Capítulo 16

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Gulf bostezó, abriendo los ojos poco a poco para que la luz no le resultara tan molesta. Sonriendo ante las suaves caricias que eran dadas a su bajo vientre y luego se encogió soltando una pequeña risa ante los húmedos labios que se pegaron a su nuca.

—Mew —quejó, aunque en realidad no le molestaba en serio.

—¿Qué pasa? Anoche no te quejaba de mis besos —el cambia formas conejo contestó.

—Idiota. —Gulf le pellizcó el brazo, apenas sacándole un quejido. Luego se giró para poder encararle—. Buenos días, ¿desde hace cuanto despertaste? —Se inclinó para dejar un beso en su barbilla.

—Hace unos minutos —contestó, llevando una mano tras la nuca del Omega para atraerlo hacia sí mismo y dejar un suave beso en sus labios—. Buenos días para ti también.

Gulf rio y se acurrucó en su pecho, subiendo una pierna por encima de él, Mew le dejó ser.

—Me siento muy perezoso, no me quiero levantar aún.

—No tienes por qué hacerlo —Mew contestó, comenzando a acariciar la pierna en su cadera.

—Pero tengo que, le prometí a Win que pasearíamos un poco por el bosque para que pudiera cambiar —murmuró—. Que por cierto, ¿crees qué ya se levantó?

—Lo dudo, es domingo y Win siempre duerme hasta tarde los domingos.

—Entonces podemos quedarnos aquí sin culpa.

—Claro. —Mew dejó de acariciar su pierna para proceder a hacerlo en su espalda baja—. ¿Cómo estás? ¿Te duele algo?

—M-Mew —Gulf refunfuñó, bufando cuando sintió que comenzaba a sonrojarse—. Estoy bien, sólo siento una leve molestia, nada fuera de lo normal.

—¿Seguro? Porque sé que puedo ser un poco...

—¿Intenso? —Gulf terminó y Mew murmuró una afirmación. Levantó la cabeza para poder mirarle a la cara—. Pues estoy perfectamente bien, aunque sí algo sorprendido, quiero decir, todo el mundo sabe que los conejos son... o sea, por algo está ese dicho, pero no creí que los cambiaformas también poseían ese... vigor.

—Gulf.

—Pero como ya te dije, estoy bien, magníficamente bien. Me encantó todo lo que hicimos anoche, fue fantástico, eres fantástico y...

—Ok, ya está —Mew le calló y el omega arqueó las cejas al ver el ligero sonrojo en su rostro.

—¿Estás avergonzado? —Rio un poco incrédulo.

—No, es solo, uh, estás siendo un poco adulador y...

—No, espera. —Ésta vez fue el turno de Gulf de callarle—. No estoy siendo adulador, solo estoy diciendo la verdad, es lo que pienso sinceramente, no estoy exagerando nada. Y en realidad, yo no soy de los que va por ahí diciendo éste tipo de cosas, así que... —Se encogió de hombros.

—Ya, pero sigue siendo un poco vergonzoso.

—¿Por qué? Pensé que a los alfas les encanta que le digan este tipo de cosas, además, ni que fuera la primera persona que te lo dijera. —Mew no contestó y los ojos de Gulf se abrieron a más no poder—. ¿Es broma? ¿Cómo alguien tan bueno como tú no ha recibido ni siquiera una insinuación antes? Tienes que estar tomándome el pelo.

—Bueno, ya sabes de dónde vengo y el tipo de manada que era esa. —Mew arrugó la nariz—. Todas las veces en que estuve con alguien, fueron depredadores y siempre eran betas, algún chico o chica con el que conectaba en alguno de los bares en los que trabaje o cuando salía a tomar algo.

—¿Dices que nunca tuviste nada serio antes de mí? —Mew negó—. ¿Y por qué siempre eran betas?

—Debido a que son muy escasos a los alfas que les gusta estar con otros alfas y eso sumado a que definitivamente no me gusta estar debajo, pues...

—Entiendo, ellos nunca aceptarían que tú lo tomaras porque son unos orgullosos de mierda —Gulf gruñó por lo bajo.

—Exacto, por otro lado, los omegas siempre solían traer problemas y con Win ya estábamos pasando por suficiente mierda como para agregar más.

—Ya veo... Entonces los betas eran la mejor opción.

—Así es.

—Ok, pero eso no explica la pregunta principal.

—Bueno, nosotros nos encontrábamos, íbamos a algún hotel, hacíamos lo que íbamos a hacer y luego cada quien tomaba su rumbo y fingía que nunca había pasado. Ellos disfrutaban del encuentro, estoy seguro de eso, sin embargo, creo era demasiado para sus egos aceptar que un simple cambia formas conejo era capaz de hacerles... tú entiendes.

—Lo hago y debo decir que eran unos idiotas, sin embargo, ya cambiemos de tema —gruñó con clara molestia.

—¿Uh? ¿Ahora qué pasó? No puedes molestarte por esto, fuiste tú quien preguntó. —Mew señaló divertido.

—Sí y ahora quiero quede dejemos de hablar de ello.

—No puedo creer que realmente te hayas puesto celoso —burló.

—No estoy celoso —Win refunfuñó, escondiendo el rostro en el pecho del alfa.

—Vamos, Gulf, no seas así, es tonto, tú preguntaste y yo solo te respondí, además, tú también has estado con más personas y yo no estoy molesto por eso. Sé que tuviste una vida antes de mí. —Rio.

—Ya deja de hablar de eso. —Le mordió con poca fuerza sobre el pectoral izquierdo, sacándole un quejido al alfa—. Mejor hagamos otra cosa.

—¿Qué cosa? —Mew cuestionó, arqueando las cejas cuando el Omega hizo que se girara hasta que estuvo sobre su espalda y luego se subió a horcajadas sobre él—. ¿Seguro que quieres esto? Porque hace unos minutos dijiste que te molestaba...

—Estoy lo suficientemente, bien —Gulf cortó—. Así que aprovechemos antes de que Win despierte y las cosas se vuelvan incómodas para él. —Seguido de esto, se inclinó para cubrir los labios del Alfa con los propios.

No obstante y muy a su pesar, la puerta de la habitación fue tocada y la voz de Win se escuchó tras esta.

—Mew, tu celular estaba sonando en la sala, parece que es importante porque dice que es la tercera llamada perdida.

—Dame un minuto, phi —Mew contestó, Gulf se hizo a un lado y el mayor se levantó de la cama, buscando unos pantalones en el armario para ponerse los y luego ir a abrir—. Gracias, no recordaba que lo había dejado allí.

—No hay porqué, iré a hacer el desayuno, cuando estén listos salgan.

Una vez su hermano se fue, Mew cerró la puerta y volvió a la cama, sentándose a los pies de esta para revisar sus mensajes.

—¿Quién podría llamarte tan temprano? —Gulf cuestionó, acercándose desde atrás.

—En realidad es el celular del trabajo, mi cliente pregunta si tendríamos reunión hoy, porque dice que en la tarde y la noche estará ocupado —contestó a la vez que escribía una respuesta.

— Debe estar nervioso, ¿no? Con eso de que su audiencia es mañana.

—Por supuesto que debe estar con unos nervios del culo, si fuera a tener una audiencia y sé que soy culpable, yo también lo estaría —Gulf bufó.

—¿Es culpable?

—Lo es, aunque no se supone que te cuente esto. —Gulf frunció el ceño.

—Oh, no seas así, vamos, cuenta —Gulf insistió—. Ni que fueras el último abogado que le cuenta alguna mierda de un caso a su pareja.

—No lo sería, pero no deja de ser poco ético. —Mew rodó los ojos cuando su cliente preguntó si estaba seguro de que no era necesario ninguna reunión, sin embargo, volvió a responder con el debido respeto.

—Mew....—Gulf insistió y el alfa suspiró.

—Mi cliente era contable de una empresa y jugó sucio, se robó algunos miles y le descubrieron —contó—. El idiota ni siquiera supo cubrir su rastro con decencia, es que no entiendo ni para qué lo intentó.

—Quería engrosarse los bolsillos a la mala.

—Hum, supuestamente un ex colega de la empresa en la que trabajaba anterior a esta lo hizo un par de veces y le fue bien, entonces él quiso intentarlo.—bufó—. Vaya imbécil.

—¿Entonces está jodido? —Gulf frunció ligeramente el ceño.

Mew asintió, dejando su celular a un lado para volver a recostarse en la cama y obligar al omega a ir con él.

—Está de mierda hasta el cuello y es un caso bastante simple, no ha habido audiencia e incluso yo sé que sería declarado culpable.

—Por lo que no ha pasado y ya sabes que perdiste.

—Yo no dije eso, el imbécil se lo merece por estafador, odio a los de su calaña, pero no pienso perder el caso.

—¿O sea que quieres ganar aunque sepas que merece ir a la cárcel?

—Por supuesto. Verás, dulce, en mi campo no siempre te tocará defender a los buenos, es casi imposible en realidad. —Mew hizo una mueca—. Además, es el primer caso que me asignan, es estúpido porque es seguro que todos esperan que pierda por su simplicidad.

—Pero tú no piensas hacerlo —Gulf afirmó, sonriendo.

—No. Voy a ganar este caso y les demostraré que no soy alguien a quien deberían subestimar. —Mew le devolvió la sonrisa, luciendo bastante seguro de sí mismo y Gulf amó el gesto—. Les demostraré exactamente por qué fui el mejor de mi generación y lo que soy capaz de hacer.

—Mile tenía razón —Gulf murmuró—. Tienes todo el porte de hijo de hijo de puta.

—En mi área, eso es un halago. —Mew rio y Gulf bufó.

—Por supuesto que sí.

Gulf acababa de llegar a la casona después de haber pasado la mañana en el bosque con Win, el mayor se encontraba en sus brazos aún en su forma de conejo.

Algunos de los hombres del Alfa les habían interceptado y dicho que Mile había mandado a buscarle, que necesitaba volviera a casa de inmediato. Win se había puesto nervioso por la presencia de los hombres, corriendo a sus brazos para refugiarse.

Ellos no le dejaron volver a la casa del omega mayor, razón por la cual se encontraba entrando a la casona con éste en brazos.

—Phi Mile —llamó cuando se lo encontró en el pasillo—. ¿Por qué hay tanto movimiento? Todos parecen agitados, ¿sucedió algo?

—Hasta que llegas, vamos acompáñame. —Fue la respuesta que el alfa le dio, guiándolo hasta su despacho, donde se encontró con Apo, Bible y los principales centinelas de la manada.

—Muy bien, ¿qué está pasando?— Inquirió, ahora sí genuinamente preocupado.

—Gracias a todos por venir tan rápido. —Mile recorrió la sala con la mirada, deteniéndose un poco más sobre el Omega menor cuando se percató del conejo en sus brazos—. He convocado a esta reunión de improviso, porque debemos tratar ciertos temas de suma importancia.

—¿Es con referencia al intruso que el grupo de Tul atrapó? —Uno de los centinelas preguntó, señalando al mencionado.

Gulf arqueó las cejas con sorpresa, ¿cuándo había sucedido eso?

—En parte. —Mile asintió—. Aún tengo pendiente el interrogarlo.

—Algunos de mis hombres están custodiando su celda —Tul informó, Mile asintió conforme con ello.

—El principal motivo de la reunión es ponerlos al tanto de la situación en la que estamos —Mile dijo—. Nos informaron hace un par de horas de que la manada de Puket y Phattaya fueron atacadas. Hubo varias pérdidas para ambas manada, incluida la muerte del hijo menor del alfa de Puket.

—Oh, diosa —Gulf jadeó—. Pero el chico solo tenía, ¿qué? ¿Ocho? ¿Nueve años?

—Había cumplido diez la semana pasada —Mile contestó.

—Oh, cielos —Gulf murmuró con aflicción, imaginando cómo debía encontrarse el alfa y la Luna de Puket, cómo debía estar toda la manada, en realidad.

—Dadas las circunstancias y agregando el hecho de los nuevos intrusos en nuestro territorio, no podemos tomar esto de otra forma como lo que es.

—Phi, ¿está tratando de decir que...?

—Así es, Gulf, oficialmente estamos en guerra —Mile afirmó.

En sus brazos, sintió como Win se removía. Parecía que el conejo trataba de esconderse aún más entre ellos, claramente asustado por lo que escuchaba.

—No necesitamos más advertencias para dar por sentado que es así, no es solo algo aislado, tanto nosotros como nuestros aliados hemos estado recibiendo atentados desde hace un tiempo hasta la fecha. —Mile fue a sentarse en su escritorio, todos en la sala mirándole atentos, una sería expresión adornando sus caras—. Era algo que comencé a sospechar, por lo que se lo comenté a Off Jumpol, este recién lo había confirmado hace dos días y se supone que tendría una reunión con el alfa de Puket el día de mañana para tratar el tema.

—Eso sí que es jodido. —Uno de los centinelas gruñó.

—Lo es.—Mile suspiró con pesar—. El punto aquí es que debemos comenzar a organizarnos, empezar inmediatamente con el protocolo de amenazas, desde ahora todo el que entre al pueblo no solo debe anunciarse de inmediato, sino que también debe ser constantemente vigilado. Asegurarnos de que realmente abandonan nuestras tierras una vez "se van" del pueblo.

—Entendido —todos los centinelas dieron a la vez.

—También quiero que estén pendientes de cada integrante del equipo, cualquier conducta fuera de lo normal debe ser inmediatamente notificada.

—Señor —otro de los centinelas intervino—. ¿Insinúa que podría haber algún infiltrado entre los nuestros?

Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Gulf con solo imaginarse el hecho, el pensar en que alguien en quien se supone puede confiar podría apuñalarlo (metafórica y literalmente) por la espalda en cualquier momento, era simplemente perturbador.

—Quiero pensar que no es así, sin embargo, nunca está de más el ser precavido —Mile informó.

—Comprendo. —El centinela asintió.

—Bien, eso es todo por el momento, pueden irse. Comiencen con el protocolo y creo que está demás decir que lo hablado debe tratarse con suma discreción. —Mile miró con seriedad a sus hombres.

—Señor. —Los centinelas se irguieron, dando a entender que habían captado cada una de sus palabras, poco después ellos se retiraron.

—Mile, alfa, ¿es consciente de que si lo que piensa es cierto, incluso uno de ellos podría ser ese infiltrado? —Bible cuestionó.

—Sé eso y precisamente por ello lo dije, quiero que sepan que sospecho, que tendré un ojo sobre ellos constantemente, que estoy casi respirando sobre sus cuellos.

—Ya, pero ¿no haría esto que comenzaran a actuar con mayor precaución? —Apo cuestionó.

—Puede ser, sin embargo, eso también podría darnos tiempo, porque tendrían que pensar las cosas muchísimo más antes de hacerlas.

—O sea que es un cincuenta, cincuenta —Apo bufó.

—Por supuesto esto solo sería en caso de que uno de ellos fuera un traidor.—Mile se encogió de hombros, siendo consciente de que en ocasiones había que arriesgar un poco.— Por otro lado, tengo una noticia que sé no va a gustarles.

—¿Ahora qué? —Gulf frunció el ceño, reacomodando a Win en sus brazos, debía llevarlo a su habitación para que éste cambiara a su forma humana y se vistiera.

—Necesito que ambos regulen aún más sus salidas —Mile contestó, ganándose las quejas de inconformidad de ambos omegas de inmediato—. Esto no está a discusión, las cosas se vuelven cada vez más peligrosas y no puedo darme el lujo de que se expongan a algún peligro innecesario. Ambos deben permanecer en la casona tanto tiempo como sea posible, solo podrán salir si es estrictamente necesario.

—Tienes que estar bromeando. —Gulf le blanqueó los ojos.

—Mile, sabes a qué me dedico, tengo que estar fuera durante bastante tiempo, ¿de qué otra forma podría...?

—Dejarás el trabajo por un tiempo —Mile cortó y el rostro de su luna se agrió de inmediato—. No te enojes Apo, sabes que nunca te lo pediría sino creyera que es sumamente necesario. Tienes que interactuar con extraños varias veces al día y viajar a lugares algo solitarios a veces, eso te hace un potencial blanco para nuestros enemigos.

Apo apretó los labios con inconformidad, mas no pudo decir nada, pues sabía que su alfa tenía razón. De cualquier forma, una vez estuvieran solos, discutiría el tema a mayor profundidad con él.

—Ok, pero ¿qué hay de mi? —Gulf llamó la atención—. Aún no termina el semestre en la Universidad.

—Nunca dije que debías abandonar tus clases, sin embargo, serás permanentemente escoltado a cada una y siempre habrá dos de nuestros hombres fuera de tu aula.

—¿Qué? No. Ya te hablé de eso, mis compañeros se sienten incómodos e intimidados.

—Lo siento, Gulf, pero es eso o solicitas para comenzar a tomar clases virtuales, estoy seguro de que aceptarán dadas las circunstancias. —Mile frunció el ceño—. Es más, creo que es lo más viable.

—Ni de chiste. —Gulf blanqueó los ojos, enloquecería si tuviera que mantenerse encerrado en la casona todo el día.

—Entonces no discutas, tendrás escoltas permanentes.

—Como sea —aceptó con un bufido—, pero que te conste que no voy a dejar de visitar a Mew y Win —advirtió, apretando al conejo contra su pecho.

—Era algo que imaginaba. No tengo problemas, de cualquier forma los Suppasit viven dentro del rango de seguridad. —Mile se encogió de hombros—. Ahora, Bible, aún tenemos de qué hablar.

Al ver que el Alfa ya no le prestará más atención, Gulf salió del despacho, yendo hacia su habitación para que Win finalmente pudiera cambiar.

No podía decir con seguridad qué hora era, pero sabía que debía ser tarde, en realidad ya debía ser de madrugada, pues hacia bastante tiempo que habían apagado las luces, misma que sabía lo hacían alrededor de las nueve p.m.

Un ruido fuera de su celda hace que se enderece en su catre, no era extraño que hicieran guardia a esa hora, pero nunca se acercaban a las puertas y él podía escuchar perfectamente como manipulaban las cerraduras de la suya.

Dado que era una puerta de seguridad con apenas una rendija para ver y que encima solo se abría desde afuera, no podía saber quién era. Finalmente la puerta hizo un pequeño ruido de descompresión y comenzó a abrirse lentamente.

La luz de una linterna fue a dar a su rostro y se cubrió con un brazo por inercia, pues le molestaba en los ojos.

—Ave cuatro —la persona dijo y sus ojos se abrieron en grande al reconocer la voz que le llamaba por el nombre de su ex escuadrón.

—Señor...

—No digas mi nombre —él dijo y se apuró a asentir, poniéndose de pie y acercándose sólo un paso.

—¿Por fin han venido a sacarme de aquí? ¿Por fin seré libre?

—Así es soldado, he venido a liberarlo.

—Sabía que lo harían, sabía que nunca me abandonarían, señor. —Sonrió—. Ese león trató de hacerme creer que sí, pero nunca lo hice.

—Hum... naturalmente fuiste interrogado varias veces. —Él miró el demacrado estado de su soldado—. ¿Ha dicho algo, soldado? ¿Llegó a exponernos de alguna forma?

—¡No!

—Baje la voz, soldado, podrían descubrirnos —ordenó.

—Sí, lo siento, señor. —Agachó la cabeza en reconocimiento—. Sin embargo, señor, cómo decía, nunca confesé nada, no les he dado la más mínima información al enemigo.

—¿Está cien por ciento seguro, soldado? Porque queremos estar seguros de si hay alguna medida que debamos tomar en cuanto a nuestros planes.

—Estoy seguro, señor. Nunca dije ni media palabra, me mantuve firme y no confesé ni cuando m-me t-torturaron señor.

Él asintió, sonriendo satisfecho ante su respuesta.

—Entonces, muy bien trabajo, soldado. El grupo siempre va estar muy orgulloso de usted. —No pudo evitar sonreír ante las palabras de su superior—. ¿Listo para por fin ser liberado?

—Tan listo como nunca, señor.

—Excelente.

Entonces, él metió la mano tras su espalda, sacando el arma que allí tenía y disparó. El silenciador amortiguando el ruido del disparo que atravesó limpiamente el cráneo del otro, mismo que se desplomó hacia atrás, parte de su cuerpo cayendo sobre el viejo catre.

—Ahora es libre, soldado —dijo y giró, saliendo de la celda y volviendo a cerrar la puerta del lugar, antes de finalmente salir de la instalación y desaparecer entre la oscuridad de la noche.

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—¿Cómo infiernos es posible que dejaran que ésta mierda pasara? —Mile rugió a sus hombres nada más bajo de su camioneta—. Aún más en tu turno, Bible. —Esta vez se dirigió a su beta.

Bible aceptó el regaño, en realidad él también estaba sumamente molesto consigo mismo por eso.

—Entiendo su enojo, alfa. —Dio la cara—. Me haré totalmente responsable de lo sucedido.

Mile le miró de reojo y frunció el ceño, comenzando a caminar hacia las instalaciones.

—¿Se pude saber dónde estabas cuando esto ocurrió?

—Atendía una situación de robo en unas de las sucursales del SCB* —Bible contestó, siguiéndole el pasó—. Pudimos atrapar a los ladrones, aunque justo ahora comienzo a plantearme si no fue más que una distracción para esto.

—Por como están las cosas, es una gran posibilidad —Mile aceptó—. ¿Quién estaba de guardia en el momento de lo ocurrido?

—Sun, alfa —Bible contestó.

—¿Sun? Creí que era su día libre.

—Uh, no. Estuvimos cortos de personal durante la semana, aún más después de su orden de vigilancia, por lo que muchos de nuestro hombre han tenido que patrullar —Bible aclaró—. Así que no pudimos permitirle el día libre a Sun. De todas formas, ahora mismo debería estar dando su reporte al igual que el guardia que encontró el cuerpo.

—Entiendo —Mile aceptó, comenzando a bajar las escaleras hacia el pasillo de las celdas de mayor seguridad.

—Señor. —Uno de sus hombres se irguió, dando el debido saludo, los otros le siguieron.

—Descansen —Mile indicó, entrando a la sala donde los forenses estaban terminando el reconocimiento y recolección de evidencia—. Capitán, cuál es el informe hasta ahora.

—El capitán Sun está terminado de redactar su reporte, en cuanto a lo que se ha logrado recolectar, lamento informar que no es demasiado alentador, señor —el hombre respondió—. El individuo murió de un balazo en la cabeza, los forenses pudieron recuperar la bala de la pared y ahora será llevada al laboratorio para examinarla y ver si podríamos dar con el arma, señor.

—¿Solo eso?

—Hasta el momento sí, no hemos podido encontrar huella alguna y al parecer las cámaras de seguridad fueron intervenidas después del último recorrido de uno de los guardias a las dos a.m., porque no hay ningún registro de que alguien haya entrado. Por supuesto, aún seguimos revisando.

—Las cosas comienzan a salirse de control —Mile murmuró para sí mismo—. ¿No hay alguna sospecha de por donde pudo haber entrado?

—Los tubos de ventilación. —Esta vez fue Bible quien contestó—. Es el único lugar por el que pudo haber entrado sin que nadie se percatara de su presencia. Debido al poco personal, no teníamos a nadie haciendo guardia en el techo.

—Bueno, mierda, estamos peor que al principio —Mile gruñó, mirando el ensangrentado catre, el cuerpo había sido retirado antes de que llegara—. ¿Dónde está Sun? Quiero hablar con él yo mismo.

—Te guiaré —Bible dijo y Mile asintió.

—Buen trabajo, Capitán. Si le necesito nuevamente, se lo haré saber. —Mile palmeó el hombro del hombre.

—Por supuesto mi teniente general. —El hombre hizo un saludo de despedida.

Mientras subían nuevamente las escaleras, Mile se acercó aún más a Bible.

—¿Estás pensando lo mismo que yo?

—¿Sobre qué es seguro de que hay un traidor en nuestras líneas? Sí, lo hago —Bible murmuró por lo bajo.

—¿Crees que pueda ser Sun?

—Lo dudo, en realidad. Es de los más fieles de nuestros hombres, demasiado recto y apegado a las reglas, sin embargo, tampoco podemos descargarlo de inmediato.

—Primero escucharemos su testimonio y nos aseguraremos de que no haya ninguna incongruencia antes de dar cualquier cosa por sentado. —Mile se rascó la barbilla pensativo—. Me caga que no hayamos podido sacarle nada de importancia, solo nos dijo lo obvio sobre su intento de secuestro a Gulf.

—Lo sé, es jodido. —Bible asintió—. Sin embargo, tampoco es como que pudiéramos esperar demasiado de un simple subordinado.

Mile frunció el ceño. —Por ahora debemos concentrarnos en reforzar la seguridad del último hombre que capturamos, es obvio que han comenzado a deshacerse de sus cabos sueltos, eso solo podría significar que están cada vez más cerca de dar el "golpe final".

—Me aseguraré de dejar a cargo solo a nuestros hombres más confiables. —Ambos pararon justo fuera de la puerta donde Sun se encontraba—. Por cierto, ¿cuándo iniciaremos el interrogatorio?

—En cuanto terminemos aquí, no podemos darles tiempo a que decidan deshacerse de él. —Mile tomó el pomo de la puerta—. Y por favor, avísale al alfa Vachirawit que necesito reunirme con él esta noche.

—Cuenta con ello —Bible dijo y luego ambos entraron a la sala.

Siam Commercial Bank: es uno de los bancos regionales de Phetchaburi.

Stars_Of_Saturn.

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