Escrito por mi — 327 palabras — Contenido sensible

Sus brazos sobre la cabeza se acalambraban mientras en sus ojos se posaba una venda que le impedía ver dónde se encontraba.

—Veo que ya despertaste. —Esa voz... no podía ser... debía estar escuchando mal.

—¿Na-Nate? —Su propia voz se oía rasposa y temblorosa por razones que desconocía.

—Me siento halagado de que te acuerdes de mí. —Escuchó cómo los ligeros pasos del albino se acercaban a su posición.

Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando dedos fríos recorrieron su piel que apenas notaba se hallaba descubierta.

Quiso liberarse, pero las gruesas esposas en sus muñecas se lo impedían, odiaba no poder moverse y Nate lo sabía.

—A juzgar por tu expresión asumo que algo te molesta. —Susurró Near recorriendo su pecho con sus dedos.

—¿Qué se supone que haces? —Preguntó evitando que el contrario notara su nerviosismo.

—Solo me divierto un poco. —Se alejó de su cuerpo rebuscando en un cajón hasta sacar algo que Alexander no pudo saber qué era debido a la venda en sus ojos.

Tardó solo unos segundos en sentir un agudo dolor en el abdomen del cual brotó un chorro de sangre.

Quiso gritar, pero un trapo fue puesto sobre sus labios acallando sus sonidos de dolor.

—¿Te duele? Lo lamento mucho. —Otra vez el dolor de un objeto fue introducido en su piel y la sangre brotando de la herida.

—Mmmmm...

—¿Quieres hablar? Creo que no será posible. —Podía imaginarse con claridad su expresión fría bañada en odio. —Es lo que te mereces por lo que me hiciste. —La venda de sus ojos fue retirada permitiéndole ver a ese bello ángel que él mismo se había encargado de mancillar hace tantos años, su piel seguía siendo tan blanca y suave como en ese entonces, pero sus ojos ya no reflejaban la misma inocencia. —Esta es mi venganza, Alexander. —Otra vez el punzante dolor que ahora comprendía venía de un cuchillo que era introducido en su cuerpo. —Mi venganza por violarme.