🌸Capítulo 72

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


En la pequeña sala de espera, Yoongi tomó la mano de su pareja y la apretó suavemente.

—Solo es otra doctora, Minnie, no es nada del otro mundo —susurró intentando tranquilizarlo, se veía demasiado nervioso y tenso para su gusto.

—Lo sé —asintió y atrapó su labio inferior entre sus dientes.

—Mejor dime, ¿cómo te fue en la salida con tu amigo? —preguntó intentando distraerlo.

—Bien, le convencí de que fuera a ayudar con la mudanza a Jin hyung, así todos lo pueden conocer —sonríe.

—Eso es bueno —asintió—. Necesitaremos ayuda y será bueno conocerlo en persona.

Jimin le observó—. ¿No está enojado porque quise salir con él?

—Enojado no... Pero admito que un poco celoso —reveló—. Pero es tu amigo, lo sé, solo tendré que acostumbrarme a compartir a mi dulce pareja con alguien más —bromeó sacándole una risita al menor, logrando por fin que se relajara.

—¿Qué hará cuando decidamos tener cachorros? Ahí tendrás que compartirme sí o sí, Hyung —bromeó.

—Pero si llega a ser un pequeño alfita significa que tendré un ayudante que te cuide... O más competencia —frunció el ceño.

Jimin rió sin poder aguantarlo, negando con su cabeza se inclinó y besó a su pareja.

—Gracias —murmuró sobre sus labios.

—Min Jimin —llamó una enfermera y el nombrado se levantó de un salto—. Puerta tres, con la doctora Kim —dijo señalando el pasillo a la izquierda.

Asintiendo, Jimin observó a su pareja antes de retirarse siguiendo las indicaciones.

Frente a la puerta, el omega tocó y entró en la habitación luego de que le dieran permiso. Enseguida contempló a una mujer con bata detrás de un escritorio.

—Buenas tardes Jimin, yo soy la doctora Kim Yong-sun y te atenderé a partir de hoy. Por favor, toma asiento —invitó señalando las dos sillas frente a ella.

—Buenas tardes —respondió mientras tomaba asiento.

—¿Tu primera vez? —preguntó amigable.

Jimin negó—. Segunda.

La mujer asintió—. Supongo que la primera fue cuando te presentaste —el pelirrojo asintió de nuevo—. ¿Quieres que te explique qué es lo que veo y hago? Por lo cual gaste tantos años estudiando —bromeó un poco, calmando los nervios del menor.

—Sí, por favor.

—De acuerdo —sonríe—. Como sabes, entre los doce y dieciséis años está la posibilidad para presentarse como alfa u omega. Cada vez que una persona se presenta como omega, al ser aún unos niños se debe de escoger cuales supresores utilizará en el celo y no le perjudicará a su cuerpo, lo mismo en el caso de los alfas. Con el tiempo, estos cambian a la dosis general y común, los cuales después puede conseguir fácilmente en cualquier farmacia —observó a Jimin—. ¿Vamos bien?

—Síp.

—Como cada omega, hombre o mujer, tiene en su anatomía la forma para reproducirse y tener al cachorro en su cuerpo. Mi deber es cuidar tanto de ti, tu cuerpo y de tu cachorro. Si tuvieras algún problema respecto a tu celo, es a mí a quién debes de venir —explicó—. Dime Jimin, ¿tienes pareja?

—Un alfa, está esperando afuera —respondió escuchando con atención las palabras de la mujer.

—Muy bien, ¿entonces estás aquí por anticonceptivos o para ayudarte a quedar embarazado?

—Anticonceptivos, aún es pronto para tener cachorros —respondió mordiendo su labio inferior.

—Muy bien —asintió—. Como doctora, es mi deber de informar lo siguiente, ya que los padres hoy en día no lo hacen —prosiguió—. ¿Te gustaría llamar a tu alfa? —preguntó—. Esta información les vendría bien a ambos si son parejas.

—Está bien —asintió el menor, observándole con curiosidad.

Levantándose de la silla, salió de habitación e inmediatamente contempló a su pareja esperándole en aquella sala en la cual le había dejado.

—¿Sucedió algo? —preguntó el alfa, levantándose de la silla.

—No, pero la doctora quiere que también escuches algo —respondió.

—Bien, vamos entonces —asintió tomando la mano del omega mientras volvían.

Tocando la puerta, la mujer en el interior inmediatamente les concedió permiso para ingresar.

—Soy la doctora Kim Yong-sun —se presentó estirando su mano.

—Min Yoongi —contestó tomando su mano brevemente.

—Tomen asiento, por favor —pidió señalando las sillas.

Una vez la pareja estuvo sentada frente a ella, les contempló en silencio por un segundo.

—Díganme, ¿alguno de ustedes ha escuchado de los lazos irrompibles y lo que significa una mordida en tu cuello si proviene de un alfa? —preguntó observando a ambos.

—Yo solo sé lo básico —respondió Jimin, encogiéndose de hombros.

—¿Lo cual sería...? —animo la mujer.

—Que sería prácticamente como estar casados pero sin poder separarse a menos que, ya sabe... Por eso nadie quiere ese lazo ahora —respondió y observó a su pareja.

—Lo mismo —asintió Yoongi, observando atento a la mujer que podría resolver sus dudas.

—Es cierto, ninguna persona está muy interesada hoy en día cuando encuentran a su otra mitad, aquella con la cual tu lobo reacciona, ya que con este simple hecho puedes perder vigor o inclusive la vida misma si no estás con la persona que te uniste —explicó y sonrió entre labios—. Lo sé, no suena tan romántico e incluso es más algo de temer para la mayoría, por algo en estos tiempos ya no hacen mención de ello.

El pelirrojo asintió—. No llama tanto la atención unirse si se pone de esa forma.

—Por eso tiene que haber verdadero amor entremedio para unirse así, no es algo para tomarse a la ligera —dijo con firmeza, observando a cada uno—. Algunas personas llaman a estas parejas que se pueden unir de aquella forma, destinados u parejas destinadas.

"Eso suena bonito, al menos" pensó Jimin y observó a su pareja de nuevo.

Yoongi le sonrió suave y apretó su mano.

—La marca en el cuello es la que grita y anuncia que un omega está emparejado, pero es cuando el aroma de su alfa se combina con el suyo que significa que te has unido de aquella manera.

—Entonces, si después de morderlo y mi aroma, al igual que el de mi omega, se combina con el de mi pareja, significa que ambos estamos bien unidos —preguntó el alfa para asegurarse.

Jimin contempló atento a la doctora.

La idea de tener el aroma de Yoongi junto a él para siempre no le molestaba en lo más mínimo, es más, le encantaba la idea.

—Así, es. Esto es para ambos —el menor sonrió—. Cuando encuentras a tu pareja, es tu lobo quien lo reconoce primero y envía sutiles señales para poder reconocerse y juntarlos, es todo un proceso —anunció entusiasmada.

—¿Proceso? —cuestionó interesado Yoongi—. ¿Cómo se pueden reconocer? —pronunció aunque tenía una idea de cómo podría ser.

Y Jimin igual.

—Como sabes, la unión es en sí un fenómeno misterioso. El detectar a tu pareja es el primer indicio, y la segunda señal varía para todos, algunos es por el olfato, otros por el sonido y unos por el tacto.

El sonido. Esa era su señal.

—La tercera, es que después de tener relaciones intimas tu cuerpo comienza a sentir interés sólo en tu pareja, hasta el extremo en que te sientes enfermo si otro que no es tu alfa u omega te toca de manera sexual —el menor le contempló sorprendido—. Esta puede ser la prueba más grande, antes de la mordedura y el aroma, que te demuestra que son parejas.

Jimin apretó la mano de su alfa.

¡Eso fue exactamente lo que le había pasado a él!

—Otra señal de unión y la última —prosiguió—, es que inicia un leve dolor en el cuello por parte del omega, y la picazón en los dientes en el alfa. Todo debe sentirse leve cuando están juntos a comparación de cuando están separados pero sigue siendo una molestia, luego de eso el deseo de marcar y ser marcado su vuelve más intenso y en medio del acto sexual, ya es un deseo incontrolable donde por un momento, sus lobos omega y alfa, despiertan para finalizar este vínculo, esta unión, y luego se vuelven a esconder —explicó—. Una vez unido, tu cuerpo rechaza a cualquier otro que no sea a tu pareja, tanto para el alfa como el omega —aclara—. A algunos no les gusta, a la mayoría a decir verdad —pronunció como si no entendiera el porqué—. Es por eso que hay tan pocas personas que están unidas, ya que temen el gran compromiso que es aquello.

—¿Si tiene consecuencias como esa picazón o la muerte... También tiene beneficios? —preguntó Jimin.

—Sí, de hecho —asintió—. Con el tiempo, puedes sentir el estado emocional del contrario y algunos, dicen que pueden escuchar el llamado o los pensamientos de su pareja en su cabeza si realmente lo intentan —sonríe—. Eso, sin contar que a tu pareja nunca podrá interesarle alguien más.

Oh, esta información había sido bastante interesante, y era definitivamente la que tanto había estado buscando Yoongi.

Ahora tanto el omega como el alfa eran conscientes, de que estaban en el proceso de unión y cerca de terminarlo, ya que su Yoongi había tenido un especial afán últimamente de besar y morder el cuello de Jimin.

—¿Alguna duda respecto a ese tema? —preguntó la mujer.

—No, gracias —sonrió Yoongi—. Nos quedó todo claro.

—De acuerdo, entonces puedes volver a esperarlo afuera —pidió la doctora a lo que el alfa asintió y se retiró dejando a Jimin con ella—. ¿Seguro de que no tienes alguna duda?

—¿En verdad uno puede morir si no están juntos luego de unirse de aquella manera? —preguntó curioso.

—Sí, no hay duda en ello o alguna forma de ayudarles —dijo en un suspiro—. La unión es demasiado fuerte y al estar separados, pequeñas cosas van cambiando en uno, casi como si entraran en una extrema depresión hasta el punto en que ya simplemente no quieren vivir.

—Eso... Es triste —murmuró.

—Por eso ya nadie quiere morder ni contar lo que les acabo de decir —sonrió algo triste la mujer—. Si ustedes piensan unirse de aquella forma, piénsenlo bien porque no hay una forma de romper ese lazo sin que ambos mueran en el proceso —pidió.

—Lo tendré en cuenta —asintió.

—Bien, ahora te haré unas preguntas y decidirás qué método anticonceptivo quieres ¿de acuerdo?

Jimin asintió con su cabeza.

Diez minutos después, el menor volvió a cruzar la puerta despidiéndose de la amable doctora.

—¿Cómo te fue después de que me fui, cachorro? —preguntó Yoongi yendo inmediatamente a su encuentro.

—Bastante bien —sonrió entregándole una receta—. Escogí la forma oral porque había menos problemas por si decidía dejar el procedimiento para quedar en cinta —explicó.

—Muy bien, ¿y qué piensas de la unión y los destinados? —preguntó comenzando a caminar.

—Fue... Interesante —respondió y le dio una mirada conocedora.

Ambos sabían que el proceso de su unión estaba cerca para finalizarlo.

—¿Y estás bien con ello? —preguntó deteniéndose, observándolo—. No es algo que pueda manejar completamente, pero si no estás seguro cuando llegue el momento, solo dime y me detendré —prometió.

—Cuando llegue el momento, yo no quiero que te detengas, Yoongi hyung —murmuró observándole intensamente—. Es lo que más deseamos en este momento —agregó levantando sus manos unidas hasta su pecho, refiriéndose también a su lobo.

—Nosotros igual, Jimin —dijo antes de besarle.

—Fue por esto que quería que viniera, ¿no? —el mayor dudó un momento y luego asintió.

—Hace tiempo que estaba buscando información al respecto, padre no fue de ayuda y el doctor de la familia tampoco. Pero luego mencionaron a la doctora Kim y al buscar información de ella me di cuenta de que podría tener nuestra respuesta —respondió volviendo a caminar—. Ahora, iremos por tu medicamento, seguido nuestra cita y luego a ayudar a nuestros amigos.

Y lo mejor, es que no iba a estar Ji-eun molestando por alrededor de los dos.

Jaebum era un hombre atractivo, con su cabello color negro largo y peinado hacia atrás. Su mandíbula marcada y un cuerpo de atleta parecido al de Jungkook.

Tenía perforaciones a lo largo de sus orejas y Yoongi intuyó, que él fue la influencia en Jimin, ya que su cachorro también las tenía y exactamente en los mismos lugares que los del alfa.

"Fue como mi primer amor" recordó Yoongi.

—Hyung, él es Jaebum —presentó el omega—. Jaebum, él es Yoongi, mi alfa.

Ambos alfas se midieron con la mirada mientras se daban un apretón de manos firme.

—Me alegra que Mochi haya logrado encontrar a alguien que cuide de él, tan bien o mejor a lo que hice yo —anuncio el alfa menor.

—¡Jaebum! —pronunció Jimin, observando a su amigo con sus cejas fruncidas.

—¿Mochi? —preguntó Yoongi, manteniendo la calma.

Soltó la mano del contrario y rodeó los hombros de su pareja, atrayéndolo más a él mientras sutilmente mostraba su territorio.

—Me puso así desde que nos conocimos, al principio era para molestarme pero luego nos hicimos amigos y el apodo se quedó pero en forma cariñosa —respondió el pelirrojo, rodeando con su brazo la cintura de su alfa.

Jaebum arqueó una ceja—. Parece que ya arreglaron bien las cosas —indicó al verlos juntos.

Jimin sonrió y asintió con su cabeza.

—Ya están llegando los demás —informó el menor, viendo a sus otros dos hermanos bajar unas cajas del auto de Namjoon.

—Yoongi, ¿me puedes ayudar a correr un mueble en la cocina? —pidió Jin saliendo de la cocina.

—Jinnie, deja que ellos dos lo hagan y nosotros ayudemos a bajar las otras cosas —Jimin dijo señalando por la ventana.

—Oh, mierda —exclamó y observó a los dos alfas—. ¿Pueden hacerlo? Solo quiero que el mueble cercano a la puerta lo corran al otro extremo, al lado del refrigerador —indicó mientras seguía al pelirrojo omega fuera de la casa.

Ambos hombres fueron a la cocina y tomaron cada extremo del mueble.

—Así que... Eres el hermano mayor de Jimin pero aún sí están juntos —habló Jaebum—. ¿Cómo les fue con ello?

—Tuvimos problemas con ello en un principio, pero ninguno pudo negar por mucho tiempo los sentimientos por el otro —respondió Yoongi, dándole una corta mirada.

—Me lo imagino, una situación así no es fácil —asintió comprensivo.

Genial. Aparte de apuesto era comprensivo.

—¿Y qué hay con esa amiga suya? ¿Ji-eun?

—¿Cuánto te contó Jimin? —preguntó bajando el mueble, comenzando a acomodarlo apegado a la pared, al lado de refrigerador, tal y como había indicado SeokJin.

—Todo —se encoge de hombros.

Yoongi le observó un minuto y luego asintió.

—Después de que Minnie me expresara su inquietud decidí que tenía razón y arregle el problema, solo... Fue estúpido de mi parte no haberme percatado primero pero ya no volverá a pasar —respondió—. ¿Puedo preguntar por qué volviste ahora? —cuestionó observándolo fijamente—. Dejaste solo a mi cachorro, lo lastimaste al irte sin decirle nada y si volviste solo para irte de nuevo así...

Jaebum alzó sus manos y sonrió sin mostrar sus dientes—. No te preocupes, esta vez no me iré de la nada. Tuve mis razones para hacerlo y ya le explique a Jimin, él entendió.

Yoongi asintió.

—Bien, mientras mi cachorro esté feliz... —realmente no importaba nada más que ello.

—Difícilmente algo puede deprimir a Jimin —comentó el contrario—. Él siempre se esforzó más que nadie se en todo. Es tan terco que siempre logró lo que se propuso —el mayor sonrió, eso sonaba muy a su pareja.

—Ohh... Es guapo —una tercera persona dijo, atrayendo la atención de los dos hombres en la cocina.

—Tae —rió Jimin—. Kookie te puede escuchar —el nombrado se sonrojo.

—¿Lo dije en voz alta? —pregunto avergonzado.

Sana soltó la mano del peliazul y se acercó a Jaebum, inclinando su cabeza hacia atrás para poder contemplar bien al apuesto hombre.

—Hola, soy Sana. ¿Quieres ser mi novio? —pregunto sonriendo.

—¡Oh no! —interrumpió Namjoon inmediatamente cruzando la cocina, tomado entre sus brazos a la pequeña—. Aún eres muy joven para que me des esas preocupaciones jovencita, tienen que pasar cuarenta años ¡o más!

Sana rió y se escondió en el cuello del alfa mientras lo abrazaba con fuerza.

—Te estaré vigilado —advirtió Jin al haber escuchado a su hija.

Jaebum rió al igual que el resto.

—Genial, me libre del tonto de Bo-Gum para después preocuparme de Yeonjun y su amor platónico e infantil, y ahora también tendré que cuidarte del amigo desaparecido de Minnie —refunfuño Jungkook, abrazando posesivamente la cintura de su pareja.

—¿Qué? ¿Nadie está libre en esta casa? —bromeó Jaebum, recibiendo un fuerte y claro "No."

—Mejor vuelvan a trabajar chicos, que por algo les traje —espeto divertido Jin.

Quejándose, todos se dispersaron nuevamente para ayudar al omega a ordenar su casa nueva.

El lugar en sí no era muy grande, era de un piso donde perfectamente podría vivir una familia de cuatro o cinco, poseía tres habitaciones, un baño, la cocina, la sala comedor y un pequeño jardín trasero.

Pequeño y perfecto.

Entre risas y bufidos además de una que otra broma, los presentes terminaron de ordenar la casa de SeokJin, siguiendo las órdenes del omega.

Una vez terminaron, Jin les ofreció a todos zumos o cervezas para algunos, agradeciendo inmensamente por la ayuda.

No hubo mucha sorpresa entre los hermanos Min cuando poco después de que terminaran, sus padres se presentaron en la casa con bolsas de compras.

De ciertas forma, se esperaban que ellos se presentaran.

—Me encanta tu casa, Jin —sonrió Hyekyo abrazándolo.

—Trajimos carne para que la hacerla en la parrilla —dijo Joongki moviendo las bolsas.

—En el jardín trasero está la parrilla —indicio Namjoon guiando a su padre.

—Vamos a mi jardín también —chillo Sana, jalado de Jungkook y Taehyung.

—Cerecita, también trajimos a Chim y Shuga pero no logramos bajarlos del auto —explicó la mujer.

—Gracias —pronunció saliendo de la casa, todavía le incomodo con el cambio de su madre.

—Y tú, joven, me temo que no te he visto antes —dijo Hyekyo al observar a Jaebum.

—Es un amigo de Jimin desde el orfanato —respondió Yoongi cruzando los brazos sobre su pecho.

Hyekyo ni siquiera le observó, como si no existiera.

—Oh... Cere-...

—Es Jimin, Minnie o Jiminnie. Cerecita, no —regaño Yoongi con una sonrisa a su madre—. Es más, ni siquiera debería de ser Minnie o Jiminnie, solo Jimin para ti —espetó.

—Estoy conversando con el joven aquí, Yoongi, no seas grosero —interrumpió.

—Tú fuiste la que me ignoró —resopló.

—Es un gusto conocerla, señora Min —interrumpió Jaebum.

—Oh, cariño, dime Hyekyo —sonrió y le sacó infantilmente la lengua a su hijo mayor.

Entrando a la casa, Shuga dejó el hombro de su dueño y voló inmediatamente al lado de Jaebum cuando le reconoció.

—Parece que te extrañó —sonrió Jimin.

—Sabía que en el fondo también me querías —rió el pelinegro—. ¿Y esa hermosura que tienes ahí?

—Es Chim, la pareja de Shuga —respondió y observó a su pareja, percatándose de lo tenso que estaba.

Frunciendo el ceño, Jimin observó a su madre que hablaba con Jaebum y luego a su alfa. Suspirando, alejó sutilmente un poco a Yoongi y lo atrajo para un beso tierno, logrando que este se relajara y se apoyara en él.

—¿Ella dijo algo? —susurró el menor solo para que su pareja le escuchara.

Yoongi negó suavemente su cabeza, no queriendo molestar al menor.

—¿Por qué no van con los demás afuera mientras preparo algo simple para acompañar la carne? —invitó Jin.

—Cariño, déjame ayudar también —pidió Hyekyo observándolo.

—Claro, gracias.

Sonriendo cariñosamente a su omega, Yoongi tomó su mano y junto a Jaebum salieron al jardín trasero, el cual no era tan grande como el de la familia Min pero si perfecto para la modesta casa.

Jimin rió junto a todo el mundo, realmente feliz y disfrutando de su tarde mientras ignoraba los pequeños cambios sutiles que tenía su madre de vez en cuando cada vez que se acercaba a Yoongi.

Pero simplemente no le daba importancia, tenía cosas más importantes en que pensar.

Después de lo que le dijo esa doctora, el menor no podía dejar de pensar en ello y sonreír mientras le robaba pequeñas miradas llenas de anhelo, amor y felicidad a su alfa. A las cuales Yoongi le correspondía con el mismo sentimiento e intensidad.

—Es entretenido —pronunció Namjoon apuntando hacia Jaebum que hablaba con Jimin y su padre.

Yoongi asintió con su cabeza, estando de acuerdo. El chico era divertido y amigable, aunque la extrema comodidad que había entre su pareja y él lo tenía un poco incómodo por no decir nervioso, no podía negar que estar alrededor del alfa era fácil.

—¿Qué se siente presenciar y sentir lo mismo que Jiminnie cuando tú estás con Ji-eun? —preguntó Jin.

Yoongi volteó a verlo y recibió agradecido la botella de cerveza.

—No puedo negar que he pensado que esta situación, es llamada karma en su jodido esplendor —confesó antes de darle un trago—. Pero confío en Jimin al igual que él en mí.

—¿Y si Jaebum viene con otras intenciones al igual que Ji-eun pero él no está dispuesto a fingir? —pregunto curioso el mayor—. ¿Qué harías entonces, Yoongi-ah?

—Jin —pronuncio Namjoon contemplando confundido a su pareja.

El omega se encogió de hombros.

—No sé si Ji-eun está fingiendo o no salir con alguien. Ella no me interesa —pronunció desinteresado—. Sí, me preocupa porque al igual que mis otros dos hermanos es nuestra amiga de la infancia pero conocemos de primera persona su personalidad —respondió el alfa mayor—. Si Jaebum viene con otras intenciones respecto a mi cachorro, lo siento por él pero no le voy a permitir nada más que una amistad porque Jimin, es mío y pronto pondré una mordida en su cuello —reveló sorprendiendo a los demás, incluso al nombrado que se había acercado silenciosamente a ellos.

—Si hubiese tenido alguna intención así probablemente con esto que acabo de escuchar ya me hubiese rendido —dijo Jaebum sorprendido ante la seguridad en las palabras de Yoongi—. Bueno, al menos si hubiese sido otra persona pero yo no soy de los que se rinden fácilmente.

—¿Qué significa eso? —gruñó Yoongi manteniendo su voz baja para no alertar a su pareja que seguía hablando con su padre.

Jin alzó sus cejas sorprendido y Namjoon se acercó más a su hermano, frunciendo el entrecejo.

Cuando su madre llegó a su lado, Jimin le sonrió amable y observó hacia sus amigos en una excusa para alejarse.

Se preocupó al contemplar la tensión entre Jaebum y su pareja. Sin perder tiempo, dejó a sus padres hablando solos.

—¿Qué sucede? —pregunto parándose entre los dos.

Frunció el ceño al ver a su pareja tensar su mandíbula, la hostilidad comenzaba a rodear su cuerpo.

—Jaebum acaba de decir que está interesado en ti y no creo que se refiera a solo como amigos —respondió Namjoon.

—Chicos, si van a pelear quiero que lo hagan en otro lado. No quiero que mi hija presencie esto —indicó Jin agradeciendo que los dos jóvenes faltantes estuvieran cuidando de su pequeña en su habitación.

—¿Qué? —respondió Jimin observando confundido a su amigo—. ¿De qué hablan?

—No es nada, te explicaré otro día —respondió el alfa con una sonrisa y luego observó a los otros presentes—. Bueno, ya debo irme. Disfrute de todo, gracias y adiós —se despidió en general y se fue sin decir nada más.

Aún muy confundido, Jimin volvió hacia su pareja y lo rodeó con sus brazos. Al menos el alfa reaccionó inmediatamente correspondiendo el abrazo.

—No importa lo que quiera Jaebum, Hyung —susurró en su oído, teniendo que levantarse en la punta de sus pies—. Le diré que solo somos y seremos amigos, tú eres mi alfa —aseguró el omega y besó el cuello del mayor queriendo quitarle esa expresión feroz.

Separándose, Yoongi suspiró sintiendo a su lobo calmarse ante la promesa de su pareja—. Gracias, cachorro —pronunció antes de besarle con ternura.

Jodido y puto karma.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro