se acomodó en una mesa discreta con vistas al océano, cerca de donde había desayunado acompañada.

Un joven camarero de pelo negro y alborotado se acercó a la mesa a tomarle pedido.

━Buenas noches. ¿Quiere ir pidiendo o espera alguien? ━Miró la silla vacía frente a Lilith.

━Quiero pedir, gracias ━Lilith repasó las finas facciones del camarero. Era atractivo y poseía unos bonitos ojos azules que la estaban mirando con interés poco disimulado ━. ¿Qué me recomiendas para vivir una noche interesante? ━preguntó Lilith clavando los ojos en los del camarero.

━Yo te recomiendo el vino blanco griego ━señaló la carta que Lilith tenía entre las manos, quedando muy cerca de ella ━. Y la compañía autóctona.

━Seguiré tus recomendaciones. El vino ahora ━Le dedicó una media sonrisa ━¿La compañía a qué hora?

━Diría que sobre las doce se queda libre

El camarero se marchó guiñandole un ojo a Lilith. No pensó que sería tan fácil encontrar a alguien que le quitase la sensación incómoda que llevaba sintiendo desde la mañana.

Bebió su excelente vino disfrutando de la tranquilidad de la soledad, estaba acostumbrada a cenar sola en restaurantes, no la hacía sentir incómoda, la madurez le había hecho aprender a convivir consigo misma.

Esperaba que la recomendación de la compañía fuera tan buena como la de comida y bebida.

Cuando acabó de cenar se trasladó a un taburete frente a la barra del bar que el hotel tenía en la otra terraza, junto a una piscina infinita. Tenía que reconocerle algo a Kendall. Había elegido un hotel increíble.

Pidió un cóctel, el sabor de la hierbabuena y el ron la trasladaba a otras noches. Días en los que salir, beber y bailar hasta el amanecer eran más comunes. En ocasiones extrañaba a esa Lilith más joven y despreocupada. Se acabó la bebida demasiado rápido, pidió otra diferente.

Sus risas resonaban en su cabeza, cuántas veces se habían metido juntas en una cama que daba vueltas, riendo y rememorando cada momento divertido o embarazoso de la noche. Casi tantas como aquellas en las que la había abrazado mientras lloraba bajo las finas sábanas de su cama en la residencia de la universidad. Como esas tantas veces en las que le había sostenido el pelo mientras vomitaba porque el dolor la había hecho beber demasiado.

Pidió una tercera bebida. Un chupito de whisky, miró al cielo antes de vaciar el contenido en su garganta. Por ella y por la joven Lilith.

Alguien agarró el nuevo cóctel que el camarero acababa de dejar delante de ella en la barra.

━Creo que ya has bebido suficiente ━dijo Jack sin soltar el vaso del que Lilith tiraba.

Llevaba bastante rato observándola. Desde que bajó a la terraza y la vio sentada observando el mar con una copa de vino en la mano. Le pareció una hermosa estampa. Sus ojos mostraban una serenidad que nunca había visto en ella.

También había presenciado el cambio que se estaba produciendo en ella con cada copa que se tomaba, la melancolía con la que se había bebido ese último trago

No pensó acercarse a ella, no después de esa mañana. Disfrutaría del resto de sus vacaciones con Sasha y no volvería a quedarse a solas con Lilith. Ese había sido al menos su plan cuando salió de su habitación.

━¿Y me lo dices tú? ━Lilith no se molestó en disimular ni un ápice su desprecio ━. Yo me puedo mantener en pie. Ya estoy menos borracha de lo que te gusta a ti.

━¿Estás segura de eso? ━Jack enarcó las cejas.

Lilith trató de levantarse del taburete, demostrarle que podía.

Puso una de sus planas sandalias en el suelo, todo bien, al bajar la otra e intentar incorporarse el mundo empezó a dar vueltas, ella se inclinó para seguir el suelo que se movía bajo sus pies.

Los brazos de Jack rodeando su espalda desnuda impidieron que diera de bruces contra el suelo.

━No me toques ━susurró con fiereza. Los brazos de Jack ardían allí donde contactaban con su piel.

Él se apartó con cautela, asegurándose de que ella no se caería si la soltaba.

━¿Te vas a dormir?

Lilith soltó una carcajada irónica y agarró su copa, con más rapidez de la que le permitían sus reflejos entumecidos por el alcohol. El vaso se estrelló en el suelo rompiéndose en mil pedazos. El líquido se mezclaba con la sangre que brotaba del pie de la mujer.

Jack la agarró del brazo con intención de apartarla del estropicio y así poder ver la herida que tenía en el pie. Lilith forcejeaba.

━Suéltame.

━¿Quieres dejar de comportarte así? ━Jack levantó las manos, obedeciendo a Lilith.

Algunos de los huéspedes los miraban sin disimulo. Un camarero se apresuraba a limpiar los cristales del suelo.

Lilith siguió a Jack a un rincón apartado, lejos de las miradas de reproche que le dedicaban por el espectáculo que estaba montando. Ella no era así, ella no se emborrachaba hasta perder el control.

Se sentó en una silla y apoyó la frente en su mano.

Jack se acuclilló a su lado y levantó el pie de la mujer, seguía sangrando por el corte que uno de los cristales le había producido en el empeine.

La abandonó durante unos minutos. Lilith permanecía en la misma posición, con los ojos cerrados, luchaba contra las náuseas que amenazaban con expulsar la bebida.

Jack volvió a agarrar el pie de la chica. Sus manos, ásperas después de años de gimnasio y vida al aire libre, manipulaban la extremidad con delicadeza. Desabrochó el zapato, lo deslizó con cuidado, evitando rozar la herida y lo dejó en el suelo.

Pasó una gasa por la zona, limpiando la sangre. Lilith dio un ligero respingo ante el escozor, pero no dijo nada.

Abrió los ojos, observando desde arriba como el hombre presionaba, con otra gasa limpia, el tiempo necesario hasta cortar la hemorragia. La imagen ante sus ojos estremeció a Lilith, estaba prácticamente arrodillado frente a ella, sosteniendo su pie por el talón, el pulgar de la otra mano le proporcionaba ligeras caricias sobre el empeine.

━¿Quieres dejar de comportarte así? ━la voz de Lilith salió estrangulada.

━¿Cómo? ━Jack levantó la cabeza. Sus caras quedaron cerca, demasiado cerca.

━Nada ━Lilith se levantó de golpe. Agarró su zapato y se fue sin pronunciar más palabra. Huir de él se estaba volviendo costumbre.

En la habitación se bebió una botella de agua acompañada con un paracetamol, la mañana siguiente sería dura. Agarró su móvil y salió a la terraza. Al final no había podido disfrutar de la buena compañía griega, y trabajaría en vacaciones.

"Hola queridos lectores y lectoras, hoy os traigo noticias sobre un sospechoso habitual en esta columna. Nuestro amigo Jack Grealish. Al parecer se encuentra disfrutando de unas nada relajantes vacaciones en Grecia. Anoche fue visto en el bar de un hotel, en un estado de embriaguez considerable, peleando con una mujer pelirroja, que no se encontraba mejor que él. Quien sabe si una de sus nuevas conquistas. Consejo de amiga a la chica pelirroja, no se sale con hombres con novia, y todos sabemos que sabías que no era soltero, todo el mundo lo sabe. Y a ti amiga Sasha, el mismo consejo de siempre, date cuenta del hombre que tienes al lado.

Atentamente, tu amiga Laila. M."

Envió el correo a su jefa. Había visto a algunos espectadores tomar fotos de su escena con Jack, así que nadie sospecharía que ella había escrito el artículo, era probable que ni siquiera fuera la única noticia publicada al respecto al día siguiente.

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