Narrador

Las vacaciones de invierno habían terminado y el tren de Hogwarts emprendía a su destino con rapidez. En cuanto los alumnos llegaron al colegió, corrieron a instalarse nuevamente en sus salas comunes y en el caso de Slytherin, llegaron coreando a viva voz:

–¡Eileen! ¡Eileen! ¡Eileen!

La joven los miro sonrojada, los esperaba sentada en uno de los sillones con un libro entre sus piernas. Pronto se vio siendo felicitada por todos los miembros de su casa mientras que Astoria la abrazaba con fuerza gritando de alegría. No había podido ir antes a Hogwarts, el director no lo permitió, pero al menos ahora estaban juntas.

Draco se acerco hasta ella y le dio un beso frente a toda la sala común, quienes explotaron en sonoros aplausos y vitoreos.

(...)

–No puedo creer que esa niña se atreviera a hacer eso. ¡Mira que no agradecernos públicamente! ¡A nosotros, sus padres! ¡Nosotros quienes le hemos dado la vida y pagado sus estudios!–Exclamaba Molly Weasley con furia.

En la madriguera, despues de la partida de Ron y Ginny a Hogwarts, se encontraban reunidos en la sala los patriarcas de la familia y sus tres hijos mayores, Bill, Charlie y Percy, quienes escuchaban el repetitivo discurso de su madre desde que salió la nota de Eileen en el periódico.

–¡Es una maldita mal agradecida!

–¡Basta!–Exclamo Percy levantándose molesto ante la mirada incrédula de los demás.–Estoy harto de escucharte hablar así de Eileen. No permitiré que sigas tratándola de esa manera ¡y si ella no te agradeció nada es porque no tiene porque agradecerle a una madre que siempre la ha odiado!

Inmediatamente Molly lo abofeteo.

(...)

En la sala común de Gryffindor, el conocido trio de oro se encontraba sentado frente a la chimenea. Conversaban respecto a sus vacaciones hasta que Hermione saco el tema:

–Estoy subscrita al Profeta...tu hermana es...asombrosa, Ron.

El simplemente chasqueo la lengua con molestia.

–Es verdad, es maravillosa.–Apoyo Harry bajando la mirada.– No se los quise contar porque...no quería que me tuvieran lastima pero, mi madre se había infectado de Viruela de Dragón hace poco más de un mes. Había sobrevivido gracias a las lagrimas de fénix que nos daba Dumbledore pero siempre recaía. 

–Oh, por merlín, Harry.–Murmuro Hermione.

–Debiste habérnoslo dicho, colega. Sabes que estamos aquí para ti.–Dijo Ron.

–Lo se, pero en verdad no quería hablar del tema. Cuando la Cura fue patentada por tu hermana, fuimos una de las familias a las que se nos envió una de regalo. Estábamos últimos en la lista de cualquier clase de cura para la viruela, pero probablemente tu hermana nos lo dio primeros por la relación de amistad entre nuestras familias. Gracias a ella...mi mamá esta bien.–Sonrió con cariño.

–Bien, prometo portarme mejor. –suspiro Ron– pero más te vale alejarla del idiota de Malfoy.

–No deberían tratarla como un objeto.–Reprocho Hermione.

–Hecho.–Dijo Harry ignorando a su amiga.

Hermione rodo los ojos con irritación. Eso no terminaría bien.

(...)

A la mañana siguiente, las clases iniciaban de nuevo y todos se encontraban desayunando amenamente. Muchos alumnos de diversas casas, incluso maestros, volteaban a ver indiscretamente a la menor de los Weasley, quien desayunaba sonriente entre Draco y Astoria y frente a Blaise, Daphne, Theodore y Pansy. 

–Ay, se ven tan lindos juntos.–Alago Daphne sinceramente, mirándolos con adoración.

–Por supuesto que sí–Sonrió Draco, arrogante.

–Gracias.–Dijo Eileen sonrojada.

–Mas te vale no hacerle nada a Eileen o me convertiré en Bellatrix 2.0–Amenazo Astoria y Draco no pudo evitar estremecerse a lo que rieron.

En ese momento ingreso el correo como todas las mañanas, sin embargo, una lechuza blanca se poso frente a Eileen, quien la miro confusa.

–¿Hermes?–Ladeo la cabeza y tomo la carta que decía su nombre, abriéndola inmediatamente.

Querida Eileen 

Lamento no haberte felicitado por tu gran proeza, madre confisco las Lechuzas y no tuve como comunicarme, pero quiero expresarte lo orgulloso y feliz que me siento. Siempre supe que llegarías muy lejos, estoy muy orgulloso de ser tu hermano.

Por otra parte, lamento interrumpir tu felicidad pero he tenido una fuerte discusión con nuestra madre, al punto en el que me he ido de la casa. He rentado un departamento bastante bueno, con tres habitaciones y una amplia sala y cocina. Uno de los cuartos tiene un balcón, esa será tu habitación.

Por que claramente te mudaras conmigo.

Así que si madre intenta contactarse contigo, quémala de inmediato, puede ser un vociferador o una maldición. En este punto no se de que sea capaz. 

Te contare bien todo cuando nos veamos al finalizar tu año en Hogwarts, mientras tanto disfruta la escuela y sigue siendo la mejor.

Te ama, tu hermano mayor

Percy Ignatius Weasley

PD: Dile a Astoria que no era necesario enviarme una carta maldita por no felicitarte, no fue intencional pero esta perdonada.

Eileen cerro la carta y miro con el ceño fruncido a su mejor amiga, quien sonrió nerviosa levantando ambas manos en señal de paz.

–En mi defensa, la carta que me escribiste se notaba que estabas muy triste y pues...pensé que quizá le habían lavado el cerebro, jeje–Rio nerviosa.–Por otro lado, me sorprende mucho que se mudara.–Opino cambiando el tema.

–¿Quién se mudo, amor?–Pregunto Draco y Eileen se sonrojo.

–Mi hermano.–Respondió abochornada por el apodo.

–¿Dejo la Madriguera? ¿Por qué? Quiero decir, se que ya es adulto pero pensé que le gustaba vivir ahí.–Cuestiono Theo, quien siempre había tenido una estrecha relación con ella.

–Probablemente...esto sea mi culpa.–Bajo la mirada y suspiro pesadamente.

Eileen no necesitaba ser una vidente para saber que la razón de la mudanza de su hermano era muy seguramente el hecho de haber discutido con su madre respecto a ella.  Estaba segura que algo había provocado la furia de su madre y Percy al fin había reventado. 

Admitía que se sentía algo feliz de saber que no volvería a la madriguera y que al fin viviría feliz únicamente con su hermano mayor, no podía evitar pensar en lo doloroso que eso debía ser para el.

Percy ciertamente era el menos carismático de su familia, así como ella, no encajaba mucho en el clan Weasley, sin embargo a diferencia de ella, el siempre había sido aceptado como uno de ellos y ella sabía que amaba su vida en la madriguera.

No pudo evitar sentirse culpable, todo era su culpa. Si no fuera por ella...Percy podría ser feliz en la madriguera.

Sus ojos se llenaron de lagrimas y salió rápidamente del gran comedor.

–¡Hey!–Exclamo Draco interceptándola en un pasillo y abrazándola contra su pecho.–Todo esta bien, cariño. Tranquila, aquí estoy.–Beso su frente, estrechándola mas contra el.

(...)

–¿Sabes que le ocurrió?–Pregunto Harry a Ron cuando vio salir a Eileen del Gran Comedor con prisa.

–Ni idea.–Se encogió de hombros negando con la cabeza.

–Bueno chicos, ire a la biblioteca antes de nuestra primera clase. Los veo allá.–Dijo Hermione

–¡Pero si apenas empezamos!–Exclamo Ron.

Hermione camino apresuradamente hasta llegar al baño de chicas del tercer piso, donde  lanzo un muffliato y sello la puerta. Se interno hacía los cubículos y pronto fue jalada hacia uno de ellos y besada con pasión.

Dejándose llevar, dejo que aquellas manos recorrieran sus piernas hasta adentrarse en su falda, jugueteando con el elástico de sus bragas mientras besaban su cuello.

–Mmmm, que niña tan mala, Granger. Mira que usar encaje rojo, muy Gryffindor, pero me gusta.–Apretó sus nalgas.

–!Pansy!–Gimió