☆2☆

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

No lo vi al día siguiente, no estaba en el paradero y aunque lo echaba mucho de menos era lo mejor para ambos.

Pasaban los días y aunque seguía encontrándomelo no lo miraba y fingía que él no existía. Un día de esos Claus me acompañó, él deseaba ir a casa a cambiarse de ropa y darse un baño, Boney también venía con nosotros.

—Oye Claus, Boney está impaciente, ¿por qué no te apuras un poco? Además seguro que ya vienen por nosotros y es el último bus del día y no quisiera perderlo por tu culpa abuelo. —Me mofé de él. 

—¿Qué dices? 

—¿Además te entró mugre en los oídos? Jaja. 

—¿Te crees gracioso? Si quieres puedes largarte si tienes apuros. 

—No seas así, sabes que es el último bus que pasará. 

—No seas así... ¿con qué derecho dices eso si tú vienes molestándome? —Él se quejó—. No me gustan las bromas, mucho menos que digas que soy un abuelo por tardarme... ¡Claro, lo dices porque tú no estás todo el día trabajando y rompiéndote la espalda conmigo y papá! 

—Ay vamos que son solo bromitas, no seas amargado.

—Pues ya te he dicho que no aguanto tus tontas bromas, ya no quiero discutir, estoy cansado y ahora también estoy de mal genio gracias a ti. 

—De nada.

Él me dio un fuerte empujón, quizás si se me había pasado la mano.

—¡Maldita sea me tienes las pelotas hinchadas, vete a la mierda Lucas y ojalá que te pierdas, eres insoportable e irritante! 

No podía dejar de reír hasta que me volvió a empujar y casi me hace caer, ahí ya pensaba en pedirle disculpas para que se calmara.

—¡Y me caga tu estúpida risita ojalá te hubieras ido de hocico y te lo rompieras! Deberías aprender a cerrar la boca cuando te lo piden.

—C-Claus... lo siento, de verdad, es que me hace un poquitín de gracia verte enojado por algo tan insignificante...

—¡ERES UN PUTO! 

Habíamos llegado al paradero y ahí estaba él... el chico de ojos color violeta. Furioso se acercó a Claus y yo sospechando que algo haría también me acerqué a Claus, no iba a permitir que le pusiera una mano encima a mi hermano, después de todo yo había provocado su enojo así que el único que se merecía una paliza era yo.

Me interpuse y me empujó también para luego pegarle a mi hermano tan fuerte un golpe en su cara que lo hizo caer al suelo... ahora sí estaba en serios problemas con la chica esa, con Claus y papá quien me castigará seguramente por iniciar todo esto. 

—¡Lo vuelves a empujar a la próxima te mato! —Exclamó el de los ojos violetas. 

Claus se ponía de pie y escupió sangre en los pies de ese chico, ajustó sus nudillos para corresponder el golpe y antes de que pasara me eché a llorar... no quería que se armara una riña entre ellos dos... el bus había llegado y corrí y me subí junto con Boney y para mi suerte Claus dejó las cosas así y subió rápidamente también para no quedarse atrás, después de todo era el último bus del día. 

No se sentó a mi lado, no me quería hablar... me daba tanta pena haber provocado su ira y además que le dieran un fuerte golpe, me sentía muy arrepentido y mal por su estado y deseaba pedirle perdón, sin embargo quizás ya había metido mucho la pata ese día y era mejor dejarlo solo un rato y a lo mejor pedirle disculpas cuando él se sintiera mejor.

¡Estúpido chico de los ojos violeta! Sólo había empeorado las cosas...

Al día siguiente ahí estaba otra vez con una estúpida sonrisa... yo sólo lo miré con desprecio por lo que había hecho a mi hermano, desvié mi mirada y parecía que quería acercarse a mi pero yo di un paso atrás para que notara que no quería saber nada de él ni tener nada que ver también. 

Él siguió insistiendo en venir al paradero aunque también noté que parecía que él no esperaba el bus escolar, sólo estaba ahí por mi y yo no estaba dispuesto a perdonarlo por haberle pegado a mi hermano y tampoco es que dijera algo, quizás era un poco tímido de cierta forma o con quien le gusta, ¿pero de verdad yo le gustaba? 

Al paso de unos días ignorándolo por completo por fin se dio por vencido y dejó de ir al paradero, ya no lo veía y eso me hizo sentir bien los primero días...

Pasaron dos semanas y no lo sé, algo me pasaba, no sé la verdad es que extrañaba esa sensación linda cuando él me miraba, y me hacía sentir sonrojado... lo comenzaba a echar mucho de menos, a lo mejor no sólo se me había pasado la mano ese día con Claus, sino que también con él. Lo había meditado un poco... bastante y llegué a la conclusión que yo había sido el malvado con ambos, A Claus lo había provocado y él, el chico de los ojos violetas sólo había pretendido defenderme de mi supuesto agresor, él había sido lindo y atento conmigo todo el tiempo y yo sólo había sido una basura con él y no lo merecía, él merecía unas disculpas de mi parte, pero ya no sabía si lo volvería a ver.

Aunque si lo volviera a ver me pasaría por donde sea a esa chica sólo para disculparme con él... 

Sentía que necesitaba mucho volver a verlo, me sentía muy triste y comencé a quedarme una hora más ahí esperando en el paradero, una hora o un poco más en las próximas dos semanas y ya pronto se cumpliría un mes. 

Ese día justo decidí rendirme de esperar de más, sería la última vez que volvería a tener que esperar ahí. Me subí al bus y cuando las puertas se cerraron sentí un par de golpes al otro lado del vidrio y me volteé para notar que era él.

Quería gritar de la emoción hasta los ojos los sentía empapados, aunque no lloré y sólo me pegué al vidrio y él hizo lo mismo, era evidente que ambos nos necesitábamos y nos habíamos echado mucho de menos. Estaba tan hipnotizado apreciándolo que no noté que ya comenzábamos a movernos. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro