Evitar la confrontación

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La luz atravesando la ventana fue lo que despertó a YugYeom esa mañana. La cama era increíblemente suave, las sábanas eran tan cómodas. Abrió los ojos y vio a JungKook delante suya, dormido y abrazado a él.

Pánico.

Quiso levantarse de un brinco pero no quería despertar al otro. Se movió lentamente, cuidando que su novio no lo hiciera.

Lo único que no llevaba eran sus zapatos puestos. Recordaba habérselos quitado la noche anterior, lo que no recordaba era haberse quedado dormido. Estaba en casa de JungKook y YoonGi. No había ni un solo ruido. ¿Debía esperar a que alguien más despertara?

El cuarto de JungKook era diferente de lo que esperaba por las cosas que sus amigos decían de él. Esperaba decoración japonesa o algo similar. En cambio era una habitación en tonos neutros y bastante minimalista.

Mientras se ponía los zapatos vio una foto de JungKook y su madre, ella era idéntica a él, quizás por eso las facciones del hijo eran tan finas.

Tenía que ir al baño.

Salió de la habitación y se encontró en un pasillo decorado de forma similar a la habitación de Kook. Sus padres tendrían un gusto muy de gente adinerada. Abrió una puerta y encontró una habitación más, abrió otra y encontró el baño.

La noche anterior habían regresado en silencio pero apenas llegar a casa, JungKook se volvía más suelto. Como estando en su hábitat natural. YoonGi no había llegado que el supiera y le aliviaba la idea, si lo encontraba dormido junto a JungKook lo mataba.

Cuando regresó a la habitación JungKook había despertado. Estaba sentado en su cama, tallándose los ojos. Llevaba un suéter del mismo color que su cabello y un short negro. YugYeom se acercó y le dio un pequeño beso en la mejilla.

— ¿Dónde estabas? - Le preguntó JungKook.

— Fui a buscar el baño, me estaba meando.

JungKook bostezó y se estiró, se echó de nuevo a su cama y el suéter quedó ligeramente levantado, dejando ver su vientre.

— ¿Cómo eres tan delgadito? - Preguntó el más alto, tocando con su dedo índice la piel del otro. Su piel era tan suave.

YugYeom se inclinó a él y lo besó de nuevo. JungKook se apartó.

— Sigo enfadado contigo.

Joder, es que incluso con esa expresión de enfadado era adorable. YugYeom metió su mano por dentro del suéter del otro y lo volvió a besar.

— ¿Quieres comer algo? - Tartamudeó JungKook.

La cocina era enorme. Realmente podía imaginarse a los dos hermanos conviviendo en ese lugar. JungKook preparaba pan tostado, que era de las pocas cosas que sabía hacer.

— ¿Cómo es vivir con YoonGi? - Preguntó YugYeom.

— Mm... normal, supongo.

— ¿No cambió nada tu vida desde que viven aquí?

JungKook alzó los hombros.

— Antes me la pasaba en su casa, aunque era diferente, en un barrio... complicado.

— ¿Complicado?

— Ya no me preguntes - pidió JungKook.

Con un plato, sirvió el desayuno al otro.

— Está bien - sonrió.

Quien también despertaba en una casa ajena era YoonGi. Salió de ducharse, con una toalla cubriéndolo. TaeHyung estaba vestido acostado en su cama, esperándolo.

— ¿Hueles tanto a mierda o por qué tardaste tanto? - Se burló.

— Silencio, capullo.

TaeHyung lo miró discretamente. Usaría ropa de él ese día. Era la primera vez que lo vería en un atuendo casual, fuera de camisas de botones.

YugYeom se despidió. Apenas era mediodía pero si no regresaba lo mataban sus padres.

YoonGi se marchó. La ropa del otro le quedaba ligeramente ajustada pero estaba bien. Desayunaron con sus padres, eran bastante entrometidos. Después de todo, era uno de los pocos amigos que traía a casa. Sin embargo todo salió bien, Tae estaba feliz de que se conocieran.

Quizás con YeonJun habría sido diferente, quizás incluso lo habrían adorado. YeonJun parecía siempre tan correcto y amable, era servicial y dulce. A diferencia de YoonGi que era grosero y duro con todo mundo. ¿Lo que sentía TaeHyung era culpa?

Cuando llegó el Lunes, el silencio reinaba en la escuela. Todo Bangtan estaba estresado.

En la primera Aula, el primero en terminar el examen de ese día fue el mismo TaeHyung.

Al salir al pasillo se dio cuenta de que estaba todo desolado. Decidió ir a la cafetería. En una mesa, sentado por su cuenta encontró a JungKook, no quería afrontarlo, los había visto en el cuarto de BaekHyun, era vergonzoso. JungKook lo vio y como si pensara en lo mismo, se volteó hacia otro lado.

TaeHyung siguió de largo. Ni siquiera él mismo se creía que las cosas hubiesen resultado de aquella manera el último viernes.

Ni siquiera lo había hablado con YoonGi, como muchas cosas, había fingido que jamás ocurrió.

Como aquél beso en el gimnasio.

Como la paliza que le dio a Yeon.

Como cualquier cosa que ocurría entre ellos, fingía que no lo sabía. Se sentó lejos de JungKook, vio como BamBam también llegaba a la cafetería y se sentaba con el otro.

¿YoonGi era consiente también de cómo evitaban hablar? ¿Sabía el otro que solo creaban una bomba de tiempo? ¿Cuánto tardaría en explotar?

Vio como YeonJun entraba a la cafetería. Se miraron. YeonJun le sonrió. TaeHyung sonrió. YeonJun se acercó a su mesa y se sentó delante de él. TaeHyung no supo si debía huir. Estaban en plena cafetería, no iba a hacer un escándalo ahí ¿no?

— Hola, TaeHyungie.

— Hola YeonJun- respondió dudando de sí mismo.

— ¿Qué tal te fue en tu examen?

Ambos estaban muy incómodos.

— YeonJun...

TaeHyung dejó de hablar, no quería hablarlo con él, pero no podían seguir siendo amigos así como si nada.

— Lo sé - dijo YeonJun-, sólo quería decirte algo, antes de que me odies para toda la vida.

TaeHyung solo prestaba atención. No quería decir nada, aunque si en algo se equivocaba era en que lo odiase. No lo hacía. Todavía le preocupaba todo acerca de él, aunque expresarlo estaría mal para todos sus amigos.

— Nunca quise herirte - dijo YeonJun-, créeme que eres la única persona que esperaba proteger y eres a quien más le fallé.

TaeHyung bajó la mirada, ocultaba sus manos debajo de la mesa. YeonJun notó aquello ¿era para evitar tener contacto? ¿Tanto lo odiaba?

— Sé que pierdo el control - siguió diciendo YeonJun-, no voy a presionarte a nada de nuevo, pero, si un día me necesitas...

Tae se removió incómodo y se rascó la nuca, fue así que YeonJun se dio cuenta del por qué ocultaba sus manos: estaba usando el anillo.

Su anillo.

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