Capítulo 15

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—Señor, les tengo grandes noticias. —Piya miró con interés a su subordinado.

—¿Qué es? ¿Fueron capaces de averiguar lo Jumpol fue a hacer a la manada de Phakpun? —Cuestionó.

—Eso creemos, s-señor.

—¿Creen?

—No podemos asegurarlo al cien por ciento, pero por lo que averiguamos la posibilidad es grande. —Piya hizo una mueca.

—Deja de dar tantos rodeos y simplemente habla ya.

Asintiendo, el centinela se acercó y le entregó un sobre. Vimuktayon lo abrió, sus cejas arqueándose y una gran sonrisa comenzando a extenderse por su rostro.

—Los hermanos Suppasit, al fin le hemos encontrado —el centinela explicó—. No pudimos acercarnos demasiado debido a que la casa donde se están quedando queda relativamente cerca de la casona del alfa Mile Phakpun y los alrededores están fuertemente custodiados.

Piya pasó una a una las fotografías en sus manos, mostrándose curioso por la persona que salía en muchas de las fotos con alguno de los Suppasit. Presintiendo aquello, el centinela se apuró a aclararle.

—Ese chico es Gulf Kanawut, hermano menor de Apo Phakpun, la luna del alfa. Por lo que llegamos a ver, parece que este mantiene una relación con Suppasit.

—¿Cuál de los dos?

—Con Mew, señor, el chico es un omega.

—¿Algo más? —Inquirió y el centinela procedió a ponerle al tanto de su aparente rutina—. ¿Dices que el omega Suppasit se mantiene todo el tiempo en casa?

—Así es. Normalmente pasa todo el día solo. —Asintió—. Consideramos en varias ocasiones el tomarlo, pero como ya dije los alrededores son constantemente custodiados, en especial en los últimos días en los que estuvimos allá, justo después de que Piya infiltrara a sus hombres en el territorio de Vachirawit.

—Es cierto, aún no recibí ningún reporte de eso.

—Fracasaron, señor, tengo entendido que ese día el alfa líder y algunos de sus hombres estuvieron haciendo un reconocimiento del terreno y les encontraron. El centinela tragó ante la molestia que comenzaba a sentir en el aroma de su Alfa líder—. Lograron herir a Vachirawit, pero fueron rápidamente reducidos y asesinados.

—Le dije a Nadech que era demasiado pronto, solo ha puesto a Phakpun y Vachirawit en alerta —gruñó.

—Respecto a eso...

¿Ahora qué?

—Tanto Phakpun como Vachirawit han hablado con el consejo, de alguna forma lograron obtener una orden que les permite exigir a cualquier persona que entre en su territorio, independientemente de su especie, el reporte inmediato de su entrada.

—¿Disculpa?

—Todo el que entre a Phetchaburi debe reportarse inmediatamente o no se le permitirá el paso. Por eso hemos vuelto antes, no queríamos llamar la atención cuando se supone que nunca estuvimos allí.

—Entiendo —Vimuktayon aceptó—. ¿Alguna otra cosa?

—No señor, eso es todo por el momento.

—Bien, puedes retirarte. Buen trabajo.

—Gracias señor. —El centinela de reverenció y luego salió del lugar.

Una vez solo, Piya volvió a mirar las fotografías de los Suppasit, debía avisar a Ohm para que dejen su búsqueda y se concentrarán en formar un buen plan para poder atrapar a las escorias.

—Hasta que por fin encontré la madriguera donde se encuentran. —Rio—. Estoy cada vez más cerca de tenerlos en mis manos y entonces lamentarán el haberse metido con mi familia. Desearan no haber nacido, conejitos.

Unos toques en la puerta lo distrajeron de sus muy sádicos pensamientos, esos donde se veía a sí mismo arrancando la piel de Mew Suppasit tira por tira.

—Adelante.

—Buenas tardes, alfa.

—Oh, Max, tengo grandes noticias. —Piya sonrió en grande al ver cómo su beta entraba a su oficina—. Al fin he dado con los Suppasit.

—Eso es muy bueno, señor, ¿necesita que le ayude en eso?

—No, Ohm lo hará. —Vimuktayon hizo un ademán con la mano—. Mejor háblame de cómo te ha ido, ¿lograste cerrar los negocios? ¿Hay nuevas noticias sobre la antigua casa de Hansol?

—Hemos tenido éxito con los tratos señor, ya todo está cerrado, ahora solo debemos esperar a que se nos sea entregado —el beta respondió—. Nos han dicho que más tardar en dos semanas tendremos todo en nuestras manos.

—Maravilloso. Si las cosas siguen yendo igual de bien, pronto seremos dueños y señores de las manadas más fuertes de toda Corea.

—En efecto, señor. Ahora solo es cuestión de tiempo. —Max asintió a las palabras de su Alfa.

—¿Y en cuanto a lo de Hansol?

—En cuanto a eso... lamento tener que informarle que no hemos tenido muchos avances.

—¿Por qué no?

—Señor, es complicado, sabemos que la herencia está oculta en la casa, pero no sabemos en qué parte. —Max frunció el ceño—. Hemos tratado de buscar en los alrededores, pero se nos ha complicado. El viejo Jumpol va muy a menudo a revisar el lugar.

—El imbécil de Songsit está cada vez más cerca de acabar con mi muy limitada paciencia —Vimuktayon gruñó por lo bajo, estrujando su barbilla—. Estoy considerando seriamente el deshacerme de él antes de tiempo.

—Solo hay que esperar un poco más, señor.

Soltando un suspiro de exasperación, Vimuktayon asintió. —¿Crees que él esté enterado de la herencia y por eso se interesó en comprarles la propiedad a los Suppasit?

—Lo dudo mucho, señor, además de nosotros, nadie tiene conocimiento de que la fortuna de Hansol se encuentra oculta en algún lugar de la propiedad.

—Ese maldito Hansol, debí asesinarlo mucho antes —Piya bufó—. Con lo desquiciado que estaba, no dudaría que escondiera todo en las mismísima paredes de todo el lugar.

—Eso no lo sabemos, pero como usted mismo ha dicho, es una posibilidad y si Songsit Jumpol estuviera al tanto de la herencia y quisiera hacerse de ella, ya hubiera tirado el lugar abajo, ¿no cree?

—Tienes razón. —Vimuktayon asintió con inconformidad—. A menos que nos adueñemos de las tierras, no podremos actuar sin levantar sospechas.

—¿Significa eso que tratará de convencer al viejo jumpol de que le venda las tierras?

—Sería en vano —Piya negó—. De todas formas ahora mismo no es indispensable obtener el dinero, podemos esperar a derrocar a Jumpol, luego continuamos con eso, sin embargo, sigan buscando alrededor, nunca se sabe.

—Como ordene, señor.

—Muy bien, ahora llamaré a Piya, necesito ponerme al día con él y ponernos de acuerdo para saber cómo proceder ahora.

—Entonces me retiro, Alfa. Tengo que volver al entrenamiento con los hombres.

—Claro, luego hablamos. Si vez a Zee dile que necesito hablar con él.

—Cuente con ello, señor —Max contestó y finalmente se retiró, dejándole solo.

—Tienes que doblar más las piernas, Win —Gulf indicó, en busca de corregir su postura.

—Cierto, conejito, ¡dobla más esas piernas para poder ver mejor ese lindo culo que te cargas! —Gritaron a sus espaldas.

Win se enderezó de golpe, su cuerpo estremeciéndose de asco; su rostro perdiendo color con la misma rapidez.

Gulf miró más allá de él, gruñendo al toca pelotas de Nanon. El tipo de había encaprichado con molestar a Win cada que iban a entrenar, desde aquella vez en que Mew pateo su culo.

—¡Última advertencia, Nanon! —Gulf rugió—. Si sigues metiéndote con Win harás que tome medidas drásticas.

—¿Y qué harás? ¿Llamar a tú conejito para que te defienda? —Burló—. Porque el muy cobarde no se ha vuelto a aparecer por aquí, ¿qué?, ¿está muy asustado de que tome represalias?

Gulf soltó una carcajada ante la cantidad de mierda que salía de los labios del alfa.

—¿Debería? Estoy seguro de que a Gulf le encantaría volver a enfrentarse a ti. —Le arqueó las cejas—. Pero ¿estás seguro de querer vivir esa humillación otra vez? Porque no sé si recuerdas, ¿qué digo? Claro que no recuerdas, si te noqueó de un solo golpe. —Rio.

Nanon rastrilló los dientes, abandonando su actitud relajada y comenzando a avanzar en su dirección. Gulf cuadró los hombros, sí el imbécil quería pelea, pelea iba a tener.

Una mano alcanzó al Alfa desde atrás, sosteniendo su camiseta y dándole un fuerte tirón que le hizo retroceder los pasos que avanzó.

—¡¿Quién mierda se atr-...?! ¡Alfa! —La furia del hombre pareció apaciguarse de golpe, parando de removerse y agachando la cabeza.

—Korapat, espero por tú bien que no estuvieras intentando hacer lo que creo. —La profunda voz de Mile se escuchó por todo el lugar, pues un sepulcral silencio lo había invadido con su llegada.

—Solo estaba apuntó de entrenar un poco junto a nong Gulf, señor —respondió mansamente.

—Te haré una pregunta y quiero que seas totalmente sincero, Korapat.

—¿Señor?

—¿Tengo cara de idiota?

—Claro que no, señor, ¿por qué pregunta algo así?

—Porque parece que has considerado buena idea mentirme a la cara —Mile expuso—. Estoy aquí desde que hiciste esos comentarios poco decorosos al señorito Suppasit. —Nanon palideció—. Tienes suerte de que hoy me siento benevolente y solo te dejaré ir con una advertencia, sin embargo, por tú bien, espero que ni siquiera se te vuelva a pasar por la cabeza meterte con mis chicos otra vez, ¿entendido?

Sí, señor.—él se apuró a contestar.

Gulf luchó por no echarse a reír, juraría que el tipo estaba a punto de orinarse en sus pantalones.

—Excelente, ahora largo. —Mile le soltó, dándole apenas un empujoncito. A Korapat le faltó tiempo para huir del lugar.

El ligero bullicio lleno el ambiente otra vez, todo el mundo volviendo a lo suyo. Mile avanzó hasta estar frente a los dos omegas.

—Gulf Kanawut, ¿qué te he dicho de meterte en problemas?

—Fue él quien empezó —se defendió, sacando un bufido del Alfa.

—Lamento mucho eso, señorito Suppasit. —Mile miró al cambiaformas conejo con suavidad.

—Está bien. —Win se apuró a negar con la cabeza, su mirada firmemente pegada a sus pies.

Mile asintió con un suspiro, ya sabiendo que era lo más que obtendría de su parte.

Después de que Mew hablara con este dos días después de que le confesara lo vivido en su antiguo pueblo, Mile y Apo habían desarrollado una gran empatía por el omega conejo y desde entonces el alfa líder había impuesto cierta seguridad a su alrededor (sin que estos se enteraran), en especial para Win.

En cambio, en cuanto a Mew se refería, ambos seguían teniendo el mismo grado de afecto que desde el principio, lo que significa que seguían apenas tolerándolo. Por supuesto, esto quizás tenga que ver con lo boca suelta que es su novio.

No obstante, a pesar de que no lo demostrara, Gulf sabía que Mile había comenzado a ver a su novio bajo una nueva luz desde que le contó lo que había hecho para ayudar a su hermano.

Como era de esperarse, Mile le había dicho que él hubiera hecho exactamente lo mismo, por lo que no le juzgaba. Para el alfa proteger a los suyos siempre sería una prioridad y con eso Mew había demostrado que haría lo que fuera para mantener a su familia segura.

Además, Gulf le había escuchado hablar por accidente (les había espiado) con Apo y Mile le dijo a su hermano que no debían preocuparse por su seguridad mientras estuviera junto a Mew, porque confía en que sabría cuidarle.

Gulf estuvo tentado a entrar y sacárselo en cara, además de reclamarle que él no necesitaba ser cuidado, pero lo dejo pasar por el bien de la tranquilidad de todos. Había sido su primer gran avance en meses.

—¿Cómo van los entrenamientos? —Mile preguntó, mirando distraídamente los alrededores, hacía tiempo que él mismo no había podido hacerlo.

—Vamos bien, Win resultó bastante bueno en esto. Aprende sorprendentemente rápido —Gulf halagó, sonriendo hacia el Omega mayor, que se mostró aún más cohibido.

—¿Es así? —Mile miró al cambia formas conejo con gran interés.

—Sí, aunque... Hay un problema —Gulf murmuró.

—¿Qué es?

— Él realmente no puede soportar estar cerca de algún "depredador", se queda totalmente paralizado en cuanto se le acercan —Gulf comentó con preocupación, Mile le miró con simpatía.

—¿Tal vez podría ayudarlo en eso? ¿Win?

Tragando con pesadez, Win se obligó a mirar al alfa a la cara, un ligero temblor invadiendo su cuerpo ante la escudriñadora mirada sobre su persona.

—¿A-Alfa?

—¿Qué te parece si te ayudo un poco con tus entrenamientos?

Win dio un paso hacia atrás y negó con la cabeza. —No creo que sea buena idea, señor.

—Oh, vamos, solo quiero ayudarte. Fingiré que te ataco y tú te defenderás como Gulf te enseñó, ¿está bien?

—Alfa, d-de verdad no creo que...

—Escucha, chico —Mile le cortó—, esto te conviene, porque sé que sabes tanto como Gulf y yo, que de nada va a servirte aprender a defenderte si no puedes hacerlo cuando de verdad lo necesites.

—Phi Mile tiene razón, phi Win —Gulf concordó—. La verdad es que eso es algo que me ha estado preocupando, en especial después de que Mew me contara... La cosa es que, sería demasiado peligroso si simplemente te congelaras si alguien tratara de atacarte.

—Pero es que yo realmente no creo que... No voy a poder. —Win se estrujó las manos, mirando nerviosamente entre uno y otro.

Acercándose, Gulf tomó las manos del mayor entre las suyas y les dio un ligero apretón, sonriendo para tratar de transmitirle algo de confianza.

—Solo inténtemelos, ¿sí? Al menos por esta vez, phi Mile será sumamente cuidadoso y te juro que no te lastimaría de ninguna forma.

Cuando Win aceptó, Gulf se hizo a un lado y le indicó que se preparara. El mayor tomó una pose de defensa y asintió. Mile le dijo lo que tenía pensado hacer y avisó cuando decidió comenzar, así que como indicó, fingió correr hacia el Omega para "atacarle", mas frenó de golpe varios pasos antes de llegar a él.

Win se había quedado petrificado en su lugar, sus ojos volviéndose más y más grandes a medida que el alfa se acercaba, su rostro poniéndose pálido tan rápido que Mile temió que se desmayara. Entonces un agrio olor a miedo comenzó a salir de él, tan potente que rápidamente tuvo la atención de todos sobre él.

—¡Win! —Gulf se apuró en su dirección cuando le vio caer de culo en las colchonetas—. ¿Qué tienes?

Mile imitó a su cuñado, acercándose al omega y poniendo una mano sobre su hombro, sin embargo, no resultó ser una buena idea, pues éste no hizo más que chillar y encogerse sobre sí mismo.

Mile se alejó ante ello, preocupándose aún más cuando Suppasit comenzó a hiperventilar.

—No, Win, mírame. —Gulf alzó su rostro de forma que pudiera verle a los ojos—. Está bien, todo está bien, necesito que respires.

—M-Mew —Win balbuceó, su respiración pareciendo que empeoraba.

—¿Necesitas que llame a Mew? —Win se las arregló para asentir—. Ok, lo haré, pero necesito que trates de calmarte, ¿está bien? También debo ir por mi celular.

—No, no. No me dejes solo aquí —Win rogó, mirando nerviosamente alrededor, apretando sus brazos entre sus manos sin permitirle alejarse.

—¿Dónde está tú celular, Gulf? Iré por él —Mile dijo.

—Está en mi casillero, es el 406, sabes mi contraseña —indicó, Mile asintió y fue a por él—. Muy bien, phi, en un momento podremos llamar a Mew, mientras tanto intenta respirar conmigo, ¿sí? Tomemos respiraciones ondas, así. —Y le mostró qué hacer, para su suerte Win comenzó a imitarle torpemente.

Mile volvió al poco tiempo y una vez pudo llamar a Mew y explicarle vagamente lo su cedido,este ayudó a tranquilizarle.

Una vez se estabilizó lo suficiente, lo llevaron a casa, donde lo dejaron en su habitación descansando. Una vez el Omega conejo se durmió, Gulf salió a la sala, donde Mile se había quedó esperando.

—Eso es malo, Gulf.

—Ya sé, sabía que aún le afectaba, pero no creí que siguiera tan mal —murmuró, dejándose caer en el sofá al lado del alfa—. Supuse que había mejorado bastante, quiero decir, él ya no se echa a temblar cuando vamos al gimnasio y solo se veía ligeramente incómodo cuando se acercaban los demás chicos.

— al vez fue solo sea debido a que se acostumbró a ese ambiente —Mile dedujo—. ¿Se ha reunido él con algún psicólogo?

—No que yo sepa, en realidad las únicas veces que ha salido, es conmigo al gimnasio o cuando vamos a pasear junto a Mew.

—Pues deben planteárselo seriamente, es más que obvio que necesita ayuda... mucha en realidad. —Mile hizo una mueca—. Lo que le pasó no fue nada... bueno, ya sabes y según tengo entendido, ellos pasaron años de acoso y maltrato antes de eso.

—Cierto —Gulf declaró pensativo, soltando un pesado suspiró mientras se pasaba una mano por el cabello, al final—. Cuando Mew llegue del trabajo, lo hablaré con él.

—Hablando del insufrible —Mile murmuró y Gulf rodó los ojos—. ¿Cómo le está yendo?

—No me digas que te importa.

—No en realidad, pero dado que es tu pareja tengo que monitorearlo regularmente.

—Debí imaginarlo —Gulf bufó al tiempo que revoloteaba los ojos nuevamente—. Pues para tu información, le está yendo bastante bien, incluso ya recibió su primer caso.

—¿En serio? Pues pobre de la persona, con la lengua que tiene seguro que se gana el odio del jurado y el juez, y hace que fallen a favor del otro —Mile burló.

—Pues te sorprendería. Mew es muy bueno en lo que hace, lo he visto hablando y trabajando en el caso, incluso me atrevería a decir que ganará —defendió, sintiéndose orgulloso de su pareja.

—Bueno, él tiene el porte y la actitud.

—¿Uh?

—Ya sabes, el de ser un hijo de puta que se supone tienen todos los abogados.

—Por la Luna. Yo sé que lo que te puya es que siempre tenga algo que contestarte cuando peleas con él, te enoja que se pase por los huevos que seas el líder de ésta manada y te plante la cara sin pensárselo dos veces. —Le arqueó las cejas.

Mile simplemente se encogió de hombros y le dedicó una burlona sonrisa.

—Oh, Ja, ¿cuándo llegaste? —Off palmeó la espalda de éste cuando se lo topó en el pasillo y le pidió que le siguiera.

—En realidad acabo de llegar, señor.

Off rodó los ojos ante las palabras de éste.

—Oh, por favor, no empieces desde tan temprano. —Off sonrió cuando vio a su compañero esperándole en el comedor—. Buenos días, Gun. ¿Qué hacías? Cuando desperté ya no estabas en la cama. —Off se inclinó para dejar un beso en su cabeza y luego se sentó a su lado.

—Tuve un mal sueño y ya no pude volver a dormir, salí de la habitación para no molestarte —el Omega respondió.

—Sabes que nunca molestas, cariño —murmuró acariciando su mejilla, Gun sonrió y se encogió de hombros—. ¿Qué haces ahí, Ja? Toma asiento, estoy seguro de que tampoco has desayunado.

—Señor....

—Oh, por la diosa. Realmente odio cuando se ponen en ese plan —Off bufó—. ¿Por qué siempre parecen olvidar que fui su amigo antes que su Alfa líder?

—No lo olvidamos, pero justo ahora estoy en horario de trabajo y debo dirigirme a ti como alfa o señor. —Ja le blanqueó los ojos.

—Muy bien, Ja —Gun interrumpió la protesta que su compañero estuvo a punto de dar.— Como Luna de ésta manada te ordenó que te sientes a desayunar con nosotros—. Señaló la silla frente a él.

Suspirando, Ja lo hizo y Gun pidió a la empleada que sirviera el desayuno. Llevaban varios minutos comiendo cuando decidió volver a romper el silencio.

—Y Ja, ¿cómo está First? —Preguntó.

—Está bien, dijo que ya falta poco para que termine las cosas allá, por lo que debería volver dentro de poco. —Entonces el ceño del Alfa se frunció—. Aunque justo ahora preferiría que se quedara por un tiempo más.

—¿Y eso por qué? Pensé que ni siquiera querías que se fuera en un principio. —Gun le miró extrañado.

—La situación ha cambiado.

—¿Qué quieres decir? ¿Qué fue lo que averiguaste? —Off inquirió.

—Pues al parecer las sospechas de Phakpun eran ciertas. —Ja miró al Alfa líder—. No hemos sido los únicos en ser molestados, la mayoría de nuestros aliados han estado sufriendo lo mismo, aunque en menor rango.

—Entonces no son ataques al azar, para molestar.

—No, no lo son. En realidad hay un grupo bastante organizado —Ja respondió—. Se hacen llamar Los Renegados.

—Que nombre más original —Off se mofó—. ¿Y qué sabemos de ellos? ¿Hay alguna idea de quién es su líder?

—Eso no lo hemos podido averiguar, pero tengo entendido que es un grupo bastante más grande de lo imaginado, además de que han logrado hacer alianzas con varias manadas, aunque tampoco puedo señalar con exactitud cuáles son.

—Entonces tenemos que concentrarnos en averiguar eso, no me agrada moverme a ciegas —Off respondió, mostrándose bastante pensativo.

—Eso no es todo, también han habido rumores de que están pensando en atacar, principalmente Bangkok, las manadas cercanas en Sara Buri, Phetchaburi, Phuket, Phattaya.

—¿Nuestros principales aliados? —Gun arqueó las cejas.

—Así es, nuestros aliados más fuertes.

—¿Cómo es posible? Poseen ellos la suficiente fuerza, ¿tienen a tanta gente?

—Al parecer esto no es algo reciente y hace años que su líder ha ido pavimentando camino para organizar esto.

—¿Cómo es que no nos enteramos antes?

—No estoy seguro, es claro que han sabido ser bastante discretos, sino hubiera sido por sus recientes ataques fallidos quizás ni nos hubiéramos dado cuenta.

—¿Se están volviendo torpes, entonces? ¿Las ansias les están jugando en contra?

—No, no es así. —Off habló por primera vez después de un largo rato—. Ellos nos están advirtiendo, nos están diciendo que vendrán por nosotros.

—¿Dices que han estado fallando a propósito? —Gun volvió a preguntar.

—No exactamente. Sé que buscaban éxito con sus atentados, pero tampoco les preocupaba mucho el no lograrlo —Off respondió, devolviendo su atención a Ja—. Bien, debemos comenzar a prepararnos, por su actuar deduzco que no debe faltar mucho para que comiencen a atacar.

—Pienso lo mismo. —Ja asintió.

—Debemos saber movernos, no podemos advertirles que estamos al tanto, refuerza los entrenamientos de los chicos, pero no les digas porqué —Jumpol indicó—. Justo ahora no podemos confiarnos, no sabemos si puede haber alguien infiltrado.

—¿Deberíamos empezar una depuración?

—No, eso solo les advertiría, aunque sí debemos tener los ojos bien abiertos ante cualquier comportamiento extraño. —Off tamborileó los dedos en el comedor, su mente comenzando a maquinar posibles estrategias—. Necesito reunirme nuevamente con Phakpun, este había dicho que estaban usando por estrategia infiltrar a no depredadores, ¿no es así?

—Sí.

—Eso nos deja un poco en desventaja, la taza de no depredadores en Bangkok es tan grande como la de depredadores, es casi imposible saber quién podría ser parte del enemigo.

—De cualquier forma podrían avisar para que nuestros hombres estén más atentos, no sería raro dado a los diversos atentados que hemos estado sufriendo. —Gun señaló.

—Gun, tiene razón —Ja coincidió.

—Hagamos eso por el momento, después de que me reúna nuevamente con Phakpun, quiero hacer una reunión con el resto de nuestros aliados, ponerlos al tanto —Off murmuró—. Lo haremos de forma virtual y no todos a la vez para pasar más desapercibidos, usaremos nuestras líneas seguras.

—Entiendo.

—Excelente. Dejemos esto de lado por el momento, será mejor que terminemos de desayunar. —Jumpol sonrió, tomando la mano de Gun para dejar un beso en su dorso, notando la inquietud de éste a través de su lazo—. Comamos antes de que se enfríe, vamos.

Luego el desayuno fue terminado y cada quién se dedicó a realizar sus actividades del día. Off tuvo que calmar un poco más a Gun, además de avisarle que aumentaría su número de escoltas. El Omega aceptó sin problemas.

Una vez en su oficina llamó a Tong, a pesar de que se supone este había sido dado de baja por paternidad. Off no hubiera querido molestarle, pero esto era crucial y necesitaba de su presencia.

—Off, ¿qué pasó? Me sorprendió tu llamada —Net dijo nada más llegó.

—Siéntate, por favor, hay algunas cosas que necesitamos discutir.

Stars_Of_Saturn.

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