El fin del mundo

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Si algo no toleraba Tae eran las clases de deportes. Apenas podía hacer los calentamientos sin morir del cansancio. Jimin en cambio, hacía todo con calma y gracia, sin una gota de sudor.

Quizás lo que le agradaba Tae de todo esto, era que quienes estuvieran en clubes de deportes no tenían que estar en esa clase.

Seguía preguntándose qué haría cuando hablara con YeonJun. Era algo muy delicado, no quería pensar en lo que respondería pero era inevitable.

Estaba ansioso.

Jang Hyuk entró al gimnasio.

— Chicos lamentablemente su profesor está muerto y yo tomaré su lugar.

Los alumnos realmente se asustaron.

— Es broma - dijo riendo -, su auto se averió y hoy no pudo asistir, así que me quedo. Den una vuelta corriendo ¿quieren?

Hyuk se sentó en una banca y entonces se dio cuenta de la presencia de TaeHyung.

— Eh, tú... - dijo el profesor feliz de reconocer una cara - ¿TaeHyung no?

— Somos menos de diez alumnos y no se te queda el nombre - respondió.

— Da igual, hazme un favor ¿de acuerdo? - Le dio su gafete a Tae. - Tráeme la lista de asistencia del viejo HyeongDon, está en la sala de maestros, anda.

Tae lo miró desganado, pero era un profesor, tenía que obedecer. Salió del gimnasio y se dirigió a la sala de maestros, en el camino se topó a Soobin, patrullando un pasillo.

— ¡Oye! - SooBin habló y al voltear el otro se dio cuenta de que era Tae.

— No tengo pase - dijo antes de que SooBin se lo pidiera - pero, Hyuk me dio su gafete. Voy por la lista de asistencia muy rápido.

— No... no hay problema - dijo Soo avergonzado, después de todo, él le había quitado su novio -, oye, siento lo de YeonJun.

— ¿Lo de YeonJun? - Tae se puso nervioso.

— ¿Por lo de la ruptura?

Tae se quedó estático.

— ¿De qué hablas SooBin?

Silencio incómodo. Mierda, quizás SooBin sabía algo que TaeHyung no. Se miraron un buen rato, ninguno sabía que hacer.

— Creo que deberías hablar con YeonJun - dijo SooBin y se marchó, dejando a Tae en medio del pasillo, congelado.

Jimin golpeteó el hombro de Tae. Se miraron, Jimin comprendía a su amigo, TaeHyung se veía triste.

¿Qué coño había pasado? Tae se aclaró la garganta e intentó cambiar el tema.

— ¿Cómo te escapaste?

— El profe no me conoce de nada, dudo que se dé cuenta de que no estoy.

TaeHyung quiso reír y no pudo. No tenía idea de qué sucedía pero sabía que se lo merecía. Era un maldito traidor, se daba asco el mismo. ¿Como podía siquiera ver a YeonJun a la cara?

— Tae - lo llamó Jimin, devolviéndolo a la vida real -, cálmate. Es una
ruptura, no el fin del mundo.

Tae miró al suelo. Quizás tenía razón, solo lo dejarían soltero, como estaba antes. Nunca había estado mal como un soltero, pero le dolía en extremo lo que estaba pasando.

Cuando llegó la hora, Tae fue hasta el gimnasio, evitó pasar delante de las aulas para no ver a YoonGi cerca. Una vez en el lugar, dio vueltas en círculos, estaba demasiado ansioso.

YeonJun abrió la puerta. No le dirigió una sonrisa, ni un saludo, solo fue directamente a las gradas y se sentó.

Tae fue a él.

— ¿Qué pensaste sobre mi propuesta? - Le preguntó YeonJun.

— ¿Propuesta?

— Sobre ser el vicepresidente.

TaeHyung por un momento entró en pánico sin saber que responder. Tuvo que
aclarar su garganta para seguir.

— YeonJun...

— ¿Sí?

— Tenemos demasiado de que hablar.

YeonJun alzó las cejas.

— Habla.

Tae tragó saliva, no sabía dónde comenzar, ¿debía disculparse por haber sido una mierda de novio en estos dos meses? ¿Debería de confesar directamente que había estado mintiéndole toda la semana? ¿O podría empezar diciendo que lo había engañado?

— No importa lo que diga vas a querer terminar conmigo - dijo -, está bien y tienes todo el derecho del mundo de hacerlo, pero...

YeonJun soltó una carcajada.

— ¿Terminarte? ¿Por qué lo haría, TaeHyungie?

— YeonJun... - por un momento creyó que su novio era tan inocente.

— ¿Por haber besado a ése desconocido ayer? - Pregunto con falsa ingenuidad. - ¿O por mentirme?

Tae se congeló de nuevo, sintió que se mareaba.

— ¿Lo sabes?

— Lo sé, TaeHyungieeeee.

Sintió que el rostro le ardía y sus ojos se cristalizaban. ¿Ahora qué haría?

Se merecía que lo odiara con toda su alma. YeonJun suspiró y miró todo el lugar a oscuras.

— No voy a terminar contigo - respondió. Tae, sorprendido lo miró a los ojos.

— Todos cometemos errores, ¿no? - YeonJun se puso de pie y caminó hasta su Tae. Le sujetó la cara con ambas manos y lo besó. - Te perdono.

Era extraño, pero Tae no se sintió aliviado, más bien, atrapado. No sentía que YeonJun fuera honesto, al menos no completamente. Pero ¿con qué derecho decía el cualquier cosa? Y YeonJun lo sabía, Tae no tenía forma de atacarlo, cualquier cosa que hiciera, Tae lo habría provocado por haberle hecho tanta mierda en primer lugar. Tenía un pase completo dentro de la relación. Sonrió. Había ganado. Tenía el control de nuevo.

Solo faltaba deshacerse de aquél hijo de puta.

Entre los pasillos, Jimin caminaba pensando en el destino de su mejor amigo, ¿cómo le habría ido? ¿Qué pasaría de ahora en adelante?

Pensando en todo eso, terminó empujando accidentalmente a Jennie, la tipa más odiosa del aula.

— Lo lamento - dijo desinteresado.

— Alto, ¿cómo que lo lamentas? - Cuestionó ella. - ¿No tienes cerebro acaso?

Jimin se ofendió.

Había bastante gente en el pasillo. Como estaba a punto de sonar la campana, los alumnos estaban más juntos en esa zona.

— ¿Qué acabas de decirme?

Jimin se veía agresivo, Hoseok llegó a tiempo para detenerlo. Así se dio cuenta de que todos lo veían. Todos. Sehun, BaekHyun, SeokJin, los nuevos amigos de Tae, SooBin, NamJoon...

— ¿Cómo coño son así todos? - Cuestionó en voz alta. - ¡¿Cómo pueden todos soportar esta mierda todos los días?!

Sehun miró a Baekhyun y viceversa, ¿se había vuelto loco? Jimin notó la mirada.

— ¡Ustedes son unos hijos de puta con todo el mundo y a todos les da igual!

NamJoon quiso acercarse a él.

— ¡Y tú! - Lo señaló al verlo. - ¡¿Si no somos como tú quieres, como la administración quiere, no valemos una mierda?!

— Jimin, calma - le decía Hoseok.

— ¿Por qué tengo que calmarme? ¿Me van a segregar de los demás si no lo hago?

Los alumnos de detención prestaron completa atención.

Jimin vio un póster de YeonJun para su campaña, corrió a él y arrancó dicho poster.

— ¡Anda, a la mierda!

Algunos alumnos sonrieron por la acción. Era un secreto a voces, los alumnos odiaban a esa sección de otros alumnos que podían hacer lo que quisieran mientras mantuvieran la fachada de perfectos.

— Jimin - lo intentó calmar Nam -, ¿qué crees que estás haciendo, loco?

Jimin pensó bien su respuesta.

— Me postularé para Presidente.

SooBin se atragantó al escuchar esto.

— Y voy a terminar esta mierda de sistema - Jimin rió irónico recordando su última conversación con Tae -. Es el puto fin del mundo.

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