Capitulo 7

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Narrador

Draco se miró en el espejo de su casa de campaña. Su uniforme de competidor consistía en un pants negro, chamarra negra con el logotipo de Slytherin en la espalda, unas botas negras y guantes de cuero plateados.

No había dormido absolutamente nada, pues había entrenado con Eileen toda la noche y ahora a las 6 de la tarde, al fin se encontraba listo para la competencia. Se había hecho un sorteo con los turnos y el era el ultimo, antes de el paso Harry Potter, a quien, según escucho por los gritos, salió victorioso.

El ministro ingreso junto a Dumbledore y Percy Weasley.

–Ministro Fudge.–Saludo solemne.

–Joven Malfoy, espero grandes cosas. Es momento de que elija 3 hechizos para combatir a la criatura, un Nundu. Debe anotar sus nombres y el creador de dicho hechizo.–Informo pasándole una hoja.

Draco sopeso sus ideas, podía elegir el hechizo de Eileen y otros dos por si llegaba a fallar, o podría confiar ciegamente en las habilidades de su pelirroja y solo poner su hechizo.

Negó con la cabeza y escribió el único hechizo, para despues darle la hoja a Fudge, quien la tomo sin mirarla.

–Buena suerte, joven Malfoy.–Dijo el ministro.

–Suerte, Draco.–Dijo Dumbledore.

Los tres hombres salieron de la casa de campaña y desde afuera nombraron su entrada.

–No puedo morir aún. Todavía no he besado a mi princesa.–Susurro dando un trago a su Whiskey de fuego disfrazado de agua y salió de la casa de campaña.

(...)

Desde las tribunas, Eileen contemplaba nerviosa el escenario frente ella. El Nundu se encontraba en perfectas condiciones pero furioso, despues de todo ya iban tres competidores que lo molestaban, siendo Potter el que mas lo fastidio con su ráfaga de Desmaius , donde claramente no lo noquearon, pero si que lo aturdió levemente, lo suficiente para que pudiera atraer el huevo.

Un huevo es lo que se debe conseguir, un huevo plateado. Eileen no estaba segura de que es lo que contenía aquel huevo, pero fuera lo que fuera tendría relación con la siguiente prueba, de eso estaba segura.

Anunciaron el nombre de Draco y ella observo como el chico caminaba con sigilo hacía el Nundu. Su corazón latía rápidamente, su estomago se estrujo y las lagrimas se agolparon en sus ojos.

–Oh por Merlín, espero funcione o morirá.–Susurro aterrada mordiéndose el labio inferior.

–Tranquila, Leen. Eres una gran bruja, estoy segura que de aquí sales con una nueva popularidad y cierto reconocimiento en el ministerio.–Guiño un ojo, Astoria.

Y no se equivocaba, en los pocos segundos que se distrajeron, el Nundu ataco a Draco, quien logro esquivarlo con dificultad. Se escucho una exclamación ahogada y juntando todo su coraje, el heredero de los Malfoy se planto cerca del rostro del Nundu y alzando la varita, exclamo:

¡Desmai Exumai!

Dos hilos de magia plateados rodearon rápidamente al Nundu, aprisionándolo para despues darle una fuerte descarga eléctrica que lo envió muchos metros lejos, noqueándolo al instante.

–¡Impresionante! ¡Excelso! ¡El ganador de la primera prueba es Draco Malfoy con 59 puntos!–Exclamo el ministro a través de su varita y todos rompieron en sonoros aplausos.

La puntuación máxima era 60 puntos, pues había 6 jueces, los jefes de cada casa de Hogwarts, el director Dumbledore y el ministro de magia. Todos le habían dado un 10 a Draco, todos excepto Dumbledore quien le dio un 9.

Los espectadores que no eran estudiantes hablaban emocionados sobre lo ocurrido y los periodistas tomaban una enorme cantidad de fotos. Eileen contemplo con una sonrisa como Draco era felicitado por el Ministro y sus padres.

–Maravillosa muestra de magia, joven Malfoy. ¿De quien es el hechizo? Jamás lo había escuchado, ¿usted lo creo?–Cuestiono el Fudge.

Draco sonrió.–El hechizo fue creado hace dos semanas por mi compañera de casa e intima amiga, Eileen Weasley. Se dedico a su creación desde que supo que yo competiría. Es una de las mejores alumnas de Hogwarts, una gran pocionistas y una excelente creadora de hechizos.

–¿Weasley?–Miro a su asistente.–¿Es algo tuyo, Percy?

–Es mi hermanita menor, señor.–Respondió con orgullo.

–¡Vaya! ¡Magnifico! Quizá luego tenga el placer de conocerla, pero de momento debo retirarme. Una vez más felicidades y nos veremos en la proxima prueba despues de las fiestas decembrinas.–Con un asentimiento, el ministro y Percy desaparecieron.

–Así que al fin te acercaste a ella, hijo.–Sonrió Narcisa acariciando los cabellos de su primogénito.

Draco asintió con una sonrisa.

–Somos Malfoy, no hay quien se nos resista.–Afirmo Lucius con orgullo.–Te deseo suerte y más te vale seguir poniendo nuestro apellido en alto.

Narcisa jalo de las orejas a los dos hombres de su vida, quienes soltaron un pequeño quejido.

–Dense un abrazo y un beso, y ahora si vámonos.–Exclamo cruzada de brazos.

Claramente ellos obedecieron y con unas palabras de despedida, los padres de Draco tambien se fueron.

–¡Felicidades, Draco!–Exclamo Blaise abrazándolo por el cuello.

–Gracias, Zaza.

Blaise espero hasta que Draco salió de los vestidores, bañado y arreglado con un pantalón negro, camisa blanca de botones con las mangas arremangadas, zapatos negros y su cabello mojado. Emprendieron su camino y en cuanto ambos chicos llegaron a la sala de Slytherin, Draco sonrió al notar la enorme fiesta que habían creado.

–¡MALFOY, MALFOY, MALFOY!–Vitoreaban todos.

–¡Abre el huevo!–Grito Pansy, recibiendo gritos de aprobación.

–Si eso quieren.–Sonrió con suficiencia y alzando el huevo en alto, lo abrió.

Un fuerte chillido ensordecedor ataco los timpanos de todos los presentes quienes no pudieron evitar soltar un grito por la sorpresa.

–¡Mierda!–Exclamaron el trio de plata y cerraron el huevo.

A pesar de la desilusión que se llevaron, todos continuaron alegremente con la fiesta. Draco estaba en una esquina conversando con Blaise cuando sus ojos se dirigieron a la escalera y de pronto sintió su corazón latir fuertemente y tambien sintió como le apretaban los pantalones.

Eileen estaba enfundada en un ajustado vestido de satén negro de tirantes que terminaba a medio muslo. Remarcaba perfectamente cada parte de su cuerpo, su pequeña y estrecha cintura, sus preciosas caderas, su medianamente grande busto y ese bendito culo que atraía a más hombres de lo que agradaría a Draco.

Con timidez la pelirroja se acerco a ellos acompañada de Astoria, quien usaba un vestido idéntico solo que en beige claro.

–Me enfrentaría a un Nundu todos los días si puedo verte vestida así diario. –Soltó Draco con una sonrisa de lado causando un enorme sonrojo en Eileen, a lo que todos rieron.

Con delicadeza la tomo de una de sus manos y la pego a el, abrazándola y escondiendo su rostro en su cuello sin dejar de tomarla por la cintura. Eileen se sonrojo aún más si era posible, Blaise y Astoria rieron levemente y aunque la Greengrass no quería estar con el, sabía que este era un momento para su amiga.

Ya luego cuando se casara con Draco, se lo agradecería.

Todo sea por su amiga.

–Si no fuera por ti yo no habría ganado. Esta victoria es tuya.–Beso su mejilla.

–No digas eso.–Sonrió tímida– Lo hiciste muy bien, aunque admito que por un momento temí que no funcionara y salieras herido.–Suspiro

–Pero no fue así, suerte para mi.–Sonrió divertido y lo acercó más a él, acariciando su espalda con cariño a través de la tela del vestido.

–Draco...–Lo llamo bajando la mirada.

–¿Si?

–¿Por qué eres así conmigo?–Pregunto con seriedad.

–¿Aún no lo sabes?–Enarco una ceja.

Acuno el rostro de la chica entre sus manos y respondió:

–Por que te amo, Eileen Weasley. Con cada centímetro de mi piel. Te amo. Te amo. Te amo...te he amado desde que vi tu alocada cabellera rizada en tu primer día y te amare hasta mi ultimo aliento.

Dicho esto, la beso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro