Capítulo 2

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- ¡Jung Hoseok!

El castaño dio un brinco en su sitio por el susto que le había dado aquel grito, siendo peor al ver el ceño fruncido de su jefe que parecía tener el diablo encima.

- Dígame, señor ¿qué paso? - se levantó rápidamente haciendo torpes venias.

- ¡Deja de holgazanear y ponte a trabajar! ¡No te pago para que te duermas en las salas cada vez que puedes! - espetó el hombre más que molesto.

- L-lo siento, no fue mi intención - se interrumpió así mismo con un bostezo que no logró retener - l-lo siento... anoche no pude dormir bien y-

- No quiero saber sus excusas, Jung. Mejor váyase antes de que lo despida porque estoy a nada de hacerlo, es la primera advertencia. No quiero volver a verlo quedarse durmiendo aquí después de las funciones.

- Sí, lo siento. No volverá a pasar - hizo un par de reverencias más antes de salir de ahí tallandose el rostro con el dorso de las manos.

Tener tres trabajos no es para nada sencillo. Esa era la segunda vez que lo cachaban durmiendo en las salas de cine que le tocaba limpiar, había tenido suerte de quedarse después de llegar tarde casi siempre y cometer varios errores más.

Fue al baño, dándole lástima lo que el espejo le mostraba; un chico desaliñado con visibles ojeras, la piel sin color, labios resecos y un hilo de baba por su mentón. Suspiró y echó agua para espantar el sueño, sonriendo, o al menos intentándolo.

- Vamos, Hoseokie. Tú puedes, ¡Fighthing! - se animó así mismo para seguir con el resto de su ajetreado día viernes.

(...)

Hoseok arrastraba sus piernas con cansancio manteniéndose en pie a duras penas. En ese momento lo único que quería era acostarse en su cama y desconectarse del mundo exterior, dormir hasta no recordar su nombre.

Es su más anhelado deseo después de la larga rutina de aeróbicos que había tenido. Al menos ese día había recogido dinero suficiente para poder comprar alimentos esa semana.

Era agotador dar una clase de aeróbicos después de haber pasado toda la tarde limpiando los desastre que dejaba la gente después de ver películas mientras en la mañana se la pasaba sirviendo cafés y postres.

Cuando al fin su cansado cuerpo llegó frente a la puerta de su amado departamento una sonrisa de alivio se instaló en su rostro, y no era de menos, pues había tenido que subir por las escaleras infinitas ya que la querida señora Kang, dueña del lugar, no había hecho arreglar el ascensor. Pero se borró enseguida después de ver la nota pegada en la pared.

"AVISO DE DESALOJO POR FALTA DE PAGO.

Si no cancela los meses que debe en el transcurso de la semana será desalojado de manera inmediata."

Entró al pequeño lugar tirando las cosas donde sea mientras silenciaba un grito de frustración contra la almohada comenzando a lanzar patadas y puñetes al aire con la cara totalmente roja del enojo e impotencia que siente en ese momento.

A veces no entendía que había hecho mal en su vida pasada para que las este pegando ahora, pues con media carrera universitaria y sin buenos referentes no podía conseguir un trabajo estable que le brinde estabilidad económica para seguir viviendo en Seúl, mandar dinero a sus padres que también están pasando un momento difícil y seguir estudiando.

Tuvo que abandonar sus sueños de conseguir un título en su carrera para poder tener tiempo suficiente para trabajar.

Todo era una mierda, ya tenía un teléfono gracias a que Yoongi, su amigo, se lo dio para su cumpleaños porque el suyo lo tuvo que vender para pagar la renta.

Suspiró de manera profunda dejándose caer sobre el viejo colchón que ya tenía que cambiar, cayendo lentamente en el mundo de los sueños donde podía vivir todo aquello que en la realidad no podía.

(...)

- Me parece algo realmente infantil y tonto eso de las almas gemelas, pero él no entiende, está encaprichado con eso y es tan ¡Ash! ¡Ni siquiera piensa en los efectos colaterales que le puede traer! ¡Es un irresponsable!

Hoseok no presta real atención a las quejas del mayor, al parecer jugar con su bebida era mucho más divertido que escuchar los mismos descontentos del hyung frente suyo.

Suspiró por décima vez en esa mañana, poniendo los brazos cruzados sobre la mesa para después recostarse sobre ellos, listo para una siesta antes de ir a su otro trabajo.

- Ya no sé qué hacer con ese niño~ - lloriqueo - ¿alguna sugerencia?

- Tiralo a la basura.

- Esa no es una opción, Yoongi - Lo miro de manera acusatoria, el mencionado solo se encogió de hombros - Hoseok-ah, ¿alguna idea?

- Hmm...

- Hoseok, ¿me estás escuchando? hey. 

El castaño se levantó tallando sus ojos con pereza. 

- No. Estoy pensando en cómo conseguir un trabajo donde tenga más de cinco horas de sueño y me paguen lo suficiente para vivir, me avisas cuando sepas de uno, hasta mientras debo ir a cambiarme. Adiós, hyung's - se despidió, caminando con desgano. 

En ese momento fue cuando a Jin se le ocurrió la mejor ideas de todas las que había tenido. 

- Te pago por tu culo. 

Hoseok detuvo sus pasos en seco mientras Yoongi escupía la malteada que tenía en la boca. 

- ¿¡Pero qué carajos dices, Jin hyung!? ¡Casi me ahogo por tu culpa! - se quejó el pálido. 

- Okey, no. Escogí las palabras equivocadas, la emoción, lo siento. Lo que quería decir es que te pago por que te hagas pasar por una chica y salgas con mi primo - se explicó. 

El castaño giró sobre sus talones, con el ceño fruncido y la mandíbula tensa. Golpeó la mesa con la palma de la mano abierta mientras la otra se posaba en su cadera y una mirada mordaz. 

- No - contestó firme. 

- Por favor, si no quieres aceptar ayuda con el dinero entonces trabaja para mí. No lo veas como un favor, míralo como un trabajo en el que te pagaré por pasar tiempo con Taehyung hasta que se le pase el capricho ese del hilo rojo del destino - insistió. 

- Ya dije que no. 

- ¡Oh, vamos! Eres el chico perfecto que todo mundo ama, por favor. Te voy a pagar mensual, semanal, como tú quieras, pero ayúdame con eso. Ni siquiera presta real atención a manejar los hoteles solo por andar en esa tonta búsqueda, por favor - lo miró suplicante, juntando sus manos en forma de rezo frente a su pecho.   

Hoseok suspiro pesadamente. Estaba lo suficientemente cansado tanto de manera física como mental para ponerse a discutir sobre un tema que no estaba a debate, negó con la cabeza mientras se alejaba, dando por finalizada aquella conversación. 

- Deberías pensarlo, Seokie - dijo Yoongi - Dejarás de quejarte por no dormir bien y no tener dinero. Es más, ¿por qué no me lo pides a mí, Jin hyung? - preguntó ofendido. 

- ¿Qué? Claro que no, no quiero verlo llorar por las cosas que le puedas decir. 

- ¡Oye! ¡Qué tratas de decirme! 

- Que eres un tsundere que no llega a medir sus palabras - Jin le enseñó la lengua de manera infantil. Yoongi estrechó los ojos y le lanzó una servilleta que fue devuelta, comenzando una guerra con servilletas sucias. 

Hoseok bufó y rodó los ojos, dejando a sus amigos de lado para irse a cambiar. Jin estaba loco si pensaba que iba a aceptar, aunque tal vez no sea mala idea.  

¡No, definitivamente no! No vendería su dignidad por un par de horas más de sueño. 

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Holap ;b

¿Qué les parece la idea de esta historia? ¿muy cliché? es el punto, ahre xd

Ahm... no sé qué decir solo que esperaba más de mí en este cap :/
Anyway, es pa' lo que hay :D

Los dos primeros caps porque toy de cumple, juju

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