Capítulo 15

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Capítulo 15



Antes que Lili viniera...

Yo he visto mi sangre y la he visto de otra manera.

Una voz interna en mi cabeza me dijo que esto era el comienzo de mi nueva persona, que tenía que dejarla salir...

No sé qué voz me habla, pero sé que yo no soy la persona que me muestro y recordé que en la escuela cuando tenía once años, nadie me hablaba porque me delineaba los ojos de negro y los chicos decían que esas cosas eran de maricas, entonces era uno de los pocos que estaba en el recreo mirando como jugaban los demás.

De tanto mirar, halle a un niñito que también se encontraba solo, pero era de un curso menor al mío... por lo tanto tendría diez años.

Y me acerque como un imán a él, pero no era porque me llamara la atención que ese niño estuviera solo, sino porque se veía tan indefenso, tan débil, entonces pude deducir que era de esos niños tímidos con los que les cuesta mucho el habla.

En lugar de tratarlo como correspondió, lo tome del brazo y me lo acerque:

—Hola niño.

Le dije clavando los dientes.

— ¿Qué haces?

Me pregunto con miedo. Y si tenía que temerme... en ese momento a un niño de once años, se le avecinaban muchas cosas horrendas en su mente.

Porque mientras lo observaba, el niño reflejaba tristeza... miraba a todos los niños, correr, reír, mordía su labio, sabía que quería ser uno de esos pequeños que tenían muchos amigos y amigas. Pero no, él estaba solo. Por su culpa... por no poder hablar o mostrar simpatía ante los demás, entonces de seguro pude deducir que de seguro en su casa no era tratado como correspondía como yo.

Estaba en la misma situación que la mía.

Pero en lugar de querer que fuera mi amigo, quería que fuera mi esclavo... quería molestarlo, quería que llore ante mí, porque quería demostrarle que aunque estuviera solo, tenía poder, un poder que no podía controlar.

Mi madre me arrastraba de los pelos hasta la habitación, cuando venía de trabajar y le agarraban una de sus locuras.

Yo no lloraba.

Yo la insultaba, por lo bajo, le deseaba la muerte...

—Ojala te mueras hoy cuando vayas en el auto...

Eso le decía.

Dios, yo no era una persona normal desde que nací y siempre lo note, lo triste es que siempre actué un poco normal, a lo que debería haber actuado siempre.

En ese momento quería matar a ese niño, que ni lo conocía, pero si conocía que era débil y eso me daba energías.

—Tú vas a ser lo que yo te diga si no quieres que corte tu cabeza y se las de a los perros para que gocen cuando la mastiquen...

El niño abrió los ojos como platos y luego empezó a buscar con la mirada a ver si había una maestra cerca...

Pero lamentablemente no había nadie más que este monstruo pequeño, que de seguro todavía lo recuerdas... ¿No, Nick?

Mientras recordaba mis sucesos terribles, mi mente me decía:

"Es hora de que sepas que quieres con Lili"

—Yo no sé lo que quiero...

"Oh vamos, no te das cuenta..., sé que lo haces"

Negué con la cabeza.

—No.

"Tú quieres su sangre"

— ¿Su sangre?

"Exactamente"

— ¿Para qué?

Y cuando le pregunte eso a mi mente, vi que un niño de cabello negro me estaba mirando desde mi habitación.

Me di vueltas rápidamente y no lo vi más...

Una vez me acuerdo que se me había metido un chico que resultaba ser mi fan, lo cual me resulto muy irritante, porque estaba borracho y no quería atenderlo.

Pero todos saben que aquí vive Stanley...

"Tú, naciste para eso"

Levante una ceja al escuchar eso.

—Nací para ¿Beber sangre?

"No, para sentirla y ver el sufrimiento de la sangre"

—Oh...

Y me quede mirando mi dedo... necesitaba ver mi sangre, necesitaba para comprobarlo, pero ya no salía... necesitaba lastimarme más.

— ¿Quién eres?

Le pregunte a esa voz que solo la escuchaba en mi mente, que sonaba a mi voz, que me parecía conocida.

No puedo estar solo.

"Tu otro yo"

Ahí me di cuenta de que... estoy rematadamente loco.

— ¿Quién te ha dicho eso?

La tonta, pregunto, con cara de asustada y todo.

Yo me di cuenta solo... no necesitaba que nadie me diga cosas que ya se, Lili siempre sentí que te acercaste esa noche porque era Stanley Silver, el modelo más famoso de Manchester y tu querías involucrarte con un famoso de esos ¿No? Así salías de tu vida aburrida, y tan normal como la es...

—Nadie me di cuenta, solo...

Solté sus brazos pero antes de dejarla ir, la agarra de los pelos y la tire hacia mí.

Ella gimió asustada.

—No soy idiota.

La solté empujándola y ella enseguida se agarró a ella misma, y se alejó de mí.

Fui hacia la puerta de entrada y la cerré con llave, luego la guarde en mi bolsillo y mire a Lili entusiasmado.

—Bien, que vamos a hacer...

A ella se le llenaron los ojos de lágrimas.

—Yo creo que me debo ir...

—Oye, no... no...

Me toque la frente y podía ver el miedo que ella irradiaba... era su estupidez. No era inocente, era una perra, ella se acostó conmigo, inocentes son los animales, ni siquiera son los niños, esta chica está asustada porque no quiere sufrir violencia... pero lamentablemente yo no la voy a tocar como ella quiere que lo haga.

— ¿Quieres fumar un cigarrillo?

Le ofrecí.

—No...

— ¿Qué te pasa?

—Estoy algo asustada...

— ¿Por qué?

—Me has apretado los brazos...

Suspire.

Que exagerada. Se ve que es de esas chicas que nunca han sufrido ningún tipo de maltrato entonces esto es algo que le hace muy mal, y que les parece una violencia explícita cuando no fue para tanto.

Pero aun así, Lili me miraba asustada... como si le hubiera arrancado pelo por pelo, la hubiera escupido e incluso le hubiera dejado el ojo morado.

—No fue para tanto, no exageres.

— ¡Tú estás loco!

Me grito haciéndome temblar mis pobres oídos y luego de eso para no golpearla con una cachetada largue una carcajada.

—No me gustan las chicas cobardes...

—Yo soy una de esas Stanley, déjame irme entonces...

Bueno ya cortaba toda la relación que estábamos llevando a cabo, supongo que cuando la tome de los brazos bruscamente vio en mis ojos algo que no estaba normal, porque si lo vio es muy inteligente y observadora. Aplausos para Lili...

—No te dejare ir...

— ¿Qué? —Ella se llevó su mano en la frente como para calmar un poco los nervios, pero no los iba a calmar, eso no funciona.

— ¿Te vas a ir dejándome... solo?

Ella se quedó unos segundos, inmóvil como una piedra y blanca como un papel nuevo y limpio.

—Tú no eres la persona que creí que eras...

¡Bien Lili!

¿Hace falta que te aplauda?

¡Que lista eres!

—Me sorprende tu inteligencia...

Trago saliva, podía notar el miedo que impregnaba su cuerpo, era tan desgarrador para mi ver esa cara de pánico que tenía, que podía hasta respirar hondo y quedarme alimentándome de sus miedos por la eternidad.

— ¿Quién eres?

Pregunto con miedo.

—Stanley Silver...

Yo era el modelo.

No era ningún impostor, roba identidades, ni violador... ni asesino... aun no. No había tocado a una persona más allá, en cambio las personas si me habían tocado más allá, es más se aprovecharon cuando yo no tuve el valor de defenderme porque estaba bajo los efectos que causan las drogas. Lili ya se había dado cuenta de lo que quería hacer con ella, por eso estaba de a poco, alejándose de mí, atenta y mirándome con horror.

— ¡No tú no eres ese modelo que vemos todos por la televisión! —Su rostro se puso rojo.

—Estas fallando, Lili... lo triste es que soy ese maldito muñeco falso que ves por la televisión...

Ella se tapó la boca con sus dos manos reprimiendo un grito.

—Lo lamentable de esto, es que yo no soy ese modelo que se muestra una persona diferente y cool ante todo el puto mundo que lo rodea... —Hice una pausa y le sonreí maliciosamente —Tu pedazo de estúpida y todas las personas que están afuera me dan asco, me generan arcadas, realmente son unas porquerías, basuras, que arruinan el mundo, la sociedad cada día está más lamentable y las personas lo único que hacen es usarte como una basura para sacarte lo que quieren...—Sentía que mi corazón golpeaba con fuerza mi pecho como si quisiera salir de mi cuerpo—Mi madre no me quiere... y yo la detesto con todas mis fuerzas... la quiero ver muerta con gusanos. 

Lili empezó a llorar en silencio.

—No entendía porque quería que estuvieras a mi lado, no entendía, porque nunca sentí eso hacia ninguna persona, nunca me enamore de nadie los años de mi vida, siempre odie a personas o siempre sentí sentimientos malos... y siempre será de esa manera, porque yo nunca podre sentir amor hacia ninguna persona, realmente.

Trague saliva y sentí un nudo en la garganta, me di cuenta también de que mis manos estaban temblando.

Necesitaban que le muestre lo que se hacer... que les de satisfacción. Estos dieciocho años, nunca pude lograr la satisfacción pura en mí...

Ella negó con la cabeza y dejo de seguirme con la mirada.

—Pero alégrate Lili...

Alzo la cabeza y me miro sorprendida por mi comentario.

—Eres la primer persona... que va a hacer que por primera vez sienta satisfacción, realmente...

—Dios, Stanley... necesitas ayuda...

Susurro en voz baja.

—No, yo no tengo arreglo.

Y recordé una vez cuando estaba en el sofá de mi terapeuta cuando era pequeño... creo que tendría unos once años.

— ¿Por qué dices odiar a mama?

Me pregunto el psiquiatra con amabilidad.

—Porque la odio.

Respondí con claridad, rápido, porque no tenía que pensar nada... y en ese entonces la gente tenía una esperanza conmigo, creían que podía llegar a ser un niño normal que no odiara a su madre, pero la verdad que no.

—No, no la odias... ella es tu madre...

—Ella solo me trajo al mundo, nada más...

— ¿Cómo un niño puede decir algo así?

A veces pensaban que me quería hacer de esos niños raros, porque ven muchas películas o porque quieren llamar la atención, pero yo no quería hacer ninguna de las dos cosas esas que se me planteaban, solo quería ver a mi madre morir.

—Es que yo no soy normal... ¿Verdad?

El terapeuta se acomodó los lentes de ver, y movió los papeles que tenía en la mesa con el rostro serio...

Esos eran mis papeles.

Mis dibujos.

Mis opiniones.

Mis cosas privadas.

—No.

—Lo sabía—Dije con un tono de orgullo.

—Hay algo en tu cabeza que me extraña mucho, que me sorprende... —Se tocó la frente angustiado mientras veía uno de mis dibujos.

— ¿Qué pasa?

—Nunca había visto un caso como el tuyo...

Me dijo con sinceridad, siendo el un médico al que no podía decirle una cosa semejante a un niño de esa edad, pero lo dijo, porque se veía preocupado por mi estado.

Un grito me interrumpió los pensamientos.

— ¡Déjame salir!

Era la estúpida de Lili que sostenía una lámpara de luz en sus manos y tenía los ojos llenos de lágrimas.

Whow, me había sumergido en un recuerdo que me había marcado mucho.

—No voy a dejarte ir...

— ¿Por qué? ¿Por qué a mí? —Me pregunto con bronca —Porque no a una de esas novias falsas famosas que tienes...

—Cállate...

— ¿Por qué no a uno de esos tipos que abusan de ti?

—Basta...

— ¿Por qué no a una de tus peluqueras, guardias de seguridad? Es que tienes tantas personas, tú estas rodeado de tantos... ¡Yo soy una chica normal!

Sus gritos me estaban poniendo de mal humor...

Estaban acabando con el hilo de paciencia que tenía...

—Tú eres especial.

Ella se quedó en silencio, mirándome.

—No seas ridículo...

—No soy ridículo, tú tienes algo que yo quiero...

Se agacho, y fue rápida porque sabía que lo hizo para alcanzar una bota que había dejado por ahí, porque era tan desordenado que ni cuando sabía que iba a venir gente podía acomodar un poco mi apartamento.

Me agache y sentí un ruido que fue la bota al caer. Por suerte, le había esquivado, porque si me golpeaba la cabeza, estaba en un grave problema.

— ¡No te me acerques!

Cuando sentí su grito de mujer asustada, me reí histéricamente porque me causo mucha gracia tener a una joven, que daba todo por luchar por su vida, parecía que le gustaba vivir en este mundo lleno de gente cruel.

—Oh claro que me voy a acercar a ti...

Lanzo la otra bota y esta vez, me golpeo un poco el pie, pero no tanto porque le logre esquivar nuevamente.

— ¡Loco maldito!

—Estúpida...

Se alejó más de mí para que ni estuviéramos cerca. Vaya, me tenía miedo.

— ¡Si, salgo de esta todo el mundo sabrá lo que eres!

Suspire, y por un momento tuve miedo de que alguien oyera los gritos de esta perra, y me delatara.

—Tranquila, Lili... no voy a hacerte nada...

— ¡Tú quieres hacerme algo!

Asesinarte... quizás.

Pero no sé qué voy a hacer contigo cuando te tenga en manos.

—Era todo un juego...

Me llegaba a acercar a ella, juro que me iba a pegar en la cabeza con esa lámpara y quizás sufra un desmayo, así que debo tranquilizarla.

— ¿Un juego? Venga... y esperas que lo crea...

Dijo agitada por sus nervios. Su maquillaje se había corrido y su pelo se había despeinado un poco, parecía tan indefensa.

Pobrecita... donde se ha metido.

—Claro, como piensas que un modelo tan famoso como yo, sea de esa forma.

—No te creo.

—Vamos, créeme... oh acaso no te olvidas del día que tuvimos sexo... la pasamos bien, un hombre que quiere hacer daño a otra persona no tiene esos días como tuvimos nosotros, salidas... —Note que me estaba costando hablar con tranquilidad.

—Apenas fue una salida...

—Bueno, pero todo era una buena broma y creo que te la creíste...

—No creo que hayas fingido lo de apretarme los brazos...

—Sí, lo he actuado...

Ella levanto una ceja, y sus dos manos donde sostenía la lámpara temblaban tanto que tenía miedo de que se le caiga y la haga añicos.

—Dame las llaves de tu apartamento y te creeré...

Me dijo rápidamente, y luego mordió su labio inferior, mientras susurro algo que no pude entender.

Oh no.

No podía dárselas, ahí tendría la oportunidad de irse, y todo acabaría. Quizás me denunciara y estaría en problemas, no en tantos porque no le toque un pelo, pero se me escaparía Lili y ella era la primera persona que me hizo descubrir lo que quiero hacer.

Quizás solo sea la fantasía con ella y luego se me pase...

Pero lo hecho ya va a estar hecho.

—Vete a la mierda...

Solté con bronca.

—Maldito.

Su cuerpo volvió a tensarse como antes.

—Eres lista.

Ella se quebró a llorar pero se mantuvo en pie, siempre firme, para estar atentamente porque podía atacar nuevamente.

—Te diré la verdad... —Continúe hablando mientras caminaba por la cocina buscando algo con que pegarle —Quiero agarrarte de las dos manos, torcerlas, pegarte una patada en el estómago, derribarte, luego clavar con el cuchillo varias partes hasta que no puedas moverte bien... —Mire su rostro y tenía la cara de espanto, mientras su cara estaba brillante de tanto sudar de los nervios —Nada de violación princesa, esas no son las cosas que me satisfacen, quiero ver el color de tu sangre...

—Psicópata.

—Lo se...

Asentí.

Y recordé una vez a mi madre habérmelo dicho.

Corrí hacia la cocina, tome un cuchillo y cuando me di vueltas, ella ya estaba viniendo hacia mí para pegarme con la lámpara.

Todo fue muy rápido, porque yo solo estire mi brazo con fuerza y sentí un grito desgarrador, que hizo que abra los ojos como platos y pueda sostener la lámpara de las manos de Lili.

¿Se significa que había ganado?

Ella tenía la cara de dolor y se cayó al suelo.

Ahora era yo el que tenía la lámpara en las manos, pero el cuchillo, no... no lo tenía más en mis manos porque estaba...

En la pierna de Lili.

—Lo siento.

Mire el cuchillo clavado en su pierna, y sonreí. Me sentía orgulloso por lo que acababa de hacer, había ganado, ya tenía a mi presa en menos de trece segundos.

Lili se sentó rápidamente en el suelo, tomo lo que quedaba del cuchillo a la vista y empezó a tirar para que saliera.

—No, no.

Me acerque a ella y la agarra de las muñecas de sus manos.

—No lo hagas.

—Suéltame, maldito...

Me dijo con el rostro cubierto de lágrimas, de sudor, y de irritación por el dolor que acababa de experimentar.

—Oh, no me insultes....

— ¡Auxilio, por favor...!

Le tape enseguida con mis dos manos la boca, y como ella comenzó a golpearme con sus dos manos, con mi rodilla, le pegue en su estómago, haciéndola estremecer del dolor y luego con la lámpara que tenía al lado le pegue en la cabeza para desmayarla.

Se cayó al suelo rápidamente...

Me acerque a ella, para ver si estaba inconsciente pero movió un poco sus ojos, así que decidí darle otro golpe más fuerte en la cabeza con la lámpara.

Lili se había quedado totalmente inconsciente con la boca media abierta y sus ojos cerrados como si estuviera durmiendo.

"Muy bien, Stanley" sentí una voz en mi mente. 

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