🌸Capítulo 24

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—Hay que ir a comprar más despensas —anuncio Namjoon sobresaltado a Jin quien había estado tan perdido en sus pensamientos que no se había percatado del alfa frente a él.

—¡Caray! No puedes simplemente aparecer de la nada —se quejó el omega manteniendo su mano contra su pecho, intentando calmar el acelerado ritmo de su corazón a causa del susto... Sí, tenía que ser del susto.

—Lo siento, no pensé que te asustaría —pronunció preocupado, pero había un brillo juguetón en sus ojos verdes.

Avergonzado el mayor aclaró su garganta y bajó su mano—. No me asustaste.

El alfa alzó una ceja, divertido, aun así no dijo nada.

—Yo iré, solo anota lo que nos hace falta —ordenó levantándose de su silla tras su escritorio.

—Ya lo hice.

—... ¿Y bien? ¿Vas a entregármela? —cuestionó al ver que el empleado no se movía, solo estaba ahí, observándole.

—Claro —sonríe avanzando.

Quitando el largo abrigo café claro de las manos del omega, ayudó a colocárselo en silencio. Disfrutando de aquella simple acción en la cual, sorprendentemente el Chef Kim se lo permitió.

—Aquí está —dejó la nota sobre la mano del omega, aprovechando para sostenerla por lo que al parecer de ambos fueron largos minutos, cuando en realidad no fue más que segundos—. Ten cuidado, tiene pinta de llover.

—E-estaré bien —pronunció algo extrañado, se estaba volviendo débil ante los avances del alfa, lo sabía y eso le alarmaba.

Él no quería volver a ser engañado, no quería confiar otra vez solo para ser defraudado y usado. No. No podía. No lo haría. Ahora no era solo él, también estaba su princesa.

Lentamente, Namjoon percibió el cambio en el omega otra vez. Viendo como se volvía a encerrar y alejar levantando una muralla entre ellos. El alfa quería gritar de frustración, estar con SeokJin era como avanzar un paso y retroceder tres. Pero aun así, él no se rendiría aún.

Saliendo de la oficina, contempló como le echaba llave.

—Ten cuidado —pidió nuevamente, viendo al omega apenas asentir con su cabeza antes de irse. Tal vez hasta fue su imaginación esa respuesta.

Namjoon suspiró y volvió a la cocina para preparar todo antes de abrir. Al llegar el pedido de carne, salió por la puerta trasera donde esperaban.

Namjoon hablaba con el hombre escuchando divertido su palabrería acerca de la calidad producto mientras revisaba el pedido de carne cuando el nuevo empleado y completamente más capacitado Hostess; aquel encargado de saludar a los comensales en la puerta, guiarlos a su mesa asignada y entregarles el menú, le llamó desde la puerta.

—Un minuto —pidió al hombre.

—Claro, tómese su tiempo —animo mientras volvía a la cabina de la camioneta por unos papeles.

—¿Qué sucede?

—Una chica rubia entró y dejó a una niña sin decir nada, retirándose sin darme la oportunidad de preguntar al respecto —explicó atravesando entre lo preocupado y confundido.

Definitivamente este chico estaba mejor capacitado que la mujer que había estado anteriormente, quien había molestado a Jimin por estar con su loro.

—¿Dónde está la niña? —pregunto de pronto preocupado, la única niña que se imaginaba era la hija del Chef Kim.

—Uno de los lavaplatos está hablando con ella mientras vine a buscarle.

—Bien, voy a firmar los papeles y te quedarás aquí para vigilar y ayudar a bajar la carne —ordenó volviendo a alejarse está vez con el chico siguiéndole.

A pesar de que estaba apresurado, se aseguró de leer bien antes de firmar y seguir el proceso ya conocido.

—Bien, este chico le ayudará —anuncio señalándolo—. Nos vemos la próxima vez —se despidió apenas escuchando la respuesta del hombre antes de retirarse.

Saliendo de la cocina y atravesando las dos puertas ya fue capaz de ver al cachorro observar fijamente al lavaplatos sin decir nada.

—Está bien, yo me encargo —dijo una vez estuvo frente a ellos.

La joven chica le dio una mirada de alivio antes de retirarse. Namjoon observó hacia abajo como la niña inclinaba su cabeza aún más hacia atrás para poder observarle.

Poniéndole las cosas más fácil, dobló sus rodillas y bajó hasta estar a la altura de la infante.

—Debes de ser la Princesa ¿no? La princesa Sana —el alfa se felicitó mentalmente por recordarlo y no balbucear.

—¿Cómo lo sabe? —interrogó con cautela, entrecerrando sus ojos.

—Uhm... Te diría que soy un mago pero una chica tan inteligente como tú no creo que me creas —Sana sonrió con autosuficiencia.

—Nop, yo soy grande y sé que los magos no existen.

—Pero hay personas que hacen magia, lamentablemente no soy uno de ellos.

—¿Entonces cómo sabías mi nombre? —esta vez era más curiosa que cautelosa.

—Porque mi hermano menor es un chico que no puede dejar de hablar de ti, de lo inteligente y hermosa que eres —halago no mintiendo del todo.

Jimin en verdad mostraba ternura cuando hablaba de Jin y su hija.

—¿Quién es tu hermano? —entrecerró sus ojos desconfiada.

—Es un omega de mejillas apretables, sonrisa de ojos, con un ave raro, cabello rojo, y llamado Jimin —respondió.

—¡Jiminnie oppa es su hermano! —chillo sorprendida, el alfa ya la veía saltando por todos lados.

—Así es, yo soy su segundo hermano mayor, Min Namjoon —se presentó—. ¿Me dirías por qué estás aquí sola, hermosa?

—Mi profesora se enfermó y no había nadie que la... ¿Re-enpiazara? —dijo algo confundida, no conocía muy bien esa palabra.

—Reemplazar —corrigió el alfa ante la duda de la menor.

—Sí, eso, por lo que nos mandaron a casa. Lisa unnie fue por mí pero la hermana mayor de Unnie tendrá a su bebé, yo no podía ir con ella por lo que me pasó a dejar aquí —explicó.

—Entonces, tu papi no sabe que estás aquí —la menor negó con su cabeza.

—No, papi... —Namjoon observó asustado como la niña tapaba su boca con miedo.

Sana observó a su alrededor, luego de verificar que no había nadie más y que no le habían escuchado, se acercó más al hombre alto.

—¿Cómo sabe que papi Jin es mi papá? —pregunto en un susurro.

—Te pareces mucho a él, princesa, ambos son igual de hermosos —respondió sonriendo, dejando a la vista ambos hoyuelos.

—¡Oh! ¡Yo también tengo uno! —chillo sonriendo, mostrándole su único hoyuelo en su tierna mejilla derecha.

—Solo las personas especiales lo tienen —susurro el alfa como si fuera un secreto.

Sana mantuvo su sonrisa sin poder evitarlo, queriendo mostrarle a todos su hoyuelo para que vieran lo especial que era.

—No debes decirle a nadie que papi Jinnie es mi papá —recordó volviendo a mantener su voz baja.

—¿Puedo preguntar por qué? —respondió intrigado.

—Porque las personas mirarán feo a mi papi y no me gusta porque aunque dice que las ignore al igual que él, yo sé que le duele. Tampoco quiero tener que volver a mudarme por ello —aclaró soltando un suspiro dramático.

Namjoon logró retener su maldición teniendo que apretar en puños sus manos, todo por culpa de aquellos ignorantes su futuro omega había sufrido.

—Lo prometo, no diré nada si es lo que quieres —aseguró.

—Gracias... Oppa —el alfa sonrió.

—Ya que tu-... —se detiene—. Ya que el Chef en jefe fue por unas compras, por qué no te quedas conmigo mientras tanto.

—¿Puedo? —pregunto volviendo a inclinar su cabeza hacia atrás cuando Namjoon se enderezó—. Papá, digo, Jinnie dice que debo de estar en su oficina porque es peligroso para mí ir en la cocina.

—Y tiene razón, pero dejó su oficina con llave y aún no abrimos nuestras puertas, no creo que nada peligroso suceda —explicó.

—Eres alto, más que Jinnie —comentó comenzando a caminar a su lado—. ¿Me tomas para conocer el mundo desde arriba?

Riendo por las ocurrencias de la menor, Namjoon la alzó fácilmente en brazos. De cierta forma, su hermano mayor tenía razón, tratar con Jimin le ayudó a entender a la menor, ya que de alguna manera ambos eran similares en la ternura que poseían naturalmente.

—Disculpe la modlestia, Hyung —Jimin dijo mientras se subía al auto y abrochaba el cinturón de seguridad—. Pero madre no me podía acompañar y Tae tampoco, ella no quedría que fuera solo ya que conoszco bien la zona aúnm.

—No es una molestia, es más, te lo agradezco —aclaro Yoongi absteniéndose a sonreír falsamente, casi no lo logra por la costumbre pero supo disimular para que el menor no se diera cuenta.

—¿Por qué? —su tono era curioso mientras se giraba a observar al alfa.

—Había una reunión aburrida que era para quedarse dormido de la cual me salve en cuanto mamá llamó. Literal, fue solo explicarle a padre que ambos me necesitaban aquí y me dejó salir —sonríe—, ventajas de ser hijo del CEO.

Jimin ríe con él, asintiendo con su cabeza.

—¿No vas a decir nada de mi sonrisa? —se burló el mayor.

El omega contempló el paisaje cambiar a través de la ventana.

—¿Por qué? Esa es una hermnosa sonrisa —respondió aún sin girar a verlo.

Yoongi no tenía que ser adivino para saber que el menor estaba avergonzado, su dulce y refrescante aroma se filtraba por todo el auto de manera sutil.

—Hay un viemnto suave —dijo Jimin al bajar la ventana.

—Realmente no corre viento y el cielo está cubierto de nubes grises anunciando la pronta lluvia —contestó justo cuando pequeñas gotitas comenzaron a caer sobre el parabrisas del auto—. Sube la ventana Jiminnie.

—Woah en Busan también me gustaba ver la lluvia a través de la ventana —recordo mientras obedecía al mayor.

—¿Eres de Busan?

—Nací y viví allí hasta que mis padres... Luego al no tener más padientes vine a parar en un orfamnato de aquí —explicó.

—¿Cómo conociste a mis padres? —curioseo el alfa.

—Uhm... Yo estaba en el jadín trasero leyenmdo mientas comía galletas con Shuga cuamndo madre se sentó a mi lado y comezó a hablarme sin que me diera cuenta —sonrió el menor.

—Sí, suena a mamá —coincidió con una sonrisa ladina.

—No la quise milar ya que pemnsé que solo era uno de los chicos molestamdome, entonces no me di cuenmta de que me hablaba hasta que se acercó padre y ambos me dodearon y comenzaron a usar el lenguaje de señas —rió al recordar aquella tarde.

Yoongi frunció levemente el ceño mientras buscaba un lugar donde estacionarse.

—¿Te molestaban?

—Bueno... Depués de que Jaebum se escapara que comemzaron a hacerlo, al menos los niños más grandes —explicó.

—¿Y no hicieron nada? —interrogó quitándose el cinturón de seguridad al igual que el omega.

—Eran niños —se encoge de hombros bajando del auto.

El alfa se bajó y rodeó el auto hasta estar al lado de Jimin, entonces tomó sus manos llamando su atención.

—Tienes que decirme si alguien te molesta de ahora en adelante, no me importa si fue el vecino, alguien del parque, algún idiota de las clases de baile, no me importa. Si yo no estoy, entonces dile alguno de los chicos ¿está bien? —la orden estaba allí presente, como también la preocupación.

—Está bien —asintió lentamente, está vez, dejando que su lobo moviera su cola de la felicidad ante la preocupación del mayor, se sentía bien aquello.

Ningún alfa se había preocupado tanto por él desde Jaebum.

—Bien, vamos por tu traje —anuncio comenzando a caminar.

Ninguno de los dos se dio cuenta de que aún no se soltaban de una mano.

Recorrieron algunas tiendas del centro comercial hasta que Yoongi se detuvo en una en específico, apreciando el traje modelado por un maniquí. Realmente se imaginó al omega en él apenas le vio.

—Es lindo —murmura el pelirrojo.

—Deberías de entrar a probártelo —dijo entrando en la tienda.

Jimin observó fascinado los trajes a su alrededor mientras el mayor hablaba con una empleada, solo dejó de mirar cuando la misma chica se presentó ante ella con el traje que había estado vistiendo el maniquí.

—Es el último que queda, espero que la talla sea correcta —anuncio con una sonrisa profesional.

—Yo creo que sí —asintió Yoongi soltando la mano de Jimin—. Te esperaré aquí sentado —señala los cómodos sofás puestos estratégicamente ahí para ello—, ve a cambiarte y ve si te gusta.

Asintiendo con su cabeza, Jimin comenzó a seguir a la joven empleada.

—Su alfa es muy guapo —cotilleo una vez a solas.

El menor estuvo seguro de que, si la chica no fuera una beta, ahora mismo estaría liberando una gran cantidad de feromonas para atraerlo.

Puaj.

Jimin sonrió y no dijo nada para corregirla, tomando el traje ingreso al cubículo para cambiarse de ropa cerrando la puerta sin decir nada más. Bueno, tal vez murmuró un gracias ya que tenía modales después de todo.

El omega se sacó su ropa, se colocó los jeans negros que estaban rotos en las rodillas y se apegaban bien a sus piernas, ajustando un poco el cinturón color rojo.

Las mangas de la camisa le llegaba hasta sus nudillos, intentó doblarlo pero no se veía bien por lo que le dejó como estaba. Estuvo unos segundos intentando averiguar cómo iba esa chaqueta extraña, ya que solo era la mitad derecha de esta.

Cuando pudo, se ajustó un poco la correa de su hombro izquierdo y la delgada cinta negra que rodeaba su cintura.

Era increíble como ese traje revelaba su ligera curva con sutileza ya que no era un mujer como que fuera tan notorio. El conjunto sacaba a relucir su belleza como omega aún siendo un hombre y aquello le gustaba.

Saliendo del cambiador volvió para encontrarse con su hermano. Llenó sus mejillas de aire al verle sonreír falsamente a la chica que le había ayudado.

No le gustaba para nada aquella sonrisa, era falsa, fea, y casi... Sombría. Yoongi no debería de sonreír así... No debería de sonreírle a ella si no quería realmente en primer lugar.

—Hyung, le dige que no me gusta que sonría así —refunfuño parándose frente a él.

—Lo olvide... —dejó de sonreír observando a Jimin, olvidándose totalmente de la presencia de la empleada.

Su lobo se agitó, Jimin se veía demasiado bien con ese traje.

—¿M-me queda bien? —preguntó el pelirrojo de pronto sintiéndose tímido.

—¿Uh? Oh... Sí, te queda... —wow, Yoongi no podía creer que estaba balbuceando.

Él ya sabía que Jimin era lindo, no había para qué negarlo pero ese traje que estaba usando...

Aquellos ojos mieles le observaron con timidez e incertidumbre, pronto se refugiaron tras su rojo cabello con un suave movimiento.

Cierto, una respuesta.

—Estas perfecto —dijo finalmente en una exhalación.

Una risita brotó de aquellos rellenos labios suaves y brillantes, contagiando a Yoongi, quien no se había dado cuenta de lo besables que eran hasta ese momento.

"Dios... Por favor que no suceda lo que estoy pensando" Suplicó el alfa mientras le correspondía la sonrisa al menor.



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Este es el traje de nuestro Jiminnie <3

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