Disability [JenKook]

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Capítulo 1. Jennie

La alarma sonó en mi oído, olvide que me dormí escuchando a mi amiga Nayeon hablar de como un chico allá en Japón le rompió el corazón. Trate de levantarme ¡ja! Claro, no puedo caminar. Acerqué mi silla de ruedas a mi cama y con cuidado me senté en esta. Hoy sería mi primer día en el bachillerato, tal vez ya estemos a mitad de año, pero, fue el único bachillerato que me aceptó por mi "condición" y mi padre aprobó, ya que tiene varias áreas verdes y rampas en donde puedo subir para pasar.

Aún recuerdo ese día, ese día que se suponía sería el mejor de mi año, como ese día se transformo en mi infierno de por vida.

-Jen! Vamos antes de que haga tarde! Ya debe estar tu pastel.- Dijo Ji-eun, mi amiga desde preescolar

-Claro, espera solo deja¡Meee!.- Sentí como alguien me aventaba desde donde estábamos, en mi balcón a unos tres pisos del jardín trasero, hasta la piscina ¡a tres pisos de mi balcón!

Sentí como mis piernas chocaron con las orillas de la piscina y comenzaba a ahogarme, a partir de ahí ya no vida nada.
Me desperté en una cama de hospital, mis pies estaban vendados y mi padre estaba a un lado de mi, cabe aclarar que yo solo tengo 12 años.

-Hija! Que bueno que despiertas!.- Dijo mi padre mientras me abrazaba con cuidado.- Estaba muy preocupado por ti, bebé.- Dijo acariciando mi barbilla, de repente, entró un doctor a la habitación, se veía serio y triste a la vez

-Lo siento mucho señor Kim... Pero Jennie no podrá volver a caminar, le falicitaremos una silla de ruedas, buen día.- Y sin más, se fue de ahí... Mis lágrimas no tardaron en salir, no volvería a caminar, no volvería a jugar voleibol, no podría bailar ¿Qué iba yo a hacer con mi vida si no podía usar mis piernas?

Desde ese entonces, tome clases en casa, no quería que nadie me viera en silla de ruedas, las únicas que me visitaban eran Ji-eun y Nayeon, mis únicas mejores amigas.

Hasta ahora... Me convencí a mi misma para dejar ese miedo y salir por primera vez en 4 años, terminé mi secundaria en casa y esta vez terminaré mi bachillerato en persona, ya no tengo miedo, aunque no tengo a nadie. Ji-eun me dejo de hablar hace 3 años, y Nayeon se fue a estudiar a Japón, solo tengo a mi padre y ya, ni siquiera a mi madre, porque no la conozco.

Bueno, eso quedó en el pasado, tome mi uniforme del colegio y me lo coloque como pude, salí de mi habitación y baje por la pequeña rampa hasta el primer piso, tenemos 5 en la casa y yo estoy en el 2. Al bajar me encontré a mi padre dibujando un diseño que me encanta, un vestido negro entallado al cuerpo con mangas y escote en corazón, muy lindo.

-¿Qué opinas, cariño?.- Dijo mi padre, al parecer se dio cuenta que estaba detrás de el

-¡Se ve muy bien papá!, seguro lo logras vender hasta a nivel mundial.- Dije dándole apoyo a mi padre, el dice que soy su motivación para seguir aquí ¿Por qué no asegurarselo?

-Gracias Jen, espero que si... Toma tu leche que se hará tarde.- Dijo por lo que yo sólo asentí una vez con la cabeza y comencé a desayunar.

Al terminar, mi padre me ayudo a subir al auto y me llevo hasta mi nuevo colegio, era muy grande, nada parecido al último colegio que recuerdo, mi primaria. Había muchas personas afuera, áreas verdes muy grandes, arbustos de forma de espiral muy grandes, y el edificio del colegio... ¡es enorme!
Mi padre bajó del auto y sacó mi silla de ruedas de la cajuela, la dejo a un lado de la puerta en donde yo estaba y me bajó con cuidado, sentándome en aquella silla de ruedas. Todos, o al menos casi todos, se me quedaron viendo como un bicho raro, no estoy acostumbrada a eso, por lo que baje mi cabeza.

-Bien, Jen, te dejaré en la entrada ¿ok? Tengo una reunión y ya se me hizo tarde.- Dijo mi padre mientras tomaba los mangos de mi silla y comenzaba a caminar, guiándome hasta la entrada de aquel bachillerato enorme.

Ya ahí, se despidió de mi y comencé a avanzar por esos pasillos enormes, mi mochila la tenia en mis piernas, trataba de no ir tan rápido para que no se cayera, sin embargo no funcionó ya que mi mochila rosa con un llavero de un gatito kawaii se cayó de mis piernas

-Maldición- Maldije y trate de agacharme para poder recoger mi mochila, pero una mano grande, claramente de un hombre, me ayudaron, la levantó y se la quedó en las manos, mirándome, por lo que yo le devolví la mirada ¡era el chico mas bello que había visto en mi vida! Cabello negro, ojos color avellana, un lunar en la parte inferior de su labio... Era muy lindo

-Toma- Dijo poniendo mi mochila entre mis piernas, yo solo le agradecí con una leve reverencia con mi torso. - Eres nueva ¿cierto?. - Me preguntó por lo que solo asentí con mi cabeza. -¿No hablas?- Preguntó con una cara de confusión, más no de burla o de rechazo.

-Oh, no, si hablo... Solo que soy nueva y no conozco a nadie -Dije con una sonrisa tímida, este me la devolvió... Si pensé que no podía ser más lindo, pues estaba muy equivocada, su sonrisa se asemejaba a la de un conejito por lo que sentí mis mejillas un poco calientes-

-Que bien. Soy Jeon JungKook ¿y tú?.- Me preguntó mirándome a los ojos, y yo, algo nerviosa, desvíe la mirada

-Jennie Kim.- Dije con un hilo de voz mirando mis manos, quienes estaban sujetando mi mochila

-Es un gusto, Jennie.- Dijo alegre. -¿Cuál es tu salón? Te llevo.- Me dijo con un tono de positivismo lo que me hizo voltearlo a ver, esta reacción no la esperaba, si les soy sincera, esperaba que todos me rechazaran y solo fuera una más... Pero, este chico, no lo hizo.- ¿Jennie?

-oh, si, lo siento... Es el 1-2- Dije volviendo mi mirada hacia abajo

-Genial! Ese es mi salón, vamos- Este chico, JungKook, se colocó atrás de mi silla, tomó los mangos y comenzó a caminar hacia 'nuestro' salón

Repito, este colegio es para gente "rica" o con buenos recursos, pensé que todos serían unos fresas pero... Este chico... Es el primero que no me ignora o me hace del montón...

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