Capítulo 32.

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—Ya dije que no, mamá.

¿Ella de verdad está loca? ¡No podemos usar nada de lo de Paul! Christian lo dejó claro.

Él y mis padres discutieron la fecha de la boda por algunos minutos, antes de que Christian pusiera la fecha para dos semanas después.

—Solo digo, Annie. El vestido es hermoso y luces como una princesa, sin mencionar que tu padre ya había dado un adelanto.

Dejo salir un resoplido de fastidio, cansada de escuchar a mi madre y todas sus ideas. Ni siquiera sé cómo ella llegó a Broadview esta mañana para comenzar los planes de la boda.

Christian sigue mirando todo desde el sillón opuesto, bebiendo su segunda taza de café de la mañana.

—No quiero ese vestido, mamá.

Ella vuelve a apretar los labios.

—Dudo mucho que encuentres un vestido a la altura en menos de dos semanas, Annie. Deja de ser tan obstinada como tu padre y... —Christian la interrumpe.

—¿Qué es lo que quieres, Anastacia?

¿Que quiero?

—Hmm, quiero algo diferente. Único. —mantengo la vista en él—. Sé que no es posible planear una gran boda en dos semanas, pero quiero algo muy elegante, muchas flores, una banda en vivo y fuegos artificiales.

—¿Invitados? —pregunta, mirándome.

—Mi mejor amiga me mintió, así que no tengo a nadie en mente. Solo las familias.

—Pero... —mi madre abre la boca para protestar, Christian la hace callar cuando se levanta del sillón.

—Vamos, conozco algunos lugares que deberías ver.

Extiende su mano para que la tome y lo hago, siguiéndolo a la salida con mi madre chillando detrás de nosotros.

—La boda se hará aquí, tenemos suficiente espacio en el patio trasero. —señala Christian abriendo la puerta principal—. Haré que Andrea consiga las flores, la mantelería, los muebles y el catering. Incluso la banda en vivo puede instalarse en el extremo.

—Señor Grey... —chilla Carla antes de que yo pueda hablar.

—Ahora, Andrea también puede hacerse cargo de las invitaciones —tira de mi mano y abre la puerta del auto deportivo—. ¿Qué hace falta? ¿El vestido?

—¡No es así de fácil, señor Grey! —mamá sigue detrás de nosotros—. Si las bodas fueran así de fácil, no se...

—Mi empresa trabaja con muchos de estos negocios, señora Steele, tenemos preferencia. Y si eso no es suficiente, mi madre tiene contactos.

Mamá hace una mueca de disgusto con la boca ante la mención de Grace Grey, su supuesta nueva mejor amiga.

—Yo también podría hacerlo, señor Grey.

Christian rodea el auto, abriendo la puerta del conductor sin mirar a mi madre, que chilla golpeando el tacón contra el suelo.

—¡Yo también quiero ir! ¡Es mi única hija quien se casa!

Él hace una seña a algo o alguien detrás de nosotros.

—Suba al auto con mi chofer, este es un auto pequeño —dice y entra antes de que ella pueda protestar.

—Gracias por eso, Christian.

Pone el auto en marcha y salimos de la casa, sin mirar si mi madre entró o no al auto con el perro viejo Taylor.

—Es nuestra boda, Ana. La única opinión que debería contar es la nuestra, lo sabes ¿Verdad?

Creo que si.

Siempre dejé que mi madre tomara las desiciones porque ella sabía lo que era mejor para mí, escuché su consejo con atención incluso cuando fui la niña mimada de papá.

Me recargo en el vidrio mientras Christian conduce a algún lugar en el centro de Seattle, deteniéndose una gran tienda con aparadores del tamaño de la fachada y hermosos vestidos de novia.

—¿Qué vamos a hacer? —chillo mirando por la ventana—. ¿Vamos a conseguir mi vestido?

—Por supuesto.

Baja del auto para rodearlo y a mí me toma un par de segundos salir de la emoción de las compras. ¡Yei! El otro auto estaciona detrás de nosotros y mi mamá sale a toda prisa de él.

—¡Annie! ¡Annie! —gruñe bajito cuando entramos a la tienda—. No se supone que sean así las cosas, la tradición dice que tu padre compre el vestido.

La ignoro porque me detengo frente a un maniquí con un vestido ajustado de encaje y transparencias, la clase de prenda que favorece mi figura.

—No se preocupe, señora Steele —escucho que Christian le habla—. Le enviaré la factura a su esposo.

—¡No se trata de eso! —vuelve a chillar—. ¡Se trata del honor de la familia Steele!

Dios, ¿Yo también soy así de quejumbrosa? Pongo los ojos en blanco porque sé que ella no puede verme.

—Nena, iré afuera a llamar a Andrea para que se encargue de los detalles —dice ignorando a Carla—. Echa un vistazo a la tienda y encuentra algo que te guste.

Mis palabras favoritas.

—Claro.

Lo veo tomar el móvil y salir de la tienda, deteniéndose al lado de Taylor que espera junto a la acera. Hablan de algo y Christian levanta el teléfono a su oreja.

—¿Escuchaste lo que dije? —su voz chillona me saca de mis pensamientos—. Ese vestido no tiene joyas, ni nada espectacular que lo haga lucir, prueba con este.

El vestido que empuja hacia mi es pomposo y cargado de adornos. Espirales de tul adornan la falda y el corset tiene tanta pedrería que pesa lo mismo que yo.

—Es demasiado, mamá.

—Tonterías, no sabes nada.

Me empuja por los hombros a la zona de los probadores, una vendedora sonriente abre el cubículo para mí.

—Este vestido es incómodo. —chillo cuando la puerta se cierra y la falda ocupa todo el espacio—. Y es igual al que quiera antes.

Evito mencionar a Paul Clayton.

—Este vestido es mejor, Anastacia. Es el vestido de una Reina.

Dios.

Tengo que maniobrar para salir del probador con el enorme vestido, tan pesado que el escote de corazón se desliza hacia abajo por mis tetas.

—Eso sí causará una impresión —me río, sosteniéndolo con mis manos—. Christian no podrá dejar de mirarme.

—Annie, basta. Deja de hacer el ridículo. —dice con los dientes apretados—. Compórtate como la dama que eres.

—Es que este vestido no me gusta, mamá —hago una mueca exagerada de disgusto.

—No me importa, tienes qué lucir espectacular y si para eso tienes qué usar este vestido de 80 kilos, ¡Lo harás! Por Dios, Anastasia, creí que te había educado mejor.

Su voz es desdeñosa y una punzada de dolor me lastima el pecho. ¿No se supone que debe ser un día feliz? ¿Mi día feliz? ¿Por qué es más importante el vestido? ¿Qué hay de mi?

¿Por qué ella no piensa en mi?

¿Por qué todo lo demás parece más importante?

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