Capítulo 24

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Luego de una noche lluviosa le damos la bienvenida a un nuevo día brillante y con el cielo despejado. En el edificio de apartamentos donde viven Lincoln y Loren, vemos en la habitación donde duerme el peliblanco, solo que este estaba acompañado de alguien.

Ese alguien era nada menos que Lana. La rubia estaba aún durmiendo junto a su hermano mayor. Luego de ese debate mental de la noche anterior y de lo que piensa ahora de Lincoln quiso dormir junto a él, más que nada para no sentirse sola durmiendo en la sala mientras caía esa fuerte lluvia.

Unos minutos después Lincoln comienza a despertar, abrió sus ojos lentamente, veía la luz del sol entrar por la ventana. Así como le suele pasar a la mayoría de las personas no quería levantarse y quería seguir durmiendo, pero si o si tenía que levantarse para ir a la universidad. Quiso levantarse pero sintió que algo le impedía tan siquiera levantar su cuerpo.

Al remover la sábana vio lo que le impedía levantarse. Vio a Lana abrazándolo mientras dormía. Lincoln al ver esto estaba algo sorprendido, de que Lana viniera a dormir junto con él. Aunque no le molesta mucho que ella hiciera eso sin avisarle, es mas, le recordaba cuando Lana era pequeña y dormía con él en las noches de lluvia.

No quería molestarla, ya que se veía adorable verla dormir, pero tenía que levantarse y prepararse para ir a la universidad o se le haría tarde.

_ Lana, despierta Lana. Tengo que prepararme para ir a la universidad.— trataba Lincoln de despertarla.

_ Hmmm..... n-no.— respondía dormida Lana.

_ Vamos Lana, no quiero tener un llamado de atención por llegar tarde. Por favor ya puedes soltarme.— pedía Lincoln a su hermana.

La rubia al oír lo que decía su hermano lo suelta y se levanta. Se talla los ojos y luego vio a Lincoln. En eso la rubia recordó que anoche se metió a la habitación de Lincoln y dormir con él sin que este le dijera que lo hiciera.

_ ¡Lo siento Lincoln no quise hacer eso no sabía lo que hacía!— exclamó Lana disculpándose.

_ Tranquila Lana, no estoy molesto que vinieras a dormir conmigo. Aunque ya estás grande para tener que dormir acompañada de alguien.— le dijo el albino.

_ Me sentía sola durmiendo en la sala, y quise dormir contigo y tener algo de compañía. Solo eso pasó.— contaba la rubia.

_ Descuida, para la próxima me avisas y yo con gusto te dejo dormir en mi cama. Será mejor que me prepare para ir a la universidad, tú también deberías de prepararte para ir a la preparatoria.— comentó Lincoln a Lana.

_ Ahora que recuerdo hoy no tenemos clases ya que le harán unos arreglos al salón en donde estoy yo. Será hasta mañana que iremos a clases.— respondía Lana.

_ Entiendo. Iré a darme una ducha y luego preparo el desayuno.— dijo el albino.

Lincoln fue al baño y de ahí se dio una ducha y luego cambiarse para ir a la universidad. Lana por su lado solo se quedó pensando en lo que había hecho anoche. En parte era verdad de que se sentía sola durmiendo en la sala, pero por el otro lado si quería dormir al lado de Lincoln.

El recordar ese momento le traía muchos recuerdos nostálgicos, pero también sintió en su pecho una sensación que ya sabía que era, le daba una alegría sin igual. Pero el problema es que no estaba segura si Lincoln llegue a sentir lo que ella siente por él. Esto en parte la entristece, y es entendible, pero no dejaría que eso la desanime.

Luego de cambiarse a su ropa que llevaba el día anterior fue a desayunar junto a Lincoln.

_ ¿Que harás este día? Dices que no irás a la prepa.— preguntaba el albino.

_ Quizás vaya a trabajar, así no estaré aburrida este día.— respondió Lana.

_ Si en estos días no estoy ocupado podríamos juntarnos y divertirnos un poco. También podría invitar a Loren para que así la diversión sea mejor.— contaba Lincoln a Lana.

_ Me gusta, aunque preferiría que sólo nosotros dos fuéramos a divertirnos. Ya que Loren suele pasar ocupada.— comentó la rubia.

_ También es buena idea. Entonces yo te aviso cuando podamos pasar el día para divertirnos. Por ahora tengo que irme ya, deja los platos en el lavado después los lavaré.— decía el albino.

_ Descuida, yo los lavo y me encargo de cerrar el apartamento. Tú puedes irte a la universidad.— dijo Lana a su hermano.

_ Muchas gracias Lana. Te veo luego.— agradeció Lincoln a su hermana.

Con eso Lincoln tomó su bolso y salió del cuarto, en el pasillo se encontró con Loren, quien al igual que Lincoln se le hizo tarde, por lo que ambos hermanos fueron corriendo para llegar pronto a la uni. Lana se quedó en el apartamento de Lincoln y fue a lavar los platos sucios.

Mientras lavaba los platos fue que una visión le llegó de golpe a su mente, de lo que pasó hace unos momentos y de lo que está haciendo ahora. Se imaginaba a ella misma y Lincoln, estando casados, y que Lana le prepara el desayuno a Lincoln y este se va a trabajar mientras que ella se encarga de las labores del hogar.

_ ¿Así son de verdad las parejas de esposos? No me imagino yo misma haciéndole el desayuno a Lincoln, ya que no sé cocinar, tampoco sería una sirvienta limpiando la casa, yo también iría a trabajar como es debido.

_ Aunque..... sería lindo que eso pase, Lincoln y yo estando juntos, como una hermosa familia.

Lana se imaginó un escenario en el cual ella y Lincoln están juntos, saliendo en citas, luego ella y él en el día de la boda, incluso se imagina como sería los hijos que llegaría a tener. Se los imagina a uno de ellos con el mismo color de cabello que su hermano y algunos con su color de cabello rubio.

_ Me gustaría que eso fuera posible. Pero aún dudo de que Lincoln sienta algo por mí. Posiblemente en la universidad ya tenga a alguien con quien sería su novia.

Ahora a la mente de Lana le vino otro escenario en el cual ve a Lincoln con una hermosa chica, la cual sería su novia. Luego los ve en los mismos escenarios que ella se imaginó a ella misma y Lincoln teniendo una vida juntos, con su familia formada. Aunque con el detalle de que se imagina a Lincoln pasando más tiempo con su familia que con ella, dejándola en el olvido.

Sacudió su cabeza para alejar esas imágenes, no le gustaba del todo que su hermano tenga alguna novia, en parte le alegra. Pero no le gustaría que al estar más atento con alguna chica se olvide de ella. Aunque de momento Lincoln no está saliendo con nadie, ya que si fuera así Loren ya se lo hubiera contado o el propio Lincoln.

Guardó los platos que lavó y se dispone a salir del apartamento, no sin antes cerrar la puerta con llave. Llegaba consigo su mochila, fue a donde había dejado su bicicleta y fue de camino a casa. A esta hora sus padres ya debieron irse a sus trabajos, Lana solo iría para cambiar su ropa.

_ Bien, solo iré a cambiarme y luego me iré al trabajo. Me gusta mucho tener más tiempo para ir a trabajar, aunque ese lujo me lo doy los días sábados. Espero que algún día pueda trabajar así todos los días.— dijo a sí misma Lana.

Luego de cambiarse de ropa la rubia salió de su casa cerrándola con llave, tomó su bici y partió a su trabajo. Al llegar vio a sus compañeros quienes algunos acaban de llegar, en eso observó a su jefe, quien tomaba de un buen café caliente.

_ Buenos días señor Walter.— saludó Lana a su jefe.

_ Oh, buenos días Liliana. ¿No hubo clases hoy?— preguntó Walter.

_ A nuestro salón le harán unos arreglos y por eso nos dieron el día libre. Así que aproveché en venir a trabajar.— respondía la rubia.

_ Que bueno que hayas venido, en unos minutos llegará un auto el cual tiene unas fallas y quiero que te encargues. Si me necesitas estaré en mi oficina.— le dijo Walter a su empleada.

_ Como usted ordene. Me iré a cambiar y luego seguir con el trabajo.— dijo la ex Loud.

Sin más Lana fue a cambiarse a su ropa de trabajo y se dispuso a hacer su trabajo. Durante todo el día Lana realizó lo que más ama y que se a dedicado toda su vida, reparar autos y hacer que funcione y estén como nuevos.

Lana salió del taller para revisar un auto que se encontraba afuera. En eso escuchó que una moto se estaciona, a lo que Lana voltea a ver quien era. Grande fue su sorpresa al ver que se trataba de Lincoln.

_ Hola Lana, ¿Todo bien por aquí?— saludaba Lincoln a su hermana.

_ ¿Lincoln? ¿Esa moto es tuya?— preguntaba sorprendida Lana.

_ No, es de un compañero de trabajo. Si te preguntas el por qué la tengo yo es que mi compañero me dijo que la moto tiene un fallo, se le apaga sin razón aparente.— contaba Lincoln a Lana.

_ Ya veo, pero déjame decirte que tu compañero se consiguió una buena moto. Una Harley Davison, de las mejores.— comentó la rubia.

_ Dice que era de su padre y que al fallecer se la heredó a él. Desde entonces la usa para recordarlo. Le dije que conocía a alguien que sabe de motocicletas para que solucione ese fallo que tiene, y ese alguien eres tú, Lana.— dijo Lincoln.

_ Solo déjame que termine aquí y luego veré que tiene la moto. ¿No te molesta si esperas un poco?— preguntaba la rubia.

_ Descuida, estoy en mi tiempo de descanso. Aparte que no hay mucho movimiento en mi trabajo.— respondía el albino.

Con eso Lana siguió con lo que estaba haciendo hasta que terminó, luego pasó a revisar la moto que había traído Lincoln. Le hizo un chequeo para encontrar el fallo del cual hace que la moto se apague.

_ ¿No te fallaba cuando venías al taller?— preguntó Lana.

_ De hecho no, cuando mi compañero la usa se le apaga dos o tres veces por día. Aunque dice que puede ser muy aleatorio.— contestaba el peliblanco.

Lana seguía revisando la moto hasta dar con el problema. Pasado media hora pudo dar con el posible problema que sufre la moto. Pero antes tenía que hacerle unas pruebas.

_ Bien, todo parece estar en orden. Pero antes debemos de estar seguro si no se apaga. Podrías dar una vuelta y si pasa algo puedes llamarme.— decía la experta en mecánica.

_ Okey, aunque me gustaría que vengas conmigo y si ocurre algo puedas revisar y dar con el verdadero problema.— pedía Lincoln a Lana.

En eso Lana al oír lo que dijo Lincoln se quedó sorprendida, ¿Un paseo en moto con Lincoln? Al pensar en eso recordó una escena de una película que vio hace unos días, de una pareja de novios, los cuales pasean en una moto similar. Esto hizo que Lana se ponga nerviosa, ya que se imaginaba que esto sería como una cita.

_ ¿Lana? ¿Ocurre algo?— preguntó Lincoln.

_ E-estoy bien..... iré contigo, pero que sea rápido para que mi jefe no se enoje de que no estoy en el taller.— respondía nerviosa Lana.

Sin mas Lana sube a la moto, Lincoln la enciende y luego procede a dar un paseo de prueba y asegurarse de que la moto ya no sufra el mismo fallo. En el camino Lana tomaba de la cintura a Lincoln, el hacer eso le recordó a esa escena de esa película, donde la chica se sujeta de su novio, el recordar eso nuevamente Lana sentía como si Lincoln la llevara a un lugar romántico y tener una cita.

Cerró sus ojos y se imaginó a ella misma y Lincoln, los dos en un lugar apartado de todos, solo ellos dos, apreciando el paisaje, luego ambos se ven fijamente, apreciando el rostro de cada uno. Hasta que ambos se acercan para darse un beso. Lana solo esperó a que Lincoln uniera sus labios con los de ella, estaba a pocos centímetros de besarse, faltaba poco para hacer lo que imaginaba.

_ Lana, Lana, ¡Lana!

Lana abrió sus ojos y vio que estaban nuevamente en el taller, vio que Lincoln la veía con una mirada de extrañeza, Lana no se dio cuenta en que momento se quedó dormida, solo atinó a sonrojarse al recordar lo que estaba soñando.

_ ¿Segura que te encuentras bien? Podría ir a hablar con tu jefe y llevarte a casa.— preguntaba preocupado Lincoln.

_ P-p-perdón..... no me di cuenta que me quedé dormida. ¿La moto funciona bien?— dijo la rubia toda nerviosa.

_ Todo está bien, no se apagó mientras dimos una vuelta. Pero si ocurre algo vendré para que le des una mejor revisión. ¿Cuanto te debo?— preguntó el albino.

_ D-descuida, esta vez corre por mi cuenta. Si pasa algo la puedes traer de vuelta y yo me aseguraré de que ya no falle nuevamente.— dijo Lana a su hermano.

_ Okey, te veré luego Lana.— se despedía Lincoln.

El albino se fue del lugar dejando a Lana sola. La rubia nuevamente se preguntaba que fue eso. Ya que no sabía en qué momento se quedó dormida mientras probaban la moto, sobretodo ese sueño que tuvo, de ella y Lincoln, ambos en una cita y a punto de besarse.

_ "¿Que me está pasando? ¿Acaso será algo relacionado con la pubertad? ¿O es que en verdad estoy enamorada de Lincoln? Esto no puede estar pasando, no puedo estar enamorada de él, es mi hermano, y aparte él es mayor que yo. Tengo que dejar de pensar en él y centrarme en mis cosas"

Tras ese pensamiento Lana volvió a su trabajo, pero entre más intentaba dejar de pensar en Lincoln más y más pensaba en él, sobretodo el como luce él actualmente, a comparación de antes que era un enclenque y no le gustaba hacer ejercicios. Pero ahora él cambió físicamente, pero en lo que es su personalidad sigue siendo el mismo de siempre.

Al día siguiente.

Pasando al siguiente día vemos a Lana en su salón de clase. Estaba muy callada y pensativa, eso debido a sus pensamientos hacia Lincoln. Pese a que ella sigue viendo a Lincoln como su hermano mayor sus emociones le hacen verlo como si fuera otro chico, un apuesto chico.

En eso aparece Denisse, quien ve a su mejor amiga con esa mirada pensativa de hace unos días atrás. Dedujo a que se debía, por lo que se dirige a su amiga y en voz baja le dice.

_ En el recreo me dices lo que estás pensando.— dijo la pelinegra.

Lana se sorprendió lo que dijo su amiga, pero haría lo que ella le dijo y hablaría con ella en el recreo sobre lo que está pensando. Mas tarde ambas amigas se dirige afuera del centro educativo para así poder hablar sin que nadie las interrumpa.

_ Bien, ahora dime Liliana. ¿En qué estabas pensando hace unas horas?— preguntaba Denisse.

_ Yo..... creo que estoy..... enamorada.— soltó la rubia.

Denisse al oír eso se sorprendió de lo que dijo Lana. Ya que fue muy repentino que no sabía cómo reaccionar o tan siquiera decir algo al respecto. Pero hizo lo posible para no estallar de emoción y tratar de que Lana le cuente sobre el chico que flechó su corazón.

_ ¿De verdad? Eso es hermoso Liliana. Pero dime, ¿Quién es ese afortunado chico que te cautivó?— preguntaba Denisse.

_ De momento no diré su nombre, pero si te puedo decir que es un chico amigable, gentil, honrado, sincero, inteligente, honesto, y más que todo, dispuesto en ayudar a los demás.— contaba Lana de las virtudes de Lincoln.

_ Vaya, se nota que ese chico es muy buena persona. ¿Y como lo conociste? ¿O ya se conocen?— volvió a preguntar Denisse.

_ Lo conozco desde hace mucho. Más de lo que piensas. Se podría decir que lo conozco desde toda mi vida.— respondía Lana.

_ Wow, eso es tierno, pero tengo una duda. ¿Realmente te gusta ese chico? O mejor aún, ¿Él siente algo por ti?— preguntaba la pelinegra.

_ Yo...... realmente no estoy segura, sobre si yo le gusto, y también...... si él me gusta.— respondía Lana.

_ ¿A que te refieres con eso último?— preguntaba confundida Denisse.

_ Quiero decir...... siento que me gusta, pero a la vez siento que no es así. Yo lo veo como un hermano mayor para mí, y él también me ve como una hermana. Hemos pasado tiempo juntos y también compartido muchas cosas en común, aún así..... siento que él no me vea más que una amiga, o una hermana, quisiera que él me viera como...... una mujer que quiere tener algo con él y tener un noviazgo.— explicaba Lana.

_ Ya veo, sé como te sientes. Esto es algo común cuando no estás segura si le gustas a un chico y este solo te ve como una amiga o una hermana. Eso mismo sentí cuando me enamoré de Robert, creí que él no sentía lo mismo que yo, y mírame ahora.

_ El amor puede ser muy aleatorio y confuso. Tal como se conocieron tus padres como me contaste el otro día. Aunque me gustaría que respondas algunas preguntas sobre el chico del que estás enamorada. ¿Cuántos años tiene?— preguntaba Denisse.

_ Tiene 22 años. Como dije, él es mayor que yo.— contestaba Lana.

_ Vaya, ya es todo un adulto. Diría que no andes con él, pero falta pocos meses para que cumplas 18, y también nadie se daría cuenta que tienes 17, ya que pareces tener 19.— comentaba Denisse.

_ Otra pregunta, ¿Sabes lo que le gusta a él?— soltó otra pregunta Denisse.

_ Le gusta los videojuegos, ser ordenado, también le gusta los cómics. Además también va a la universidad y trabaja en una bodega, a descargar cajas de varios camiones.— contaba Lana todo de Lincoln.

_ Esta pregunta es muy importante y si no quieres responderla te entiendo. ¿Ese chico tiene pareja, o si está interesado en alguien?— preguntaba la pelinegra.

Lana al oír esa pregunta se tomó su tiempo. Ya que no sabía si Lincoln está ya en una relación o si le gusta alguien. Aunque si fuera así Loren se lo diría, ya que es costumbre que las chicas se cuenten chismes y rumores y comenten al respecto.

_ Sobre eso...... no estoy segura. Ya que al parecer no está saliendo con alguien, aunque tampoco descarto que se esté fijando en alguna compañera de la universidad.

_ En pocas palabras, no estoy segura.— respondía Lana.

_ Okey, con todo esto que me has contado sólo puedo decirte esto. Si estás enamorada de ese galán y si en todo caso él no siente algo hacia ti, es porque él ya debe de tener una pareja.

_ Pero, si no tiene pareja puedes aprovechar esta oportunidad para hacer actividades juntos. Ya sabes, pasar tiempo con él y así poco a poco iras ganando su corazón, cuando menos te lo esperes lo tendrás de novio.— contaba Denisse su consejo a Lana.

La rubia pensó en lo que Denisse le dijo. De pasar tiempo junto a Lincoln, esto ya era algo que hace desde hace tiempo, pero ahora es distinto, ya no sería salidas normales entre amigos o en este caso, de hermanos, ahora sería salidas para así ganarse el corazón de Lincoln y hacer que él se fije en ella y sienta lo mismo.

_ Creo.... que tienes razón, haré lo que me dijiste, de pasar tiempo con él y hacer que se fije en mí. Yo sé que él sentirá lo mismo que siento por él.— decía Lana decidida.

_ Esa es la actitud amiga, no dejes que otra chica te quite a tu hombre. Ve y lucha por su amor.— dijo Denisse orgullosa.

Luego de esa charla ambas amigas volvieron al salón de clase puesto que el recreo acabó. Mientras tanto Lana pensaba en lo que Denisse le había dicho, de que pase más tiempo con Lincoln, hacer algo que ambos les gusta, pero en lugar de ser una simple salida entre hermanos, lo haría en una salida como si fuera una cita.

Pensar en eso hacía que Lana se sonroje, ella y Lincoln saliendo en citas, le gustaba mucho que eso suceda, pero antes debía de asegurar de que Lincoln se fije en ella y así ambos puedan ser una pareja oficial.

_ "Lincoln me había dicho que si en estos días no estará ocupado podríamos salir a divertirnos. Sería perfecto para comenzar mi plan para hacer que Lincoln se sienta atraído a mí"

Más tarde luego de la escuela y de trabajar en el taller, Lana se encuentra de camino a casa para descansar. En el camino la rubia vio una tienda de ropa y en su vitrina había varios conjuntos de ropa, entre los cuales había algunos vestidos, trajes de baño, ropa casual, y también ropa para cualquier ocasión.

En eso le vino una idea en su mente, de que si quería que Lincoln se enamore de ella debía de hacer algo para tenerlo asegurado. Y eso era en cambiar un poco su estética, usar otras prendas a parte de las que usa todos los días.

_ "Desde hace unos años dejé de usar esos overoles vestidos que me regalaron, y también de usar blusas y faldas y volver a usar ropas más acorde a cómo era antes. Si quiero que Lincoln se fije en mí tengo que lucir como otra chica y no como su hermana"

Sin pensarlo mucho fue a esa tienda de ropa y vio los conjuntos que había. Le era muy difícil escoger, ya que no es como las otras chicas que se les hace fácil el escoger y comprar ropa, tal como Loren. Pero haría su mejor esfuerzo para conseguir algo que encaje y que la haga lucir hermosa para Lincoln.

_ Sea bienvenida jovencita, ¿En qué le puedo ayudar?— preguntaba una empleada.

_ Yo.... busco algunas prendas que hagan ver linda....... es para una cita.— dijo con pena la rubia.

_ En ese caso puedo ayudarla a escoger la ropa que necesite. Y descuide, no es la primera joven que tiene problemas a la hora de escoger que ropa le gusta. Entonces andando.— quiso ayudar la empleada.

En eso la empleada llevó a Lana a una sección en donde había todo tipo de ropa para que Lana pudiera escoger cual le parecía mejor y que la haga lucir radiante para su amado. Entre blusas, shorts cortos, vestidos y faldas para Lana le era un suplicio cual podría llevarse y ponerse en su salida con Lincoln, era tanto para elegir que sentía que se iba a desmayar.

Pero de entre tanta ropa que veía y se probaba encontró algunas que le parecía bien y que se encaja con ella.

_ Nada mal, aunque no suelo usar este tipo de short. Y la blusa la siento algo apretada en mis pechos.— dijo Lana sobre la ropa.

_ Le queda divina, apuesto que a su novio le encantará verla así.— opinó la empleada.

Ese comentario hizo que Lana se sonroje, el imaginarse a Lincoln viéndola y que quede asombrado por como luce, aunque viéndose mejor pareciera como si fuera de esas chicas presumidas que solo buscan llamar la atención de los demás. Pero Lana no haría eso, esto nada más lo hace para que Lincoln se enamore de ella.

_ Me la llevo, si dice que me veo bien entonces le creo.— dijo Lana a la empleada.

_ Muy bien, ¿Algo más que quiera llevar?— preguntaba la empleada.

_ De momento es lo único, aunque también quisiera llevarme los Alls Star rojos que están ahí, quedaría muy bien con la ropa que llevo.— respondía la rubia.

_ Buena elección, y a decir verdad combina a la perfección. Entonces vayamos a la caja para que pague por su compra.— dijo la trabajadora.

Ya con la ropa que usaría para la salida con Lincoln la rubia se sentía feliz, estaba haciendo mucho para que Lincoln se fije en ella, estaba dispuesta a todo para que él la ame no como una hermana, sino como la mujer que lo amará hasta el último día de su vida.

Unos días después.

Pasaron un par de días en donde Lincoln le confirma a Lana que el sábado no iría a trabajar ya que le dieron el día libre, también de que Loren estaría ocupada debido a que fue a una sección de fotos, por lo que ambos podrían pasar todo el día juntos y divertirse.

_ ¡Que bien! Lincoln tendrá el día libre en el trabajo y yo también, Loren estará ocupada todo el día, eso me da la oportunidad para así poner en marcha mi plan para hacer que Lincoln se fije en mí.

_ Por ahora me iré a preparar, me daré un baño y luego me pondré la ropa que compre días atrás. No hay tiempo que perder, así que andando.— dijo la rubia.

Fue así que Lana fue al baño y se dio una buena ducha, lavó bien su cabello, algo que no suele hacer pero en esta ocasión era necesario, haría que su cabello resplandezca a la luz del sol. Luego fue a su habitación en donde se puso la ropa que compró días atrás.

Ya con la ropa puesta se arregló el cabello, estaba por hacer sus tan características coletas cuando decidió hacer algo distinto. Se hizo las mismas coletas solo que estas estarían a los lados de su cabeza y no hacia atrás como suele hacerlo. Se vio al espejo para ver como se veía junto a la ropa que se puso.

_ Me veo rara, nunca creí que me vería así. Pero esto lo hago por Lincoln, si quiero que él me ame primero tengo que lucir como si no fuera su hermana, sino como la chica de sus sueños.

_ En cualquier momento Lincoln vendrá, tengo que prepararme para esto. Me siento nerviosa, es como si fuera a tener mi primera cita, pero solo tendremos una salida, tengo que mantenerme calmada y no verme nerviosa frente a Lincoln.— dijo determinada la rubia.

Un rato después el timbre de la casa suena, dando a entender que Lincoln había llegado. Lana bajó para recibir a Lincoln, antes de abrir la puerta toma un poco de aire y esperar la reacción que tendrá Lincoln al verla así cambiada.

Ya preparada Lana abre la puerta viendo a su hermano, el cual se veía normalmente como todos los días. El albino vio a su hermana y se quedó sorprendido al ver a Lana, por unos momentos pensó que se había equivocado de casa y estaba viendo a otra chica, pero no era así, esa chica que estaba frente a él es su hermana no biológica menor.

_ L-L-Lana.... ¿Eres tú?— preguntaba Lincoln nervioso.

_ A-así es Lincoln..... soy yo Lana.— respondía la rubia.

_ Wow..... luces muy bien, por unos momentos creí que eras alguien más, te ves muy linda.— halagó Lincoln a su hermana.

Esto para Lana era un gran paso, la impresión que dio y la forma tan nerviosa con la que habló Lincoln era más que suficiente de que quedó asombrado. Esto sólo era un comienzo, aún faltaba mucho más para así tener aseguraron a Lincoln como su novio.

_ Ya estoy lista para divertirnos este día. ¿Nos vamos?— dijo Lana al peliblanco.

_ Claro, vayamos y aprovechemos este día a lo grande.— contestaba el albino.

Sin tiempo que perder y aprovechar este día ambos jóvenes fueron a divertirse y disfrutar de este día. El cual Lana haría lo que fuera para así pueda hacer que Lincoln se fije en ella y así ambos puedan ser pareja. Muchas cosas nos aguardan en lo que hará la mecánica para ganarse el corazón de su hermano no biológico mayor, pero eso lo sabremos en los siguientes capítulos.

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Hola amigos míos, ¿Cómo están? Espero que bien.

Bueno, vimos como Lana empieza a sentir algo hacia Lincoln, el cual es amor, se ha enamorado de quien fue su hermano mayor. Y para ello Lana hará lo que tenga a su alcance para ganarse el corazón de Lincoln y que este último vea a la rubia no como una hermana, sino como la mujer que alegrará sus días durante toda su vida.

Más adelante se vendrá algunos momentos turbulentos que pondrán aprueba el progreso que tendrá Lana para hacer que Lincoln se enamore. Aviso que estarán buenardo esos momentos.

Ya sin nada más que añadir los dejo con mis angelitos para despedir este capítulo.

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