Capítulo 27

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Capítulo 27



Un silencio hubo en toda la habitación.

Estaba sentado arriba de Taylor y ella estaba muerta.

Tenía hundido el cuchillo en su pecho y la sangre empezaba a salir a borbotones, manchando mis manos, y las sabanas.

Ella murió con los ojos abiertos y la boca entre abierta.

Había sido todo tan rápido que ni siquiera le dio tiempo a defenderse, ya que estaba siendo totalmente engañada. Creía tan ciegamente en mí, que dejo que me subiera arriba de ella y sacara el cuchillo...

Lo hice veloz, eso lo sé, pero ella estaba tan confiada en mí que no se esperaba que yo, sacara el cuchillo de mí sobre todo y se lo clavara en su pecho paralizándola por completo.

También estaba impresionado de mi velocidad, quiere decir que para ser a las primeras personas que asesino, no está nada mal.

Me quede mirando el cuchillo filoso hundido en su pecho, de seguro, llego a tocar su corazón y mordí mi labio al ver como la sangre estaba saliendo velozmente.

Separe las manos del cuchillo y también estaban salpicadas de sangre. Taylor estaba totalmente quieta y no respiraba.

Estaba muerta en la cama del hotel.

Con su lencería que de seguro, había ido felizmente al negocio a seleccionarla para que el chico que pensaba que era el más sexy y el más simpático del mundo, terminara con su vida, la cortara de inmediato.

Me lleve los dedos a la boca y chupe la sangre que tenía. Estaba fresca y un poco caliente o quizás era solo mi imaginación de que estaba completamente loco.

Luego lleve las manos a los demás restos de sangre que había y comencé a chupar mis manos a lamer la sangre que estaba allí saliendo del cuerpo de Taylor.

Antes cuando estaba esperando a que Taylor se cambiara porque justamente quería que muriera con la lencería que había comprado para mí, tenía un dolor de cabeza levemente, ahora todo había desaparecido e incluso estaba más tranquilo que tenía a la chica muerta debajo de mí. Mientras sentía la sangre en mis labios, recordaba cómo me había subido arriba de ella rápidamente, como me había sentado en ella, como había sacado mi cuchillo velozmente de mi sobretodo, y como con todas mis fuerzas la había apuñalado una sola vez.

Ahora ella estaba tendida en la cama para que pudiera hacer todo lo que quisiera con su cuerpo, ya sea cortarle los ojos, la boca, la nariz, los brazos y todo lo que quisiera.

Mutilarla.

Pero no, solo quería ver su rostro, me arrime a ella y vi su pálido rostro con sus ojos clavados en la nada y abiertos.

Ella grito pero no mucho, y no tan fuerte para que nadie pueda oírla.

Demasiado tarde, demasiado tarde para todo.

Separe mis manos de su rostro y saque el cuchillo hundido en su pecho que por cierto tuve que hacer mucho esfuerzo porque estaba bastante duro.

Luego lleve el cuchillo a su panza y apúñele ahí, lo cual la sangre salto y salpico mi rostro, lo cual sonríe.

Cerré los ojos y comencé a clavar el cuchillo en zonas al azar, sintiendo como la sangre saltaba hacia demasiadas partes y una de ellas era mi rostro quien me relamía con ganas como si fuera un lobo hambriento.

Mate a la segunda persona en mi vida y no me sentía culpable ¿Qué clase de monstruo soy? ¿Qué clase de bestia soy?

Ni siquiera mi hermosa madre, sabe la clase de persona que soy.

Me reí mientras seguía apuñalando diferentes partes de su cuerpo, hasta que deje el cuchillo en la cama y comencé a sentir mucho calor en mi cuerpo. Y sobre todo en mi rostro. Me relamí los labios para probar más sangre de la joven a la que asesine y me aparte de la cama donde estaba el cuerpo tendido.

Corrí hacia el balcón del hotel y con las nubes mostrando el amanecer, sentí el viento como golpeaba mi rostro y mi cuerpo.

Cerré los ojos, separe mis manos como si fuera a recibir un abrazo pero no solo esperaba recibir al viento para que me de frescura a mi cuerpo.

Sentí como mi pelo empezó a moverse y como mi rostro comenzó a enfriarse.

La sangre seguía en mi rostro, tan fresca pero secándose, y mi cuerpo dejo de temblar y de estar a una temperatura alta como si tuviera fiebre.

Abrí los ojos y el sol todavía no estaba presente pero las nubes estaban más o menos iluminadas y el cielo ya no estaba negro como hace un rato. Estaba amaneciendo.

Había pocos autos circulando por las calles y se veían tan pequeños que me gustaba. Me apoye en el balcón para observar un poco como el paisaje brillaba ante mis ojos.

Respire hondo, me sentía pleno, aunque estaba todo sucio de sangre pero me sentía bien... porque había asesinado.

Y todos nos sentimos bien cuando hacemos cosas que nos llenan y yo desde pequeño me gustaba ver sufrir a la gente, o a algún otro ser vivo.

Cuando vi cómo se ahogó ese gato lo note.

Solo es que me daba miedo aceptarlo, pero ahora deje que mi cuerpo sea libre y yo solamente tengo que actuar con mis instintos: Asesinar.

Aunque esté prohibido para la sociedad este tipo de cosas, lo seguiré haciendo a escondidas sin que nadie lo note... sin que nadie se de cuenta.

Sin que la estúpida gente que vivía en este mundo retorcido y espantoso se diera cuenta.

Taylor tenía su merecido, de seguro en la vida se había equivocado o había hecho algo mal y esto era su venganza. También se lo buscaba por actuar por instinto, o quizás para usarme porque sabía que tenía dinero y fama...

A las mujeres a veces les importa tanto el dinero y la fama que no sé cómo hombres pueden confiar en ellas también.

Taylor era una estúpida, como todos los humanos.

No pasaba de ahí, era una simple estúpida mujer, que quiso tener una noche apasionada con el modelo más famoso del mundo y todo le salió como no esperaba.

Aunque no tuvo que sufrir de una manera como yo me divertiría. Ella murió al instante, porque mis oídos sintieron el latido de su corazón y mi cuchillo se dirigió a él, con hambre.

Me aleje del balcón para empezar a encargarme de su cuerpo.

Camine hacia la cama, mire el cuerpo de la joven, consumido en su propia sangre y las sabanas llenas de esa sustancia que bebí y lleve a mi garganta.

Bueno, es un trabajo muy duro.

Un flash retumbo en mi vista y me hizo lagrimar los ojos.

Un fuerte dolor en la cabeza se aproximó a mi cerebro, casi caigo en la cuenta de que voy a desmayarme del dolor de cabeza que tengo.

Ayer no había podido dormir ni un poco, porque tuve que encargarme del cuerpo de Taylor y de todas las evidencias que supuestamente podría haber dejado en la habitación del hotel.

Pulverice el cuerpo de Taylor.

Me lleve todas las sabanas, limpie el picaporte y todo lo que creía haber tocado, pero mucho no servía porque de todas maneras, use guantes.

El cuchillo me lo guarde y mi ropa también... pero cuando había terminado con los asuntos pendientes, ya era demasiado tarde.

— ¿Estas llorando?

Me pregunto la estúpida de Summer.

— ¡No!

— ¿Y porque tienes los ojos vidriosos?

—No lo sé.

— ¡Anula la foto, Stanley tiene los ojos mal!

— ¿Qué le pasa? —Dijo el fotógrafo.

Mire a las dos personas que me estaban mirando ansiosos.

Estaba vestido con una ropa de Glamour para sentirme como la mierda. Pensaba que no dormir ni una hora me iba a hacer tan mal.

— ¿Qué es lo que hiciste ayer en lugar de descansar? —Pregunto Summer.

Asesine a una mujer, idiota.

—Nada que te importe.

—Tienes el rostro... de...

—Cállate.

—Ni el maquillaje te funciono.

El fotógrafo nos miraba confundidos.

—Necesito ir al baño...

Thomas por suerte estaba hablando por el celular y no me habia notado tan mal como me noto la estúpida de Summer, a veces me daba ganas de pegarle unas cuantas piñas en la cara, hasta deformárselas por completo.

Me encamine al baño mientras el fotógrafo me miraba con el rostro de sorprendido porque estaba retirándome de la sección de fotos más esperada del mes.

Me dirigí a un cartel que decía: "Baño para caballeros"

Cuando entre estaba completamente vacío y sucio pero no me importo nada de eso, saque una aspirina, porque no aguantaba el dolor de cabeza.

—¿Qué hiciste idiota?

Me pregunto mirándome al espejo.

Se veían un poco mis ojeras, en el blanco rostro, mi pelo estaba brillante como mis ojos, mi boca reseca y tenía la garganta seca.

Los ojos cerrados, no abiertos como siempre, se notaban mi delgadez porque no estaba comiendo mucho en estos días y comencé a preocuparte.

Todos notarían que hoy no estoy bien.

Como dice Summer ni el maquillaje especializado que usamos me ayudo.

— ¡mierda!

Sentí la aspirina en mi garganta porque no había pasado bien. Me atore y comencé a toser, lo cual me daba punzadas increíbles en mi cabeza.

Creo que mi cabeza va a estallar.

Mi tire al suelo para ver si podía aliviar un poco el dolor pero no se iba, estaba ahí.

¿Por qué?

Ayer mate a Taylor, el karma estaba volviendo a mí, ¿No?

No creo en el maldito karma y si quiere puede venirme a cada rato porque yo no voy a dejar de matar vidas, voy a seguir bebiendo sangre y divirtiéndome como lo hago porque es lo que quiero en la vida, no sacarme fotos como lo que estoy haciendo ahora.

Esto solamente es porque quiero vivir, quiero tener dinero, y vivir bien. Entonces tengo que hacer todo lo que implica esto.

El frio del suelo me hacia aliviar el dolor de cabeza, pero me molestaba la pastillas atascada en mi garganta ahora.

Me levante y abrí el grifo para que el agua salga de una vez. Empezó a salir el agua y comencé a llevar mi boca al grifo para darle a mi garganta el agua necesaria y que la pastilla se salga.

"Ojala te atragantes y te mueras asfixiado"

Sentí una voz y enseguida me sobresalte y vi a un pequeño niño parado en el baño.

Su pelo era negro y su tez blanca. Tenía ojos verdes y era muy bajo de estatura parecía tener unos ocho años pero con lo que me acababa de decir, parecía que esa no era la edad.

— ¿Quién eres?

—Un niño.

Me quede mirándolo porque estaba apoyado en la pared, quieto, mirándome solo a mí.

— ¿Y qué haces aquí? ¿Estás solo?

—Vamos como si te importara.

— ¿De qué hablas, niño?

—Eres muy malo...

Me quede otra vez observándolo pero aunque me mirara con esos ojos verdes oscuros, no me daba miedo, solo me incomodaba.

Seguí con lo mío lleve la boca otra vez al grifo, ignorando lo que me había dicho antes y lentamente pude sentir como la pastilla se disolvía y dejaba mi garganta tranquila y libre. Saque mi boca del agua y di un suspiro.

— ¿Cómo sabes que soy malo? —Le pregunte al niño porque sabía que seguía ahí mientras comencé a mojar mis manos con el agua helada.

—Porque lo eres.

— ¿Y dónde están tus padres?

—Acaso te importa eso, si no te importa nada...

—Bien, niño no sé qué problema tienes pero tienes razón no me importa.

—Ya lo sé.

—No tú no sabes nada porque no me conoces...

—Tú no me conoces.

Lo mire y el niño ahora estaba sonriendo y podía distinguirse unos pequeños colmillos. Me dio un escalofrió, pero solo era un pequeño niño no debería prestarle atención.

Cerré mis ojos y comencé a mojar mi rostro para poder despistarme y poder seguir haciendo las fotos y soportar a las personas que tengo que soportar.

Al menos tengo que verme bien.

Sí, tengo que salir esplendoroso en las fotos porque si no son fotos con Stanley Silver, siempre todos quedan impresionados cuando hacen fotos conmigo porque mi belleza deja impactados a todos, hasta a veces a mí.

Recuerdo cuando me hicieron las primeras fotos para la revista de Thomas, cuando me mostraron las fotos que había hecho me quede impresionado con las imágenes. Mostraban a un Stanley totalmente hermoso y genial, entonces por eso todas las personas comenzaron a prestarme atención porque lo merecía. Nadie era como yo.

—Además que haces en este baño estoy haciendo una sección de fotos...

No recibí respuesta.

Me seque el rostro y mire hacia donde estaba antes el niño hablando y no estaba más... me encontraba solo.

De seguro se fue corriendo mientras yo me secaba el rostro.

Negué con la cabeza y empecé a caminar hacia la salida del baño, cuando veo enseguida unos ojos que me asustan.

Pegue un grito y veo a la idiota de Summer asustada también.

— ¡Estúpida!

— ¡Estúpido!

Nos chocamos y ahora nos estamos mirando con enojo y con los ojos bien abiertos, el ser humano se alerta por todo. Lástima que no puede hacer nada cuando esta alertado.

— ¿Qué haces aquí?

—Buscándote.

— ¿No pueden esperar?

—Pasaron más de treinta minutos, Stanley, era preocupante.

—Me jodes.

—No.

La agarre del brazo y enseguida comencé a caminar rápidamente para salir de ese apestoso baño que me estaba agobiando.

—Thomas lo noto... ¿No?

—Sí y tienes que hablar contigo.

—Oh no...

—Lo que sucede es que quiere saber qué estuviste haciendo ayer anoche.

—Nada.

—Eso no te lo crees ni tú.

Me reí, al recordar a Taylor viniendo hacia mí con la lencería y mirándome como esa hambre... eso hubiera sido lo que cualquier hombre hubiera hecho.

Pero luego recuerdo el cuerpo lleno de sangre y sin vida, en la habitación sin haber tenido relaciones sexuales con ella antes y me preguntaba si esto era distinto a lo que los demás harían y si era distinto.

—Esa risa lo dice todo.

—No, no entiendes.

Llegamos al lugar donde estábamos haciendo las fotos y por suerte era al aire libro y no en un estudio cerrado porque juro que con este dolor de cabeza puedo desmayarme.

—Me estaba por ir...

Dijo el estúpido fotógrafo mientras se levantaba de la silla.

—Lo siento, ayer me descompuse del estómago y no pude dormir...

—Vaya, interesante excusa Stanley...

Se aproximó Thomas con un café en la mano y una gorra en la cabeza, a causa que había mucho sol esta tarde.

—No es una excusa.

—Si lo es...

—Es lo que realmente me paso.

—Haz las fotos y luego hablamos.

Summer miraba nuestra conversación con atención como si fuera una investigadora, observadora que luego tenía que exponer en algún lugar lo que había visto acerca de nosotros.

—No tengo ganas de hablar luego...

Thomas me dio la espalda, y me enfoque en seguir las indicaciones del fotógrafo que ya quería comenzar a hacer las fotos.

Tome de la cintura a Summer y ella me tomo del cuello mirándome con odio y yo tuve que hacer de un tipo sumiso en las fotos.

De seguro era porque se venía todo eso del feminismo y los hombres ahora teníamos que ser inferiores a las mujeres, porque ellas al fin se dieron cuenta que tenían las mismas capacidades de los hombres y se revelaron.

Si llegaban a enterrarse que asesine a dos mujeres, creo que ellas vendrían a matarme.

Saco varias fotos de esas poses.

Luego tuve que acostarme al suelo y que Summer se subiera arriba mío.

Y luego tuve que arrodillarme ante ella... y así sucesivamente.

— ¡Esta sección fue lo más divertido!

Dijo Summer, mientras le daba un beso al fotógrafo que la estuve mirando todo el tiempo. Le tenía ganas.

—Para ti, para mí no.

—El feminismo vencerá.

Suspire y asentí.

—Puede ser.

— ¿Eres feminista, chica? —Pregunto el fotógrafo.

— ¡Si!

—Genial, me encantan.

Suspire otra vez, y me reí por esos dos idiotas que hablaban tonterías y hacían tonterías.

Los humanos eran tan insignificantes cuando trataban de ligar.

Sentí una mano que me sujeto del brazo y me llevo lejos de ellos dos.

Era Thomas y estaba enojado. 

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