Alisa.

A la mañana siguiente, mi madre se prepara para la llegada de los Smirnov, no entiendo el por qué, si ellos no son tan importantes.

Yo solo me visto con una simple falda de color blanca, que me llega un poco más arriba de las rodillas, una blusa rosa, y unas zapatillas blancas.

Mientras mi padre, y madre se esmeran por arreglarse para la cena de hoy, yo escucho música.

Si, escucho música.

Aunque los Electroquineticos robaran, y tomarán toda la electricidad de él mundo, yo tengo un celular con canciones. Es lo único para lo que huso mi celular, y la verdad no es como si me importara tanto, la verdad solo lo huso por música, sino fuera por esa razón, no utilizaría un celular.

Pongo a todo volumen, Here de Alessia Cara. Es una de mis canciones favoritas.

Me identificó con la letra de la canción, ya que ahora no quiero tener una relación. Lo único que busco en un chico, es ser amigos, y nada más. Y si, soy virgen. No me mal entiendan, si he tenido relaciones sexuales, pero nadie me ha desvirgado.

I'm sorry if I seem uninterested
Or I'm not listenin' or I'm indifferent
Truly, I ain't got no business here
But since my friends are here, I just came to kick it.

Canto la canción mientras me pongo mi labial rosa.

Tomo mi cepillo, y me peinó mi melena rubia. Coloco mi pulsera que me regalo mi mejor amigo, Carlo, que por cierto no ha venido a verme.

Carlo y, yo somos mejores amigos desde que empezó todo. Sus padres son dueños de él quinto palacio llamado Estabilidad.

Cuando nos conocimos, teníamos once años, el me escupió una goma de mascar en el cabello, y yo le tiré mi helado en la cabeza.

Así fue como empezó nuestra amistad, y la verdad, el fue quien me ayudó en mis momentos más difíciles, y raros de mi vida.

Y, hablo de raros, por qué, ha los quince años de edad, me enamoré de él príncipe de los Cryokineticos. No sé qué tienen los ''Sobrenaturales'' que están demasiado hermosos, y guapos, ellos son dioses griegos. Lástima que todos ellos le hayan declarado la guerra a los humanos.

Me desvíe del tema, y ahora lo retomo, Carlo descubrió la manera de tener celulares sin temer a que los Electroquineticos nos los jaqueen o los destruyan, no se como pero lo logro, y por lo tanto, el y yo somos los únicos humanos que tienen celulares.

Después de que los ''Sobrenaturales'' tomarán el mundo, y lo destruyeran, la electricidad siguió, pero los únicos que la pueden obtener son los Electroquineticos, Carlo y yo. Marco el número de mi amigo, y espero a que conteste.

Da tres tonos y contesta.

- ¿Como esta mi amiga mas hermosa de el mundo? - se me forma una sonrisa.

- Como si tuvieras más amigos más que yo - hablo, y sigo sonriendo.

- Auch - finge molestarse. Aunque no lo tenga enfrente, puedo notar sus expresiones dramáticas que lo caracteriza - Pero dime, ¿que harías sin este amigo, guapo, demasiado bueno, con unos ojos color miel, y aparte de todo, con unos labios que has saboreado tantas veces?

- Cierto - rio con alegría.

Se me olvido mencionar, que somos de esos amigos que no son novios, pero se tratan como tal.

- Se que los Smirnov, van a cenar en unas horas contigo - habla.

- Si - hago una mueca - Y, la verdad, no se para que van a venir - comento con hastío. Quedamos unos segundos en silencio, pero recuerdo lo que me dijo mi padre. Si, también soy un poquito chismosa - ¿Te enteraste de lo de el tratado de paz?

- Si, mis padres en el desayuno me hablaron de ello. Y no estoy de acuerdo, por que ellos desde que salieron a la luz, solo han masacrado a los humanos. No hes justo que vayan a venir aquí, y coman nuestra comida como si no hubieran asesinado a la mayoría de los nuestros.

- Lo se, yo tampoco estoy de acuerdo, pero el rey lo demandó. Y lo peor es que mi padre, me hablo que no hiciera nada malo mientras cenabamos todos. Yo no pienso hacerlo si ellos no lo hacen, y mucho menos con el nuevo rey de las plantas - escupo las últimas palabras con desagrado.

Pasa una hora que es lo que hablamos el y yo. Cuelgo por qué es la hora de la cena con los Smirnov. Mi madre, y padre me llaman, salgo de mi habitación y, bajo las escaleras con pereza.

Cuando llegó hasta abajo, los invitados ya están en la mesa, esperándome. El rey de el palacio me da una sonrisa falsa, pero yo no soy hipócrita, y no le devuelvo la sonrisa, solo lo miró, a él y a sus hijos que no dejan de mirarme con gran envidia, que no entiendo por qué, cuando ellos son más importantes que nosotros, por qué nuestro palacio es el tercero más importante de el reino, y él de ellos es el segundo.

Tomo asiento enfrente de él hijo mayor que tiene mi edad, y espero a recibir todo el veneno que ellos están dispuestos a soltar el día de hoy, solo por que de nosotros se trata.

Ellos odian a muerte a los ''Sobrenaturales'', pero no todo su odio es solo para ellos, desgraciadamente, parte de su odio es hacia nosotros.