Helery

La tormenta se hacía más fuerte, el viento soplaba con fuerza, haciendo que mi piel se erizara al sentir el frío recorrer mi cuerpo. No podía ver casi nada, todo estaba muy oscuro y la intensa lluvia no ayudaba, solo podía observar a pocos metros de donde estaba, mientras caminaba descalza, sintiendo como las plantas de mis pies empezaban a arder, ya que el cemento debajo de ellas, hacia contacto brusco. Seguí caminando, esperando encontrar algo o a alguien, sintiendo una sensación extraña en mi pecho y sinceramente tenía miedo, porque era la misma sensación que sentí, cuando Lecuim murió y eso me ponía demasiado nerviosa. 

Un gran estruendo me hizo sobresaltar, rápidamente corrí hacia donde provenía el sonido, para encontrar a una persona tirada en el suelo, como si hubiera sido atropellado, con un poco de duda, me acerqué, para luego darme cuenta que la persona que estaba tirada, era nada más y nada menos que Lance.

—¡Lance! —grité mientras me arrodillaba junto a él— ¡Despierta! Por favor.

—Helery. —susurró débilmente— debes tener cuidado.

—¿Qué está pasando? —pregunté envuelta en lágrimas.

—Ella no descansará hasta tenerte. —murmuró, para luego cerrar sus ojos para siempre.

—¡Lance! ¡Nooo! —exclamé mientras empezaba a llorar recostada en su pecho.

Seguí llorando por largo rato, hasta que sentí el chirrido de una puerta pesada abrirse, rápidamente alcé mi cabeza, mirando que al frente de nosotros, estaba la entrada de un cementerio. Debo decir que cuando me acerque a Lance, no estábamos cerca a ningún cementerio, pero ahora, estábamos en toda la entrada y al parecer, algo quería que entrara allí, al principio dudé, pero debía averiguar de una vez por todas lo que estaba ocurriendo.

Al entrar todo estaba oscuro y se sentía un frío extraño, con un hielo que atravesaba mis huesos hasta llegar a mis tuétanos. Caminé más y más adentro del cementerio, hasta llegar a una espesa niebla donde podía sentir una voz familiar llamándome, rápidamente me acerqué y al son que iba avanzando, la niebla iba desapareciendo, hasta que pude observar dos cuerpos metidos en bolsas transparentes, paradas en un pantano lleno de gusanos, alacranes, arañas, serpientes, cucarachas y muchas cosas más.

—¿Mamá? ¿Papá? —llamé con miedo.

—Debes impedir su muerte. —susurraron al unísono, sin abrir sus ojos o mover sus bocas.

—¿La muerte de quién? —interrogué sintiendo mis manos temblar.

Mis padres señalaron algo detrás de mí, así que di media vuelta, llevándome un gran susto al ver a Lance en las mismas condiciones que mis padres, metido en una bolsa transparente. Después de recuperarme del susto, lo llamé por su nombre, logrando que abriera sus ojos, los cuales estaban completamente blancos y soltaban un líquido viscoso color negro, al igual que su boca, la cual soltaba la misma sustancia asquerosa.

—Helery, debes ayudarme. —dijo para luego caer el suelo.

—¿Ayudarte? —dude.

Un grito me hizo sobresaltar nuevamente, logrando que el miedo se apoderara completamente de mí, así que sin pensarlo dos veces, salí corriendo de allí, luego decidí mirar hacia atrás, para darme cuenta que el cuerpo de Lance me estaba persiguiendo, mientras caminaba como una araña, retorciendo su cuerpo como si no tuviera huesos. Rápidamente empecé a correr más rápido, mientras trataba de encontrar una salida de aquel cementerio, pero lo único que podía ver, eran tumbas y más tumbas, haciendo que el temor aumentara.

Mientras seguía escapando, caí en una tumba abierta que estaba en el suelo, traté de salir lo más rápido que pude, pero el hueco era muy hondo y no lo lograba. Mientras seguía intentando, pude ver cómo él cuerpo de Lance desfigurado, empezaba a gatear hacia el hueco, acercándose más a mí, rápidamente cerré los ojos y cuando lo sentí frente a mí, pegué un grito aterrador.

—Helery. —llamó Lance. Rápidamente abrí mis ojos, para darme cuenta que estaba en el suelo rodeada de toda su familia— ¿Estás bien?

—Yo... —traté de hablar, pero de mi boca no salía nada, así que solo me dispuse a abrazarlo mientras rompía en llanto, pues aquella pesadilla no era nada más que una maldita advertencia.

—Tranquilos muchachos, Helery está embarazada, es normal que se desmaye. —dijo el papá de Lance.

—Es verdad, solo es un mal susto, luego se acostumbraran. —confirmó Kurt.

Todos trataron de hacerme sentir bien, pero solo yo sabía lo que había visto en mi sueño y sabía que no era solo un desmayo de embarazada, era una advertencia de lo que iba a pasar y si no hacía algo para detenerlo, nuevamente iba a pasar lo de Lecuim. Después de un rato, los invitados se fueron, dejándonos a Lance y a mí solos nuevamente en la casa, Lance trató de averiguar algo, si había visto algo, si había tenido un sueño o alguna cosa, pero estaba demasiado asustada para hablar y la verdad, había decidido no contarle nada, ya que yo misma me iba a encargar de todo. 

Debo decir que me metí mucho en el papel de Helery y a la hora de escribir la parte del cementerio, se me erizaron los vellos jajajaj

Ojalá ustedes disfruten tanto como yo.

Los quiero mucho 😍