TaeHyung salió del laboratorio y vio cómo Baekhyun salía por una salida de emergencias. Rápidamente corrió a alcanzarle.

— ¡Eh! Dónde crees que vas.

— Me piro — dijo Baek.

— Nos enviaron a dirección, ¿no te importa?

— Ni un poco. Mi padre es el dueño del Banco Central, ¿por qué me echarían o castigarían a mí?

TaeHyung quiso romperle la cara, pero se mantuvo serio.

— Mejor preocúpate por ti, Soo Man va a estar cabreado.

¿Era tan jodidamente grosero como para llamar al director por su nombre? Ese maldito chino no tenía respeto por nadie.

Baekhyun salió y cerró la puerta. TaeHyung caminó a la oficina.

Al llegar a aquel piso, sabía perfectamente cuáles iban a ser las consecuencias de aquella pelea. Llamarían a sus padres, lo echarían, iría a otra escuela y el ciclo se repetiría... pero esta vez le preocupaba algo.

Se sentó en una de las sillas, a unos asientos a la izquierda estaba un chico de ojos grandes con el labio reventado... sentía que lo conocía de antes, pero eso no era relevante ahora mismo.

¿YeonJun seguiría viéndolo incluso fuera de Bangtan? Apenas se veían en los descansos porque estaba ocupado con otros asuntos.

Antes de seguir siendo consumido por sus pensamientos, el chico de la nariz ensangrentada de esa mañana salió de la oficina. El de ojos grandes no levantó la vista, ¿quizás también se habrían peleado?

— Siguiente — se escuchó a la secretaria en de ojos grandes se puso de pie. TaeHyung solo miró. El chico de cabello negro se sentó cerca de él, usaba un pañuelo para detener el sangrado. ¿En serio ese tipo ojón le había hecho eso al de cabello negro?

— Vaya paliza que te ha dado, eh — se burló TaeHyung.

Qué más daba meterse en otro problema si ya iba de salida.

— Capullo — respondió el otro sin mirarlo.

TaeHyung ahogó una risa.

Se creó un silencio.

— Ostia — volvió a decir TaeHyung, con el rostro iluminado — , ¿ese no es el patrulla del pasillo?

— Uno de los tantos — respondió el de cabello negro.

— ¿Por qué le pegaste? — Preguntó TaeHyung incrédulo. — Es decir, razones no faltan, son unos toca huevos, pero ¿qué te hizo?

El otro lo miró con fastidio sin responderle, entonces vio la marca en su mentón.

— ¿Y a ti quién te golpeó, nenaza? Te dejó bien marcado, eh.

A TaeHyung se le borró la sonrisa.

— ¿Qué?¿Ya no quieres hablar?

El chico de ojos grandes salió y se quedó observando al de negro, que por su parte, suspiró y se levantó, entonces la secretaria llamó al siguiente, ése era TaeHyung .

Le comía la curiosidad saber qué seguía con ellos, pero ya no era de su incumbencia. Sólo entró a la oficina y cerró la puerta detrás de él.

— Pasa, pasa, siéntate — pidió el subdirector Kim HeeChul, un hombre tranquilo y de voz cautivante.

— Me enviaron con el director.

— Ah, sí. Está fuera de la ciudad, así que por hoy atiendo yo los asuntos escolares.

TaeHyung se sentó frente al escritorio.

— Entonces, ¿qué hizo usted para llegar aquí?

— Ehhh... una pelea.

— ¿Física?

— Ya me dirá usted — respondió TaeHyung irónico mostrándole el golpe.

— Bien, muchas peleas hoy ¿no? — Dijo el Subdirector mientras escribía sobre un papel. — Toma esto.

Le entregó a TaeHyung un papel, decía "DETENCIÓN, 1 MES"

— ¿Detención? — Preguntó TaeHyung.

— Por un mes. Saliendo de clases vas al aula de detención y te sientas ahí una hora a reflexionar sobre tu comportamiento.

— ¿Y ya está?

— ¿Quieres algo más?

— No, no — respondió rápidamente — , si eso es todo...

— Sí, ya puedes irte.

TaeHyung se levantó y se marchó rápidamente para que Kim no pudiera cambiar de opinión. En el pasillo ya no había nadie, solo aquella secretaria y ¿Jimin?

— ¡TaeHyung! ¿Te expulsaron?

Y no sólo eso, detrás de él venía NamJoon mismo.

— ¿Cómo salió todo? — Preguntó.

— ¿Y tú qué haces aquí?

— Supuse que Baek escaparía así que vine a abogar por ti.

— ¿Por mí? ¿Por qué necesitaría tu ayuda?

Jimin solo los miraba. Nam no respondió.

— ¿Qué tienes contra mí? — Finalmente preguntó. — ¿Te hice algo?

TaeHyung no encontró una respuesta sensata, porque no la había.

— ¿Sabes qué? No importa.

NamJoon, bastante molesto se marchó del lugar. Jimin tomó a su amigo del brazo y salieron juntos.

Ahora sólo quedaba contárselo a YeonJun... no le iba a sentar bien.

En parte era una de las razones por las cuales siempre peleaban desde que habían comenzado a salir. TaeHyung se buscaba problemas por cada cosa que sucedía y YeonJun tenía que pasar desapercibido.

El resto del día pasó sin gracia. TaeHyung no se atrevió a contarle a su novio sobre lo sucedido, decirle que pudo haber sido expulsado y que ahora tenía que ir a detención por un mes entero era imposible con aquella sonrisa inocente.

Durante el descanso, se juntó a su novio, viendo de lejos a Jimin y Hoseok, el primero ahuyentaba palomas y Hoseok solo se reía de la personalidad tan extraña de Jimin.

Los amigos de YeonJun eran tranquilos, parecían un grupo cristiano o algo así, TaeHyung se quedaba con ellos porque de eso a estar como el mal tercio de sus otros dos amigos...

Se distrajo por un momento y SooBin, amigo de YeonJun se puso de pie y se acercó a alguien, al chico de ojos grandes.

TaeHyung tomó la camisa de su novio para llamar su atención.

— YeonJun, ¿de dónde conoce SooBin a ese chico?

— Creo que ambos son patrullas de pasillo — respondió — , ¿por?

— Esta mañana tenía el labio hinchado y con sangre. Creo que peleó con otro tipo.

— ¿Pelear? — Preguntó YeonJun.

— Ya te digo.

— Me sorprende que no lo hayan echado de los patrullas ya.

— Bueno, sólo fue una pelea.

— Creo que una persona que es tan impulsiva igual no debería estar en esta escuela.

Joder.

Si en algún momento pensó en contarle, ahora era definitivo que no.

SooBin se despidió del chico de ojos grandes.

— ¿Qué sucede, SooBin? — Le preguntó YeonJun.

— Creo que hemos perdido un patrulla.

— Joder, ¿de verdad le echaron? — Preguntó TaeHyung.

— Son las reglas — contestó SooBin.

TaeHyung suspiro y se levantó.

— ¿Por qué te afecta tanto, Tae? — Le preguntó YeonJun.

— No, solo quiero ir al baño.

Era obvio que era una mentira, pero YeonJun decidió no investigar a fondo.

A veces era como si ninguno realmente pudiera hablar con el otro, no se entendían la mayor parte del tiempo. TaeHyung y YeonJun eran casi extraños, apenas habían salido casi por dos meses, ¿por qué se sentía como media semana?

TaeHyung se lavó la cara y se miró al espejo, la hinchazón de su mentón había desaparecido casi completamente.

Sí, sí quería a YeonJun, el problema era que no encajaban demasiado.

Pero tampoco habían muchas opciones.

TaeHyung se secó las manos y salió de los baños.

Si salía con YeonJun era porque nunca antes había salido con otra persona, era su primer novio, pero no era como él esperaba, aunque tampoco sabía qué esperar.

Se distrajo tanto que terminó dándole un pequeño empujoncito a alguien.

El tipo de cabello negro.

— Fíjate por donde vas, nenaza.

— Aparta, guarro.

Ni dos veces se habían encontrado y ya chocaban tanto.

— A ver, ¿cómo que "aparta"? — Preguntó ofendido el otro. — Vas empanado por la escuela ¿y me dices a mí "aparta"?

TaeHyung iba a responder cuando vio que la herida de su ceja, aunque ya estaba limpia, se veía bastante mal.

— Mira la que te han puesto.

Sin pensarlo, quiso tocar la cara del otro, pero éste se apartó bruscamente y agarró la muñeca de TaeHyung para mantenerlo quieto.

— ¡¿Pero qué haces subnormal?!

— ¡Que no te quiero hacer nada!

Se miraron y luego el chico de cabello negro le soltó la muñeca. TaeHyung tocó la herida con suavidad para evitar dañar más al chico.

— ¿Cómo dices que te llamas, mariconetti?

TaeHyung se apartó sorprendido.

— ¿Como qué "mariconetti"?

TaeHyung rio ante el comentario y se guardó las manos en el pantalón.

— Me dicen...

— ¿Tae? — Lo interrumpió la voz de YeonJun.

Ambos se giraron a ver.

— ¿Éste quién es? — Preguntó YeonJun.

YeonJun y TaeHyung se giraron a ver al otro, que le dedicó una media sonrisa a Tae.

— ¿Yo? Soy Dios.