—Gracias por hacer esto... De nuevo.

Gail sonríe y acomoda el dobladillo de la cola de mi vestido. Decidí usar el mismo ya que me gustó tanto desde que lo vi en esa tienda.

—Me alegro que puedas tener la boda de tus sueños, o lo más cercano a ella.

—Dicen que la tercera es la vencida, y esta se podría considerar mi tercer boda. Empiezo a creer que estoy estableciendo un nuevo récord.

Mi amiga ríe y se detiene frente a mi, tomando mis manos con un apretón.

—Me alegra mucho que no te hayas casado con ese novio tuyo, el señor Grey es mejor partido.

—Lo sé.

—Y la boda será maravillosa porque ¡Estamos en París! —chilla.

—¡Lo sé! —ambas damos unos cuantos saltitos de felicidad—. No tengo los detalles, pero confío en que Christian planeó algo hermoso para nosotros.

—Oh, lo será. Escuché a Jason quejarse de cómo el señor Grey fue muy exigente con el hotel para la decoración, como si el jardín no tuviera demasiadas flores ya.

—¿Jardín? —es lo único que alcanzo a entender—. ¿Nos vamos a casar en el jardín?

—Si. El hotel tiene uno de los mejores restaurantes de París y están teniendo su boda ahí. Todo está listo ya.

Dios.

Ahora que la boda de verdad está ocurriendo, me lleno de nervios y siento como si la sangre abandonara mi cuerpo.

—No te preocupes, estarás bien. Y si algo no te gusta, dile al señor Grey y él se encargará de todo.

Tiene razón, esto es lo que quiero. Estoy teniendo la boda de mis sueños en la ciudad más romántica del mundo, y el mejor hotel de la ciudad. Todo es perfecto.

Antes de que pueda decir otra cosa, la puerta de mi habitación es golpeada y Gail se asoma para hablar con Taylor.

—Ya vamos —dice y cierra de nuevo.

Tomo el ramo de rosas blancas que Taylor trajo para mí y echo un último vistazo a mi yeflejo en el espejo antes de caminar a la puerta.

Todo es nuevo para mí, así que tomo el brazo de mi amiga mientras caminamos por el pasillo, luego en el ascensor hasta la planta baja. Algunos empleados se ubican a los lados del pasillo como si guiaran nuestro camino.

—¿Lista, cariño? —Gail palmea mi mano—. El señor Grey te espera.

Carajo, ahora el nudo está en mi estómago, más apretado ahora que puedo ver a Christian de pie junto a una mujer que parece ser la jueza y Taylor a su lado. La rubia me da un último apretón antes de caminar hacia ellos.

—La novia está aquí. —les avisa, todos girando para mirarme.

La marcha nupcial suena desde una pequeña bocina en algún lado, dándome paso a través del hermoso jardín cubierto de flores púrpuras.

—Ve despacio, camina, respira —me recuerdo, dando pasos cortos—. Quieres esto, te casas con un buen hombre.

Christian sonríe, sus ojos grises sobre mi todo el tiempo. Me detengo frente a él con las manos temblorosas y él besa el dorso de cada una.

—Te ves hermosa.

—Es el mismo vestido que ya habías visto —le recuerdo—. Lo único diferente es mi peinado.

O la falta de él. Sin maquillista profesional a la mano, tuve que hacer mi propio peinado y maquillaje, bastante más sencillo que la última vez.

—Igualmente luces hermosa, con lo que sea que uses.

Solo porque la mujer carraspea un poco es que recuerdo que estamos ahí para casarnos, finalmente. Cuando ella comienza a hablar, volteo para prestar atención a su inglés con acento extraño.

—¿Tienen preparados sus votos?

Oh, Dios. Lo olvidé. Preparé un pequeño discurso para la otra boda y me olvidé completamente de esta.

—Si —Christian suena seguro de si mismo—. Anastasia, ahora que estamos solos puedo decirte que llegaste cuando menos te esperaba. Tu alegría, tu carácter y la forma en que tomas los desafíos es algo que admiro de ti. Me complace que pases el resto de tu vida conmigo.

—Oh, eso es tan dulce, Christian —digo para él, nerviosa por tener que improvisar—. Si, bueno. Quiero comenzar diciendo que... Estoy tan feliz de que Paul me engañara.

La jueza nos mira con las cejas tan arqueadas que no puede disimular, incluso con la risita de Gail y la casi sonrisa de Taylor.

—Creí que estaba condenada a ser la señora Clayton y a soportar sus fallas pero enseñaste que puedo ser mejor y esperar lo mejor, y estar con alguien que me acepte con todo lo malo y lo bueno. Por eso, tienes mi eterna gratitud y mi respeto, y te prometo que seré la mejor esposa que puedas desear.

Por la mirada de Christian y las lágrimas de Gail, sé que dije las palabras correctas para la ocasión. Carajo, de verdad necesito ser mejor y esforzarme en ser la esposa perfecta para Christian.

Algunas palabras más con ese acento y la mujer nos declara marido y mujer. Esperaba un intercambio de anillos, pero ella solo señala el documento en la pequeña mesa para que sea firmado.

—Gracias —Christian estrecha su mano.

—Un gusto, señor Grey. Y felicidades, señora Grey.

Señora Grey.

Dios.

Mientras Gail y Jason se apresuran a firmar como testigos, Christian toma una caja del bolsillo de su saco.

—Tengo nuestros anillos, espero que te gusten —me muestra las bandas doradas y los nombres grabados en el interior—. ¿Qué te pareció la boda? ¿Te gustó?

Coloca el anillo en mi dedo y deslizo el suyo en su lugar, luciendo como el perfecto par de alianzas. No es grande y exagerada, es simplemente perfecta.

—Fue una ceremonia hermosa, gracias por hacerlo realidad Christian. —me acerco a mi esposo y deslizo mis manos por su pecho, dejando un pequeño piquito en sus labios.

—Es bueno escucharlo, creí que estarías decepcionada porque no es algo grande —señala el jardín con su mano—. Y sin invitados.

Gail y Jason aún están junto a la mesa, dándonos el espacio suficiente para que tengamos nuestra primera charla de esposos.

—Creo que las personas que están aquí son las correctas. —beso de nuevo sus labios—. ¿Ahora qué sigue en el programa, señor Grey?

—Hmm —apoya la mano bajo la barbilla—. Una cena privada en la suite del hotel y una cama para dos.

Dios, estoy nerviosa de nuevo. Espero que haya más champagne en ese refrigerador, podría necesitarlo.

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Holis 👀

Les dejo actualización, pero quiero decirles algo primero.

Están tan emocionadas por casar a Ana, esperancitas, que ya se parecen a Carla 😄.

¿Cuándo dijo Ana que amaba a Grey? 🤔